viernes, 1 de abril de 2016

SOBRE LA POLITICA EN LA REPUBLICA DOMINICANA.

SOBRE LA POLÍTICA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA.

Este escrito data de 1923, que  coincide en los actuales momentos políticos en la República Dominicana, es coincidente en los actuales momentos que vive la nación con los personajes que intervienen en los procesos políticos en esta época.
En la naturaleza se realizan proceso de selección. La lucha por la vida de como resultado la supervivencia de los  más aptos .Preside también todas las manifestaciones o actividades de la vida humana, con excepción de la política.
En política, se  opera en una selección  al revés, el triunfo es de más ineptos. Todos es consecuencia del favor  no del merecimiento. Capacidad no cuenta. El caciquismo corruptor hace las  designaciones, escogiendo a los adeptos más serviles, los íntimos, esto es,  los de las incondicionales adhesiones. Se dan los cargos, no la opinión, sino la voluntad del poderoso.
Nada más hondamente perturbador. Más lesivo del orden social, que  el padrinazgo. El ampara la ineptitud y posterga el mérito, y ese espectáculo repetido de la injusticia reinante torna el espíritu del más sordo al sentimiento del deber haciendo abandonar el culto del derecho. El amor a la patria languidece.
 El parasitismo, la empleomanía como también  la mendicidad sustituyen  al trabajo honrado. El favor político convierte en una frase soez la  representación  de Las Cámaras “El hace y deshace, crea y destruye, exalta y humilla, engrandece o denigra, triunfante, irresponsable, señor de la razón y soberano de los justo”. 
En el juego natural de las influencias se  establece una especie torpe de mercado en el cual se comercializa con lo ajeno. Nadie  de gratis ese flujo que constituye para  el  que lo tienen un verdadero patrimonio. Favor por favor, servicio por servicios.
Todo a expensas públicas. De donde las complicidades políticas, los impuros compadrazgos, la falsa indigna de la vida pública, los partidos de votos. Los gobiernos de amigos, la adscripción  de la conciencia de la voluntad ajena, la injusticia que no puede ser rehusada, la  iniquidad que no es posible dejar de cometer. Política de aspirantes, carente en absoluto de ideal, se reduce exclusivamente a la distribución  de destinos, el trabajo de empleados y funcionarios, la chismografía.
Todo esto contradice el postulado de Alejandro Hamilton, cuando anunció “El fin de toda organización política debe ser en primer término obtener para gobernantes a aquellos hombres que posean más  sabiduría para entrever el bien público y la mayor aptitud para  llevarlo a cabo.
Entre nosotros ese principio no ha tomado cuerpo en el espíritu público. Lo triste del caso es el  no vislumbrarse indicio alguno de cambio, porque para curar los inveterados males que afligen al cuerpo social, se requiere un largo tratamiento, consistente en la creación de caracteres, en modificación  de las costumbres por el enaltecimiento del trabajo y la difusión de la cultura con inquebrantable tenacidad.
Tao como en la práctica en nuestra política vernácula, constituye una actividad nociva, ella justifica ampliamente  la frase genial del sociólogo dominicano José Ramón López, el cual escribió “más útil es a la patria quien siembra una mata de plátanos  que quien consagra a la política una vida  entera”.

                                            

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