Prehistoria Americana
Los estudios de Prehistoria Americana y el origen del hombre se remonta a consideraciones desde finales del siglo XVI, Fue el padre jesuita José de Acosta, oriundo de Medina del Campo, España (1540-1600) quien en su obra “Historia Natural y moral de las Indias”, publicada en Sevilla en 1590 expresa ideas sobre el origen de los americanos.
“… y pues por una parte, sabemos de cierto que ha muchos siglos que hay hombres en estas partes, y por otra no podemos negar lo que la Divina Escritura claramente enseña, de haber procedido todos los hombres de un primer hombre, quedamos, sin duda, obligados a confesar que pasaron acá los hombres de allá, de Europa o de Asia o de África, pero el cómo y por qué camino vinieron todavía lo inquirimos y deseamos saber.”
Prehistoria Americana.
El poblamiento de América aun hoy se enriquece con las teorías esgrimidas desde 1925 por Méndez Correa quien en sus análisis de craneología encuentra rasgos australoides y melanesio, lo que indicaba un poblamiento por la parte sur del Continente. Teoría que se ha venido fortaleciendo desde los viajes por el atlántico y pacifico que realizo Thor Heyerdahi.
Los restos paleo antropológicos del sur de la Patagonia anuncian claramente un origen melanesio más antiguo incluso a la ocupación mongoloide; esto nos lleva a consideraciones diversas, Paul Rivet es el creador de la hipótesis el origen múltiple del Poblamiento de América; es decir, concluyo que existen elementos Australianos, Malayo-polinesicos, Asiáticos y Uralios. Todo ello sustentado en una interesante teoría con base en pruebas etnográficas y, filológicas. Esto último a través de un análisis de las lenguas americanas.
Sin embargo el poblamiento mongololoide desde Siberia por el Estrecho de Bering esta apuntalado con restos arqueológicos y etnográficos que denuncian una cultura nómada con estimaciones entre 50 000 y 30 000 mil años para poblamiento de Alaska y Canadá; Norteamérica y el Norte de México 27 000 mil años, Venezuela hasta 22 000, Perú 18 000 y la Patagonia con elementos diagnósticos desde 10 000 mil años.
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