viernes, 21 de julio de 2017

José Curbelo

José Curbelo

Por Max Salazar – Junio-Julio del 1997


Tomado de la Revista Latin Beat
También aparece copilado en  el libro Mambo Kingdom: Latin Music in New York
del mismo autor.
Versión libre al español de Israel Sánchez Coll
Miembro Fundador de Herencia Latina
http://www.herencialatina.com/Jose_Curbelo/Jose_Curbelo_Max_Salazar_Espanol.htm
Junio-Julio 1997

Respecto

En 1959, el "negocio como es usual" cambio de actitud en el mundo de la música latina de Nueva York, cuando José Curbelo director de orquesta disolvió su agrupación y fundó la agencia Artistas Alpha, está agencia representaba a las principales agrupaciones de la música latina. ¿Qué pasó los siguientes veinte años?  ¿Es digno de elogio o de desprecio? dependiendo de con quién hablas.

Antes de 1959, cada banda latina tenía un manejador —era un representante de la banda, que iba a negociar con los propietarios de los clubes, la cantidad de dinero que el grupo ganaría por una presentación en la noche. Las bandas estaban a merced de los propietarios de los salones de baile, por lo tanto, si una banda requería un contrato, tendría que estar de acuerdo con el ofrecimiento de los propietarios, a menos de que la unión de músicos interviniera y fijara un precio o no había trabajo.

En 1958, el pianista y director de orquesta Charlie Palmieri dirigió un quinteto que incluía a Johnny Pacheco en la flauta y actuaban en el Casino Internacional. El quinteto estaba contratado por cinco horas en cada noche tocando por $ 180. Cuándo Curbelo le ofreció a Palmieri $200 por dos horas de trabajo, Palmieri se convirtió en el primero de los muchos artistas de la música latina en firmar un contrato de tres años con la agencia Alpha Artistas. Poco después, todos los grupos de música de importancia incluyendo a Tito Puente, Machito, Tito Rodríguez, La Playa Sextet, Pete Terrace, Orlando Marin, Ray Barretto, Noro Morales, Vicentico Valdés y la Orquesta Broadway, firmaron con Curbelo. El statu quo de los propietarios de los clubes de: "Lo tomas o lo dejas" pronto terminó. O bien accedieron a las demandas de Curbelo, por lo que no tendrían ninguna de las mejores bandas. Con la ayuda de Curbelo, los músicos estaban ganando mucho más dinero por una noche que en años anteriores.

Para mediados de los años 60s, cuando el Boogaloo estaba floreciendo, Curbelo decidió convertirse en un organizador de bailes para generar mayores  ganancias y operar solventemente su agencia. Los directores de las orquestas jóvenes de  boogaloo fueron contratados y su pagafue a un precio menor que las que generaban las bandas gigantes ya  establecidas; muy a pesar de que el Boogaloo fue el imán que abarrotó las salas de baile en la ciudad de Nueva York.

En 1969, los directores de las orquesta de Boogaloo que era la atracción del momento, decidieron unirse para exigir una mayor paga y al mismo tiempo, un salario acorde a lo que le correspondía a los directores de las orquesta establecidas. En efecto, se rebelaron contra Curbelo y abandonaron su agencia Artistas Alfa. Antes de 1969 todo terminó, ningún disco o pieza de Boogaloo fue transmitida en las estaciones de música latina de Nueva York, entonces la era del Boogaloo fue relegada a la historia. Cuándo se le preguntó acerca de su papel durante la moda del boogaloo para finales de los años 60s, Curbelo dijo: "Empecé a promover los bailes y a grupos incluidos aquellos especializadas enBoogaloo, los directores de las orquestas de ese ritmo se rebelaron contra mí, querían más dinero y pasaban una factura por encima de las bandas como la de Tito Puente. Esta confrontación era mala para el negocio y para  la promoción de bailes. Contraté las bandas por los precios más económicos como agente, siempre he tratado de obtener el precio más alto posible, o en hacer las dos cosas; me duele lo de las bandas de Boogaloo que debería haber sido mi primera preocupación. Cuando me di cuenta que hice lo equivocado, pare los bailes y presentaciones,  solamente las reservé. Iba a hacer las paces con ellos, cuando de repente, el Boogaloo se había extinguido de la escena musical".

Curbelo ha sido vilipendiado por algunos músicos debido a su criterio de que Tito Puente es el músico más grande de la música latina, y por haber permitido que Puente recibiera las mejores presentaciones además de la mejor paga. Curbelo se aseguró de que entre 1960 y 1971, Puente recibiera la mejor paga sobre muchos artistas (del circuito de Nueva York) excepto Celia Cruz. Era como un padre quien protege a su hijo del peligro. Curbelo ha sido objeto de muchas discusiones y recuerdo lo que mi mentor, Machito Grillo, me dijo una vez: "Curbelo es el tipo de persona que quieres que te represente, que lucha como un animal salvaje hasta que usted consigue lo que le has pedido".

