martes, 31 de octubre de 2017

Ni españoles ni catalanes, araneses ante todo: así se sienten los habitantes de Bossòst, en el Valle de Arán, la comarca de Cataluña más contraria a la independencia

El río en Bossost, Valle de Arán
Image captionEl pequeño pueblo de Bossòst se encuentra en un rincón de Cataluña, pero muchos de sus habitantes no se sienten muy catalanes.
El pequeño pueblo de Bossòst es uno de los pocos rincones de Cataluña donde cuesta encontrar una bandera de franjas rojas y amarillas con un triángulo azul y una estrella blanca.
La estelada, el símbolo de los independentistas de Cataluña, se asomaba con timidez este lunes por una ventana. Colgada pero doblada, como para dejar constancia de su presencia pero sin llamar mucho la atención.
"Aquí hay tres independentistas declarados", asegura Miguel Palacios, de 75 años. "¡Y uno de ellos es de Huelva!", añade entre risas en alusión a la ciudad andaluza, ubicada en el extremo suroeste de España.
Bossòst se encuentra en el Valle de Arán, una zona de 633 kilómetros cuadrados enmarcada en los Pirineos catalanes.
"Nunca hubo sentimiento de catalanidad": el pueblo más antiindependentista de Cataluña
Rodeado de verdes montañas, las casas de piedra con tejados puntiagudos hechos de pizarra, la arquitectura típica de las viviendas que se esparcen a lo largo de esta cordillera, las divide un pequeño río.
Con sus 1.120 habitantes, es el municipio catalán donde los partidos contrarios a la secesión consiguieron más votos en las últimas elecciones regionales. Acapararon casi el 70%.
Mientras en el resto de Cataluña los ciudadanos se enfrentaban a la policía para votar en un referéndum prohibido por la justicia española, en Bossòst, el alcalde, Amador Marqués, apenas recibió quejas de los vecinos cuando se negó a ceder un local para la votación.
"No nos sentimos tan partícipes del proceso catalán porque, en primer lugar, somos araneses y nuestra prioridad es preservar nuestra singularidad e identidad", le dice Marqués a BBC Mundo.
"Y eso se traduce, en muchos casos, no queriendo romper con el resto de España".
PolicíaDerechos de autor de la imagenEPA
Image captionLas imágenes de la policía reprimiendo a quienes intentaban votar en el referéndum por la independencia de Cataluña dieron la vuelta al mundo.

Una lengua propia

Así como los catalanes aseguran tener una identidad distinta de la del resto de España, los araneses insisten en que ellos también son "singulares" y diferentes del resto de catalanes.
"Yo me siento más aranesa, lo siento, pero es lo que me he sentido siempre", afirma en la plaza principal del pueblo Lluisa Pedarrós, de 81 años.
Unas mesas en una plaza de Bossòst
Image captionEn Bossòst la votación sobre la independencia de Cataluña del 1 de octubre tuvo más votos en contra de la secesión.
El castellano se lo enseñaron en el colegio, ya que creció hablando aranés, el idioma occitano del Valle de Arán. Una lengua que se extiende por el sur de Francia y parte de Italia.
La identificación con Cataluña la adquirió luego, "cuando Franco envió 100.000 militares a los Pirineos".
"De ellos aprendí dos cosas: a hablar catalán y bailar sardanas", asegura al aludir la danza típica catalana.
La singularidad del valle se remonta a 1313, cuando el rey Jaume II de Aragón le concedió a sus habitantes una serie de privilegios, según explica a BBC Mundo Carles Barrera, el síndico de Arán.
El valle tiene un gobierno propio llamado el Consejo de Arán, cuya máxima autoridad es el síndico.
"El Valle de Arán es un territorio absolutamente configurado, con una cultura propia y una lengua propia. Cosa que no sucede en ningún otro sitio de Cataluña", asegura Barrera.
Una iglesia de Bossòst
Image captionEn el Valle de Arán se sienten orgullosos de su cultura, su lengua propia y de su autonomía.
"Estamos lejos, somos pocos y a veces se nos entiende mal. Sobre todo cuando se nos vincula con un reducto españolista", lamenta Marqués a quien esto último le parece "ofensivo".
"Tenemos una identidad muy marcada, una lengua propia que determina nuestra singularidad y queremos preservar eso que siempre hemos ido manteniendo a lo largo de la historia que es el autogobierno, que sirve para mejorar la vida de la gente", afirma el alcalde.

