sábado, 17 de marzo de 2018






El Monasterio de Santo Toribio de Liébana es un monasterio franciscano localizado en el municipio de Camaleño y próximo a Potes, en la comarca de la Liébana (Cantabria, España). Alberga obras del Beato de Liébana



Beato de Liébana

También llamado San Beato, ( 701?–798 ), fue un monje del Monasterio de San Martín de Turieno (actualmente Monasterio de Santo Toribio de Liébana), en la comarca de Liébana ( Cantabria ), en las estribaciones de los Picos de Europa. Era un hombre de gran cultura cristiana. Sin duda no originario de los Montes Cantábricos. Algunos historiadores piensan que venía más bien de Toledo, o incluso de Andalucía. Quizá eligió este Monasterio de Liébana debido a la proximidad de Covadonga y Cosgaya, lugares que los cristianos de la época daban por milagrosos.
Pensador militante y enérgico, combatió a los que se comprometían con el invasor, comenzando por el arzobispo de Toledo, a quien acusó de herejía.
Algunas fuentes no del todo fiables aseguran que Beato se retiraría posteriormente al Monasterio de Valcavado en Palencia, donde sería nombrado abad —según Alcuino de York—, y donde finalmente encontraría la muerte.
Pero por lo que es más conocido Beato de Liébana es, sin duda, por su libro llamado "Comentarios al Apocalipsis de San Juan", basado en los textos de dos padres africanos: Primario y Ticonio, y otros de Apringio de Beja (siglos V y VI). Este libro debió ser terminado alrededor del año 786. Diez años después, en el 796, redacta la versión definitiva. Estos Comentarios contienen también uno de los más antiguos mapamundis del mundo cristianoDe gran difusión durante la Alta Edad Media, debido a su trabajo en el campo de la teología, política y geografía.

Beatos
A todas las copias del códice "Comentario al Apocalipsis de San Juan" se les denomina de manera simplificada "beatos". A partir del año 786 se copiaron múltiples ejemplares de este libro original. Lo importante no es el texto en sí, sino las miniaturas o iluminaciones que lo acompañan. Los beatos conservados son 27 y de ellos 24 conservan miniaturas. Son libros que van del siglo X al XIII. Los más antiguos se consideran prerrománicos por haberse realizado en los siglos X y XI y posteriormente su estilo evoluciona al románico pleno (siglos XII y XIII).



En esta primera entrada a los Beatos la dedicaremos al " Beato del Escorial " del siglo X



Las explicaciones sobre las revelaciones de San Juan calmaban la inquietud espiritual de los creyentes, preocupados por los males de su tiempo, el cercano "fin del mundo", y la muerte. Tales catástrofes se veían personificadas en España por la invasión islámica y el fin del reino cristiano visigodo. 
Lo fundamental de estas miniaturas es la expresividad del dibujo mediante una alineación firme, con rayas que llevan en sí una intención expresiva. Su desarrollo es plano, hierático, carente de claroscuros y perspectivas espaciales, de intenso color, etc. Todo ello colabora en generar una gran expresividad y dramatismo.





No cabe duda que los beatos son los manuscritos medievales más valorados y estudiados. Se han publicado diversas obras sobre ellos (y en diversos idiomas), se han publicado láminas reproduciéndolos, facsímiles de impecable calidad, etc. A ello ha contribuido la enigmática belleza de su arte. 
Las figuras se colocan escalonádamente. La figura humana queda supeditada a los ropajes y son resaltados (como ocurrirá en el románico) los ojos y manos para intensificar la tensión espiritual. 
Los fondos son de gran intensidad cromática representando paisajes idílicos o divididos en varias fajas de diferentes colores fuertes. 





El exótico y misterioso expresionismo de las miniaturas de los beatos del periodo prerrománico se ha atribuido a una conjunción de influencias artísticas que van desde lo tardorromano y bizantino, lo visigótico, lo carolingio y, por supuesto, lo musulmán de Al-Andalus
Los beatos conservados son 27 y de ellos 24 conservan miniaturas. Son libros que van del siglo X al XIII. Los más antiguos se consideran prerrománicos por haberse realizado en los siglos X y XI y posteriormente su estilo evoluciona al románico pleno (siglos XII y XIII).




