Segunda Parte
Parte de la Historia del Periodismo en la República Dominicana, en la primera mitad del siglo XX.
Al iniciarse el siglo XX, la prensa estaba amordazada. Pero en 1905, siendo Presidente de la República Carlos Morales Languasco, se derogó la Ley mordaza de Ulises Heureaux. Fue una decisión heroica por cuanto el periodismo conoció privilegios de que no había gozado antes.
En 1908, se llevó a directamente a la constitución un artículo que consagraba taxativamente, la libertad de prensa. Entonces la prensa se hizo lenguaraz, y, por momentos, hasta soez, por lo cual en 1929, y siendo presidente el general Horacio Vásquez, a quien se la había indilgado toda clase improperios, se llevó al Congreso un proyecto relacionado de Ley. La prensa liberal levantó entonces un clamor de protestas y la Lay se engavetó.
Empero, duró muy poco la euforia de libertades. En 1930 se inició el régimen del General Rafael Leónides Trujillo Molina, el más férreo y despótico conocido, y durante tres décadas los periódicos fueron serviles portavoces de falacias destinas a exaltar el régimen. En la actualidad hay libertad de prensa y de pensamiento, a pasar que en algunos casos se ha querido coartar el libre ejercicio de la prensa, no obstante esta se ha mantenido y a doblegado a los que han querido coartarla se ha la fuerte opinión pública de que hoy hay en el país a frenado de plano esas pretensiones de aquellos que nos se resisten a la criticas y a la denuncias de los hechos que comenten los servidores públicos.
En el 1900 fue fundado el periódico Nuevas Páginas y en el 1901, el periódico Páginas, y la Revista El Álbum, en Santiago de los Caballeros, dirigida por Armando Franco Bidó, perteneciente a esa familia de periodista santiaguenses que tanto se distinguió en estos menesteres; revista que tuvo una vida de siete años (hasta 1907). La Revista Literaria, fundada por Enrique Deschamps, aunque tuvo un solo año de vida, dio diversos frutos; también se publicaron en ese año, El Normalismo (1901-02), y La Época, de Santiago, tuvo formato moderno, aunque de escasas páginas, lo mismo que El Iris, de la misma ciudad (1902-03)
En 1903 salieron La Época (1903-05) y la Revista Cuna de América, dirigida por Miguel Ángel Garrido, en plena revolución contra el gobierno de Horacio Vásquez, circunstancia por la cual había serias censuras para la prensa, las cuales fueron violadas por Garrido cuando,. Aplastaba la revolución, murió su jefe, Sebastián Emilio Valverde, y uno de sus partidarios Manuel Omendi, fue ejecutado sumariamente. Con ese motivo, Garrido se atrevió a insertar en su periódico una nota cronológica, conmovedora y en estilo noble, que no concitó persecución contra él.
En 1904 se publicó, por primera vez, el Boletín de Educación Pública y se voto una Ley por medio de la cual quedaban libres de franqueo interior todas las revistas de interés general que se publicaran en la República (la Ley de franquicia postal, que se ha hecho extensiva a entidades científicas y culturales)
En 1905 se publicaron los periódicos El Dique, La Campaña y El Pensamiento, de Santiago de los Caballeros. En 1907 se publicó el periódico Mefistóles (1907-12), dirigido por Luís Eduardo Betances, periódico humorístico que siguió la misma línea de El Cójando (1904) de Francisco Sanabia, que trajo como gracia principal secciones de duras críticas a personas distinguidas y chisme libelosos en contra de las familias de la ciudad. Ulteriormente, el periódico pasó a las manos de Oscar Delanoy, periodista combativo que había sufrido persecuciones políticas; la actitud de su periódico cuadraba muy mal a la tiranía Trujillo y un día sus áulicos llevaron a Delanoy a las afuera de la cuidad dándole una golpiza a garrotazos de la que por poco no murió. Delanoy, valientemente, mantuvo al margen del régimen, cosa que era considerada pecado en aquella dura opresión. Después Francisco Sababia publicó un diario que llamó Nuevo Diario, matutino como el Listín.
