viernes, 30 de noviembre de 2018

La humillación de una furiosa Isabel La Católica a Cristóbal Colón por esclavizar a 1.600 indios

Las Casas criticó la crueldad de Colón con los indios y afirmó en sus crónicas que contradecía el espíritu «de benevolencia, dulzura y paz cristiana» reclamado por los Reyes Católicos. Los Monarcas exigían que se tratara bien a los indios, que se enviaran mensajes a los caciques para reunirse con ellos y que se les llevaran regalos a esos encuentro

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Los Reyes Católicos, como el propioCristóbal Colón, creyeron en 1492 haber llegado a una isla de Asia y no a un nuevo continente. No obstante, incluso en la incertidumbre tuvieron claro que aquella oportunidad histórica debía guiarse por la evangelización y no por meros intereses económicos. Desde el principio, Isabel La Católica ordenó al navegante «tratar a dichos indios muy bien y con cariño», pero no siempre se hizo caso a lo que se predicaba desde España.
Colón describió durante su primer viaje a los indios que encontró en una isla del Caribe, probablemente en las Bahamas, como «un pueblo gentil y pacífico y de gran sencillez» a los que regaló gorritos rojos y abalorios de cristal que colgaron en sus cuellos a cambio de oro. No tardó mucho en buscar formas de obtener más oro y de esclavizar a los lugareños. En su cuaderno de bitácoras, apuntó el mismo 12 de octubre de 1492 vio que los nativos aprendían muy rápido y «debían ser buenos sirvientes». Al día siguiente, presionó para que buscaran tesoros, pero estuvieron por la labor. En la tercera jornada anotó directamente que «con cincuenta hombres podría someter a todos ellos y obligarles a hacer todo lo que deseara».
Al intentar hacer un trueque, los indígenas los contestaron con arcos y flechas, de modo que se produjo el primer enfrentamiento violento entre europeos y americanos en el Nuevo Mundo
Antes de explorar otras islas, los españoles escogieron a algunos indios para que trabajaran a la fuerza a su servicio, como explica Kirstin Downey en su libro «Isabel, La Reina Guerrera» (Espasa). En su avance, Colón no dejó de buscar nuevas formas de rentabilizar su descubrimiento y, en una isla bautizada como La Española estableció una fortaleza usando materiales de la Santa María, encallada en aquella costa. En el asentamiento, llamado La Navidad, quedaron varios europeos a la espera de que Cristóbal fuera y viniera de España.
A principios de 1493 los españoles visitaron una última isla antes del regreso a casa, donde, para sorpresa de todos, se toparon con la otra cara de los nativos. Al intentar hacer un trueque, los indígenas los contestaron con arcos y flechas, de modo que se produjo el primer enfrentamiento violento entre europeos y americanos en el Nuevo Mundo. Se trataba de los feroces caníbales, de cuyos peligros habían advertido los indios pacíficos de las anteriores islas.

