REPORTAJE #2- La versión real y menos divulgada sobre el crimen de Maximiliano Gómez
ALMOMENTO.NET está publicando una serie de reportajes sobre el asesinato del ex-secretario general del MPD, Maximiliano Gómez (El Moreno) en Bruselas, el 23 de mayo del 1971.
SANTO DOMINGO.-La muerte de Maximiliano Gómez (El Moreno), ocurrida en Bruselas, la capital de Bélgica, ha estado envuelta siempre en un velo de misterio. Se ha dicho que se trató de un asesinato pero en lo que no todos han estado de acuerdo es en quiénes fueron los autores intelectuales y materiales del mismo, puesto que nunca fueron capturados y mucho menos sometidos a la justicia.
Luego de haber estado preso en Santo Domingo y haberse producido el secuestro por un “comando revolucionario” del agregado aéreo de la embajada de Estados Unidos en el país, teniente coronel Donald Joseph Crowley, Gómez fue excarcelado como parte de negociaciones que entonces se hicieron mediante las cuales él y otros 20 “presos políticos” fueron excarcelados, a cambio de la liberación del oficial estadounidense.
Agentes policiales impiden a Carmen Mazara acercarse a su esposo, durante uno de sus arrestos.
Aunque estaba casado con Carmen Mazara, con quien procreó dos hijos: Guido Orlando y Fabricio Ernesto, Maximiliano fue primero a México, luego a Cuba y posteriormente a Bélgica, donde fijó residencia hasta el día de su muerte el 23 de mayo del 1971, o sea, casi un año después de que fuera expulsado de la República Dominicana.
Mucho se ha escrito sobre Gómez y su asesinato. Se han ofrecido muchas versiones y tejido distintas especulaciones sobre quién lo mandó a matar (unos culpan a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de los Estados Unidos, otros al régimen de Balaguer, etc). Pero lo que ha sido poco debatido es lo relativo a las circunstancias en que se produjo el crimen.
El relato más creíble y menos divulgado
Sobre el particular, la versión más creíble y completa la ofrece nada más y nada menos que un hijo de Miriam Pinedo, que vivía junto a ésta y El Moreno en Bruselas. Su nombre: Reynaldo Pazos Pinedo, quien a la sazón tenía 9 años y medio de edad, y fue el primero en percatarse sobre lo que había ocurrido a su madre y al dirigente del MPD.
Miriam había sido la esposa del también dirigente del Movimiento Popular Dominicano, Otto Morales, quien fue muerto a tiros por agentes de la Policía en un incidente ocurrido en la calle José Contreras, cerca de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Al igual que Gómez se fue a residir a Bruselas. Aparentemente en esta ciudad convivía maritalmente con este último junto a sus hijos, uno de los cuales era Reynaldo.
En junio del 2014, en ocasión del 37 aniversario del asesinato de Maximiliano, Reynaldo Pazos escribió para ALMOMENTO.NET un interesante artículo en el que narra con pelos y señales lo acontecido el 23 de mayo del 1971. Extractos del mismo son los siguientes:
“Muchos pensaron y todavía les cuesta creer que quien suscribe pueda recordar muchas situaciones de aquel entonces. No solo recuerdo el orfanato donde estuve por un tiempo sino también la escuela donde estudiaba, a pocas cuadras de donde residía.
Conservo aún, después de tanto tiempo, la pequeña colección de monedas que me regalaron, los afiches del Ché Guevara en las paredes del departamento, la inolvidable melodía que le encantaba a mi madre “Guantanamera”, etc.
Recuerdo también que a mi regreso de Bélgica más de doscientas fotografías que traía conmigo en el avión no me fueron devueltas por la persona que me pidió se las mostrara. Recuerdo muchas cosas: la habitación (ubicada en un entrepiso) donde se encontraron los cuerpos de El Moreno y Miriam en mayo del 71, no era tan pequeña; tampoco era herméticamente cerrada, no estaba mal ventilada y, aunque poca, se facilitaba la corriente de aire.
