miércoles, 6 de abril de 2016

LAS VALQUIRIAS


LAS VALQUIRIAS

Las Valquirias o Valkirias eran mujeres fabulosas, diosas menores, que vivían en el Valhalla, el cual estaba situado en el fantástico palacio dorado de Odín, dios supremo de la mitología nórdica, y al cual servían. Son consideradas las equivalentes a las valientes Amazonas, las cuales eran también diosas guerreras pero en la mitología griega.
El origen de la Valquirias no queda muy claro aún, en algunos poemas se deduce que podrían tener como padre a un humano, en otras ocasiones se las considera más como sacerdotisas, una mezcla que conjuga el misticismo con un aire bélico. Otra versión asegura que son hijas de Odín.
Generalmente, tienen el aspecto de una joven y bella guerrera nórdica; alta, con marcada musculatura, ojos grandes y azules, cabello rubio, largo y trenzado. Les gusta ir ataviadas con cascos de guerra con cuernos. Eran fuertes y vírgenes, e iban por los campos de batalla a lomos de sus caballos, con armaduras, escudos y lanzas, recogiendo a los guerreros caídos que sobresalieron en vida por su impresionante capacidad para luchar y por su resistencia.
Una vez elegidos, eran llevados al Valhalla. Allí se dedicaban a combatir mientras era de día. Cuando caía la noche eran agasajados con manjares propios de dioses regados con hidromiel. Además de estas funciones, las bellas Valquirias cumplían más órdenes de Odín: tejían las redes de la guerra. Estaban en todo conflicto, cabalgaban por los cielos envueltas entre el humo de la batalla y el fragor de la violencia humana.
Ellas eran quienes elegían quién debía morir en vista de sus dotes para la guerra. De hecho, la palabra “Valquiria” tiene su raíz en el nórdico antiguo: “valkyrjur” y viene a significar precisamente“la que elige a los caídos en batalla”. Dos Valquirias, Gunn y Rota, elegían a los hombres para la muerte, acompañadas por Skuld (necesidad), la más joven de las Nornas, una de las Tres Parcas que conforman las vidas de los hombres.
Era causa de vergüenza, para los guerreros, no morir a manos de un enemigo. Para ellos era un honor morir luchando y ser elegido después para ser llevado ante Odín en el Valhalla. Aquí, aparte de los espíritus de los más aguerridos y de las apasionadas Valquirias, se encuentra el gallo Gullinkambi, que canta cada amanecer para que una nueva jornada comience.
Las Valquirias pudieron haber tenido relaciones especiales con los guerreros llamados berserkir quienes inspirados por la furia de Odín en las batallas, se despojaban de sus armaduras para luchar con fuerza sobrenatural. Ciertamente, los berserkir, tenían muchas probabilidades de morir en la batalla y por lo tanto ganarse un lugar en el Valhalla, donde pasaban el tiempo luchando y bebiendo.
La reina de las Valquirias tuvo por nombre Brunilda y entre sus cualidades contaba con la de ser más fuerte que una docena de hombres juntos. Otras que tuvieron cierta relevancia dentro de la mitología, aunque no tanta como su reina, fueron Hilda, Thruda, Hlök, Mista, Rista, o Hnos (la más bella de todas), entre otras. Pero volvamos a Brunilda, de la que no se sabe mucho, sólo que nació en Asgard, en cuyas tierras moran tanto Odín como su hijo Thor, y fue elegida como gran líder de las Valquirias por el propio Odín.
Brunilda tiene la capacidad de convertir a las Valquirias en musas de la guerra, inspirando a los guerreros para luchar, aumentando su sed de sangre, y haciéndolos entrar en frenesí, de manera que no sienten dolor ni sangran por sus heridas. Una vez termina el combate el frenesí desaparece y el guerrero muere.
Odín otorgó a su hijo Thor una vida mortal, la cual personificó en Segismundo. Pero, tras haber transcurrido cierto tiempo, una Valquiria, en nombre de su dios que no encontró otra opción, se lanzó en busca del alma del propio Segismundo, que se había convertido en el mejor de los guerreros.

Brunilda intervino y lo impidió. El propio Odín tuvo que dar muerte a su hijo y, además, castigó a Brunilda por haberse opuesto a sus designios convirtiéndola en mortal. La condujo también a un largo y profundo sueño, estado del que fue despertada por Sigfrido, hijo de Segismundo, del que terminó enamorándose sin remedio. Se dice que algunas valquirias pasan grandes temporadas en el plano terrestre, dejando su habitual forma de guerrera espectral, para vivir bajo la forma de un enorme y bello cisne.
🌹Perla

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