La amistad de Isabel con Colón

De vuelta a España, previa parada en Lisboa, Isabel pidió verse con Colón cuanto antes al advertir la importancia de aquel hallazgo. En las ciudades castellanas se celebró de forma masiva aquella empresa y Colón fue recibido como un héroe allí por donde atravesó hasta verse con los reyes. El hijo de Colón describió con magnitud la bienvenida multitudinaria de Barcelona, donde estaban los monarcas:
«Toda la corte y toda la ciudad salió a saludarle; y los soberanos católicos le recibieron en público, sentados con toda majestuosidad y grandeza en ricos tronos bajo un baldaquín de tela y oro. Cuando se acercó a besarles la mano, se levantaron de sus tronos como si se tratara de un gran señor y no permitieron que les besara las manos, sino que le hicieran sentarse a su lado»
Cristóbal Colón ante los Reyes Católicos en la corte de Barcelona (V. Turgis, siglo xix)
Cristóbal Colón ante los Reyes Católicos en la corte de Barcelona (V. Turgis, siglo xix)
Colón fue agasajado por los Reyes, quienes escucharon asombrados los detalles del viaje y conocieron a varios indios de aquellas tierras. Más allá de las posibilidades económicas, se habló en la reunión de los millones de vidas que corrían el riesgo de condenarse si no eran evangelizadas, pues se habían encontrado muestras entre ellos de «idolatría y sacrificios diabólicos para venerar a Satán».
Seis meses después, Isabel dispuso una segunda travesía, esta vez formada por 17 barcos y cientos de personas embarcadas, muchas de alta posición. La Reina redactó dieciséis órdenes para esta expedición, cuyo primer punto se refería a la obligación de instruir en la religión cristiana a los indios, a los que «por todos los medios debían esforzarse y empeñarse en convencerlos» para convertirlos a «nuestra sagrada fe católica», además de enseñarlos español para que entendieran a los sacerdotes que envió con Colón. Isabel «La Católica» ordenó, asimismo, «tratar a dichos indios muy bien y con cariño, y abstenerse de hacerles ningún daño, disponiendo que ambos pueblos debían conversar e intimar y servir los unos a los otros en todo lo que puedan». En caso de que Colón conociera algún maltrato, debía «castigarles con severidad», en virtud de su autoridad como almirante, virrey y gobernador.
A Colón se le concedieron una infinidades de mercedes y amplia autoridad al otro lado del charco, pero los Reyes Católicos situaron a su alrededor a personajes de su confianza, entre ellos a Don Juan de Fonseca, encargado en la Corte de que se cumplieran las directrices de Isabel y de las flotas enviadas. Fonseca no era marino ni descubridor, pero, a diferencia de Colón, él sí era un excelente gestor. Sus constantes discrepancias anticiparon que el navegante no estaba en consonancia con los planes a largo plazo de Isabel.

El segundo viaje de la discordia

Al este de la actual Puerto Rico, la segunda expedición castellana entró en contacto con la tribu caníbal de los Caribes, en cuyo campamento «vieron piernas humanas sazonadas colgando de vigas, como acostumbramos nosotros a hacer con los cerdos, y la cabeza de un joven recién asesinado, aún con sangre húmeda, y partes de su cuerpo mezcladas con carne de ganso y loro», escribió Pedro Mártir. Junto a ellos, hallaron prisioneros de otra tribu que iban a ser ejecutados pronto y que Colón se llevó consigo. Otras tribus igual de belicosas llenaron de flechazos, untados de veneno, la travesía de Colón hasta el asentamiento La Navidad.
Los mosquitos y las enfermedades autóctonas convencieron ya a muchos conquistadores de que Colón había exagerado su relato y los conducía hacia la miseria. Sin embargo, peor resultó el viaje para los nativos, contagiados por enfermedades que en Europa no eran mortales, como una simple gripe, que sembraron de cadáveres el camino de esta segunda expedición.
El cronistas Bartolomé de Las Casas describió como Alonso de Hojeda apresó más tarde a varios indios y ordenó que a uno de ellos le cortaran las orejas ante la sospecha de que había robado ropa
En La Navidad descubrieron que los 39 españoles habían muerto. Una docena de sus cadáveres habían sido colocados, muchos sin ojos, para que se pudrieran al sol por los nativos, que habían asesinado a los colonos cuando estos empezaron a robarles comida y mujeres. Colón no castigó al líder local que había permitido aquella matanza por miedo a represalias, pero permitió otros abusos contra los indígenas,en contra de las órdenes de la Reina.
El cronistas Bartolomé de Las Casas describió como Alonso de Hojeda apresó más tarde a varios indios y ordenó que a uno de ellos le cortaran las orejas ante la sospecha de que había robado ropa, una pena habitual para este delito en el Viejo Continente. Lejos de frenar a sus hombres, Colón ordenó que ejecutaran a otros tres indios, en lo que fue el inicio de una oleada de actos vengativos.
Las Casas criticó la crueldad de Colón con los indios y recordó en sus crónicas que contradecía el espíritu «de benevolencia, dulzura y paz cristiana» reclamado por los Reyes Católicos. Los Monarcas exigían que se tratara bien a los indios, que se enviaran mensajes a los caciques para reunirse con ellos y que se les llevaran regalos a esos encuentros. No fueron el único tipo de críticas que recibió el explorador, que pronto demostró ser un mal administrador y un líder autoritario. El aragonés Mosén Margarit, amigo personal del Rey Fernando, decidió marcharse, sin pedir permiso a nadie, a España con tres barcos para informar en la corte de lo ocurrido.
Cristóbal Colón, en la pintura Virgen de los Navegantes por Alejo Fernández entre 1505 y 1536
Cristóbal Colón, en la pintura Virgen de los Navegantes por Alejo Fernández entre 1505 y 1536
El colmo de los desafíos a la Corona fue la captura de 1.600 nativos, que, sin capacidad de embarcarlos a todos, obligó a Colón a liberar a 400 de ellos. Las indígenas «para poder escapar mejor de nosotros, como tenían miedo de que volviéramos a apresarlas de nuevo, dejaron a sus hijos en el suelo y huyeron como desesperados» a las montañas, relató Miguel de Cuneo.
En España, la Reina Isabel se puso furiosa por la captura del millar de esclavos y ordenó al marino que devolviera como fuera a aquellos hombres y mujeres al Nuevo Mundo, lo que para muchos de ellos fue demasiado tarde, debido al frío ibérico y la exposición a enfermedades desconocidas.
Entre los indios que pudieron volver a casa, se contó un joven que trabó amistad con Bartolomé de Las Casas, cuyos familiares habían viajado en este segundo viaje a América. Aquel encuentro prendió la chispa a la lucha que de Las Casas acometió a lo largo de su vida en defensa de los derechos de los indígenas. De sus textos, poco precisos en sus cifras, se valieron los enemigos del Imperio español para tejer la llamada Leyenda Negra.