Acompañé en la ida y regreso a mi madre, al El Moreno y al pequeño grupo de dirigentes del MPD esa fatídica noche de diversión. Dada mi condición de menor de edad (nueve años y medio) no era posible ingresar con ellos a un club nocturno, por lo que quedé supervisado por uno de los dirigentes en un pequeño parque de diversiones próximo a donde se encontraban.
Hasta ahora no entiendo cómo a El Moreno y a mi madre no les pasó por la mente que el propósito de que yo asistiera al “paseo” y que mis hermanos (muy chicos) quedaran solos en el departamento, era consumar lo que ya estaba planeado.
Al regreso del “paseo” los dirigentes se despidieron y se fueron, mientras yo subía los escasos escalones que separaban la habitación del entrepiso y nuestro departamento.
Con una sonrisa El Moreno se despidió esa madrugada por última vez de mí y yo de él. Observé pocas horas después que mi madre no estaba conmigo; bajé hasta el descanso de la escalera donde estaba la puerta de la habitación donde El Moreno dormiría y, al mirar por el agujero de la puerta, que no estaba obstruido, noté que corría abundante espuma blanca por su boca.
No había olor a gas en el interior del edificio, tampoco en el interior de la habitación. La abundante espuma que salía por la boca no fue precisamente por un ataque epiléptico, por lo que de forma apresurada y con angustia empecé a pedir auxilio, cuidando de que mis hermanos no se dieran cuenta.
Subí al siguiente piso donde residía una señora que era nuestra vecina a solicitar ayuda. Luego de avisarle, bajé corriendo a la esquina a llamar a la ambulancia y a la Policía. Cuando regresé a los siete u ocho minutos, ya estaban cuatro dirigentes del MPD tratando de derribar la puerta donde estaban Miriam y El Moreno, quienes en ese momento eran dados por muertos.
La oportuna llegada de la ambulancia y la rápida asistencia médica dada a mi madre logró que sobreviviera. El Moreno no lo hizo a pesar de la llegada de una segunda ambulancia.
Miriam, luego de pasar un extenso período en coma en el hospital donde por última vez la ví, fué mas tarde secuestrada, violada, torturada y descuartizada en complicidad con los mismos que planificaron el asesinato de El Moreno”.
Identificación del cadáver
Portada del periódico El Nacional, con noticia sobre la muerte de Maximiliano Gómez.
Un informe de la Policía Belga indicó que Maximiliano Gómez, quien tenía 28 años de edad, murió asfixiado al producirse un escape de gas en el apartamento donde residía en Bruselas, ubicado en la rue Van AA número 94, y que también sufrió síntomas de intoxicación la señora Miriam Pinedo viuda Morales, quien residía en el mismo apartamento. Los dos cuerpos fueron encontrados desnudos, agrega.
En principio hubo problemas para identificar el cadáver del dirigente del MPD, dado el hecho de que éste z utilizaba varios nombres para moverse por Europa. En su pasaporte figuraba con el de “José Antonio García Duvergé”. La identificación fue finalmente hecha por su madre, Mariana Horacio, y sus hermanos Maritza Horacio de Martínez y Víctor Horacio. Algunas señas que él tenía, entre ellas su dentadura y una profunda cicatriz en la frente como consecuencia de un machetazo que recibió de un alcalde en un intento de guerrilla, permitieron establecer que se trataba de Maximiliano Gómez.
Desde que se habló de su muerte, el entonces cónsul dominicano en Amberes, Bélgica, Francisco José Neris Abreu, comenzó a remitir comunicaciones al Presidente Joaquín Balaguer y a la Cancillería ofreciendo detalles del caso. Su más extenso informe contiene ocho páginas de texto y 16 de fotocopias. Los datos del cónsul están basados en la investigación realizada por el comisario Van Herck.
Finalmente el primero de junio de 1971 el cadáver de Gómez fue trasladado a la República Dominicana, a donde llegó el día siguiente.
De inmediato, el MPD atribuyó los hechos a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, que libraba una política de exterminio contra los grupos de izquierda de América Latina.
http://almomento.net/reportaje-2-la-version-real-y-menos-divulgada-sobre-el-crimen-de-maximiliano-gomez-el-moreno/210003/
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