A través de los años, tengo muchas opiniones acerca de Curbelo y estoy más acorde con el editor de la revista Latin New York que escribió en el número de septiembre de 1978 lo siguiente:

"Hombres altamente exitosas están siendo amados y odiado. José Curbelo ha tenido un gran éxito en la música, tanto como artista así como hombre de negocios. Muchos promotores están resentidos con él a través de los años. Su delito: Exigir el respeto y el mejor precio por el talento que él representaba. En un negocio lleno de estafadores de poca monta, de promociones habitualmente montada por estafadores que pagan con cheques sin fondos, Curbelo fue una referencia potencialmente a tener en cuenta —incluso más poderoso que el Sindicato de Músicos. La mentalidad de los promotores ha sido siempre, pagar lo menos posible por el talento de nuestros músicos, mientras se llenan los bolsillos con el máximo beneficio. Si bien el Sindicato de Músicos no podía detener o demandar a un promotor que pagara precios irrisorios a los artistas, José fue capaz de congelar literalmente a los mejores talentos hasta que el promotor pagará los precios exigidos. Hubo un tiempo en que casi todas las principales atracciones tenían un precio de contrato bajo o barato. Por otro lado, aunque la mayoría de la gente se identificaba con el título del "Rey de la Música Latina" para Tito Puente, pocos se dan cuenta de que el poder detrás del trono es José Curbelo. Aunque Puente ha luchado con todo su talento musical para retener su título, fue Curbelo quien detrás de la escena, con tejes y manejes le aseguró el trono al Rey. Como agente y representante, Curbelo gobernó con mano de hierro, exigiendo pagos bien remunerados para Puente por cada presentación —además de los anuncios y la creación de una imagen.  Exigió dinero por su talento. A lo largo de su carrera profesional, José Curbelo ha sido y sigue siendo un competidor feroz, un luchador, un hacedor, un caballero en la tradición española que denota 'Respeto'." Izzy Sanabria.

José Curbelo estaba destinado a ser un  músico desde el mismo día en que nació para 1919. Desde que fue receptivo respecto al mundo que le rodeaba, escuchando la música y las historias de "Los Bravos de Cuba" (los mejores músicos de Cuba).

En 1898, su abuelo en Cuba se unió a la lucha contra los estadounidenses durante la Guerra Española. Cuando terminó la guerra, se casó y se trasladó a los Estados Unidos, donde su esposa dio a luz a un varón, el padre de José. José nació en Cuba y fue registrado en el consulado estadounidense como un ciudadano estadounidense, hijo de una madre cubana con un padre americano. Los músicos más populares de Cuba en ese momento lo fueron el flautista El Morro, Panchito "Flauta Mágica", el flautista Alfredo Brito, el pianista Antonio María Romeu, el flautista Belisario López y la cantante Paulina Álvarez (quien dirigió su charanga). Totalmente adoctrinado por su ambiente musical, José comenzó sus estudios de piano y composición bajo la tutela del profesor Pedro Menéndez.

Unos años más tarde, este niño prodigio lo matricularon en el Conservatorio Molinas, donde se graduó a los 15 años. Después de eso, ganó experiencia con las orquestas de Los Hermanos LeBartard, con el flautista y compositor Gilberto Valdés y con la Orquesta Havana Riverside antes de salir de Cuba hacia Nueva York el 17 de mayo de 1939.

"Lo primero que hice", dijo Curbelo, "Fue obtener una tarjeta de músico para poder trabajar, después de que pagué por ello, me dijeron que un reglamento del sindicato me impedía trabajar hasta después de tres meses.  "Mi primer trabajo fue en La Martinique, localizada entre la calle 57 y la Sexta Avenida en Nueva York. Meses después, en diciembre cuando estaba en el local del sindicato conocí a un músico de 16 años de edad llamado Ernesto "Tito" Puente. Fuimos contratados para un mismo concierto y fue entonces cuando me di cuenta que era un extraordinario percusionista". "Esa misma semana me ofrecieron un trabajo en el club nocturno el Libro  localizado en Miami. Yo fui quien recomendé a Tito para la percusión, Tito aceptó y nos dirigimos a Miami en mi coche. Dormimos en la misma habitación; un cuarto sencillo por una suma de $5 a la semana. Nuestro conjunto compuesto por siete integrantes tocó música popular latina, música estadounidense, entre ellos: valses y Fox Trots. Después de tres meses, regresamos a Nueva York." "Tito se fue por su camino, yo por el mío".

Curbelo actuó con Xavier Cugat, Juancito Sanabria y Oscar De La Hoya antes de organizar su propia banda compuesta de nueve músicos para 1942. Su orquesta, actuó junto a la orquesta de Machito y sus Afro Cubanos, y fueron las dos bandas con las cuales gozaban la clientela y los bailarines del club La Conga.

