Trazos de Arquitectura española en la Edad Media Remedios García Rodríguez
16/10/2004
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A finales del siglo XIV, y durante el XV se va a producir una traslación del centro de gravedad de la cultura gótica, desde la isla de Francia, hacia el norte, más concretamente hasta el rico territorio de Flandes, cuya preponderancia sube con el poder político de la Casa Ducal de Borgoña.
La guerra de los Cien Años con sus luchas brutales y devastadoras había cortado alas a la expansión cultural de Francia. Su prestigio declinaba y su ocaso se dejaba sentir en toda Europa y en España. El gótico francés iba tomando en España castizas apariencias. El arte mudéjar era el que llevaba la delantera en las regiones más islamizadas, y en aquellas de cristianos viejos la arquitectura repetía modelos incluso retrayéndola a modelos arcaicos y tanto en la Andalucía Califal como en la Castilla Monástica se mezclaban unos y otros componentes.
Poco después, se impuso en Europa la hegemonía de la Casa de Borgoña que marcó el ritmo de la vida en la última parte de la Edad Media. En ella parece codificarse el alambicado ritual caballeresco del siglo XV. España, muy pronto se vería ligada a la deslumbrante esfera de la casa de Borgoña. Los contactos fueron de índole comercial y por esta vía llegaron también las naves de la cultura. En el reinado de Juana II (Nápoles, 1373-1435) Reina de Nápoles entre 1414 y 1435, hija de Carlos III de Nápoles y sucesora de su hermano Ladislao, vinieron a la península las embajadas de Felipe el Bueno, en busca de esposa, a Cataluña primero y a Portugal después. En el séquito de este viaje figuraba Van Eyck, (Maaseyck, actual Bélgica, h. 1390-Brujas h. 1441), el pintor, sin duda, más conocido entre los nombres de los pintores primitivos flamencos.
En el Reinado de los Reyes Católicos son frecuentes las relaciones entre Borgoña y Castilla que culminan con el matrimonio de doña Juana la Loca con Felipe el Hermoso.
Durante el siglo XV, los estados del Duque de Borgoña vieron florecer un renacimiento que si bien no tiene el glorioso desarrollo plástico-literario del italiano, presenta con él algunos rasgos comunes y deja traslucir un cambio de mentalidad, fácilmente visible en las artes. La civilización va adquiriendo un carácter más laico, los escritores comienzan a preferir las lenguas romances, la arquitectura va adquiriendo un carácter más civil, y las artes se van independizando unas de otras. La pintura y la escultura se van liberando del yugo de la arquitectura. Nacen los mecenazgos, signo evidente del Renacimiento. Pero el mecenas no se conforma con que su prodigalidad quede en el anonimato y como pedestal de sí mismo, ensalza el nombre del artista que lo glorifica. Estos comienzan a ser conocidos y la historia que hasta ahora venía ocultándonos sus nombres comienza a perpetuar a las de figuras humanas concretas y precisas. En España, en el área de la arquitectura, comienzan a surgir nombres de figuras que animan y vivifican con su carácter protagonistas la trama de la historia del arte. Los Colonias, los Egas, los Guas, los Hontañón, los Riaños, los Álavas y tantos otros que emergen en nuestra arquitectura con una personalidad destacada que sirven de tránsito del Gótico al Renacimiento.
A este estilo se ha dado en llamar Isabelino o Reyes Católicos en España. Sin embargo, casi todos los edificios son de construcción posterior a su reinado. Se introduce la heráldica, y demás elementos decorativos como las semiesferas o las conchas. Los edificios, que suelen ser monasterios y hospitales de dominicos, franciscanos y jerónimos, presentan características similares, tales como iglesia de cajón, sin capilla o entre contrafuertes, de una sola nave, con coro alto a los pies, presbiterio elevado en varias gradas, tipología cuadrangular, completadas con retablos y sepulcros, y muros iguales a las fachadas. Para hacerlo más fácil de entender, analicemos este estilo en algunas obras representativas.
La Cartuja de Miraflores de Burgos
Perteneciente a los cartujos, orden fundada por el rey castellano Juan II e Isabel de Portugal, anteriormente era un coto de caza. El pabellón se readaptó, pero al incendiarse el año de la muerte del Rey, 1454, se construyó otro. Fue Juan de Colonia quien lo inició bajo el mecenazgo de Isabel la Católica. En 1488 se cierran las bóvedas. Su hijo Simón de Colonia continuó la obra
Presenta un exterior austero y sin decoración, arcos ojivales abocinados con arco conopial y pináculos colgantes. Las enjutas del arco con leones rampantes y escudos. Fachada retranqueada. En el frontón, los reyes Católicos. En el tímpano, una piedad.