La ansiada autonomía

La condición especial del valle está reconocida por el Senado y por el parlamento catalán, que en 2015 aprobó una una ley que le otorgó un régimen especial.
Esta norma permitió que se le cediera al Consejo de Arán competencias como la gestión de la sanidad.
Pero, en la práctica, la Generalitat (el Ejecutivo catalán) controla los fondos y, si bien se los transfiere al Consejo, le impone directrices sobre cómo debe gastarlos.
El alcalde de Bossòst Amador Marqués
Image captionEl alcalde de Bossòst, Amador Marqués, dice que en su localidad no quieren romper con España.
Esto hace que el Consejo actúe "más como una delegación territorial de la Generalitat", explica Marqués y "eso no es un autogobierno".
Barrera decidió tomar medidas para reclamar que el Valle de Arán, donde apenas viven unas 10.000 personas, tenga más autonomía.
Después de que el gobierno liderado por el ya depuesto Carles Puigdemont declarara la independencia catalana de forma unilateral y que el Ejecutivo central lo destituyera y convocara elecciones en la región para diciembre, el síndico convocó a la oposición para llegar a un acuerdo.
Si el gobierno de Mariano Rajoy reformase la Constitución para dar más libertades a Cataluña, el Valle de Arán pediría lo mismo.
"Cuando haya un nuevo marco de legislación del Estado, nosotros querremos estar allí para defender los intereses del Valle de Arán".
Unas vacas en Bossòst
Image captionBossòst se encuentra en la región de los Pirineos, en la frontera con Francia.
Vista aérea del Valle de AránDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionEn el Valle de Arán, el comercio, turismo y las actividades diarias están muy relacionadas con el lado francés.
Si Cataluña le reconoce al valle "un estatus superior" al que tiene ahora, se darán por satisfechos.
Si no, los ciudadanos del Valle de Arán deberán decidir si han de buscar este objetivo fuera de Cataluña, advierte Barrera.

España o Francia

Barrera hizo este anuncio después de que el pasado fin de semana se difundiera una noticia falsa que decía que el Valle de Arán convocaría un referéndum para decidir si se independizaba de Cataluña.
Francisco Boya, el portavoz de Unión Aranesa, el principal partido de la oposición; explicó el lunes en una rueda de prensa junto al síndico que este era el camino a seguir si Cataluña se hubiera independizado de forma efectiva.
Mapa de España y el Valle de Aran
La Ley del Régimen Especial del Valle de Arán de 2015 le reconoce el "derecho a decidir su futuro", pero no especifica qué significa esto.
Jaume Vernet, catedrático de derecho de la Universidad Rovira i Virgili cree que si Cataluña se independiza y los araneses convocan un referéndum para decidir si se quedan con España, ambos territorios reconocerían los resultados.
"No está garantizado porque su interpretación es abierta. Esta depende del contexto y las circunstancias del momento".
Pero tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española (con el que el gobierno central intervino la autonomía catalana) y las noticias de que el parlamento catalán estaba disuelto y que Puigdemont había ido a Bruselas, en medio de especulaciones sobre si pedirá o no asilo político, el surgimiento de un nuevo Estado parecía este lunes muy poco probable.
Un joven sostiene una bandera de EspañaDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionAunque muchos defienden la idea de seguir siendo parte de España, otros en el Valle de Arán también consideran ser parte de Francia.
María José M., una asistente de farmacia de 46 años, explica que se trata de una idea que les "están vendiendo", sobre todo, a través de las redes sociales.
"Nos dicen que estemos tranquilos porque si Cataluña se separa de España el Valle de Arán se convertirá en un país independiente o, como mucho, parte de España o Francia", comenta.
"A algún sitio tendremos que pertenecer porque no somos capaces de mantenernos solos... Y aquí a la mayoría le daría igual que fuera a alguno de estos dos países".
Nacida fuera de Cataluña, en Alicante, María José se siente española y no quiere "ni estudiar" si al Valle de Arán, donde vive desde los 12 años, le conviene o no formar parte de una Cataluña independiente.
PuigdemontDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionEl destituido presidente catalán dejó el país y viajó a Bélgica.