En aquel tiempo (1942), las bandas de Xavier Cugat, Anselmo Sacasas, Noro Morales y Machito ganaban el doble de dinero que otras bandas latinas, aunque sus repertorios musicales en los clubes en que actuaban, consistían de melodías latinas suaves americanizadas.  Curbelo hizo lo mismo y tocó sus melodías cadenciosas en La Habana-Madrid, Zanzibar, en el Latin Quarter y en los Catskill (Las Villas). Él firmó con la RCA Víctor y sus grabaciones fueron melódicas, saturaba con sus grandes solos de piano, pero le faltaba el típico toque cubano. Uno de sus productos mejores vendidos fue una grabación de 1947: Managua Nicaragua, que estuvo encabezando por semanas  la lista del "Hit Parade" de la radio neoyorkina.

Antes que terminara 1942, la imagen de Curbelo comenzó a cambiar, de una suave a una cargada de fuego con rumbas cubanas. Después de todo, tenía que competir con las melodías de Machito: Nague, Chacumbele y La Paella. El verdadero sonido de Curbelo surgió cuando él soltó sus montunos en el piano. Curbelo, así como Sacassas y también Noro Morales, se enteraron de que los melómanos no hispanos preferían el sonido Afro-Cubano por encima que el aguado sonido pop- latino americanizado. Sus exitosas y provocativas rumbas fueron mencionadas por los columnistas de los diarios de Nueva York.

La Orquesta de José Curbelo
José Curbelo al centro y su cantante Tito Rodríguez tercero a su izquierda.
La foto fue tomada la Revista Latin Beat, agosto de 2003

En algunas ocasiones, el rostro de Curbelo apareció en los periódicos con historias acerca de sus aventuras amorosas con algunas de las señoras de la sociedad. En 1946, la orquesta de Curbelo fue considerada como una de las mejores en la música latina y pionera en el desarrollo del entonces sonido latino en la gran ciudad. Sus grabaciones para el sello Coda: Llora, Tu Comé Pellejo, Canelina Que No, Que No, contó con la participación del vocalista Tito Rodríguez, quien en 1962 durante una queja al Sindicato de Músicos no pudo demostrar su acusación, de que Curbelo tenía el monopolio de la industria de la música latina en Nueva York.

"Vamos a dejar las cosas claras", dijo Curbelo, durante esta entrevista realizada en 1977, en su oficina, ubicada en la calle 53 y Broadway en Nueva York. "Yo en ningún momento estaba resentido o había intentado hacerle daño a Tito Rodríguez. Yo lo respetaba como hombre y como un gran músico. Pero tenía esa cosa contra Tito Puente, estaba celoso de él y quería mejor paga que la que se le facturaba a Puente. Yo no estaba de acuerdo con su criterio, porque Tito Puente es un compositor, un arreglista, un productor de discos y toca varios instrumentos. ¿Qué me enfureció?  Más bien fue su falta de respeto a las credenciales musicales de Tito Puente. Sí, protegí a Puente, y de la misma manera que protegí a todos mis músicos  bajo mi representación, y si quieres saber por qué Puente consiguió los mejores conciertos o su mejor paga, sólo escucha sus grabaciones y entonces sabrás por qué".

Las grabaciones de Curbelo entre 1946 y 1947 con la RCA Victor tienen a los dos Tito como acompañantes. En 1949, Tito Puente y el cantante Vicentico Valdés se convirtieron en sensaciones durante la noche en que interpretaron la composición de Curbelo y Bobby Escoto: Abaniquito. En 1952, la Tico Records grabó dos mambos muy excitantes de Curbelo, Paula El Jibarito. Luego, a mediados de los años 50s, la agrupación de Curbelo incluyó al conguero Sabú Martínez, al trombonista y vibrafonista Jack Hitchcock, al saxofonista tenor Al Cohn, al timbalero Jimmy Santiago, y a los mejores vocalistas de la música latina, la cantante Mechita, junto a Bobby Escoto, a Gilberto Monroig, a Santitos Colón, aMon Rivera, a Tony Molina y a Willie Torres.

Las grabaciones de Curbelo bajo el sello Fiesta como Cha Cha Cha in Blue, Que Se Fuñan, La Familia estaban en cada momento, sonando en las máquinas de tocar disco de las comunidades hispanas de los Estados Unidos.

En 1971, abandonó la escena musical de Nueva York y se traslado a Miami a ejercer como un corredor de bienes y raíces.

Regresó en 1976, y firmó todas las orquestas charangas del momento, realizó presentaciones especiales con La Lupe, Santos Colón, Vitin Avilés, Leyda Linda, el conjunto de Willie Millan y Saoco. A principios de los años 80, surgieron nuevos empresarios que que controlaban el mundo de la música latina en  Nueva York. Por el momento, José Curbelo vive en Miami. Ha logrado mucho en su vida, pero él se siente bienorgulloso de haber alcanzado un mejor nivel de vida para el músico latino y lograr el respeto que ellos se merecían

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