viernes, 5 de enero de 2018

OPINION: Peña Gómez y los hijos de machepa

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LA AUTORA es comunicadora y política. Reside en España.
Todos los años, un significativo segmento de la población dominicana, principalmente de las masas más paupérrima, rinden tributo y homenaje y se llenan de nostalgia, extrañando inmensamente las bondades de ese gran ser humano, quien fue Guía y mentor y en ciertos aspectos, podríamos decir, su papá Noel, llevándole no solo cosas materiales, sino también aliento, elevando su auto estima y el deseo de que en el nuevo año sus vidas mejorarían.
Cabe recordar que su tumba es un centro de peregrinación, cada nuevo año desfilan cientos de miles de seguidores, depositando enormes cantidades de hermosas flores, y elevando las más piadosas de las plegarias, pidiendo hasta su resurrección convirtiéndolo en un líder podríamos decir mesiánico. Es tan alto el grado de recordación que sus fieles discípulos llegan al extremo de la inmolación al sacrificarse en forma de penitencia, haciendo ayunos, caminatas, largas horas de oraciones y hasta dormir cerca de su tumba.
La desaparición física del líder José francisco Peña Gómez ha sido y será un duro golpe para esa gran masa que depositaban sus esperanzas, porvenir y anhelo. Pasará mucho tiempo, para que surja un líder de esa magnitud y carisma, por eso cada año, como si fuera el nacimiento de nuestro señor Jesús Cristo se le rinde tributo y homenaje a este personaje que ha dejado sus huellas indelebles en cada corazón de ese humilde pueblo desvalido.
Perredeístas anhelan a su líder José Francisco Peña Gómez en el nuevo año. Es de nostalgia en una gran parte del pueblo dominicano, pero muy especialmente en la parte más humilde de los militantes del partido revolucionario dominicano (PRD) el recuerdo de solidaridad de ese gran ser humano, su amor y preocupación por los más desvalidos llena de tristeza el pensamiento de esa gran masa seguidora de su doctrina sencilla y democrática.
Es imposible olvidar el espíritu alegre y solidario que preocupaba a este gran líder para que en dicha época no les faltara su cena a ninguno de los hogares de los más pobres de su país.
El Dr. José Francisco Peña Gómez, el más grande y universal de toda América Latina y el Caribe del pasado siglo XX, quien se destacó principalmente por su interés en ayudar a los demás, y por ser el líder único e insuperable del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), tanto así, que no ha surgido un nuevo líder dentro de su partido con la calidad moral y auténtica de este gran hombre.
Peña Gómez fue un hombre muy destacado y solidario con su pueblo, lo que le permitió el jamás perder la esperanza de que las cosas mejoraran y trabajó arduamente para que este anhelo se convirtiera en realidad, y siempre lo hizo pensando en la parte más vulnerable de su amada Republica Dominicana, quien llamaba a su organización política, el Partido de la Esperanza Nacional.
El pensamiento de Peña Gómez estuvo inspirado en la doctrina del Socialismo Democrático, porque quería la implementación de un gobierno compartido por y para la gente, pensando siempre en la clase más humilde de su país, para quienes anhelaba una mejor forma de vida.
Fue un modelo a seguir como dirigente político y líder indiscutible de grandes masas. Su prioridad era poner en práctica esos valores éticos, los cuales entendía que eran su gran identidad ante sus seguidores, porque para él, ellos eran su gran soporte.
Hizo mucho énfasis en la educación permanente e inclusiva, con especial deseo de dar grandes oportunidades a jóvenes y mujeres. Como alcalde de Santo Domingo, creó escuelas laborales en los barrios y dio apertura a numerosas bibliotecas, e implementó los dispensarios médicos en todos los sectores de Santo Domingo, porque de esta manera él entendía que estaba ayudando al desarrollo de su pueblo.
Peña Gómez impulsó la apertura a la solidaridad internacional y accionó en favor de los derechos de las mujeres. Siempre actuó como protector del Medio Ambiente y fue pionero de las preocupaciones ecológicas en nuestro país. Su gestión como Alcalde de Santo Domingo dejó arborizadas las principales vías del Distrito Nacional, lo cual también aportó mayor belleza a la ciudad.
Una de sus preocupaciones fue buscar siempre la mano solidaria de sus amigos internacionales, quienes nunca le negaron su apoyo incondicional, por su siempre fiel colaboración para con ellos.
Su gran actitud solidaria constituyó una voz regional vigorosa en el seno de la Internacional Socialista. Para muchos miembros de la IS, él representaba la mayor elocuencia pasión latinoamericana, esa elocuencia que iba en favor de su pueblo y de los demás pueblos de Latinoamérica y el Caribe.
Destacar el gran ejemplo de vida del Dr. José francisco peña Gómez, con su constante lucha por la democracia de la Republica Dominicana y también de los demás países latino-americanos, desde el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), se convirtió en esa radiante voz democrática.
Su noble desinterés por las cosas terrenales lo enaltecieron como un líder donde no primaba la ambición, hasta tal punto de que con todas las posibilidades de vivir en la abundante riqueza, terminó su vida como el humilde ser humano que fue.
Su liderazgo fue tan grande como los nobles corazones de quienes seguían sus pasos, porque entendían que como él, existían pocos. Peña Gómez no solo se preocupaba por su gente en navidad y fin de año, porque él sabía que esas personas tenían precariedades el año entero.
Dedicó gran parte de su esfuerzo como líder del PRD a solidarizarse con los trabajadores en sus luchas laborales y promover la buena relación con los empleadores del sector privado.
Su gesto bondadoso constituyó una voz regional en toda América Latina. Quería la implementación de un gobierno para la gente, pensando siempre en la clase más vulnerable de la Republica Dominicana.
Su ausencia ha significado para una gran mayoría, la total desesperanza de lograr tener un mejor país con un buen gobierno por y para la gente como él lo anheló toda su vida, llegando al triste final de la misma con sus marchitas ilusiones de poder lograrlo.
Será recordado eternamente como el más autentico y genuino líder popular que ha dado la República Dominicana a todo lo largo de su historia. Falleció el lunes 10 de mayo de 1998, seis días antes de las elecciones congresuales y municipales ganadas por su Partido Revolucionario Dominicano (PRD), al parecer fue un póstumo homenaje de su humilde pueblo para el ser humano más noble y solidario que dejaba detrás al mundo de las mentiras y se marchaba a donde solo existe la verdad.
El Dr. José Francisco Peña Gómez: fue un hombre de Solidaridad y amor por su prójimo, es de ahí el amor que la masa perredeísta siente por su líder ido a destiempo. Peña Gómez, fue y seguirá siendo grande, aún después de su muerte.
JPM
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