sábado, 16 de abril de 2016

Cómo era trabajar en la Compañía Británica de las Indias Orientales, la corporación más poderosa del siglo XVII

Cómo era trabajar en la Compañía Británica de las Indias Orientales, la corporación más poderosa del siglo XVII

  • 16 abril 2016
La sede de la Compañía Británica de las Indias Orientales en 1802Image copyrightAlamy
Image captionUn monopolio apoyado por un ejército. Eso, y más, tenía a su disposición la East India Company.
Imagínate que a una compañía con la influencia de Google o Amazon se le otorgue un monopolio, autorizado por el Estado, con el derecho a recaudar impuestos en el exterior y con un ejército a su disposición.
Fundada en 1600 la East India House (Compañía Británica de las Indias Orientales) fue la más poderosa corporación multinacional jamás vista en el mundo.
Establecida con una Cédula Real por la reina Isabel I de Inglaterra, se le concedió un monopolio de los negocios con Asia.
Fue dueña de los puertos de Singapur y Penang, y desempeñó un importante rol en el desarrollo de ciudades como Mumbai, Kolkata y Chennai.
Solo en India contaba con un ejército de 260.000 reclutas locales.
Si bien era un reflejo de la época, su funcionamiento tiene muchos paralelismos con las megacorporaciones del presente, desde el tráfico de información privilegiada a su forma de responder al aumento de los precios de las acciones con una expansión excesiva y una mala gestión.
Oficial de la East India Company en IndiaImage copyrightAlamy
Image captionUn oficial de la compañía viaja acompañado de soldados de a pie en India. Uno de tantos privilegios a su disposición.
"En sus finanzas, estructuras de gobernanza y dinámicas empresariales, era indudablemente moderna", dice Nick Robins en su libro The Corporation that Changed the World ("La corporación que cambió el mundo").

Solo con influencia

Como muchas multinacionales actuales, la East India Company era una de las empresas más codiciadas para conseguir trabajo.
Sin embargo, estaba fuera del alcance de la mayoría.
"Eran principalmente hombres blancos y no había mujeres, aparte de las amas de llaves", dice Margaret Makepeace, principal curadora de los archivos de la compañía en la Biblioteca Británica.
Incluso para los trabajos manuales en los almacenes era necesario ser nominado por uno de los directores de la compañía.
"El éxito dependía en última instancia de conexiones e influencia, y no de tener habilidades y aptitudes para el puesto", señala Huw Bowen en su libro Business of Empire.

Becas y fianza

Y no solo se necesitaba una presentación personal, también había que pagar.
Descarga de té en un puerto de LondresImage copyrightAlamy
Image captionDecargando té en un puerto del este de Londres a mediados del s. XIX.
Para garantizar una buena conducta a cada trabajador se le exigía cancelar una fianza.
Un empleado nuevo tendría que pagar unos US$715. En términos de lo que uno pudiera comprar hoy en día, eso equivaldría a US$51.800.
Entre más alto el cargo y el sueldo, más alta la fianza.
hasta 1778 en la East India Company una carrera comenzaba con un período de "prueba" no remunerado de cinco años.

Oficinas lujosas

A finales del siglo XVIII los directores de la East India Company querían que la nueva sede de la empresa en Londres luciera impresionante.
El neoclasicismo estaba en boga y, por lo tanto, el nuevo edificio incluyó un pórtico con seis columnas.
El edificio de la East India Company a mediados del siglo XIXImage copyrightAlamy
Image captionNo se escatimó en gastos al construir la nueva sede de la compañía.
El tímpano –una pared decorativa sobre la entrada– mostraba al rey Jorge III defendiendo el comercio del Oriente, en un ejercicio de imagen corporativa para la época.
El interior del edificio era también extraordinariamente lujoso.
Y los almacenes de la compañía, lejos de ser rústicos depósitos, eran edificios elegantes que dominaban la llamada City de Londres.

Dormir en el trabajo

Algunas compañías modernas ofrecen a sus empleados salas para tomar siestas.
Image copyrightGetty
Image captionFue la más poderosa corporación multinacional jamás vista en el mundo.
La East India Company fue más allá. Antes de 1790 a algunos trabajadores se les permitía vivir en su sede con sus familiares.
Los empleados de la compañía en el exterior también vivían en las fábricas donde trabajaban.
Pero todo tenía más que ver con mantenerlos bajo control.
Los depósitos estaban organizados como monasterios o edificios universitarios donde dormían, comían y oraban bajo la mirada de sus superiores.

