Cuando Joaquín Balaguer se asiló en la Nunciatura
Publicado el: 30 mayo, 2018
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En marzo pasado se cumplieron 56 años que el Dr. Joaquín Balaguer se asiló en la Nunciatura Apostólica, luego que el gobierno del Consejo de Estado que él mismo encabezara fuera depuesto por el general Pedro Rodríguez Echavarría, que era secretario de las Fuerzas Armadas. Esto sucedió a mediados de enero de 1962. En su lugar y por recomendación del propio Balaguer se constituyó una junta cívico militar, de efímera existencia, presidida por el licenciado Huberto Bogaert y completaban Antonio Imbert Barreras, Luis Amiama Tió, Julio D. Postigo, Armando Oscar Pacheco y los oficiales militares Neit Nivar Seijas, Enrique Valdez Vidaurre y Wilfredo Natalio Medina. La junta de Bogaert fue derrocada horas después y oficiales del ejército repusieron un nuevo Consejo de Estado, presidido por el Lic. Rafael F. Bonelly.
Balaguer permaneció alrededor de dos meses en la legación de la Santa Sede y el ocho de marzo de 1962 salió exiliado a San Juan, Puerto Rico, acompañado de su secretario Rafael Bello Andino y del Dr. Eudoro Sánchez y Sánchez. Un mes después, el cinco de abril, el gobernador de Puerto Rico, Luis Muñoz Marín, sugirió al gobierno de los Estados Unidos sacar de ese país al expresidente “porque su presencia pudiera contribuir a la inestabilidad política que vive la República Dominicana”.
El conductor del vehículo que trasladó a Balaguer y sus acompañantes al aeropuerto Las Américas fue el cibaeño Juan Ayala, que laboró por largos años en el Partido Dominicano, y después de la muerte de Trujillo, fue asignado a la secretaría de Agricultura, en el Centro de los Héroes. En el trayecto Ayala, que era un ferviente balaguerista, no cesaba de expresar frases de consuelo al líder político, sugiriéndole “tenei paciencia, que uté es el hombre que entiende a lo dominicano”. “Dotoi Balaguer, tése tranquilo, que pronto utévuive a sei presidente” le dijo el chofer al dirigente político desde que se encontraron en los pasillos de la sede católica.
El líder reformista retornó al país tres años y meses después, específicamente el ocho de junio de 1965 en plena revuelta de abril y desde su residencia en la Máximo Gómez 25, amenazó con integrarse a los constitucionalistas de Ciudad Nueva si el gobierno de Reconstrucción Nacional trataba de extrañarlo de nuevo. Balaguer fue recibido en la terminal aeroportuaria por los doctores Porfirio Dante Castillo y Gilberto Herrera Báez, y por el agrónomo Quirilio Vilorio Sánchez. Un año más adelante el vaticinio del chofer Ayala se cumplió: Balaguer ganó las elecciones de junio de 1966 y se posesionó en la Presidencia el primero de julio del mismo año.
Cuando el dirigente político regresó al país el jefe militar del aeropuerto era el coronel José de Jesús Morillo López, que había sido nombrado por el director del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA), general Elías Wessin y Wessin. Morillo y el coronel Francisco Caamaño Deñó, habían sido transferidos a la Fuerza Aérea Dominicana luego que enfrentaran al jefe de la Policía Nacional Belisario Peguero Guerrero.
Morillo López reveló que con frecuencia recibía recomendaciones de altos dirigentes del Gobierno de Reconstrucción que presidía el general Imbert Barreras, en el sentido de que “bajo ninguna circunstancia permitiera la entrada del líder político”. Inclusive, narró el ex jefe policial, enviaron copia de la disposición de Migración donde multaría con 10 mil pesos a la línea que transportara a Balaguer.
“En el aeropuerto me visitaban con frecuencia oficiales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Fuerza Interamericana de Paz (FIP), que indagaban sobre la posibilidad de que el ex presidente entrara a República Dominicana”. “Ellos llegaron a preguntarme si estaba dispuesto a permitir el arribo de Balaguer, a lo que respondí afirmativamente”. Por último, el ex general dijo textualmente: “uno de los agentes de la CIA me divulgó la versión de que la embajada de Estados Unidos había recomendado a su embajador William Tapley Bennett mantenerse al margen en el caso del retorno de Balaguer al país”.
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