El Conde, un atractivo turístico que evoluciona
El Estado y el sector privado trabajan en el rescate de la primera calle comercial de América
El edificio Olalla, ya reestructurado, al lado de uno que falta por remozar.
SANTO DOMINGO. El interés de conocer la República Dominicana y su cultura crece con los años. En 2015 se estima que el país recibió la visita de más de cinco millones de turistas extranjeros, un millón más que en 2010. En este período el turismo cultural pasó de 3.6% a 7.4%.
Santo Domingo fue el segundo lugar más visitado y el principal motivo fue conocer la cultura e historia que alberga la Ciudad Colonial, una visita que es planeada por los turistas antes de llegar al territorio nacional.
Los recorridos y paseos por el casco histórico se encuentran dentro de las principales actividades que practican los turistas en la zona, según una encuesta realizada en 2015 por una consultora italiana para el Ministerio de Turismo.
Conforme al sondeo, aunque el 97.9% de los viajeros recomendaba la Ciudad Colonial como destino turístico y el 80% la volvería a visitar por ser un patrimonio cultural e histórico, 84% reconocía que su cuidado y conservación general contribuiría a mejorar el turismo cultural. Otros aseguraban que por el descuido y deterioro urbano no regresarían.
El Conde era uno de los puntos con mayor cantidad de edificios históricos en descuido. Esta calle, ubicada en la Ciudad Colonial, forma parte de la historia y la tradición dominicana.
Desde hace tres años, el Ministerio de Turismo ejecuta el Proyecto de Remozamiento de Fachadas de la Calle, donde ya ha intervenido 30 de unos 75 inmuebles, muchos de ellos patrimonio arquitectónico, como parte de una estrategia que procura la reactivación económica y de la imagen de esta importante vía.
“A principio de septiembre empieza el remozamiento del otro grupo de fachadas restantes y pretendemos terminarla antes de diciembre. El trabajo en El Conde lo iniciamos en marzo de este año y consiste en intervenir cerca de un 90% de las fachadas ubicadas en esa calle”, explicó a Diario Libre Carla Quiñones, encargada de remoción de fachadas.
A través del Programa de Fomento al Turismo en Ciudad Colonial (PFTCC) se está remozando el edificio Saviñon, edificación que pertenece al Estado y que forma parte del patrimonio arquitectónico del siglo XX.
Albergará una “Oficina de turismo sostenible y gestión de destino” y un “Observatorio turístico y de movilidad urbana” para la Ciudad Colonial de Santo Domingo, primeras oficinas de esta especie en la República Dominicana, que permitirán monitorear e ir modelando de manera programada el desarrollo del turismo cultural. Estas obras han sido completadas en 75%.
A inicios de este año, la Asociación de Comerciantes del Conde (Asoconde) efectuó una encuesta de apreciación de la calle, en la que más del 50% de los encuestados manifestó que quería ver este espacio más limpio, mejor iluminado y seguro. Asimismo, al 88% le gustaría que recobre el esplendor comercial y cultural y más del 65% la veía como una buena opción para ir en familia.
Desde entonces, la Asociación trabaja en mejorar estos aspectos y en que las personas vean la calle (única peatonal de la capital) como el centro comercial al aire libre más importante del país. Desde febrero desarrollan la iniciativa “La cultura sale a la calle”. Cada fin de semana realizan actividades culturales y recreativas en la vía. Mientras, el Clúster Turístico de Santo Domingo colocó unos “muebles” en todo lo largo de la calle que contienen detalles históricos relevantes de la zona.
El Conde, la calle más comercial de la Ciudad Colonial
Su origen se remonta a la primera década del siglo XVI. Ha tenido varias denominaciones, la más antigua, según el historiador Luis Alemar, es Calle del Clavijo, adoptada de José Clavijo, un maestro y antiguo vecino de la ciudad.
A este primer nombre le sucedieron Real, Imperial, Separación y El Conde, este último se atribuye a un reconocimiento a Don Bernardino de Meneses Bracamonte y Zapata, conde de Peñalba, gobernador de La Española hacia 1655.
“Esta calle conserva la memoria histórica de Santo Domingo y permite al turista darse cuenta de lo que ha sido la evolución de esta ciudad, su avance y transformación. El Conde para mí es un Camaleón que se transforma con los tiempos, es el centro comercial al aire libre más interesante de la ciudad”, manifestó Kin Sánchez, miembro del Clúster Turístico de Santo Domingo.
