miércoles, 18 de abril de 2018

S. Paul de Mausole, el monasterio donde Van Gogh pintó 150 cuadros en un año.

En las cercanías de la localidad de Saint Remy de Provence, a finales del siglo XI,  y al lado de las  espectaculares ruinas romanas de Glanum se fundó un pequeño monasterio. Este llevó desde un principio el nombre de San Pablo, santo sobre el cual recaía una antigua historia, desde la cual se conservaban sus reliquias en dicho lugar. El sobrenombre de Mausele, es evidente que proviene de los mausoleos romanos que quedaron al lado del monasterio.

Breve historia de Saint Paul de Mausole.

Desde su fundación a finales de ese siglo XI hasta la llegada de los papas de Aviñon en 1309, el monasterio se mantuvo habitado por monjes, que se ocupaban de actividades relacionadas con la rica agricultura del lugar.
Claustro de Saint Paul de Mausole
Tras la llegada del segundo papa de Aviñón, Juan XXII, el monasterio paso a estar regido por la figura de un diácono, en clara sintonía con un Papado más preocupado por los asuntos contantes, que de la tradicional vida monástica. Dicho menester llevó tras la vuelta de los papas a Roma, una continua pérdida de importancia hasta principios del siglo XVII.
En ese punto del año 1605 es cuando el monasterio empieza a adquirir la función, por la que será reconocido en un futuro. Ese año los franciscanos se harán cargo del mismo a cambio de cuidar de los enfermos de la vila y aledaños.
Pero todo volverá a cambiar con la Revolución Francesa de 1789, los monjes son obligados a huir, y el monasterio pasa a depender de las autoridades municipales de Sant Remy de Provence. Seguidamente en 1807 será comprado por el Doctor Mercurin, que instalará en el mismo un hospital Psiquiátrico. Tras la muerte del doctor en 1848 sus herederos, junto a una congregación religiosa de monjas, se harán cargo del mismo a la espera de tan ilustre personaje. El 8 de mayo de 1889 ingresó en Saint Paul de Mausole, Vincent Van Gogh.

Retazos de la biografía  de Vincent Van Gogh.

Nació en la pequeña localidad de Groot-Zundart, al sur de Holanda en el año 1853. Fue el mayor de seis hermanos, hijos de un pastor protestante. Uno de ellos, Theo Van Gogh, cuatro años menor que él se convertirá en la persona más importante de su futuro como pintor.
El joven Vincent, con 16 años, inicia su camino en el mundo del arte, como aprendiz en la sucursal  de La Haya, dirigida por su tío, de la Galería Goupil de Paris. Trabajo al cual dedicará los próximos siete años de su vida, donde pasará por ciudades como Londres o el mismo Paris. Tras los cuales decide dejarlo todo, y volver a su Holanda natal.
Estatua de Van Gogh a la entrada del monasterio
Buscando un nuevo camino en su vida, decide seguir los pasos de su padre.  Por lo que ingresará en la Universidad de Ámsterdam para estudiar teología. Aunque tampoco fue su decisión más correcta, ya que a los pocos meses también decide abandonarlo. Tras lo cual comenzará un oscuro periplo de su vida, se instalará en Bruselas y tomará contacto con diferentes colectivos evangelistas, que le llevarán a conocer el lado más pobre y mísero de la sociedad. Del cual le rescató su hermano Theo en 1880, tras convencerle de que se convirtiera en pintor.

Van Gogh, pintor.

Entre ese año y 1888, que llegará a Arles en la Provenza francesa, tomará contacto con grandes pintores como Van Rappard, su mentor. En 1886 se trasladará a Paris donde conocerá a las grandes figuras de un impresionismo en ciernes, entre ellos Touluose-Lautrec o Paul Gauguin. Pero lo que marcará su carrera como pintor fue su referida llegada a la Provenza en ese 1888. Su primer destino allí fue Arles, donde por cierto,  sucedió el más célebre de sus episodios. Evidentemente me refiero al incidente de cortarse la oreja, para pedir perdón a su amigo Paul Gauguin.
Café Van Gogh en la localidad de Arles.
Tras lo cual requirió la ayuda sanitaria que le prestaron en Saint Paul de Mausole. Donde como ya he comentado pasó un año de su vida. Salió de allí en mayo de 1890, y tras un breve pasó por Paris a ver a su hermano, se quito la vida tres meses después en un campo de trigo en Auvers-sur-Oise, una localidad al norte de Paris. Por cierto, en la más completa miseria, mientras un cuadro suyo se vendía 100 años después por la friolera de 82,5 millones de dólares.

Vincent Van Gogh en el monasterio de Saint Paul de Mausole.

El monasterio románico le proporciono la paz necesaria para pintar nada más y nada menos que 150 cuadros. Muchos de ellos por cierto, retratos de los doctores, enfermeros, o monjas al cuidado de los enfermos. Pero lo que nunca pudo solucionar fue su fuerte depresión por su fracaso como pintor, algo evidentemente que no llegó a asimilar nunca, y que le llevaría a su terrible final.
Nada habla mejor de su paso por Saint Paul de Mausole que los cuadros que allí pintó. Os dejo una muestra de ellos en imágenes tomadas en dicho lugar.
Autoretrato, actualmente expuesto en el Museo de Orsay en Paris
La noche estrellada, con el pueblo de Saint Rémy de Provence. Expuesto en el Museo de arte moderno de Nueva Jork
La siesta, también expuesto en el Museo de Orsay de París.
Los olivos, expuesto en el Museo Nacional de Amsterdam.

¿Qué se puede ver en el monasterio de Saint Paul de Mausole?

Tanto los amantes de románico, como los que lleguen atraídos por la figura de Vincent Van Gogh, no quedarán decepcionados. Es más, es importante verlo con la mentalidad, de cómo un viejo edificio medieval es adaptado a la Edad Contemporánea, para seguir ejerciendo una gran labor social.
La llegada a Saint Paul es obsequiada con esta panorámica, que une el lugar con las pinturas de Van Gogh.
En cuanto a la arquitectura románica hay que destacar varios aspectos. En primer lugar su campanario con base cuadrangular y acabado en un cierto estilo lombardo, aunque ese día no estaba abierto al público por reformas. Tras lo cual podemos entrar en la iglesia, con sus tres pequeñas naves rematadas con sus correspondientes ábsides. Toda ello en estilo románico con la excepción de la fachada remodelada en el siglo XVIII.
El campanario visto desde la entrada a Saint Paul de Mausole
El ábside central
Dejaremos para el final el precioso claustro, también de forma cuadrangular. Rematado con grupos de tres arcos decorados mayormente con motivos vegetales. Sobre el mismo, en el siglo XIX,  se incorporaron las habitaciones del hospital Psiquiátrico.
Actual estado de la habitanción de Van Gogh.
Por otro lado,  los que vengan buscando la historia de Vincent Van Gogh, serán obsequiados con multitud de imágenes que fueron plasmadas en los cuadros del pintor holandés. Desde los olivos, hasta la fachada de monasterio, los campos colindantes y por su puesto su habitación son lugares de visita obligados para los seguidores de Vincent Van Gogh.
Panorámica desde el jardín trasero de Saint Paul de Mausole
Para terminar destacar el espectáculo que representa ver el patio trasero de Saint Paul de Mausole, los últimos días del mes de Julio cuando los campos de lavanda explotan de color.
Como recordatorio destacar que el precio de la entrada es de 5€, con los correspondientes descuentos, y el horario de abril a octubre es de 10 a 19 horas.  El resto del año hasta las 17 horas.
http://caminandoporlahistoria.com/mausole-y-van-gogh/

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