Hemos de aclarar que respetamos la denominación "mozárabe" por tradición, pero es completamente falso que los beatos fueran obras de artistas mozárabes, sino que están realizados en los monasterios del reino leonés (León, Zamora, Palencia...) eso sí, en el periodo del arte prerrománico que se suele denominar mozárabe (siglos X y XI hasta la llegada del románico  
Las miniaturas de todos los beatos hacen referencia al propio Apocalipsis, no a los Comentarios, por lo que se cree que se copiaron en los beatos a partir de un libro visigodo del texto juanino. Éste sería el prototipo de los que los demás descienden. 
Aunque en cada copia de beato se manifiesta la genialidad de su artífice y las modas de cada época, su iconografía permanece rígidamente invariable





Es una obra de erudición pero sin gran originalidad, hecha sobre todo de compilaciones. Beato toma extractos más o menos largos de los textos de los Padres y Doctores de la Iglesia; en particular, San Agustín, San Ambrosio, San Ireneo, San Isidoro. También está el comentario del Libro de Daniel por San Jerónimo. 
La organización de la obra es juzgada por algunos como torpe, y el texto a veces redundante o contradictorio. Lejos de una obra que emana una fuerte y profunda personalidad, estamos en presencia de una producción un tanto timorata, no dando pruebas de un gran espíritu de innovación. ¿Cómo tal libro, escrito en 776 y alterado diez años más tarde, ha tenido tal impacto durante cuatro siglos?. Si la parte de Beato es muy reducida, la obra contiene por el contrario una traducción latina íntegra del Apocalipsis de Juan, lo que puede en parte explicar su notoriedad





Los cristianos se encuentran después de 711 ante el Islam como lo habían estado ante el Imperio romano. No pueden practicar su culto durante el día; campanas y procesiones están prohibidas; las iglesias y los monasterios destruidos no pueden reconstruirse; las persecuciones toman a menudo un cariz sangriento. 
El Apocalipsis se presenta entonces como el libro de la resistencia cristiana. Los grandes símbolos toman un nuevo sentido. El Animal, que designaba al Imperio, se convierte en el nombre del emirato (convertido mas tarde en califato), - Babilonia no es ya Roma sino Córdoba, etc.





El Apocalipsis, que se había interpretado como una profecía del final de las persecuciones romanas, se convierte en el anuncio de la Reconquista. Es una promesa de entrega y castigo. El desciframiento es sencillo para las masas que creen, y este libro termina por adquirir, en la España ocupada, más importancia que los Evangelios.




Por supuesto, el arte mozárabe no nació de la nada: se encuentran las raíces en las corrientes visigóticas, carolingias, árabes, y hasta en el arte copto cuyas estilizaciones particulares son bien identificables.




Y si los especialistas detectan incluso contribuciones más alejadas, mesopotámicas, eso no significa que el arte mozárabe no sea más que la producción de artistas de segundo orden, sin gran personalidad, diluyendo su falta de imaginación en el eclecticismo. Lejos ser una simple ilustración que no añadiría nada al texto, o incluso que desviaría al lector, la coloración mozárabe, a menudo en toda la página e incluso en doble página, como lo reconoce Jacques Fontaine, conducía el alma desde la lectura del texto hasta la profundización de su sentido en una visión.




Entre las obras más notables (si se excluye el Beato ), es necesario citar la Biblia coloreada en 920 por el diácono Juan en el monasterio de Sainte-Marie-et-Saint-Martin de Albares (dicha Biblia de Juan de Albares , conservada en los archivos de la catedral de León .



¡"Qué audacia moderna en todos los trazados!" Abstracción de la figura, grafismo libre, decorado significativo: Juan de Albares es el más destacadamente moderno, el más excesivamente intrépido de los iluminadores mozárabes. "
Al observar estas imágenes, no tenemos el sentimiento de que más de diez siglos nos separan.





Viajando en las páginas de los Beatos , no estamos ante realidades sensibles aún próximas a las realidades naturales. Estamos en un mundo de imágenes que hablan mejor al alma que lo harían las palabras apoyando los conceptos, y que, al contrario, facilitan por su abstracción el acceso a la verdad del relato, sin por ello favorecer una pura seducción estética por la preponderancia de la ornamentación. Como si estallara en colores de fuego el momento mudo de un éxtasis, el inefable sentido del texto encontrándose cristalizado en formas y colores "surreales".




Los Beatos no son una inútil paráfrasis del Apocalipsis (o de su comentario por el monje de Liébana): son visiones nacidas de una visión, de nuevas capas de verdad añadidas al texto profético. Así la Belleza no es más que una etapa en la ruta que conduce a la Verdad : el fuego de los colores se mezcla en el brasero de las palabras para lanzar en nuestros almas deslumbradas nuevas gavillas de significados.
https://aquicoral.blogspot.com/2013/01/beato-de-liebana-del-escorial-romanico.html




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