La primera calle comercial de América aún alberga 269 negocios de 1,694 que existen en la Ciudad Colonial. Según el presidente de la Asociación de Comerciantes del Conde (Asoconde), varios inversionistas están interesados en insertar algunas franquicias ahí.
“El tema de los cierres es cosa del pasado. Tenemos una cadena de supermercados y ferretería nueva, y en los próximos meses se estarán instalando algunas franquicias de comida rápida, un banco y algunos apartamentos de lujo”, reveló Emilio Torres Jorge, presidente de Asoconde.
Entre las piezas arquitectónicas más emblemáticas y antiguas se encuentran el Palacio Consistorial, antigua sede del Ayuntamiento de Santo Domingo, construido en el siglo XVI, y el edificio Baquero, concluido en 1928. Este último era la edificación más alta de la ciudad, en la que se instaló el primer ascensor. Su estilo ecléctico y su pañete de cemento sin pintar son característicos de ese período.
Además están los edificios Diez, Cerame, Olalla, Saviñón, CHM, Copello y Feris, de cuatro y cinco niveles, cimentados entre 1923 y 1960 para el uso comercial. Todos estos, en su gran mayoría hoy abandonados, conservan en estado de deterioro la arquitectura característica de la época. Falta de pintura, ventanas y puertas rotas son parte de los daños que exhiben.
En el edificio Copello tuvo su sede el gobierno que presidió en 1965 el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Por varios años los ciudadanos utilizaron un tranvía halado por mulos que los dejaba frente a estos negocios. Posteriormente la calle fue asfaltada y usada como vía para el tránsito vehicular. En 1989 las autoridades quitan el asfalto para dejarla solo peatonal como se conserva en la actualidad.
Vecinos con más de 30 años aquí y propietarios de negocios dicen estar preocupados por el estado de conservación de la ciudad. No están de acuerdo con los comercios informales -paleteras, venta de cuadros y libros, entre otros- que “arrabalizan la calle”.
“El Conde está arrabalizado completamente de una manera horrible y esto ha aumentado en los diez últimos años. Hay ventas en el espacio público, que no debería ser, como tampoco el tirar la basura en la calle”, destacó Vicente Di Carlo, propietario de la joyería Di Carlo, instalada en El Conde en el 1944.
El Gobierno también inició un Plan de Ordenamiento de Venta Ambulante e Informal de la calle El Conde y la Ciudad Colonial, y se espera que con éste la problemática encuentre una solución.
El edificio Olalla, ya reestructurado, al lado de uno que falta por remozar.
SANTO DOMINGO. El interés de conocer la República Dominicana y su cultura crece con los años. En 2015 se estima que el país recibió la visita de más de cinco millones de turistas extranjeros, un millón más que en 2010. En este período el turismo cultural pasó de 3.6% a 7.4%.
Santo Domingo fue el segundo lugar más visitado y el principal motivo fue conocer la cultura e historia que alberga la Ciudad Colonial, una visita que es planeada por los turistas antes de llegar al territorio nacional.
Los recorridos y paseos por el casco histórico se encuentran dentro de las principales actividades que practican los turistas en la zona, según una encuesta realizada en 2015 por una consultora italiana para el Ministerio de Turismo.
Conforme al sondeo, aunque el 97.9% de los viajeros recomendaba la Ciudad Colonial como destino turístico y el 80% la volvería a visitar por ser un patrimonio cultural e histórico, 84% reconocía que su cuidado y conservación general contribuiría a mejorar el turismo cultural. Otros aseguraban que por el descuido y deterioro urbano no regresarían.
El Conde era uno de los puntos con mayor cantidad de edificios históricos en descuido. Esta calle, ubicada en la Ciudad Colonial, forma parte de la historia y la tradición dominicana.
Desde hace tres años, el Ministerio de Turismo ejecuta el Proyecto de Remozamiento de Fachadas de la Calle, donde ya ha intervenido 30 de unos 75 inmuebles, muchos de ellos patrimonio arquitectónico, como parte de una estrategia que procura la reactivación económica y de la imagen de esta importante vía.
“A principio de septiembre empieza el remozamiento del otro grupo de fachadas restantes y pretendemos terminarla antes de diciembre. El trabajo en El Conde lo iniciamos en marzo de este año y consiste en intervenir cerca de un 90% de las fachadas ubicadas en esa calle”, explicó a Diario Libre Carla Quiñones, encargada de remoción de fachadas.
A través del Programa de Fomento al Turismo en Ciudad Colonial (PFTCC) se está remozando el edificio Saviñon, edificación que pertenece al Estado y que forma parte del patrimonio arquitectónico del siglo XX.