En el interior presenta refectorio, sala capitular, cocina y claustro principal con 24 celdas. La decoración, austera, es de Gil de Siloé. La iglesia es de gran sencillez, tiene una sola nave y un ábside heptagonal a todo el ancho. Las bóvedas son de crucería estrellada y descansan sobre repisas enmascaradas, por desgracia, por un entablamento clásico que desdice del lugar. En la capilla mayor lucen las dos maravillas de Gil de Siloé, que son el sepulcro de de D. Juan II y doña IsabeL de Portugal con gran detallismo de brocados y el grandioso retablo de esquema geométrico sencillo, con un gran círculo central fastuosamente decorado.
También cabe destacar el retablo de madera policromada realizado por Gil de Siloé entre 1486 y 1499, es sin duda la obra maestra de este escultor, que sorprende por la riqueza ornamental que tiene y, sobre todo, por la complejidad de formas y símbolos que la componen. En su estructura general se aparta de los modelos ortogonales habituales en los que el sentido narrativo lleva un orden secuencial establecido en torno al registro de la calle central. En este, aunque también se inscribe en un gran rectángulo, la disposición de los motivos en enmarques circulares alcanza una singular originalidad.
El tema central es una Piedad en donde la figura de Cristo crucificado se inscribe en un gran círculo (alusión a la Eucaristía) y a los pies de la cruz las figuras verticales de la Virgen y San Juan; en el interior de este círculo otros cuatro más pequeños representan escenas de la Pasión, y en el exterior, también inscritos en círculos, los evangelistas. El resto de las figuras no respetan una proporción uniforme, sino que varían de tamaño en función de su emplazamiento e importancia. En la parte inferior se representa la Anunciación y el Nacimiento, también en círculos, y en los laterales se encuentran las estatuas orantes y los escudos de armas de los reyes enterrados en la capilla, Juan II de Castilla y su esposa Isabel de Portugal.
San Juan de los Reyes de Toledo
Templo votivo erigido como agradecimiento por haber ganado la guerra de Toro (1476). No se conoce exactamente si las primeras trazas de San Juan de los Reyes son de Guas y si el dibujo del Museo del Prado, que sí ciertamente se tiene por suyo, data en realidad de 1478, pero se sabe que en 1490 se hallaba bastante adelantada la construcción. En 1494 se contrató con Guas la terminación de la obra, pero murió al siguiente año y otros tuvieron que finalizarla, aunque todo parece salir del golpe de una mano y esa mano es la suya. El dibujo o la traza que se conserva en el Museo del Prado, presenta un mayor flamigerismo que la obra realizada y mayor apego a las obras flamencas. No se encuentran los inventados y extraños capiteles, ni las repisas de mocárabes, ni tantas otras que son características de la fase más personal y mudejarista del maestro.
La Iglesia presenta planta de cajón, de nave única y capillas-hornacinas entre contrafuertes. Presbiterio ochavado, con cimborrio sobre trompas, el coro a los pies, en alto. La decoración es preciosista. En el crucero, observamos el águila, representación de San Juan.
El claustro de forma muy regular adosado a la Iglesia. La galería inferior con bóveda estrellada y la superior con tracería y techumbre mudéjar con arcos conopiales. Arcos ciegos con escudos y heráldica de forma repetitiva, tales como las iniciales de Isabel y Fernando. El friso posee inscripción gótica. De la fachada cuelgan cadenas. La leyenda alude a cautivos cristianos de Málaga, Granada y Ronda.
Convento de San Pablo de Valladolid
Aparece documentado por Simón de Colonia, 1505. La fachada, una principal y dos laterales, oculta un interior con el que no existe correspondencia La fachada principal del Convento que acaba en un gran frontón triangular sin relación con la cubierta del templo, se divide en dos partes, debidas a dos épocas, dos conceptos y dos manos distintas. La parte inferior con más densidad de decoración, presenta una arco carpanel que resguarda la fachada conopial con agujas, escudos sobresalidos de una red de estrellas (paño sebkas). La superior, más ordenada y limpia, posiblemente posterior, dividida en cinco calles, ornamentada con figuras religiosas, leones rampantes y heráldica con crestería gótica.
Colegio de San Gregorio de Valladolid
La fachada del colegio de San Gregorio de Valladolid ,1487-1493, se asemeja en esquema, a la parte baja del Colegio de San Pablo de esta misma ciudad, aunque de más calidad. Se atribuye a Gil de Siloé. Domina la composición un arco carpanel, y sobre él, amplios lienzos organizados en encasamentos. Los extremos se limitan por pilares que hacen el papel de las pulseras en un retablo. Se coronan estas fachadas, también como los retablos, por líneas horizontales o ligeramente escalonadas.
Merece destacarse por su originalidad, el patio porticado de este colegio de San Gregorio, con sus dos pisos de arquerías sobre columnas torsas.Delicado y purista dentro del último gótico. La galería inferior de arcos rebajados o carpanel y la galería superior de arcos que corresponden dos por cada uno del inferior, con columnas más altas de fuste heleicodal, antepecho de la galería, con motivos de rombos, arcos de medio punto con elementos que cuelgan en forma de cortina. La decoración de vegetación, pajarillos, niños desnudos (algo inusual en el gótico, no en el Renacimiento). En la reconstrucción que se realizó tras su derrumbamiento en 1490, se eliminó una crestería con las iniciales de los Reyes Católicos.