La caída en desgracia del descubridor

Las relaciones entre Colón y la Reina empeoraron a raíz de esta ofensa, así como la percepción de las dotes de Cristóbal Colón como administrador. Los hijos del italiano fueron insultados en las calles de Granada por las familias de los que habían perdido la vida en América: «¡Ahí van los hijos del almirante de los mosquitos, el que ha descubierto las tierras de la vanidad y la ilusión, la tumba y la ruina de los caballeros castellanos!». Aún así, Isabel accedió finalmente a una tercera expedición tras dos años de súplicas.
El 30 de mayo de 1498, Colón partió al frente de una flota de seis barcos y la instrucción clara como el agua de que tratara a los indios con calma y dignidad y los condujera con «paz y tranquilidad» a la fe católica. Una vez en América, la situación que encontró en Santo Domingo era de alboroto, sedición y con centenares de personas enfermas de sífilis.
A pesar de todo, Colón pasó de largo y se fue a buscar oro en nuevas tierras, lo que en España levantó más indignación e insultos contra el navegante. Son «personas injustas, enemigos crueles y causantes de derramamiento de sangre española», personas que «disfrutaban» matando a quienes se oponían a ellos, en palabras de Pedro Mártir. Paranóico y cada vez más religioso, Colón empezó a ver enemigos en todas partes y se veía a sí mismo como una víctima de los designios de los poderosos de Castilla. Le habían exprimido y luego tirado como si fuera una naranja.
En la primavera de 1499, Isabel, al fin, tomó cartas en el asunto y envió a Francisco de Bobadilla a que investigara sobre el terreno lo que estaba ocurriendo. Tenía licencia real para arrestar a los rebeldes y asumir el poder en los fuertes de Colón. En La Española, se topó con siete españoles ahorcados y otros cinco a la espera de ser ejecutados al día siguiente por oponerse al navegante y sus incondicionales. Bobadilla descubrió pronto que Colón había ordenado que le cortaran la lengua a una mujer por el simple hecho de hablar mal de él y sus hermanos, así como cortar el cuello a un hombre por conducta homosexual.
Primer desembarco de Cristóbal Colón en América (Dióscoro Puebla, 1862)
Primer desembarco de Cristóbal Colón en América (Dióscoro Puebla, 1862)
El enviado de los Reyes Católicos asumió el control de la ciudad y se instaló en la casa del italiano ante aquella anarquía. A su regreso a La Española, Colón fue esposado y enviado a Europa con los grilletes. Permaneció seis semanas en prisión hasta que se le concedió audiencia con su querida Isabel. Todavía tuvieron que pasar más semanas, de hecho varios años, hasta que se permitió a Colón un cuarto viaje a América, bajo muchas condiciones, de las que incumplió varias.
Paradójicamente, aquel fue el más rentable de todos y en la que encontró una pista de oro en cantidades importantes. El navegante oyó en Panamá de grandes cantidades de este metal enterradas y también de otro océano, el Pacífico, a unos ochenta kilómetros de allí. Claro que fue otro ilustre explorador, Vasco Núñez de Balboa, al que se le reservó la hazaña de ser el primer europeo en contemplar años después el Pacífico, llamado durante un siglo el Lago español por el control con que este país lo dominó.
«No consientan ni den lugar que los indios reciban agravio alguno en sus personas y sus bienes, mas manden que sean bien y justamente tratados»
Con la caída en desgracia de Colón, la empresa americana entró en una nueva fase más ambiciosa. La Reina castellana tenía claro que quería llevar al Nuevo Mundo la educación castellana, la atención sanitaria, los sistemas políticos y los valores espirituales cristianos a millones de personas, aparte de que, por mucho aprecio que tuviera a Colón, no quería permitir que toda la conquista y evangelización se produjera a través de un solo hombre. Isabel abrió el abanico a otras expediciones a cargo de Alonso de Hojeda, Juan de la Cosa, Vicente Yáñez Pinzón, Diego de Lepe, Pedro Alonso Niño...
La directriz de tratar bien a los indios y cooperar con ellos pervivió a la muerte de la Reina, aunque no faltaron conquistadores que hicieron oídos sordos y cometieron numerosos abusos, castigados por la Corona siempre que fue posible. La presencia de los representantes reales en un territorio tan extenso fue siempre escasa y condicionada por el poder de los grandes terratenientes.

