jueves, 1 de marzo de 2018

Josefa Amar y Borbón, ilustrada, doctora y feminista ¿se le podía pedir más?.


El cerebro no tiene sexo y la aptitud de las mujeres para el desempeño de cualquier función política o social es exactamente igual, por naturaleza, a la de los hombres. Si existe alguna diferencia se debe a la educación. (1)

Escritora, pedagoga y prestigiosa traductora; una mujer de bandera adelantada a su tiempo

Nuestra Josefa Amar y Borbón, Pepi la llamamos los colegas, nació en una buena familia, de esas que las abuelas te recomiendan para buscar novia, de médicos y científicos. No era raro que la niña quisiera ser médico como el padre, pero la cosa se complica con el detalle de que ocurrió a finales del siglo XVIII… Que prefiriera dedicarse a la medicina en lugar de convertirse en la típica aristócrata, frívola y superficial, que le cae mal a todo el mundo por tonta y pava, hizo que fuera una mujer especial. Como en casa no faltaban las pelas, se dedicó a lo que quiso y no fue tachada ni de “progre” ni de rara por su familia, que la apoyó en su carrera. Se casó sí, que tener “trabajo de hombre” y encima ser una “solterona” era ya pasarse de la raya… pero no se doblegó y dejó “clarito”, y por escrito como tiene que ser un buen matrimonio para que la cosa funcione.
Mujeres como ella, inteligentes, avanzadas a su época, valientes y pioneras en las artes y las ciencias, las hubo por todas partes… la cosa es que la historia se hace la tonta y no las conoce nadie. La suerte de nuestra amiga Josefa fue su buen apellido, que la rescató del olvido. Gracias a eso hoy queda su obra escrita, que nos habla, mejor que nadie, de quien era en realidad.
Aragonesa de armas tomar, como la irreductible Agustina de Aragón. Josefina era una mujer objetiva,  capaz de ver la cruda realidad de la mujer, a pesar de ser aristócrata y de las creencias impuestas a la mujer de su época. Tiene mucho mérito que fuese capaz de ver el problema de discriminación que sufrían las mujeres en su época, que se resiste a desaparecer en la nuestra… ya que ella también estaba discriminada, era rica sí, pero era, una simple mujer.
El cerebro no tiene sexo y la aptitud de las mujeres para el desempeño de cualquier función política o social es exactamente igual, por naturaleza, a la de los hombres. Si existe alguna diferencia se debe a la educación. (1)

Escritora, pedagoga y prestigiosa traductora; una mujer de bandera adelantada a su tiempo

Nuestra Josefa Amar y Borbón, Pepi la llamamos los colegas, nació en una buena familia, de esas que las abuelas te recomiendan para buscar novia, de médicos y científicos. No era raro que la niña quisiera ser médico como el padre, pero la cosa se complica con el detalle de que ocurrió a finales del siglo XVIII… Que prefiriera dedicarse a la medicina en lugar de convertirse en la típica aristócrata, frívola y superficial, que le cae mal a todo el mundo por tonta y pava, hizo que fuera una mujer especial. Como en casa no faltaban las pelas, se dedicó a lo que quiso y no fue tachada ni de “progre” ni de rara por su familia, que la apoyó en su carrera. Se casó sí, que tener “trabajo de hombre” y encima ser una “solterona” era ya pasarse de la raya… pero no se doblegó y dejó “clarito”, y por escrito como tiene que ser un buen matrimonio para que la cosa funcione.
Mujeres como ella, inteligentes, avanzadas a su época, valientes y pioneras en las artes y las ciencias, las hubo por todas partes… la cosa es que la historia se hace la tonta y no las conoce nadie. La suerte de nuestra amiga Josefa fue su buen apellido, que la rescató del olvido. Gracias a eso hoy queda su obra escrita, que nos habla, mejor que nadie, de quien era en realidad.
Aragonesa de armas tomar, como la irreductible Agustina de Aragón. Josefina era una mujer objetiva,  capaz de ver la cruda realidad de la mujer, a pesar de ser aristócrata y de las creencias impuestas a la mujer de su época. Tiene mucho mérito que fuese capaz de ver el problema de discriminación que sufrían las mujeres en su época, que se resiste a desaparecer en la nuestra… ya que ella también estaba discriminada, era rica sí, pero era, una simple mujer…

