domingo, 19 de agosto de 2018

5 reinas rusas del cine mudo que te dejarán sin palabras

Una actriz que fue agente doble durante la época nazi, la mejor pagada de Hollywood y otra que, según los rumores, había sido encarcelada. Te presentamos a las heroínas del cine mudo en Rusia.
Estas divas no podían poner voz a sus emociones, así que lo único que les quedaba era confiar en su aspecto, la mímica, sus movimientos y su plasticidad. Te acercamos a estas estrellas rusas del cine mudo que dejaron con la boca abierta al público, desde San Petersburgo hasta San Francisco.

1. Vera Jolódnaia (1893-1919)


Su popularidad batió todos los récords de la época. Durante una una gira por Yekaterinoslavl (actualmente Dnipro, Ucrania) una multitud de fans llevó, con sus propias manos, el coche en el que iba la actriz.
Jolódnaia se hizo famosa después de aparecer en La llama del cielo y La canción del amor triunfante. Fue entonces cuando se ganó el apodo de “reina del cine”.

En 1919 Vera falleció en Odessa mientras rodaba una película. Solo tenía 25 años. Circulan dos versiones acerca de su misteriosa muerte. La primera es que sucumbió a la gripe española. La segunda, no oficial, apunta a que fue envenenada por las fuerzas de seguridad del general blanco, Antón Denikin, debido a sus posiciones a favor de los soviéticos.

La enterraron en el Primer Cementerio Cristiano de Odessa, pero en 1933 lo arrasaron y el cuerpo de la gran actriz desapareció sin dejar rastro.

2. Alla Nazímova (1879-1945)


La actriz más excéntrica del periodo mudo del cine ruso se convirtió en una de las actrices mejor pagadas de Hollywood en su época.

En 1904 la compañía teatral para la que trabajaba Alla Nazímova se fue de gira a Europa y, posteriormente, a EE UU.

Se hizo muy popular después de protagonizar un exitoso musical de Broadway llamado La novia de la guerra. En 1916 el productor Lewis Selznick decidió hacer una película basada en ese espectáculo y Nazímova fue la elegida para el papel principal. La película fue un gran éxito y la actriz firmó con el estudio un contrato de 13.000 dólares a la semana. Incluso Mary Pickford cobraba menos en ese momento.

3. Galina Krávchenko (1905-1996)


Krávchenko se vio forzada a poner en suspenso su carrera de actriz durante décadas, porque estaba vinculada con un político soviético que había caído en desgracia. Aunque después de su debut en 1924 -en la película de ciencia ficción titulada Aelita- se había hecho muy popular. Las ciudades soviéticas estaban cubiertas con carteles en los que aparecía y en los quioscos se vendían postales con fotos suyas.

En 1933 la arrestaron por estar casada con el hijo mayor del político soviético Lev Kámeniev. La carrera cinematográfica de Krávchenko se detuvo cuando los Kámeniev sufrieron la represión de Stalin. Posteriormente volvió a actuar. Interpretó papeles de mujeres mayores.

4. Olga Chéjova (1897–1980)


En 1920 emigró a Alemania, donde hizo una brillante carrera como actriz de cine. Hitler era uno de sus mayores fans, y tenía estrechas relaciones con muchos otros altos cargos del régimen nazi. Llegó a ser galardonada con el título de Artista Estatal del Tercer Reich.
Olga Сhéjova y Johannes Riemann en 'Liebe auf Befehl' ('Amor al comando')
Sin embargo, eso no evitó que fuera perseguida por los oficiales nazis. Heinrich Himmler trató de acusarla de ser una espía soviética. Sin embargo, cuando Himmler se puso al frente del escuadrón policial enviado a arrestar a Chéjova en su apartamento, la encontró bebiendo té con el mismísimo Hitler. Con el rabo entre las piernas, Himmler no pudo hacer otra cosa que disculparse y salir de allí.

Olga Chéjova también evitó ser arrestada por las autoridades soviéticas. En 1945 la llevaron en avión a Moscú, donde fue interrogada. Poco después le permitieron regresar a Berlín. Según una teoría, Chéjova fue un agente doble.

5. Vera Karalli (1889-1972)


Antes de convertirse en una estrella del cine, Vera Karalli fue una exitosa bailarina de ballet. Solista del Teatro Bolshói desde 1906, Vera formó parte de los Ballets Rusos organizados por el mítico Serguéi Diáguilev.

En 1914, Karalli debutó en la película Ti pomnishli? (¿Te acuerdas?) lo que hizo que se convirtiera en una de las estrellas de cine más brillantes de la era del cine mudo ruso.
Después de la Revolución de 1917, Vera Karalli abandonó Rusia. Trabajó en Lituania, Rumania, Francia y Austria, para acabar instalándose en Viena, donde dio clases de ballet.
Vera Karalli y Vitold Polonski
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