En los días que precedieron a su muerte, el 26 de noviembre de 1504, una de las pocas preocupaciones que Isabel la Católica plasmó en su testamento estuvo puesta en los «inocentes» del Nuevo Mundo y de las Islas Canarias. La Monarca comprendía que la esclavitud estaba justificada para los «infieles» y los enemigos vencidos, no para los habitantes de la tierra descubierta por Cristóbal Colón. En su lecho escribió: «No consientan ni den lugar que los indios reciban agravio alguno en sus personas y sus bienes, mas manden que sean bien y justamente tratados».
Fuente;https://www.abc.es/historia/abci-humillacion-furiosa-isabel-catolica-cristobal-colon-esclavizar-1600-indios-201811300326_noticia.html#ns_campaign=mod-lo-mas&ns_mchannel=leido&ns_source=historia&ns_linkname=portadilla.historia&ns_fee=pos-1&vtm_loMas=si
Posted: 29 Nov 2018 06:08 AM PST
La máscara fue recuperada a comienzos de 2018, en circunstancias todavía desconocidas, por la Unidad de Prevención de Robos de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Foto: Antiquities Theft Prevention Unit, Israel Antiquities Authority

Sin duda es uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del año: una misteriosa máscara de piedra de 9.000 años de antigüedad, del Neolítico, esto es, de la época de la revolución agrícola, recuperada a comienzos de 2018, en circunstancias todavía desconocidas, por la Unidad de Prevención de Robos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA).

"Una investigación reveló el sitio arqueológico probable en el que se encontró la máscara inicialmente, en la región de Pnei Hever al sur de Har Hebron. Sus características, además de otros hallazgos en los contextos en que fue descubierta, demuestran que la máscara tiene 9.000 años de antigüedad, data del Neolítico precerámico B", explica la IAA en un comunicado que ha emitido hoy mismo.


Actualmente se conocen 15 máscaras en el mundo que datan de este periodo y sólo dos de ellas fueron descubiertas en un contexto arqueológico claro, que puede ser estudiado. "El sitio puede ayudarnos a entender la cultura material, la vida cotidiana durante la cual fue producida la máscara, probablemente como un objeto de culto", señala la IAA.

La última máscara de gran relevancia que se descubrió en Israel fue anunciada en marzo de 2015: una máscara romana de bronce que representa a Pan, el dios de los pastores y de los rebaños, que se convirtió en uno de los 10 hallazgos arqueológicos inolvidables ... para National Geographic España (abajo).

Esta nueva máscara descubierta en Israel "es un hallazgo único en el mundo arqueológico", según Ronit Lupu, de la Unidad de Prevención de Robos de la IAA. Está hecha de piedra caliza, de un color rosado amarillento, tiene una forma delicadamente ovalada y representa un rostro humano: dos cuencas profundas e inexpresivas, una nariz poco pronunciada y, sobre todo, una boca inclasificable, con los dientes marcados y una extraña sonrisa a la vez. Cuatro agujeros fueron perforados a lo largo del perímetro de la máscara, probablemente con la finalidad de ajustarla en la cara de un ser viviente o quizá para amarrarla a un poste o a otro objeto con el fin de mostrarla.