Un lugar remoto

"Probablemente, si se hubiera planteado [un referéndum], el Valle de Arán habría votado por quedarse dentro de España. No hubiera seguido la deriva de la república catalana", afirma Francisco Berdié, de 66 años.
Berdié, que regenta una tienda de ropa, dice que le da "un poco de vergüenza" el "número que ha montado" el gobierno de Puigdemont.
Él cree que el movimiento independentista catalán no ha calado en el valle debido a su ubicación remota: "Aquí hasta los años 50, sólo se podía ir a Cataluña cuando hacía buen tiempo".
El valle está separado del resto de la región por los Pirineos. En cambio, su frontera con Francia es mucho más accesible.
Francisco Berdié
Image captionFrancisco Berdié cree que en un referendo, su localidad votaría por quedarse en España, antes que con una Cataluña independiente.
"Geográficamente, seguramente tendríamos que haber sido franceses porque estamos más cerca de ese país", afirma Marqués.
La zona tiene una fuerte dependencia de su país vecino, ya que es su principal cliente en las áreas comerciales y turísticas, los motores de su economía.
"Además, hay importantes acuerdos sanitarios. El valle tiene un hospital primario pero cuando se necesitan otros servicios se acude a Toulouse [en Francia]", cuenta el alcalde de Bossòst.
"Como el autogobierno aranés tiene delegada la competencia sanitaria, puede establecer este tipo de acuerdos".
Esto explica que muchos araneses vean con temor una posible independencia catalana: quedarían fuera de la Unión Europea y, por ende, del mercado único y los convenios de cooperación entre instituciones.
"Para nosotros es fundamental preservar estos acuerdos", asegura Marqués.

Aranesa, española y catalana

En Bossòst, como en la mayor parte del Valle de Arán, el turismo es decisivo.
Banderas de la Unión Europea, Cataluña, España y AránDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionConforme el movimiento independentista en Barcelona ha avanzado, en el Valle de Arán se sienten más separados de Cataluña.
Hoteles y restaurantes se encuentran con facilidad por todo el pueblo. Abundan los anuncios de cava, un vino espumoso catalán, y las tiendas de recuerdos venden vestidos típicos de Sevilla que los franceses compran para que sus niñas los usen en sus clases de flamenco, según explica Ángeles Meyayo, la esposa de Berdié.
"Algunos catalanes me han preguntado que cómo vendo esto", dice mientras ordena una bandera española, unos vestidos y unos mantones de Manila, un accesorio típico de Andalucía y Madrid.
"¡Pero si es lo que se vende! Cuando los turistas franceses vienen aquí, para ellos, están viniendo a España".
Mayayo se siente aranesa, española y catalana, "en ese orden" y, en su opinión, el movimiento independentista ha dañado la convivencia.
"Una de las peores cosas es que ha creado una división en la población que no se había visto desde la Guerra Civil y que era algo que ya habíamos superado", lamenta.
Paseantes en un mercado del Valle de AránDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image caption"Cuando los turistas franceses vienen aquí, para ellos, están viniendo a España", dice la aranesa Ángeles Meyayo.
Lo mismo cree la señora Pedarrós, a quien a sus 81 años le causa tristeza que se viva una tensión entre contrarios y favorables a la independencia. "Quizá porque yo he vivido siendo una niña tiempos malos, me recuerda muchas cosas...".
"Tengo miedo, sinceramente, quizá por lo que te digo. Porque cuando uno se hace mayor, te vienen los recuerdos...", dice en referencia a la Guerra Civil librada en España entre 1936 y 1939, que se saldó con la imposición del régimen general Francisco Franco.
"En la familia de mi padre se fueron todos a Francia y ahora, en este momento, no tengo prácticamente a nadie aquí conmigo", agrega.
El alcalde, por su parte agrega: "La sensación entre los araneses es que si somos españoles y catalanes, ¿por qué nos van a hacer renunciar a una cosa o a la otra?".
Luis de Burgos, un vecino de 76 años, lo resume así: "Los asturianos querían también la independencia, los vascos querían la independencia, los andaluces querían la independencia, los castellanos querían la independencia... Si todos queremos la independencia, ¿la nación de quién es?".

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