ORTEGA CERVIGÓN, J. I.: “Breve historia de Carlos V”. Editorial Nowtilus. Madrid, 2018
No es tarea fácil sintetizar en una obra de poco más de doscientas cincuenta páginas la historia de un personaje tan complejo como Carlos V, el monarca y emperador más poderoso de su tiempo. Más aún si tenemos en cuenta que el autor nos acerca tanto a su actuación política como a su vida personal, sin olvidar tratar la diferente organización político-institucional de sus territorios, la economía, la estructura social, la demografía, la cultura y el arte, la historiografía... Todo ello enmarcado en el contexto europeo.
La lectura de este ensayo divulgativo nos permite conocer una época que sin abandonar totalmente lo medieval se abrió al mundo moderno (el mismo personaje de Carlos participa de esta mezcla); que conoció abundantes cambios, algunos trascendentales para el devenir histórico (reafirmación de los estados nacionales que luchan por la hegemonía en Europa, ruptura religiosa en la cristiandad, gran expansión comercial al entrar en escena el mercado americano, modernización de los sistemas financieros…). Carlos V aparece como gran protagonista de estos cambios en la primera mitad del s. XVI. Cambios que también iba a experimentar el propio Emperador en su persona, no hay más que pensar en la enorme evolución de aquel joven borgoñón que llegó a la localidad asturiana de Tazones en 1517 sin saber hablar castellano y el Carlos que murió en Yuste en 1558.
A lo largo de este ensayo, el profesor Ortega se va a ocupar de diferentes facetas de la historia carolina. Un lugar destacado ocupa el tratamiento de su vida privada: rasgos físicos (su mentón saliente que, además de afear, dificulta su respiración), la esmerada educación en los Países Bajos a cargo de sus preceptores (su tía Margarita de Austria, Guillermo de Croy, Adriano de Utrecht), su feliz matrimonio con Isabel de Portugal, la relación con su madre recluida en Tordesillas a la que visitó en varias ocasiones, la relación con su primogénito Felipe al que tras quedarse viudo y el desastre de Argel fue asociando cada vez más a las tareas de gobierno, la existencia de otros hijos naturales y bastardos, su voraz apetito causante de dolorosos ataques de gota, achaques y enfermedades, aficiones, su retiro de Yuste tras sus abdicaciones donde llegó en febrero de 1577 permaneciendo hasta su muerte en septiembre 1558 (curiosamente, no murió de sus achaque crónicos como los de artritis o gota sino de fiebres palúdicas trasmitidas por un mosquito que habitaba en el estanque artificial que habían construido frente al palacio).
La llegada y primeros años de Carlos a tierras peninsulares no pudo ser más convulsa. La corte borgoñona de la que viene rodeado despierta recelos y gran hostilidad. El poco respeto a las leyes castellanas que había jurado guardar en Valladolid, así como la petición de fondos para obtener los votos necesarios para su elección como emperador y la partida hacia tierras europeas para la coronación imperial estuvieron en el origen de la rebelión de las Comunidades de las que el autor analiza la complejidad del conflicto, la derrota de Villalar, el triunfo de la Corona, sus consecuencias (represión) y sus diversas interpretaciones. Casi paralelamente estallaron las Germanías en Valencia y Mallorca, un levantamiento con un carácter más social.
De la dimensión exterior del reinado, el profesor Ortega se va ocupar preferentemente de cuatro grandes temas. En primer lugar de la idea imperial de Carlos y su coronación como emperador. Un título que tenía aparejado poco poder político, pero un enorme prestigio. La necesidad de fondos para obtener los votos de los siete electores va a hacer que exija impuestos extraordinarios a sus súbditos y se endeude con banqueros extranjeros (los Fugger) a los que debe hacer concesiones. Describe con detalle las coronación de Carlos como “Rey de Romanos” en Aquisgrán (un largo ceremonial que recordaba al de Carlomagno) y, posteriormente, por el Papa en Bolonia (1530) como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
El segundo tema es la rivalidad con Francisco I de Francia con el que sostuvo cuatro guerras (más una con su sucesor), en total veintidós años de lucha. Guerras separadas por paces (Tratado de Madrid, Paz de Cambrai, Tregua de Niza, Paz de Crepy) que tardaban poco en no ser respetadas. Los objetos de disputa fueron el Ducado de Borgoña, el Milanesado y Nápoles). Durante la primera guerra, Carlos obtuvo la gran victoria de Pavía haciendo gran número de prisioneros entre ellos el propio Francisco I. Durante la segunda guerra tuvo lugar el Saco de Roma (1527), el ejército carolino, mal pagado, sometió a la ciudad eterna a desmanes y pillajes difíciles de olvidar. En 1529 Carlos y Clemente VII sellaron la reconciliación. En su último enfrentamiento con Francia (ya muerto Francisco I), Carlos estuvo a punto de caer prisionero en Innsbruck.