"La transición de una economía basada en la caza y en la recolección a la antigua agricultura y domesticación de plantas y animales estuvo acompañada de un cambio en la estructura social y de un fuerte aumento de las actividades rituales y religiosas. Los hallazgos rituales de este periodo incluyen las figurillas talladas con forma humana, los cráneos enyesados [como por ejemplo el enigmático cráneo de Jericó] y las máscaras de piedra", afirma Omry Barzilai, jefe del Departamento de Investigación Arqueológica de la IAA.


La máscara probablemente fue producida como parte de un ritual que pretendía retener la apariencia de los antepasados familiares"Esto llevó a enyesar los cráneos, a moldear las características faciales e incluso a insertar conchas en sustitución de los ojos. Las máscaras de piedra, como la de Pnei Hever, son similares en tamaño al rostro humano, por lo que los estudiosos tienden a relacionarlas con estas prácticas de culto", agrega.


Fuentes: National Geographicdailymail.co.uk | 28 de noviembre de 2018

Otra Fuente;http://www.historiayarqueologia.com/2018/11/descubren-una-extraordinaria-mascara-de.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+historiayarqueologia%2FhTJR+%28Historia+y+Arqueolog%C3%ADa%29

Posted: 29 Nov 2018 06:26 AM PST
Uno de los atáudes. MINISTERIO DE ANTIGÜEDADES EGIPCIO

En tonos azules, marrones y verdes el cartonaje del sarcófago aún guardaba intacta la cara de quien habitó el ataúd durante cerca de tres milenios. Una misión de arqueólogos egipcios acaba de hallar ocho sepulturas con sus respectivas momias alojadas en cajas que han conservado sus colores con la vivacidad del primer día.

El último descubrimiento de la egiptología se ha producido bajo las arenas de la necrópolis real de Dahshur, un perímetro salpicado de pirámides ubicado a unos 40 kilómetros al sur de El Cairo y que -junto a las de Abusir, Saqara y Giza- son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Las tumbas se han localizado precisamente al noreste de la pirámide negra del faraón Amenemhat II durante las labores de excavación.

"Los enterramientos contenían ocho sarcófagos de caliza con momias en su interior, tres de las cuales se hallan en un muy buen estado de conservación", relata Mustafa al Waziri (izquierda), secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades. Encajados en la piedra, los sarcófagos antropomorfos lucen un cartonaje exquisitamente adornado con el retrato del difunto y diferentes escenas religiosas que se extienden por todo su cuerpo.

Los esqueletos desempolvados del cementerio, cuya identidad aún se desconoce, encontraron reposo eterno en sus confines durante el período tardío o baja época, una etapa de la historia egipcia que transcurre desde el 664 hasta el 332 a.C. y en el que los últimos monarcas locales reinan una tierra que acaba en manos de Alejandro Magno y la dinastía ptolemáica.


Su presencia en Dahshur es una huella del uso a lo largo del tiempo de la necrópolis que levantó el faraón Seneferu (2614-2579 a. C.), padre de Keops y precursor de la auténticas pirámides. En su árida geografía se ubican las pirámides romboidal -con su doble inclinación causada por las modificaciones sufridas a mitad de obra- y la imponente roja, la primera de caras lisas que allanó el camino para que la técnica acariciara la perfección en los poliedros de la meseta de Giza.

Vista de la necrópolis real de Dahshur, donde se hallaron las momias M. DE ANTIGÜEDADES EGIPCIO

El cementerio faraónico, próximo a un cuartel de ejército y víctima de episodios de expolio en 2012, sigue proporcionando sorpresas. El año pasado asomó una cámara funeraria de la hija de un faraón que durante 3.700 años había permanecido lejos de los focos, un mes después de que se localizaran los restos de la pirámide de su padre, el monarca de la XIII dinastía Ameny Qemau. En la estancia, se halló una caja con los restos de la princesa: el hígado, el intestino, el estómago y los pulmones.
Las autoridades barruntan destinar los sarcófagos recién descubiertos -tras su preceptivo por el quirófano, el examen minucioso de sus achaques y su limpieza- a algunos de los nuevos museos que se construyen a orillas del mar Rojo, en las ciudades turísticas de Sharm el Sheij y Hurgada.