En 1908 se publico El Dominicano, que dirigió José Ramón López y La Revista Geográfica Blanco y Negro (1908-1913) que volvió a publicarse después de haberse clausurado en 1925, durando entonces poco menos de un año. En 1909 se imprimieron Orisis (1909-1911) Cupido, en Santiago de los Caballeros y El Tiempo (1900-1911)
En 1909 fue un año pródigo en publicaciones; libros de poesía, ensayos y narraciones, en periódicos y revistas. Entre los periódicos vieron a la luz pública; El Ateneo, órgano del Ateneo Dominicano, primer centro cultural de Santo Domingo, en aquella época y fecundo crisol de intelectuales; revista que dirigió el Maestro Federico Henríquez y Carvajal; La Voz del Pueblo (1910-1912) que se veía a la luz en Monte Cristi; Patria (1910-1911) en La Vega, fundado por Federico García Godoy, donde dio cabida a sus artículos valientes y doctrinales; La Revista Escolar (1910-1912) y en Santiago de los Caballeros, Minerva, órgano de la Asociación de Alumnos y Antiguos Alumnos de la Escuela Normal
En 1911 salió la revista La Cuna de América, en su tercera época; en Santiago de los Caballeros, las revistas Amantes de la Cultura y Pluma y Espada, dirigida también por José Ramón López y que volvió a publicarse en 1921 a 1922; en La Vega, se publicó el Progreso (1910-1912); Santiago de los Caballeros, Amantes de la Luz, órgano de esa prestigiosa y centenaria sociedad; El Estudio (1911-1913) dirigido por el orador eminente hombre público Luís Conrado del Castillo y El Nacional, que dirigió de nuevo José Ramón López,.
En 1912 se publicó la Revista de Educación, que tuvo tres épocas (1912-1916, 1919-1921, y de 1929 en adelante) y en 1913, Valverde (Mao) salieron La Pluma y Universal; en 1914 El Progreso (1914-1915) y La revista Quisqueya. En 1915, además del Ideal, revista de La Vega, y Renacimiento, de Santo Domingo (1915-1920) aparece uno de los grandes diarios que empezara a competir con el diarismo con el Listín Diario; La Información de Santiago de los Caballeros, que dirigió un hombre de recia personalidad dentro del periodismo; Rafael Vidal. Este diario sigue publicándose aún, rindiendo su labor de primera línea ahora.
En 1916 se publicaron El Heraldo Dominicano, Ecos del Valle, muy ligado a la vida social de Bani, Alpha, en San Francisco de Macorís y Mundo Antillano, en Santiago de los Caballeros. En 1917 las revistas Letras y Primada de América, y el periódico Mercurio. En 1918, La Semana (1918-1919) en Santiago de los Caballeros.
1919 es el año de las revistas; Arpas, Cosmopolita, y Pensativa, de San Pedro de Macorís esta última. Cosmopolita fue fundada y dirigida por Bienvenido Gimbernard (1890-1970), de quien dice Max Henríquez Ureña “periodista incisivo, de agudo ingenio y honda sinceridad. Es, además caricaturista intencionado” Gimbernard se distinguió como caricaturista que tendía poco a lo grotesco. Su revista se imprimía con gran pulcritud, cuidándose, sobre todo, de la limpidez de los grabados. Durante mucho tiempo estuvo saliendo esporádicamente y sólo dejó de ver la luz pública con la muerte de su fundador.
En 1920, Tamboril tuvo un periódico, Omega (1919-1921) y en la capital, L… (1920.1921) así titulado una letra y puntos suspensivos.
En 1921 salieron los periódicos Patria y Pluma y Espada, en su segunda época. En San Juan de la Maguana, E.O. Garrido Puello publicó El Cable, que vio la luz pública el 5 de febrero de 1921, y fue un periódico combativo, de maravilloso historial, que luchó en contra de la ocupación norteamericana. Dirigido por admirable ciudadano, El Cable rindió una labor realmente encomiable.
Ante existieron, en aquella población, Eco del Santomé y El Correo del Sur, que fue el primero con otro nombre, lo que obedeció al deseo de “liberar el periódico de la limitaciones locales, dándole amplitud regional”, según Garrido Puello, quien agregó que el Sr. Eduardo Romero Matos dirigió ambos periódicos.