El tercer tema que aborda la obra es su enfrentamiento con los príncipes protestantes alemanes haciendo bueno su compromiso por defender la fe católica. Tras los fallidos intentos de conseguir una reconciliación (Worms, Spira, Augsburgo, Ratisbona), se llegó el enfrentamiento. A pesar de algunos sonados éxitos como el triunfo en la batalla de Mühlberg sobre la Liga Smalcalda, Carlos presionado por su hermano Fernando, firmó la Paz de Augsburgo (1555) en la que se establecía que cada Príncipe era libre de adoptar el credo religioso que quisiera y de imponérselo a sus súbditos. Fue un gran fracaso para Carlos.
Un cuarto escenario de la política exterior carolina fue el Mediterráneo donde se enfrentó al Imperio Turco de Soleimán el Magnífico. Un conflicto político, económico y religioso (el enemigo infiel). Carlos obtuvo éxitos como la reconquista de Túnez o el levantamiento del sitio de Viena y fracasos como el de la expedición contra Argel (ciudad nido de la piratería berberisca).
Respecto al gobierno interior, además de las revueltas de Comunidades y Germanías, en la obra se analizan las Instituciones y órganos de gobierno (diferenciando claramente los de la Corona de Castilla de los de la Corona de Aragón): Cortes, Corregimientos, Consejos Reales, Virreyes, Secretarios… Se destaca que durante su reinado tuvo lugar una gran expansión de los dominios españoles en América fruto de las conquistas de los Imperio Inca y Azteca. A pesar de esta expansión y de los metales que llegaban del Nuevo Continente sin los que no hubiera podido llevar adelante su política europea, Carlos tal vez no supo dar a América la debida importancia.
Se va a ocupar también de la evolución población y de la sociedad de sus reinos hispánicos: la estructura social estamental y los grupos que la componen (nobleza, clero, artesanos, campesinos…) destacando una gran debilidad de la clase media, el papel de la Inquisición velando porque no se difundieran las luteranas… No podía faltar un análisis de la economía: la revolución de los precios (analizando las diferentes causas e interpretación de este fenómeno), la salida de metales preciosos hacia Europa, la escasez de inversiones productivas, la importancia se Sevilla y su Casa de la Contratación, la relevancia de las Ferias de Medina, el gran volumen del comercio de la lana en el comercio internacional, la situación de la Hacienda Real y su galopante déficit resultado de la diferencia entre gastos e ingresos, análisis de los diferentes impuestos, endeudamiento que prepara el camino a la primera bancarrota del Estado ya en tiempos de Felipe II, los productos típicos de la agricultura, la protección a la cabaña trashumante.
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Los tres retratos que pintó Tiziano de Carlos V. A la izquierda, el Emperador con un perro en 1532; en el centro, Carlos en la batalla de Mühlberg; a la derecha, Carlos sentado (1548). Más detalles sobre estas pinturas en la obra. |
Un breve capítulo se ocupa de la literatura (La Celestina, El Lazarillo, Garcilaso...), la cultura, la arquitectura, la pintura (Tiziano, Rubens, Van Dick). Aún se ocupa el autor de algunas otras cosas, por ejemplo, de la semblanza del Emperador que nos ofrecieron los cronistas coetáneos que ofrecen una gran información que hay que matizar ya que en sus obras prima más la función propagandística que la objetividad y la reflexión crítica. Escribe unas líneas sobre cómo ha ido evolucionando hasta la actualidad la forma de tratar la figura de Carlos por la historiografía.
En definitiva, una obra rigurosa para cuya elaboración el autor ha manejado críticamente abundante bibliografía y fuentes de la época (cronistas). Una lectura muy aconsejable para estudiantes y amantes de la Historia.
Acompañan al texto abundantes ilustraciones, muchos textos (especialmente de Fray Prudencio de Sandoval), mapas, una cronología del reinado, la relaciones de reyes y papas coetáneos y una selección bibliográfica.
La obra en la Web de la Editorial:
Tomado de la Fuente;http://blogdelaclasedehistoria.blogspot.com/
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