El Museo Nacional de Escultura se halla establecido desde 1933 en esta sede.
Capilla Real de Granada
Meses antes de la muerte de la reina Isabel, 1504, se ordena su construcción. Anexa a la mezquita Aljama, consagrada a los cristianos, donde más tarde se construye la catedral. Se atribuye a Enrique Egas, aunque no existen documentos como autor de las trazas, aunque sí como director de obras. Puede considerarse que transporta el gótico toledano. Se inauguró en 1521 con el traslado de los cuerpos de los Reyes Católicos desde el monasterio de San Francisco de la Alhambra.
Presenta un gótico austero con mezcla: jarrones, balaustrada, crestería gótica, arcos conopiales... Edificio de una sola nave con crucero y capillas-hornacinas entre contrafuertes. Hace pocos años Pedro Salmerón abrió los vanos cerrándolos con cristal. Está cubierta por una bóveda estrellada. Cuenta con un presbiterio elevado separado por rejas platerescas con escudos y emblemas monárquicos del maestro Bartolomé. El coro está elevado a los pies.
El túmulo funerario de los Reyes Católicos es de Dominco Facelli, artista genovés. En él se ven todos los argumentos figurativos, solidariamente articulados en la humanista concordantia oppositorum, muestran un interesantísimo discurso que pone una nota de esperanza a todo el conjunto sepulcral de los Reyes Católicos El de Felipe el Hermoso y Juana la Loca, pertenece a Bartolomé Ordóñez. En el remate angular de las esquinas del sepulcro, sin precedentes en la escultura funeraria italiana, está tratado mediante sátiros ayudados por putti portando las divisas e insignias reales: en la cabecera, el vellocino de oro, el pedernal y la cruz de San Andrés, relativos a la Orden del Toisón de Oro; las satiresas de los pies, el haz de flechas, el yugo y las coyundas, propios de los Reyes Católicos y la granada heráldica.
La portada lateral orientada al exterior, hoy se proyecta hacia la catedral. Inaugurada en 1527, por Jorge Fernández, ofrece un gótico tardío y florido, con un arco de medio punto con tracería, en ella está situada la Virgen con el Niño flanqueada por San Miguel y Santiago. Es la única fachada externa de la Capilla Real, mandó hacerla Carlos I en 1526, en el friso aparece su escudo.
Portada de la Iglesia del Sagrario de Málaga
También llamada portada del Perdón, es el único elemento gótico de la arquitectura malagueña. El proyecto se atribuye a Juan Egas. Se trata de un edificio independiente de la catedral, con orientación norte sur. Su construcción se le debe a Fray Bernardo Manrique de Lara. Sus comienzos fueron difíciles, hubo problemas con la expropiación del terreno por lo que se paralizaron las obras en 1525 construyéndose al fin, en el siglo XVIII. Labrado en piedra de mala calidad, presenta problemas en la conservación. La escalera de acceso fue derribada en 1862, para el paso de Isabel II, volviéndose a construir en los años 40 por Enrique Mencía. Presenta arco conopial con figura de Dios-Padre. También aparecen los cuatro padres de la Iglesia, los cuatro evangelistas, la Anunciación, San Agustín con la Maqueta de la Iglesia, y la figura de la Virgen no acabada. También se aprecia a un clérigo con ángel que bien pudiera ser el Cardenal Mendoza. Las dos figuras arrodilladas podrían representar a Pedro Toledo y al obispo.
Otros edificios propios de la época de la que tratamos son los hospitales, promocionados y construidos por parte de la monarquía para la atención de la gente que carecía de medios, al mismo tiempo mejoraban su imagen, para así consolidar el poder.
Se modifica el módulo arquitectónico, la estructura será ahora cruciforme, debido a la influencia italiana. Así son los hospitales del Santo Espíritu in Sassia, Roma, de Santa María Novella, en Florencia y el Hospital de Milán, proyectado por Filarette en la primera mitad del siglo XV, con doble estructura cruciforme y rectangular. Estas construcciones siguen el tratado de Hipócrates: aire, agua y luz, es decir, gran ventilación, los patios. La capilla se sitúa en la confluencia de las naves. La estructura de naves es similar a la de las iglesias con tribunas o como las catedrales góticas. Algunos ejemplos de estas construcciones son:
Hospital Real de Santiago de Compostela
Situado en la plaza del Obradoiro se designa su construcción en 1499 por los Reyes Católicos. Los autores de las trazas son Enrique y Antón Egas. Tuvo diversos canteros y maestros de obras. Enrique sólo estuvo tres veces para supervisar la marcha de la obra. En 1511 estaba acabado lo esencial: crujía delantera, capilla y crujía trasera. En 1513 se acabaron los patios y en los años veinte se terminaron los retablos.