Comida y bebidas

Hasta que los gastos fueron recortados en 1834, a los empleados de las oficinas de Londres se les daban desayunos gratis si llegaban temprano.
Depósito de opio en IndiaImage copyrightAlamy
Image captionLos otros edificios de la corporación también eran impresionantes: este dibujo muestra un depósito de opio en India.
En algunas fábricas del exterior la comida gratis no era nada despreciable.
El sacerdote inglés John Ovington visitó en 1689 la de Surat, India, tras lo que reveló que tenía un cocinero inglés, un portugués y un indio para el gusto de todo el personal.
Y los empleados de hoy en día quizás envidien los "Viernes de whiskey" de Dropbox o la hora del cóctel de Facebook.
Sin embargo, con una amplia selección de bebidas alcohólicas al almuerzo y la cena, las fábricas en el exterior de la East India Company eran más espléndidas.
En un solo año en una fábrica en Sumatra, los 19 trabajadores consumieron "74,5 docenas de botellas de vino, 50 docenas de vino francés, 24, 5 docenas de cerveza Burton, dos toneles y 42 galones de vino de Madeira, 274 botellas de vino de palma y 164 galones de aguardiente de Goa".

Salarios y pensiones

A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, los empleados de la East India Company estaban entre los trabajadores británicos mejor remunerados.
En 1815 un nuevo empleado de oficina ganaba el equivalente hoy en día de US$41.318 anuales, pero luego de 11 a 15 años de servicio su salario podría llegar hasta unos US$224.239 al año.
Image copyrightAlamy
Image captionEran tiempos en que el mar mandaba.
Para 1840, el ingreso real de un oficinista de la empresa era 12 veces mayor que el de un trabajador manual.
Además, contaban con pensiones que, después de 1813, comenzaron a pagarse según los años de servicio.
Los 24 directores de la compañía tenían un salario modesto para los estándares de hoy, el equivalente a entre US$308.499 y $514.124.
Pero esos cargos tenían valor en efectivo debido al clientelismo: la gente ofrecía regalos y dinero al contado con la esperanza de recibir una nominación o un acuerdo comercial.
"Todo intento de obtener un equivalente monetario estaba estrictamente prohibido, pero se estima que los pagos oscilaban entre US$7.000 y US$11.400 para cada director", escribe William Foster en su libro East India House.
Es decir, el equivalente a entre US$7 millones y US$11 millones de hoy en día.

Trabajo y vida personal

Netflix, Virgin Group, Twitter, GE y Glassdoor ofrecen tiempo libre ilimitado (aunque eso no siempre significa que en la práctica los empleados se toman los días que necesitan).
En todo caso, si pudiesen viajar en el tiempo hasta la East India Company, encontrarían un trato muy distinto.
Un oficial de la East India Company fumando una pipaImage copyrightAlamy
Image captionCon más de 10 años de servicio uno podía aspirar a un salario equivalente a US$225.000 al año.
En los primeros años de la compañía, las vacaciones anuales no existían y el tiempo libre solicitado por un trabajador generalmente debía ser aprobado por la Corte de Directores.
Esa situación se compensaba por la gran cantidad de fiestas públicas que había, pero para 1817 el único feriado que quedaba era el día de Navidad.
En respuesta a las quejas, se concedieron cuatro días de vacaciones anuales a los empleados que habían trabajado en la empresa durante por lo menos 18 años.
Se esperaba también que los empleados trabajaran muchas horas.
A finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, tenían que estar en la oficina desde las 7am hasta las 8pm, con un descanso de dos horas para el almuerzo, incluyendo los sábados.
Desde la exigencia de pagar fianza por buen comportamiento hasta el hecho de contar con personal totalmente masculino, hay aspectos importantes en los que la East India Company se diferenciaba de una moderna multinacional.
Pero ya sea disfrutando de una pomposa oficina central, trabajando en pasantías no remuneradas o soñando con jubilarse, los trabajadores del siglo XXI tienen más en común con los oficinistas del siglo XVIII y XIX de lo que quizás se imaginan.

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