Albergará una “Oficina de turismo sostenible y gestión de destino” y un “Observatorio turístico y de movilidad urbana” para la Ciudad Colonial de Santo Domingo, primeras oficinas de esta especie en la República Dominicana, que permitirán monitorear e ir modelando de manera programada el desarrollo del turismo cultural. Estas obras han sido completadas en 75%.
A inicios de este año, la Asociación de Comerciantes del Conde (Asoconde) efectuó una encuesta de apreciación de la calle, en la que más del 50% de los encuestados manifestó que quería ver este espacio más limpio, mejor iluminado y seguro. Asimismo, al 88% le gustaría que recobre el esplendor comercial y cultural y más del 65% la veía como una buena opción para ir en familia.
Desde entonces, la Asociación trabaja en mejorar estos aspectos y en que las personas vean la calle (única peatonal de la capital) como el centro comercial al aire libre más importante del país. Desde febrero desarrollan la iniciativa “La cultura sale a la calle”. Cada fin de semana realizan actividades culturales y recreativas en la vía. Mientras, el Clúster Turístico de Santo Domingo colocó unos “muebles” en todo lo largo de la calle que contienen detalles históricos relevantes de la zona.
El Conde, la calle más comercial de la Ciudad Colonial
Su origen se remonta a la primera década del siglo XVI. Ha tenido varias denominaciones, la más antigua, según el historiador Luis Alemar, es Calle del Clavijo, adoptada de José Clavijo, un maestro y antiguo vecino de la ciudad.
A este primer nombre le sucedieron Real, Imperial, Separación y El Conde, este último se atribuye a un reconocimiento a Don Bernardino de Meneses Bracamonte y Zapata, conde de Peñalba, gobernador de La Española hacia 1655.
“Esta calle conserva la memoria histórica de Santo Domingo y permite al turista darse cuenta de lo que ha sido la evolución de esta ciudad, su avance y transformación. El Conde para mí es un Camaleón que se transforma con los tiempos, es el centro comercial al aire libre más interesante de la ciudad”, manifestó Kin Sánchez, miembro del Clúster Turístico de Santo Domingo.
La primera calle comercial de América aún alberga 269 negocios de 1,694 que existen en la Ciudad Colonial. Según el presidente de la Asociación de Comerciantes del Conde (Asoconde), varios inversionistas están interesados en insertar algunas franquicias ahí.
“El tema de los cierres es cosa del pasado. Tenemos una cadena de supermercados y ferretería nueva, y en los próximos meses se estarán instalando algunas franquicias de comida rápida, un banco y algunos apartamentos de lujo”, reveló Emilio Torres Jorge, presidente de Asoconde.
Entre las piezas arquitectónicas más emblemáticas y antiguas se encuentran el Palacio Consistorial, antigua sede del Ayuntamiento de Santo Domingo, construido en el siglo XVI, y el edificio Baquero, concluido en 1928. Este último era la edificación más alta de la ciudad, en la que se instaló el primer ascensor. Su estilo ecléctico y su pañete de cemento sin pintar son característicos de ese período.
Además están los edificios Diez, Cerame, Olalla, Saviñón, CHM, Copello y Feris, de cuatro y cinco niveles, cimentados entre 1923 y 1960 para el uso comercial. Todos estos, en su gran mayoría hoy abandonados, conservan en estado de deterioro la arquitectura característica de la época. Falta de pintura, ventanas y puertas rotas son parte de los daños que exhiben.
En el edificio Copello tuvo su sede el gobierno que presidió en 1965 el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Por varios años los ciudadanos utilizaron un tranvía halado por mulos que los dejaba frente a estos negocios. Posteriormente la calle fue asfaltada y usada como vía para el tránsito vehicular. En 1989 las autoridades quitan el asfalto para dejarla solo peatonal como se conserva en la actualidad.
Vecinos con más de 30 años aquí y propietarios de negocios dicen estar preocupados por el estado de conservación de la ciudad. No están de acuerdo con los comercios informales -paleteras, venta de cuadros y libros, entre otros- que “arrabalizan la calle”.
“El Conde está arrabalizado completamente de una manera horrible y esto ha aumentado en los diez últimos años. Hay ventas en el espacio público, que no debería ser, como tampoco el tirar la basura en la calle”, destacó Vicente Di Carlo, propietario de la joyería Di Carlo, instalada en El Conde en el 1944.
El Gobierno también inició un Plan de Ordenamiento de Venta Ambulante e Informal de la calle El Conde y la Ciudad Colonial, y se espera que con éste la problemática encuentre una solución.
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