Se considera que tiene falta de unidad estilística al presentar una planta de trazado renacentista y la decoración gótica. En 1518 se realiza la fachada por maestros franceses, con estilo más clásico.
Hospital de Santa Cruz de Toledo
Promovido por el Cardenal Pedro González de Mendoza, la obra es encargada en 1494 pero se comienza más tarde. Su finalidad es dar cobijo a niños expósitos, es decir abandonados. La traza corresponde a Enrique Egas. La estructura es cruciforme, con dos patios y bóveda de crucería en el crucero. Capilla al fondo de una nave. Las naves están cubiertas por armadura de madera, de estilo mudéjar. La nave inferior de tres paños con casetones, la superior, de par y nudillos.
La fachada es de Alonso de Covarrubias construida hacia los años 30 del siglo XVI. El estilo es de claro Renacimiento: balaustres, pilastras, sin elementos góticos. El edificio carece de unidad de estilo.
El patio y la escalera presentan arcos de medio punto con columnas muy estilizadas, escalera de triple arcada muy decorada. Cajón de escaleras con decoración de almohadillado, posee el escudo de Mendoza. Con clara presencia mudéjar en la repetición.
Hospital Real de Granada
Trazado cruciforme con cuatro patios. Fundado por los reyes Católicos por tres motivos: en gratitud por los favores recibidos de Dios, para atender a los pobres y como hospital de los Reyes. Se le atribuye a Enrique Egas, ya que existen documentos con nombres de canteros que casi siempre trabajaban con él. En el proyecto aparece una planta muy regular, con cuatro patios, capilla central y crujía de uso administrativo. Terminado presenta un patio, (el de la capilla) muy sobrio, con proporciones y friso góticos. El patio de los mármoles fue terminado después de la guerra civil. La fachada es manierista muy sobria, con tierra de Afacar, amplio zaguán de acceso con gran arco. Se cree que Diego de Siloé dirigió algunas obras.
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__________________________DATOS DE LA AUTORA:
Remedios García Rodríguez, Profesora de Educación, Licenciada por la Universidad Complutense de Madrid (1968), Licenciada en Psicología por la Universidad Pontificia de Salamanca (1969), Master en Psicología por la UNED de Madrid (2000). Inspectora de Educación en las Autonomías de Euskadi y Andalucía desde 1980. Redactora de Homines.com.
16/10/2004
A finales del siglo XIV, y durante el XV se va a producir una traslación del centro de gravedad de la cultura gótica, desde la isla de Francia, hacia el norte, más concretamente hasta el rico territorio de Flandes, cuya preponderancia sube con el poder político de la Casa Ducal de Borgoña.
La guerra de los Cien Años con sus luchas brutales y devastadoras había cortado alas a la expansión cultural de Francia. Su prestigio declinaba y su ocaso se dejaba sentir en toda Europa y en España. El gótico francés iba tomando en España castizas apariencias. El arte mudéjar era el que llevaba la delantera en las regiones más islamizadas, y en aquellas de cristianos viejos la arquitectura repetía modelos incluso retrayéndola a modelos arcaicos y tanto en la Andalucía Califal como en la Castilla Monástica se mezclaban unos y otros componentes.
Poco después, se impuso en Europa la hegemonía de la Casa de Borgoña que marcó el ritmo de la vida en la última parte de la Edad Media. En ella parece codificarse el alambicado ritual caballeresco del siglo XV. España, muy pronto se vería ligada a la deslumbrante esfera de la casa de Borgoña. Los contactos fueron de índole comercial y por esta vía llegaron también las naves de la cultura. En el reinado de Juana II (Nápoles, 1373-1435) Reina de Nápoles entre 1414 y 1435, hija de Carlos III de Nápoles y sucesora de su hermano Ladislao, vinieron a la península las embajadas de Felipe el Bueno, en busca de esposa, a Cataluña primero y a Portugal después. En el séquito de este viaje figuraba Van Eyck, (Maaseyck, actual Bélgica, h. 1390-Brujas h. 1441), el pintor, sin duda, más conocido entre los nombres de los pintores primitivos flamencos.
En el Reinado de los Reyes Católicos son frecuentes las relaciones entre Borgoña y Castilla que culminan con el matrimonio de doña Juana la Loca con Felipe el Hermoso.
Durante el siglo XV, los estados del Duque de Borgoña vieron florecer un renacimiento que si bien no tiene el glorioso desarrollo plástico-literario del italiano, presenta con él algunos rasgos comunes y deja traslucir un cambio de mentalidad, fácilmente visible en las artes. La civilización va adquiriendo un carácter más laico, los escritores comienzan a preferir las lenguas romances, la arquitectura va adquiriendo un carácter más civil, y las artes se van independizando unas de otras. La pintura y la escultura se van liberando del yugo de la arquitectura. Nacen los mecenazgos, signo evidente del Renacimiento. Pero el mecenas no se conforma con que su prodigalidad quede en el anonimato y como pedestal de sí mismo, ensalza el nombre del artista que lo glorifica. Estos comienzan a ser conocidos y la historia que hasta ahora venía ocultándonos sus nombres comienza a perpetuar a las de figuras humanas concretas y precisas. En España, en el área de la arquitectura, comienzan a surgir nombres de figuras que animan y vivifican con su carácter protagonistas la trama de la historia del arte. Los Colonias, los Egas, los Guas, los Hontañón, los Riaños, los Álavas y tantos otros que emergen en nuestra arquitectura con una personalidad destacada que sirven de tránsito del Gótico al Renacimiento.