Fuente: elmundo.es | 28 de noviembre de 2018
FUENTE'; http://www.historiayarqueologia.com/2018/11/las-coloridas-momias-de-dahshur-el.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+historiayarqueologia%2FhTJR
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lunes, 26 de noviembre de 2018

Tribu Sentinel: qué podemos aprender de las poblaciones más aisladas del mundo (algunas de ellas en América Latina)

Indígena del pueblo de los jawara.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
El asesinato del estadounidense John Allen por una tribu en peligro de extinción de la India, la semana pasada, ha despertado el interés por algunos de los poblados más aislados del mundo.
Los pobladores de la isla Sentinel temen a los forasteros y por eso atacaron al joven Chau con arcos y flechas.
Defensores de comunidades aisladas como Survival International, con sede en Londres, creen que el asesinato de Chau debería ser un recordatorio de que las tribus remotas deben permanecer protegidas del mundo exterior.
Un antropólogo entrevistado por la BBC aseguró que existía el riesgo de que este tipo de incidentes pudieran hacer que la gente crea que todas las tribus que viven aisladas son "desagradables, brutas y violentas".
En su lugar, lo que sugieren es que el mundo desarrollado podría tomar ejemplo de algunos de los principios y filosofías de algunas de las tribus más aisladas que existen en el mundo.
Rahuenicha, un chamán delos piaroa cruzando un río.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionLos piaroa no tienen sentido de la propiedad ni de la competencia, por eso ni siquiera practican deportes.
Aquí te presentamos algunas:

La paz y la igualdad como lema

El pueblo piaroa, con más de 14.000 habitantes, vive cerca del río Orinoco en el estado de Amazonas, en Venezuela.
Viven en completa igualdad y de forma pacífica. Pero para ello hay que aceptar la anarquía.
No puede existir ningún tipo de gobierno, no hay estado. Apenas el individuo y su voluntad de hacer lo que quiera.
Los piaroa rechazan la violencia y no castigan de forma física a los niños de la comunidad. Consideran que la paz se logra eliminando ideas como la propiedad, la competencia, la vanidad y la avaricia.
Tampoco se practica ningún deporte. Nadie tiene un pedazo de tierra que les pertenezca ni nadie puede decirle a otra persona que trabaje.
En su lugar, se fomenta que la gente aprenda la una de la otra. Eso no significa que haya una deferencia hacia los ancianos, ya que eso significaría aceptar un tipo de jerarquía, algo imposible en una comunidad de iguales como la de los piaroa.
Para ellos, la idea del individuo es lo más importante, sin que eso llegue a fomentar el egoísmo. Cada individuo debe elegir qué hacer y cómo. No se juzgan las decisiones de los demás.
En un ensayo académico de 1989, la profesora estadounidense Joanna Overing escribe:
"Los piaroa expresan diariamente su derecho a elegir de forma individual y su derecho a ser libres en una amplia variedad de asuntos: residencia, trabajo, desarrollo personal, e incluso el matrimonio ".
Una habitante indígena de los paiaroa.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionHombres y mujeres comparten el mismo status entre los piaroa.
Debido a que esta es una sociedad de iguales, hombres y mujeres comparten el mismo status.
"Cada mujer es dueña de su propia fertilidad, de la que solo ella es responsable: la comunidad no tiene derecho legal sobre su descendencia; tampoco su marido, si se separan", asegura Overing en su escrito.

