sábado, 27 de mayo de 2017

El advenimiento de Trujillo en 1930 no fue un evento de Cisne Negro

El advenimiento de Trujillo en 1930 no fue un evento de Cisne Negro

Areito

Publicado el: 27 mayo, 2017
http://hoy.com.do/el-advenimiento-de-trujillo-en-1930-no-fue-un-evento-de-cisne-negro/

(Premio Nacional de Historia José Gabriel García. 2016)
Nassim Nicholas Taleb escribió “El Cisne Negro, el impacto de lo altamente improbable” (Se publicó en Barcelona en el año 2007). En este libro, el autor plantea una forma de análisis partiendo de la premisa de que algunos hechos resultan difíciles para predecir porque para hacerlo, nos centramos generalmente en lo conocido, prefiriendo generalizar sobre lo que no vemos o conocemos. La teoría del Cisne Negro pone en evidencia las limitantes del conocimiento que se basa únicamente en la observación y la experiencia. Al mismo tiempo, se plantea, que los hechos que suceden al azar y sin previsión, tienen en la sociedad un impacto mayor que aquellos que se consideran regulares.
Hasta el siglo XVIII, en Europa solo se conocía la existencia de cisnes color blanco y no se creía que existieran de otro color, pero algunos expedicionarios holandeses descubrieron en el río Swan (Australia) en 1697, la presencia de este tipo de aves con plumaje negro de la especie Cygnus Atratus. Este hallazgo conmocionó la mentalidad de los europeos en el sentido de las realidades imprevistas.
Taleb estableció que la naturaleza humana no estaba preparada para eventos como el de la aparición de un cisne de otro color al que se conocía (Blanco) en esa época y hacía la misma relación con acontecimientos históricos o de cualquier naturaleza que ocurren fortuitamente. Su tesis sostiene que, mientras la vida nos mantiene algunas realidades ocultas, nos conformamos con lo visible, lo conocido, lo fácilmente demostrable, etc. Sin embargo, lo improbable ocurre, causando un impacto considerable en el acontecer de la sociedad. Esos hechos, al parecer imposibles, se producen con inusitada regularidad, causando un gran impacto en el curso de la historia, en las ciencias, en las finanzas, en la tecnología, etc.
La tesis de Taleb, sostiene el escepticismo ante las verdades definitivas. Admite la posibilidad del acontecer impredecible y sus efectos impactantes en las sociedades humanas. El impacto extremo de hechos trascendentales inesperados.
Tony Raful, en su libro “De Trujillo a Fernández Domínguez y Caamaño. El azar como categoría histórica”, desglosa los eventos más importantes ocurridos durante los 30 años que comprenden la Era de Trujillo y los acontecidos en los 5 años que siguieron a su ajusticiamiento. Cada acontecimiento trascendental en este lapso de tiempo, Raful lo analiza desde la perspectiva de la teoría de los eventos del Cisne Negro de Nassim Taleb.
A pesar de que en el principio de la parte epilogar de su libro (Resumen y Conclusiones), Tony Raful escribe, “La dictadura de Trujillo fue una estructura de poder despótico beneficiada y perjudicada por el azar o el Cisne Negro”, en ninguna parte de su brillante obra se percibe que los eventos fueran analizados como un conjunto de acontecimientos en cualquiera de las dos etapas analizadas. El concepto del Cisne Negro, solo fue considerado sobre cada uno de sus eventos más importantes. Con la frase inicial del epílogo de su libro, Raful solamente resume lo que se propuso desde el principio de la obra y expuso en su desarrollo, “la mayor parte de los acontecimientos políticos ocurridos entre 1930 y 1965, estuvieron yugulados por la aparición del Cisne Negro. Lo imposible o imprevisible, como una constante histórica”.
El laureado intelectual Tony Raful no analizó las dos etapas de tiempo que consideró en su obra, lo hizo con cada evento acontecido en el tiempo que comprenden. Obviamente no lo hizo por desconocimiento, ya que manejó magistralmente el concepto, sino porque como periodo de tiempo, consideraría talvez, que no eran eventos de Cisne Negro, al menos, la llamada Era de Trujillo. Si la tesis del Cisne Negro aplica para los eventos individualizados, también puede asumirse para el conjunto de los acontecimientos ocurridos en períodos de tiempo, etapas, épocas, eras, etc.
Taleb expone como ejemplo de Cisne Negro, hechos específicos como el derribo de las torres gemelas y la aparición del Internet, pero también menciona la Primera Guerra Mundial. Esta guerra enmarca un lapso de tiempo de algo más de cuatro años en el cual sucedieron varios eventos, sin embargo, por el contexto en el cual se inició la guerra, el periodo en que se desarrolló se considera un buen ejemplo de Cisne Negro. Esto deja claro que algunos hechos históricos trascendentales acontecidos en un lapso de tiempo que puede incluir meses y años y durante el cual ocurren distintos acontecimientos, se consideran también en el contexto del Cisne Negro, sin que esto sea deducible en todas las etapas trascendentales de la historia. Esto es lo que podemos deducir de la llamada, Era de Trujillo.
Según Taleb, las referencias al pasado no pueden utilizarse ciegamente para predecir el futuro, siempre hay que tomar en cuenta el contexto de la aleatoriedad en la cual pueden producirse eventos inesperados de gran trascendencia, sin embargo, en cuanto a la Era de Trujillo, a pesar de que está llena de sucesos que se pueden calificar Cisne Negro, como período de tiempo, no parece que lo sea, ya que esa Era fue el resultado de una serie de circunstancias históricas que condujeron a una tiranía como algo previsible.
Tanto la situación nacional como la internacional favorecían el establecimiento de un régimen de fuerza en nuestro país a principio de la década de los treinta. Que un Gobierno de esta naturaleza apareciera, resultaba más previsible que inesperado. La llegada de un hombre de mano fuerte al Gobierno de la República Dominicana en 1930, no aplica en la tesis de Taleb como hecho inesperado, porque se pudieron tomar las referencias del pasado para estimar su posibilidad. Este concepto es tratado en el libro Militares y Autoritarismo en 100 años de Evolución Política (Pág. 57 a la 62).
El hecho de que en los 17 años comprendidos entre 1899 y 1916 en la República Dominicana hubieran 14 presidentes, producto de 14 rebeliones, explica la mayúscula inestabilidad político-social existente, la cual demandaba el surgimiento de un Gobierno enérgico con las características de una dictadura como lo fue la de Rafael L. Trujillo.
La ocupación norteamericana trató de disciplinar un poco la sociedad dominicana, pero la ignominia de la ocupación y los abusivos procedimientos empleados, le quitaron calidad a ese empeño. Horacio Vázquez logró sostenerse en el Gobierno durante seis años, pero no tuvo fuerzas para evitar el retroceso a las dificultades políticas anteriores a la ocupación. Al final, casi entregó el poder a un hombre que ya había dado connotación de tener “mano fuerte”. Es indudable que en ese momento, la sociedad dominicana necesitaba un Gobierno más firme y enérgico que el de Horacio Vázquez y en ese momento, Rafael Leónidas Trujillo encajó como el resultado de un devenir histórico, en vez de un hecho acontecido al azar.

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