A este estilo se ha dado en llamar Isabelino o Reyes Católicos en España. Sin embargo, casi todos los edificios son de construcción posterior a su reinado. Se introduce la heráldica, y demás elementos decorativos como las semiesferas o las conchas. Los edificios, que suelen ser monasterios y hospitales de dominicos, franciscanos y jerónimos, presentan características similares, tales como iglesia de cajón, sin capilla o entre contrafuertes, de una sola nave, con coro alto a los pies, presbiterio elevado en varias gradas, tipología cuadrangular, completadas con retablos y sepulcros, y muros iguales a las fachadas. Para hacerlo más fácil de entender, analicemos este estilo en algunas obras representativas.
Durante el siglo XV, los estados del Duque de Borgoña vieron florecer un renacimiento que si bien no tiene el glorioso desarrollo plástico-literario del italiano, presenta con él algunos rasgos comunes y deja traslucir un cambio de mentalidad, fácilmente visible en las artes. La civilización va adquiriendo un carácter más laico, los escritores comienzan a preferir las lenguas romances, la arquitectura va adquiriendo un carácter más civil, y las artes se van independizando unas de otras. La pintura y la escultura se van liberando del yugo de la arquitectura. Nacen los mecenazgos, signo evidente del Renacimiento. Pero el mecenas no se conforma con que su prodigalidad quede en el anonimato y como pedestal de sí mismo, ensalza el nombre del artista que lo glorifica. Estos comienzan a ser conocidos y la historia que hasta ahora venía ocultándonos sus nombres comienza a perpetuar a las de figuras humanas concretas y precisas. En España, en el área de la arquitectura, comienzan a surgir nombres de figuras que animan y vivifican con su carácter protagonistas la trama de la historia del arte. Los Colonias, los Egas, los Guas, los Hontañón, los Riaños, los Álavas y tantos otros que emergen en nuestra arquitectura con una personalidad destacada que sirven de tránsito del Gótico al Renacimiento.
A este estilo se ha dado en llamar Isabelino o Reyes Católicos en España. Sin embargo, casi todos los edificios son de construcción posterior a su reinado. Se introduce la heráldica, y demás elementos decorativos como las semiesferas o las conchas. Los edificios, que suelen ser monasterios y hospitales de dominicos, franciscanos y jerónimos, presentan características similares, tales como iglesia de cajón, sin capilla o entre contrafuertes, de una sola nave, con coro alto a los pies, presbiterio elevado en varias gradas, tipología cuadrangular, completadas con retablos y sepulcros, y muros iguales a las fachadas. Para hacerlo más fácil de entender, analicemos este estilo en algunas obras representativas.
La Cartuja de Miraflores de Burgos
Perteneciente a los cartujos, orden fundada por el rey castellano Juan II e Isabel de Portugal, anteriormente era un coto de caza. El pabellón se readaptó, pero al incendiarse el año de la muerte del Rey, 1454, se construyó otro. Fue Juan de Colonia quien lo inició bajo el mecenazgo de Isabel la Católica. En 1488 se cierran las bóvedas. Su hijo Simón de Colonia continuó la obra
Presenta un exterior austero y sin decoración, arcos ojivales abocinados con arco conopial y pináculos colgantes. Las enjutas del arco con leones rampantes y escudos. Fachada retranqueada. En el frontón, los reyes Católicos. En el tímpano, una piedad.
En el interior presenta refectorio, sala capitular, cocina y claustro principal con 24 celdas. La decoración, austera, es de Gil de Siloé. La iglesia es de gran sencillez, tiene una sola nave y un ábside heptagonal a todo el ancho. Las bóvedas son de crucería estrellada y descansan sobre repisas enmascaradas, por desgracia, por un entablamento clásico que desdice del lugar. En la capilla mayor lucen las dos maravillas de Gil de Siloé, que son el sepulcro de de D. Juan II y doña IsabeL de Portugal con gran detallismo de brocados y el grandioso retablo de esquema geométrico sencillo, con un gran círculo central fastuosamente decorado.
También cabe destacar el retablo de madera policromada realizado por Gil de Siloé entre 1486 y 1499, es sin duda la obra maestra de este escultor, que sorprende por la riqueza ornamental que tiene y, sobre todo, por la complejidad de formas y símbolos que la componen. En su estructura general se aparta de los modelos ortogonales habituales en los que el sentido narrativo lleva un orden secuencial establecido en torno al registro de la calle central. En este, aunque también se inscribe en un gran rectángulo, la disposición de los motivos en enmarques circulares alcanza una singular originalidad.
