viernes, 20 de noviembre de 2015

ACTA DE SEPARACION DOMINICANA, DEL 16 DE ENERO DEL 1844.

ACTA DE SEPARACION DOMINICANA, DEL 16 DE ENERO DEL 1844.
Fuente: Emilio Rodríguez Demorizi obra  el Acta de la Separación Dominicana y el Acta de  Independencia de los Estados Unidos de América. Imprenta “La Opinión, Ciudad Trujillo, 1943.
La Parte Española de la Isla  de Santo Domingo tuvo la gloria de sumarse al movimiento emancipador de Simón Bolívar, constituyéndose  en Estado Independiente en 1821,  pero,  en su alba  misma, el pérfido Presidente de Haití Juan Pedro Boyer apago la luz de la primera independencia dominicana, encendida por el Dr. José Núñez de Cáceres. En febrero de 1822 se inició el largo cautiverio, más oscuro y angustioso tras  el fugaz relámpago de libertad en la infortunada Revolución  de 1824.
Inútiles las ansias de redención del pueblo dominicano, frente a la crueldad y suspicacia del dominador. Pero en la nefata noche brilló al fin  la estrella, de la anunciación; la idea separatista del Juan Pablo Duarte, convertida en sección el 16 de julio de 1838, memorable día en que él y sus adeptos crearon la Sociedad Patriótica  La Trinitaria.
La persistente y silenciosa labor  trinitaria formó en la sociedad sojuzgada la conciencia de su destino, puesta en sazón en los acontecimientos políticos de 1843;  la participación  dominicana, estimada  por Duarte, en la revuelta que puso término a la tiranía de Boyer.
Así, cuando los dominicanos consideraron llegado el momento propicio para dar el grito de libertad, decidieron, como libertadores conscientes de su responsabilidad histórica, redactar el  Acta de sus solemnes determinaciones; la Manifestación de los pueblos de la parte del Este  de la Isla antes Española o de Santo Domingo, sobre las causas de su separación de la República de Haití, fechada en Santo Domingo al 16 de enero de 1844, escasos días de ser proclamada la República Dominicana ( El plan de Sánchez, Duarte, Mella, Pina, Pérez, y sus compañeros, dice Sánchez Guerrero --, se manifiesta en acta del 16 de enero del 1844. Aquella  acta está colmada de rasgos memorables por sanidad de sus doctrinas;  por la elevación  de los propósitos, por  la lógica solidez de los razonamientos  y por la saludable tendencia a un porvenir de  dorados sueños de patriotas impresionados por las ideas del siglo, y  de corazones ensanchados para amar la gloria del pueblo quisqueyano, ( Juan José Sánchez Guerrero, El 4 de julio , Macorís  del Este, 1893, p. 3, Reproducidos en Clío, C. T. No. 57-58, 1943).
Es por consiguiente, el primer documento oficial de la Nación, con el cual se inicia nuestra Colección  de Leyes. – propiamente considerado como el Acta de la Separación del dominador haitiano, y  cuyos principios  sirvieron de norma en el pre organización del Estado advenido el 27 de febrero de 1844.

La Redacción:
La redacción  del célebre documento fue obra del sagaz político don Tomás Bobadilla y Briones, como lo afirmó él  mismo en memorable sesión  del Tribunado en 1847. No obstante esa afirmación, hay versiones contrarias  acerca de la paternidad del trascendental escrito; el historiador haitiano Madiou dice que  sus redactores fueron Sánchez y Mella (Thomas Madiou, Historie d Haití, années 1843-1846. Port- au – Prince, 1904 p. 108);  en la Relación  del prócer  Manuel Dolores Galván, aparecida en la revista Letras y Ciencia, el 19 de noviembre de 1894, se expresa que éste , en  1844, le sirvió de Secretario a Francisco de Rosario Sánchez  y que “ de su puño  y letra circuló el manifiesto del  16 de enero”;  y en una breve  relación histórica, que  se conserva inédita que conservada el  historiador, don Emilio Rodríguez Demorizi, escrita en 1918 por Eustaquio Puello, afirma éste que su padre, el valeroso general Gabino Puello, hizo circular por el Sur de la Isla el Manifiesto manuscrito que escribió su primo Manuel Dolores Galván en la reunión de Musié Pallén”
Puede afirmarse, sin embargo, que  esa es  gloria de Bobadilla; por su propia declaración, hecha públicamente en momento adverso para él,  apenas tres años después de 1844;  porque él, era la persona de mayor edad entres los principales firmantes y el más autorizado para escribir  un documento de tal importancia, porque él fue  el primero en  suscribirlo;  y porque en la manifestación  está patente su inconfundible espíritu, la misma esencia de los innumerables documentos escritos por él,  que fue siempre obligado  redactor  de  los más  importantes papeles de su época, y el  hombre, en su tiempo, de mayores conocimientos y experiencia y de mejor reconocida aptitud política.
Además, Bodadilla se complacía en mencionar  la Manifestación del  16 de enero de 1844, como que era  d su espíritu. En  documentos de 1844, firmados por él, de la Junta Central Gubernativa,  cuya  presidencia ostentaba, se alude al célebre   escrito; en el  Derecho de declaratoria de  guerra a muerte contra Haití, del 19 de abril; en el decreto acerca del secuestro de bienes de los haitianos, del 20 de abril ; en el Decreto acerca de pérdida de  derechos  civiles,  del 6 de mayo; en el Decreto de Convocatoria de elección de los diputados al Congresos Constituyente de San Cristóbal, del 24 de julio; y la Resolución que  declaró traidores a la Patria a Duarte, Sánchez y Mella y demás compañeros, del 22 de agosto.
También aludía a la Manifestación  en sus discursos;  en el  que pronunció el 26 de mayo de 1844, habla de “ ´principios consagrados en nuestro Manifiesto del 16 de  enero”. En su discurso del 26 de septiembre de 1844, en el Congreso Constituyente de San Cristóbal, hay una clara alusión a la paternidad  del venerable escrito; “ los pueblos que ya habían despertado con el  Manifiesto del 16 de  enero, volaron a la defensa de sus derechos, circunscriptos en las páginas memorables de este documento, no por lo brillante y energice de su estilo, sino porque era verdadero, simple y sincero, pues  es lo más conforme a la naturaleza del hombre, y delineaba los derechos imprescriptibles que se habían de guardar.
“Verdadero, simple y sincero”, es  expresión de su propia modestia de redactor. Todo  ello es testimonio de que el sagaz Bobadilla tenia verdadera conciencian de la importancia de su obra; entonces no debía  decir que era suya, porque era obra colectiva de los que, al firmarla, expusieron sus vidas frente al invasor. Pero más tarde, en  altivo arranque de soberbia, en  momentos en que eran olvidados sus servicios de la Patria, sí podía vanagloriarse de haber escrito el histórico  reto al  haitiano. En  la tumultuosa sesión del Tribunado, el 10 de junio de 1847, dijo Bobadilla esta valientes palabras “<<< Creo, señores, que ninguno  puede  ser mejor dominicano que yo. Yo fui el primero que dijo: Dios, Patria y Libertad¸ yo fui  el autor del Manifiesto del 16 de enero; yo en la noche del 27 de febrero me encontraban en la cabecera  del pueblo;  yo fui el Presidente de la Junta Central Gubernativa. Tomás Bobadilla fue, sin duda, el autor del  Acta  de la Separación  Dominicana.
Próxima entrega.
1--Influencia del Acta  de Independencia  de los Estados Unidos de América,  en la Constitución Dominicana del 1844.

2--El Manifiesto de  Separación Dominicana,  del 16 de enero de 1844

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