El valor de lo diferente

Los bayaka son un pueblo de cazadores-recolectores que viven en las selvas tropicales del África Central.
Para ellos la música constituye una parte central de su identidad y los expertos creen que la forma en la que la disfrutan también condiciona su comportamiento.
"La música que cantan los bayaka son polifonías densas y eso significa que cada miembro cantará una melodía diferente, combinándola para crear una canción", dice Jerome Lewis, un antropólogo que ha estudiado la tribu durante más de dos décadas.
La forma en la que cada persona canta su propia melodía, explica Lewis, refleja la gran importancia que los bayaka le dan al individuo. Tampoco tienen líderes.
"Te enseñan a ser diferente y esta sociedad valora mucho la autonomía", afirma.
"Una vez que los niños pueden caminar, son libres de decidir dónde duermen y con quién se relacionan. No tienes derecho a pedirle a nadie que haga algo por ti"., aclara Lewis.
Pero cuando no hay líderes y todo el mundo es libre de hacer lo que quiere ¿cómo aprenden los bayaka a trabajar juntos?
La respuesta está, una vez más, en la música.
Mujeres cantandoDerechos de autor de la imagenGILL CONQUEST / JEROME LEWIS
Image captionLa música constituye una de las señas de identidad de los bayaka.
"A través de la participación en su particular canto, aprenden la forma en la que han de coordinar su vida cotidiana", relata el antropólogo.
"Tienes que mantener tu propia melodía mientras otras personas cantan otras diferentes", dice.
"Para poder cooperar y ser eficaces juntos, necesitas hacer algo diferente. Esta es una autonomía en la que las personas son muy conscientes de las necesidades de los demás y de su derecho a ser diferentes".

Protección ante enfermedades

Los yanomami son una tribu indígena que vive en las selvas tropicales del norte de Brasil y el sur de Venezuela y podrían ayudarnos a comprender mejor nuestros propio cuerpo.
Investigaciones sobre la tribu, que permaneció aislada del mundo exterior hasta por lo menos 1950, ha brindado nuevas perspectivas sobre cómo la vida moderna podría estar cambiando la composición del cuerpo humano.
Un estudio de 2015 examinó una serie de miembros yanomamis y reveló lacolección más diversa de bacterias que se ha encontrado jamás en personas, incluidas algunas que nunca antes se habían detectado en humanos, de acuerdo con el documento de los científicos.
Para ellos la conclusión fue que las dietas modernas, los antibióticos y la higiene pueden reducir la variedad de bacterias en nuestro cuerpo.
Una niña yanomami en el AmazonasDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionUna niña yanomami en el Amazonas.
"Quizás incluso una exposición mínima a los hábitos modernos (...) pueda resultar en una pérdida drástica de la diversidad bacteriana", afirmó uno de los autores del estudio, José Clemente, al periódico Toronto Star.
"Con cada paso hacia la occidentalización, parece que estamos perdiendo diversidad".
El estudio también ha contribuido a comprender de la resistencia a los antibióticos.
Durante años, los profesionales médicos han advertido de que el uso excesivo de antibióticos hace que las infecciones sean más difíciles de tratar al crear superbacterias resistentes a los propios medicamentos que pretenden acabar con ellas.
El estudio encontró que los yanomamis tenían genes únicos resistentes a los antibióticos, a pesar de que nunca antes habían tomado los medicamentos.
Fue una prueba más de que las bacterias en nuestro organismo pueden resistir los antibióticos incluso antes de hayan sido expuestas a los fármacos.

Des-pa-cito…

El doctor Mark Plotkin ha pasado 35 años estudiando cómo las tribus remotas de todo el Amazonas utilizan las plantas con fines medicinales y podríamos aprender que una vida más lenta es también una vida más feliz.
"La gente de estas tribus remotas no sufre de estrés, de enfermedades del corazón, de insomnio y pasa más tiempo con sus familias.
El doctor Mark Plotkin con un miembro de la tribu sikiyana, en la frontera con Brasil y Surinam.Derechos de autor de la imagenMARK PLOTKIN
Image captionEl doctor Mark Plotkin con un miembro de la tribu sikiyana, en la frontera con Brasil y Surinam.
"Puede que no estemos listos para renunciar a nuestros iPhones y iPads y a comer comida tailandesa de vez en cuando, pero las lecciones son claras: disminuye el ritmo, no pierdas el tiempo preocupándote por las cosas sobre las que ya no puedes hacer nada. Yo mismo intento vivir mi vida siguiendo estas recomendaciones".
El doctor Plotkin, quien encabeza el grupo de defensa del Equipo de Conservación del Amazonas, dijo que si bien los países desarrollados pueden aprender mucho de los estilos de vida más simples, también advierte de que hay que ser precavidos.
"No es necesario cargar de romanticismo la idea de cómo viven (estas tribus remotas), pero sí aprender de ellos. Así como hay cosas buenas que se pueden aprender de la religión occidental".
"Así como no deberíamos sobrevalorar a los indígenas, no debemos demonizar a misioneros como John Allen Chau".