El tema central es una Piedad en donde la figura de Cristo crucificado se inscribe en un gran círculo (alusión a la Eucaristía) y a los pies de la cruz las figuras verticales de la Virgen y San Juan; en el interior de este círculo otros cuatro más pequeños representan escenas de la Pasión, y en el exterior, también inscritos en círculos, los evangelistas. El resto de las figuras no respetan una proporción uniforme, sino que varían de tamaño en función de su emplazamiento e importancia. En la parte inferior se representa la Anunciación y el Nacimiento, también en círculos, y en los laterales se encuentran las estatuas orantes y los escudos de armas de los reyes enterrados en la capilla, Juan II de Castilla y su esposa Isabel de Portugal.
Presenta un exterior austero y sin decoración, arcos ojivales abocinados con arco conopial y pináculos colgantes. Las enjutas del arco con leones rampantes y escudos. Fachada retranqueada. En el frontón, los reyes Católicos. En el tímpano, una piedad.
En el interior presenta refectorio, sala capitular, cocina y claustro principal con 24 celdas. La decoración, austera, es de Gil de Siloé. La iglesia es de gran sencillez, tiene una sola nave y un ábside heptagonal a todo el ancho. Las bóvedas son de crucería estrellada y descansan sobre repisas enmascaradas, por desgracia, por un entablamento clásico que desdice del lugar. En la capilla mayor lucen las dos maravillas de Gil de Siloé, que son el sepulcro de de D. Juan II y doña IsabeL de Portugal con gran detallismo de brocados y el grandioso retablo de esquema geométrico sencillo, con un gran círculo central fastuosamente decorado.
También cabe destacar el retablo de madera policromada realizado por Gil de Siloé entre 1486 y 1499, es sin duda la obra maestra de este escultor, que sorprende por la riqueza ornamental que tiene y, sobre todo, por la complejidad de formas y símbolos que la componen. En su estructura general se aparta de los modelos ortogonales habituales en los que el sentido narrativo lleva un orden secuencial establecido en torno al registro de la calle central. En este, aunque también se inscribe en un gran rectángulo, la disposición de los motivos en enmarques circulares alcanza una singular originalidad.
El tema central es una Piedad en donde la figura de Cristo crucificado se inscribe en un gran círculo (alusión a la Eucaristía) y a los pies de la cruz las figuras verticales de la Virgen y San Juan; en el interior de este círculo otros cuatro más pequeños representan escenas de la Pasión, y en el exterior, también inscritos en círculos, los evangelistas. El resto de las figuras no respetan una proporción uniforme, sino que varían de tamaño en función de su emplazamiento e importancia. En la parte inferior se representa la Anunciación y el Nacimiento, también en círculos, y en los laterales se encuentran las estatuas orantes y los escudos de armas de los reyes enterrados en la capilla, Juan II de Castilla y su esposa Isabel de Portugal.
San Juan de los Reyes de Toledo
Templo votivo erigido como agradecimiento por haber ganado la guerra de Toro (1476). No se conoce exactamente si las primeras trazas de San Juan de los Reyes son de Guas y si el dibujo del Museo del Prado, que sí ciertamente se tiene por suyo, data en realidad de 1478, pero se sabe que en 1490 se hallaba bastante adelantada la construcción. En 1494 se contrató con Guas la terminación de la obra, pero murió al siguiente año y otros tuvieron que finalizarla, aunque todo parece salir del golpe de una mano y esa mano es la suya. El dibujo o la traza que se conserva en el Museo del Prado, presenta un mayor flamigerismo que la obra realizada y mayor apego a las obras flamencas. No se encuentran los inventados y extraños capiteles, ni las repisas de mocárabes, ni tantas otras que son características de la fase más personal y mudejarista del maestro.
La Iglesia presenta planta de cajón, de nave única y capillas-hornacinas entre contrafuertes. Presbiterio ochavado, con cimborrio sobre trompas, el coro a los pies, en alto. La decoración es preciosista. En el crucero, observamos el águila, representación de San Juan.
El claustro de forma muy regular adosado a la Iglesia. La galería inferior con bóveda estrellada y la superior con tracería y techumbre mudéjar con arcos conopiales. Arcos ciegos con escudos y heráldica de forma repetitiva, tales como las iniciales de Isabel y Fernando. El friso posee inscripción gótica. De la fachada cuelgan cadenas. La leyenda alude a cautivos cristianos de Málaga, Granada y Ronda.
La Iglesia presenta planta de cajón, de nave única y capillas-hornacinas entre contrafuertes. Presbiterio ochavado, con cimborrio sobre trompas, el coro a los pies, en alto. La decoración es preciosista. En el crucero, observamos el águila, representación de San Juan.