La obra escrita de una mujer, que no envidia a la de ningún hombre

Leyendo su obra descubrimos a una mujer comprometida con su tiempo, preocupada por las desigualdades sociales, que lejos de quedarse sin hacer nada al respecto, como tenía que haber hecho una señorita educada, toma cartas en el asunto utilizando sus letras como armas incendiarias, al modo de una especie de Juana de Arco en favor de la defensa de la independencia y dignidad de la mujer y de un feminismo que ni existía como tal. Y muy mal no lo haría cuando fue miembro mérito de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País (3).
Josefina salió más lista de lo que esperaban y en susdiscursos(4) feministas, dejó claro con argumentos que la supremacía del hombre no tiene ni pies ni cabeza… Obviamente no le dieron mucho bombo, bastante que la dejaban escribir en lugar de tenerla bordando como una buena esposa…. Aunque se ve que era bastante buena porque recibió algunos elogios del importante censor de la RAE (5), que dejó claro, que lo que escribía tenía fundamentos y no eran tonterías. Se ve que no se metió con la Iglesia, aunque razones no le hubieran faltado, porque si no, en lugar de echarle piropos, se le hubiera tirado a la yugular sin pensárselo dos veces.
A pesar de todo, a veces la corriente te arrastra, y Josefa no pudo con ella del todo. Aunque era ilustrada y progresista, no exigió del todo igualdad de enseñanza para todas las mujeres, independientemente de su rango social; y consideraba que era más importante para la mujer saber las tareas del hogar y la familia, particularmente cuidar a los hijos y atender con esmero al marido, antes que aprender cosas de hombres… La influencia de los siglos señaladas como amas de casa pudo con Josefa y puede todavía con muchas mujeres que quedan limitadas a la función de esposa y madre tristemente, a veces por propia voluntad. Habría que ver lo que hubiera liado hoy en día antes de juzgarla de conservadora o elitista.
Quizás le hubiera ido mejor si hubiera ocultado su identidad, haciéndose pasar por hombre, como muchas otras, como ella misma reconoce(6), mencionando a algunas de ellas.
A pesar de sus posibles detractores, como toda persona pública que se precie, tuvo intención de mejorar la sociedad a través de sus escritos, reflejo de sus pensamientos progresistas, que pretendía mucho avance para lo poco que consiguió. Aún así con ella se dio a conocer el concepto de educación física, haciendo hincapié en el ejercicio y la higiene de la niña y la mujer, como buena doctora que era.
Podía tener “fallillos”, pero de lo que estaba segura es de que no existía diferencia entre el hombre y la mujer, más allá de la anatomía. Tan valiente o inteligente puede ser una mujer, como cobarde o tonto un hombre, solo depende de la educación. Fue una mujer pionera, una visionaria que sentó precedentes en una lucha que aun hoy continúa, la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer.

Referencias
(1) Con estas palabras, más muchas que le siguen de igual contundencia, fruto de una mente brillante y una personalidad arrolladora, se conforma el Discurso en defensa del talento de las mugeres y de su aptitud para el gobierno, y otros cargos que se emplean los hombres, de doña Josefa Amar y Borbón; Chaves Tesser, 1980.

(2) Borbón, 1886.
(3) En 1787 ingresó en la Junta de Damas, vinculada a la Real Sociedad de Madrid, y posteriormente a la Real Sociedad Médica de Barcelona.
(4) Además del discurso mencionado en el artículo, doña Josefa escribió Oración gratulatoria . . . a la junta de Señoras(1787) y Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres (1790).
(5) Como fue la expresa respuesta del censor Miguel de Manuel Rodríguez, quien citaba que “todo canto se dice en ella con respecto a los dos objetos a que se dirige, está fundado en sólidos principios”; Serrano y Sanz, 1905.
(6) Nombres como María Pita, el Caballero Eon, figura emblemática y hasta su muerte enigmática, del rey francés Luis XV que obtuvo numerosos títulos solo concesibles a los varones, María Estrada, María Zontano, remontándose a la antigua Grecia y haciendo un leve recuento de destacadas mujeres europeas.

Bibliografía

  • Borbón, F., 1686, Medicina domestica, necessaria a los pobres, y familiar a los ricos: transcrita del medico caritativo co[n] algunos remedios, de otros autores: con escolios en las materias y afectos que se tratan, assi chirurgicos, como medicos, Domingo Gascón, Zaragoza.
  • Chaves Tesser, C., 1980, “Josefa Amar y Borbón: Essayist”, Dieciocho, 3, pp. 138-143.
  • López- Cordón, M. V., 2005, Condición femenina y razón ilustrada. Josefa Amar y Borbón, Universidad de Zaragoza, Zaragoza.
  • López-Cordón Cortezo, M. V., 2014, “Josefa Amar y Borbón (1749-1833): los debates ilustrados sobre las mujeres” en Cenarro Lagunas, A. e Illion, R. (coords.), Feminismos: contribuciones desde la historia, pp. 51-80, Prensas Universitarias de Zaragoza, Zaragoza.
  • Luis Gómez, A. y Romero Morante, J., 2007, “Educación para niñas, ilustración del entendimiento e igualdad: Una biografía de Josefa Amar y Borbón (1749-1833)”, Biblio 3W Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, XII, n. 698.
  • Serrano y Sanz, M., 1905, Autobiografías y memorias, Bailly Baillere, Madrid.
  • http://khronos.es/josefa-amar-y-borbon-feminista/

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