En el año 1922 fue otro de gran actividad cultural en el país ( fue el año de los Juegos Florales Hispano-Dominicano, cuyo resultados se publicaron en un álbum) En ese año se publicaron las revistas Claridad (1922-1923), Sangre Nueva (1922-1923) en La Vega; La Opinión y el periódico El Siglo (1922-1927)
La Opinión fue una revista gráfica, social e informativa, que dirigió el periodista Abelardo René Nanita. Esta revista tuvo vida efímera como tal, pero en 1927 se convirtió en periódico y pasa a ser propiedad de un francés nacionalizado dominicano, René Leparvanche. Se convirtió en un diario vespertino de formato modero, que compartía con el Listín Diario la labor informativa de primera línea. A su sombra se formaron muchos buenos periodistas, entre otros Francisco Prats Ramírez, verdadero panfletista, de recia personalidad, a quien se deben los formidables folletos Bajo la fuerza Yanqui y Por Mi Patria; Ramón Marrero Aristy, José Ángel Saviñón y otros.
Bajo el régimen de Trujillo, La Opinión adoptó una línea más o menos discreta bajo la dirección de Ramón Stella; pero cuando se permitió alguna crítica al régimen firmó su sentencia de muerte. Fue ahogado económicamente y desapareció en la década del 40
En 1923 aparecieron la revista Panfilia y el periódico Anarkos, de Santiago de los Caballeros. En 1925 el mensuario X (equis); en 1926 la revista Cromos (1926-1928) y el periódico La Voz. En 1928 El Mundo y en 1929, El Ateneo Sanjuanero, vocero cultural de la ciudad de San Juan de la Maguana y El Día Estético, pequeña revista de Domingo Moreno Jiménez, y quien fue el vocero del Postumismo, Moreno publicó su revista en varias poblaciones y su aparición era muy esporádica
En el 1930 se publico la revista Bahoruco (1930-1936), un verdadero bastión de cultura y dignidad, dirigida por un exiliado venezolano que formó familia en nuestro país, Horacio Blanco Fombona. Bahoruco fue la revista que les dio cabida en sus páginas a los jóvenes poetas vanguardistas con gran escándalo de los tradicionalistas sempiternos. Otro periódico literario de primera calidad en lo selecto de su material fue Analectas (1933-1935) que dirigió Enrique Apolinar Henríquez, gran batallador y escritor de dilatada elegancia.
En el 1933 se publico la revista Clío, órgano de la Academia Dominicana de la Historia, que dirigió, hasta edad nonagenaria, don Federico Henríquez y Carvajal.
En 1934 apareció la revista Alma Dominicana (1934-1935), Hélices (1934-1935) en Santiago; y en 1936, Renovación, en La Vega; Recta, en San Pedro de Macorís y La República, valiente periódico de defensa a la causa republicana, durante la guerra civil española, dirigido por José Ángel Saviñón, cuyos editoriales desafiaban la tiranía imperante en el país
N 1937 apareció La Cueva, órgano de la agrupación orientaba Enrique Henríquez, Juan Bosch, José Ángel Saviñón, José Rijo, Luís Heriberto Valdez, Pedro René Contín Aybar y otros. También se publicaron en ese año; Antillas, Anales de la Universidad de Santo Domingo y la revista El Caribe.
En 1939 se publicaron en Santiago, el periódico así llamado- Santiago- y en 1940, con formato nuevo e impreso en rotativa ultramoderna, el diario La Nación, vocero del régimen imperante, que dirigiera sucesivamente; Rafael Sánchez Luitrino, Rafael Vidal, Francisco Prats Ramírez y Manuel Amiama. El último en usufructuar su propiedad fue Ramón Marrero Aristy, a la muerte de Trujillo el diario desapareció y en su talleres se editó el periódico El Tiempo, desde el 4 de septiembre de 1967.
En 1941 se publicó la revista Ozama, dirigida por el exiliado hispano Baltasar Miró; en 1942, Atalaya (1942-1943) y en 1943, La Poesía Sorprendida y Cuaderno Dominicano de Cultura, revistas desempeñando un gran papel en la representación del movimiento cultural del país
Otros periódicos que queremos destacar antes de poner fin a este articulo son: El Caribe, fundado el 14 de abril de 1948; La Tribuna, diario meridiano dirigido por César Tirado; El Índice, periódico eventual de información y pequeño formato; Ultima Hora, dependiente del Listín Diario; Humor y Comercio, periódico cultural petromacorisano, que fundó y dirigió Homero Curiel; la revista Renovación, del valiente periodista luchador Julio Cesar Martínez, la revista Ahora, de Rafael Molina Morillo, fundada el 15 de enero de 1961 y de la que depende la revista Eva, de asuntos femeninos; el Periódico El Nacional de Ahora, dirigido por el poeta y periodista Freddy Gastón Arce y la revista Babeque, de Ramón Marrero Aristy, de la cual se publicaron seis (6) números.
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