El claustro de forma muy regular adosado a la Iglesia. La galería inferior con bóveda estrellada y la superior con tracería y techumbre mudéjar con arcos conopiales. Arcos ciegos con escudos y heráldica de forma repetitiva, tales como las iniciales de Isabel y Fernando. El friso posee inscripción gótica. De la fachada cuelgan cadenas. La leyenda alude a cautivos cristianos de Málaga, Granada y Ronda.
Convento de San Pablo de Valladolid
Aparece documentado por Simón de Colonia, 1505. La fachada, una principal y dos laterales, oculta un interior con el que no existe correspondencia La fachada principal del Convento que acaba en un gran frontón triangular sin relación con la cubierta del templo, se divide en dos partes, debidas a dos épocas, dos conceptos y dos manos distintas. La parte inferior con más densidad de decoración, presenta una arco carpanel que resguarda la fachada conopial con agujas, escudos sobresalidos de una red de estrellas (paño sebkas). La superior, más ordenada y limpia, posiblemente posterior, dividida en cinco calles, ornamentada con figuras religiosas, leones rampantes y heráldica con crestería gótica.
Colegio de San Gregorio de Valladolid
La fachada del colegio de San Gregorio de Valladolid ,1487-1493, se asemeja en esquema, a la parte baja del Colegio de San Pablo de esta misma ciudad, aunque de más calidad. Se atribuye a Gil de Siloé. Domina la composición un arco carpanel, y sobre él, amplios lienzos organizados en encasamentos. Los extremos se limitan por pilares que hacen el papel de las pulseras en un retablo. Se coronan estas fachadas, también como los retablos, por líneas horizontales o ligeramente escalonadas.
Merece destacarse por su originalidad, el patio porticado de este colegio de San Gregorio, con sus dos pisos de arquerías sobre columnas torsas.Delicado y purista dentro del último gótico. La galería inferior de arcos rebajados o carpanel y la galería superior de arcos que corresponden dos por cada uno del inferior, con columnas más altas de fuste heleicodal, antepecho de la galería, con motivos de rombos, arcos de medio punto con elementos que cuelgan en forma de cortina. La decoración de vegetación, pajarillos, niños desnudos (algo inusual en el gótico, no en el Renacimiento). En la reconstrucción que se realizó tras su derrumbamiento en 1490, se eliminó una crestería con las iniciales de los Reyes Católicos.
El Museo Nacional de Escultura se halla establecido desde 1933 en esta sede.
Merece destacarse por su originalidad, el patio porticado de este colegio de San Gregorio, con sus dos pisos de arquerías sobre columnas torsas.Delicado y purista dentro del último gótico. La galería inferior de arcos rebajados o carpanel y la galería superior de arcos que corresponden dos por cada uno del inferior, con columnas más altas de fuste heleicodal, antepecho de la galería, con motivos de rombos, arcos de medio punto con elementos que cuelgan en forma de cortina. La decoración de vegetación, pajarillos, niños desnudos (algo inusual en el gótico, no en el Renacimiento). En la reconstrucción que se realizó tras su derrumbamiento en 1490, se eliminó una crestería con las iniciales de los Reyes Católicos.
El Museo Nacional de Escultura se halla establecido desde 1933 en esta sede.
Capilla Real de Granada
Meses antes de la muerte de la reina Isabel, 1504, se ordena su construcción. Anexa a la mezquita Aljama, consagrada a los cristianos, donde más tarde se construye la catedral. Se atribuye a Enrique Egas, aunque no existen documentos como autor de las trazas, aunque sí como director de obras. Puede considerarse que transporta el gótico toledano. Se inauguró en 1521 con el traslado de los cuerpos de los Reyes Católicos desde el monasterio de San Francisco de la Alhambra.
Presenta un gótico austero con mezcla: jarrones, balaustrada, crestería gótica, arcos conopiales... Edificio de una sola nave con crucero y capillas-hornacinas entre contrafuertes. Hace pocos años Pedro Salmerón abrió los vanos cerrándolos con cristal. Está cubierta por una bóveda estrellada. Cuenta con un presbiterio elevado separado por rejas platerescas con escudos y emblemas monárquicos del maestro Bartolomé. El coro está elevado a los pies.
El túmulo funerario de los Reyes Católicos es de Dominco Facelli, artista genovés. En él se ven todos los argumentos figurativos, solidariamente articulados en la humanista concordantia oppositorum, muestran un interesantísimo discurso que pone una nota de esperanza a todo el conjunto sepulcral de los Reyes Católicos El de Felipe el Hermoso y Juana la Loca, pertenece a Bartolomé Ordóñez. En el remate angular de las esquinas del sepulcro, sin precedentes en la escultura funeraria italiana, está tratado mediante sátiros ayudados por putti portando las divisas e insignias reales: en la cabecera, el vellocino de oro, el pedernal y la cruz de San Andrés, relativos a la Orden del Toisón de Oro; las satiresas de los pies, el haz de flechas, el yugo y las coyundas, propios de los Reyes Católicos y la granada heráldica.
