¿Qué dijo la prensa cuando asesinaron a los jesuitas?

Por Transparencia Activa | 22 de enero de 2016

Los episodios más sangrientos que tuvo el país siempre fueron vistos por los medios como meros actos terroristas a los que no había que darles importancia, no cuestionar los métodos y mucho menos hablar de los autores materiales e intelectuales vinculados a altas cúpulas militares y liderazgos de ultraderecha. La masacre de los jesuitas en 1989 se contó como tal: una represalía de la guerrilla contra traidores en los que ya no se podía confiar

.http://www.transparenciaactiva.gob.sv/la-masacre-que-los-medios-no-quisieron-condenar

Cuando se dio la masacre estudiantil el 30 de julio de 1975 en los alrededores del Seguro Social, El Diario de Hoy tituló su portada: Policía dispersa manifestación. No se habló de las tanquetas que aplastaron a un grupo de estudiantes, de la cantidad de desaparecidos que hubo, ni de nada que empañara el actuar del ejército. El 16 de noviembre de 1989 ocurría nuevamente algo igual, el Diario de Hoy titulaba su portada: “Fuerza Armada controla el país” y al día siguiente hablaban de una masacre que había perpetrado la guerrilla en las instalaciones de la UCA.

Desde el 11 de noviembre que arrancó la ofensiva militar guerrillera “Hasta el tope”, los dos principales periódicos se convirtieron en una extensión del Comando de Prensa de la Fuerza Armada (COPREFA). Las dos páginas que dedicaban a noticias del acontecer nacional fueron en esos días de guerra una exaltación al ejército y a sus miembros.

No había concesión para otros puntos de vista, de hecho, muchas notas ni siquiera presentaban una fuente de dónde se recogía la información, pero lo más obvio era alabar y motivar a los soldados, incluso presentando fotos de cuerpos quemados y otros guerrilleros asesinados, captura de pertrechos y columnas de soldados en los distintos puntos del país.

Según los medios, el ejército tenía el control de la situación, pero al quinto día, la masacre más simbólica de esa ofensiva, 6 jesuitas académicos y sus 2 colaboradoras asesinados al interior de la UCA no generó ni un solo editorial en ninguno de los periódicos, fue presentada con fuentes ambiguas como una represalía de los guerrilleros, y las tradicionales gremiales empresariales tampoco hicieron ningún pronunciamiento más allá de una frase en un comunicado. La verdad sobre este hecho desde que sucedió siempre ha contado con pocas líneas en grandes medios y sigue hablándose poco y objetivamente sobre los involucrados en la planificación y ejecución de dicho magnicidio.

Hoy sobre el caso se habla un poco más, pero de los autores intelectuales y materiales, sólo se hacen fotos para los archivos.