SAN CRISTÓBAL DE LA LAGUNA. La ciudad más histórica de las Canarias.
POSTED ON BY JORDI
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Aunque se sabe de la existencia de distintas poblaciones guanches (es decir, autóctonas de las islas) desde hace más de 2000 años, la ciudad que podemos visitar en la actualidad fue fundada por los españoles a finales del siglo XV. Fue alzada al lado de una laguna, conocida como Laguna de Aguere, que debió se dinamitada y secada para dar lugAquí se alzaron, por lo tanto, varios palacetes e iglesias que representaban lo más importante del poder civil y religioso de aquellos años. En el centro de la plaza se dispone una fuente de mármol que dicen que tiene un peso de unas 30 toneladas.
La plazoleta es un buen lugar para descansar si hace ya un rato que paseáis por La Laguna, pero si vuestra visita empieza por allí merece la pena echar un vistazo a algunos de los edificios que la rodean, como la pequeña ermita de San Miguel o la casa natal del Padre Anchieta, que ha pasado a la historia como el fundador de Sao Paulo.
Otro lugar de interés en La Laguna es la Iglesia Convento de Santa Catalina de Siena, que se alzó sobre el solar que había ocupado la residencia del Adelantado.
El edificio religioso más importante que hay que ver en La Laguna es, sin embargo, su catedral. Desde luego, no resiste comparación con ninguna de las grandes catedrales góticas del sur de Europa y, en realidad, el edificio actual no tiene más de dos siglos de antigüedad como catedral, aunque fuera alzado a partir del siglo XVI. Sin embargo, este templo, neoclásico por fuera y neogótico en su interior, bien merece ser visitado.
No es este el único templo que hay que ver en La Laguna. Mucho más pequeña, la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, reedificada durante el último tercio del siglo XX, conserva un bonito artesonado mudéjar y una brillante pila bautismal. Desde luego, lo que más nos llama la atención en esta iglesia es, sin embargo, su maravilloso campanario que se alza hasta casi los treinta metros del suelo.
Partiendo de la Plaza del Adelantado nos podemos adentrar en el centro histórico y peatonal de San Cristobal. Alguna de las más bellas calles que hay que ver en la Laguna son la Calle Herradores o la Calle La Carrera. En estas vías encontramos distintos palacetes y casonas de una sola altura, con grandes portalones y amplios patios, que nos remontan a los primeros siglos desde la fundación de San Cristóbal de La Laguna. Los distintos palacetes suelen estar pintados de vivos colores y a menudo disponen de blasones en sus fachadas, que nos indican la importancia del linaje que allí residía. En otras ocasiones, son sus fenomenales portaladas las que nos ponen sobre la pista de quien ocupaba la casona.
Una de los más bellos palacetes es el de la Casa Alvarado Bracamonte o de los Capitanes, edificada por Diego Alvarado – Bracamonte, Capitán General de Tenerife entre los años 1624 y 1631. Pintada de amarillo, su bella portalada nos indica la importancia de la edificación. Forma parte del inventario del bien cultural y alberga las dependencias municipales de Patrimonio Histórico del ayuntamiento de San Cristóbal y de la Oficina de Turismo. Echadle un vistazo, porque su patio balconado merece pena. No menos imponente resultan la Casa del Corregidor, pintada esta de azul, o la Casa de la Alhondiga.
Otra calle peatonal repleta de bonitas casonas es la Calle de San Agustín. En este caso, los palacetes suelen ser de dos pisos y, en algunas ocasiones, rematados por balconadas típicas canarias. En esta vía se ubica la Casa Salazar, de estilo barroco, bastante posterior a las casonas que hemos comentado hasta ahora y que luce una riquísima fachada. Su patio es uno de los más bellos de la Laguna. Si podéis entrar, hacedlo. Y si no, echadle un vistazo desde la verja de entrada, donde podréis observar la fuente que lo domina.
Casi al lado se localiza la Casa Lercado, sede del Museo de Historia y de Antropología. Este palacete fue alzado durante el siglo XVI por parte de los Lercado, una familia de comerciantes de origen genovés llegados desde su patria.
Echadle un vistazo ni que sea a su bello patio renacentista canario, con las balconadas de madera sobre columnas. Todo perfectamente restaurado, una maravilla. Como os digo, más allá de los monumentos que hay que ver en La Laguna, San Cristóbal es una población para ir descubriendo sorbito a sorbito, sin prisas, paseando por sus agradables calles peatonales y deteniéndose cada vez que uno sienta la necesidad de admirar un pequeño patio, un bello portal o un delicado balcón canario.
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ar al consiguiente crecimiento de la nueva urbe.
San Crístóbal de la Laguna se fundó en 1996 y enseguida se convirtió en la más importante de las poblaciones del archipiélago, creciendo paulatinamente durante los primeros años de su existencia. Para ello siguió el modelo ortogonal que sería exportado a gran parte de poblaciones del Nuevo Mundo.
Este urbanismo de tipo colonial, perfectamente conservada, le valió ser incluida dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1999. Hoy se ha convertido en uno de los grandes atractivos de las Canarias, en uno de aquellos lugares que hay que ver en Tenerife de forma indiscutible si se visita el archipiélago.
QUE VER EN SAN CRISTÓBAL DE LA LAGUNA
La Laguna es una ciudad para visitar sin prisas y sin ansias por buscar grandes monumentos. Se trata de una ciudad de agradables paseos, a escala humana y en buena parte peatonal.
La Plaza del Adelantado es algo así como el epicentro de la población y la más bella de las plazas que hay que ver en La Laguna. Se trata de un espacio de planta algo trapezoidal, profundamente arbolado y que suponía el centro geográfico de la ciudad durante los primeros años de colonización española.
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