Presenta un gótico austero con mezcla: jarrones, balaustrada, crestería gótica, arcos conopiales... Edificio de una sola nave con crucero y capillas-hornacinas entre contrafuertes. Hace pocos años Pedro Salmerón abrió los vanos cerrándolos con cristal. Está cubierta por una bóveda estrellada. Cuenta con un presbiterio elevado separado por rejas platerescas con escudos y emblemas monárquicos del maestro Bartolomé. El coro está elevado a los pies.
El túmulo funerario de los Reyes Católicos es de Dominco Facelli, artista genovés. En él se ven todos los argumentos figurativos, solidariamente articulados en la humanista concordantia oppositorum, muestran un interesantísimo discurso que pone una nota de esperanza a todo el conjunto sepulcral de los Reyes Católicos El de Felipe el Hermoso y Juana la Loca, pertenece a Bartolomé Ordóñez. En el remate angular de las esquinas del sepulcro, sin precedentes en la escultura funeraria italiana, está tratado mediante sátiros ayudados por putti portando las divisas e insignias reales: en la cabecera, el vellocino de oro, el pedernal y la cruz de San Andrés, relativos a la Orden del Toisón de Oro; las satiresas de los pies, el haz de flechas, el yugo y las coyundas, propios de los Reyes Católicos y la granada heráldica.
La portada lateral orientada al exterior, hoy se proyecta hacia la catedral. Inaugurada en 1527, por Jorge Fernández, ofrece un gótico tardío y florido, con un arco de medio punto con tracería, en ella está situada la Virgen con el Niño flanqueada por San Miguel y Santiago. Es la única fachada externa de la Capilla Real, mandó hacerla Carlos I en 1526, en el friso aparece su escudo.
Portada de la Iglesia del Sagrario de Málaga
También llamada portada del Perdón, es el único elemento gótico de la arquitectura malagueña. El proyecto se atribuye a Juan Egas. Se trata de un edificio independiente de la catedral, con orientación norte sur. Su construcción se le debe a Fray Bernardo Manrique de Lara. Sus comienzos fueron difíciles, hubo problemas con la expropiación del terreno por lo que se paralizaron las obras en 1525 construyéndose al fin, en el siglo XVIII. Labrado en piedra de mala calidad, presenta problemas en la conservación. La escalera de acceso fue derribada en 1862, para el paso de Isabel II, volviéndose a construir en los años 40 por Enrique Mencía. Presenta arco conopial con figura de Dios-Padre. También aparecen los cuatro padres de la Iglesia, los cuatro evangelistas, la Anunciación, San Agustín con la Maqueta de la Iglesia, y la figura de la Virgen no acabada. También se aprecia a un clérigo con ángel que bien pudiera ser el Cardenal Mendoza. Las dos figuras arrodilladas podrían representar a Pedro Toledo y al obispo.
Otros edificios propios de la época de la que tratamos son los hospitales, promocionados y construidos por parte de la monarquía para la atención de la gente que carecía de medios, al mismo tiempo mejoraban su imagen, para así consolidar el poder.
Se modifica el módulo arquitectónico, la estructura será ahora cruciforme, debido a la influencia italiana. Así son los hospitales del Santo Espíritu in Sassia, Roma, de Santa María Novella, en Florencia y el Hospital de Milán, proyectado por Filarette en la primera mitad del siglo XV, con doble estructura cruciforme y rectangular. Estas construcciones siguen el tratado de Hipócrates: aire, agua y luz, es decir, gran ventilación, los patios. La capilla se sitúa en la confluencia de las naves. La estructura de naves es similar a la de las iglesias con tribunas o como las catedrales góticas. Algunos ejemplos de estas construcciones son:
Se modifica el módulo arquitectónico, la estructura será ahora cruciforme, debido a la influencia italiana. Así son los hospitales del Santo Espíritu in Sassia, Roma, de Santa María Novella, en Florencia y el Hospital de Milán, proyectado por Filarette en la primera mitad del siglo XV, con doble estructura cruciforme y rectangular. Estas construcciones siguen el tratado de Hipócrates: aire, agua y luz, es decir, gran ventilación, los patios. La capilla se sitúa en la confluencia de las naves. La estructura de naves es similar a la de las iglesias con tribunas o como las catedrales góticas. Algunos ejemplos de estas construcciones son:
Hospital Real de Santiago de Compostela
Situado en la plaza del Obradoiro se designa su construcción en 1499 por los Reyes Católicos. Los autores de las trazas son Enrique y Antón Egas. Tuvo diversos canteros y maestros de obras. Enrique sólo estuvo tres veces para supervisar la marcha de la obra. En 1511 estaba acabado lo esencial: crujía delantera, capilla y crujía trasera. En 1513 se acabaron los patios y en los años veinte se terminaron los retablos.
Se considera que tiene falta de unidad estilística al presentar una planta de trazado renacentista y la decoración gótica. En 1518 se realiza la fachada por maestros franceses, con estilo más clásico.
Se considera que tiene falta de unidad estilística al presentar una planta de trazado renacentista y la decoración gótica. En 1518 se realiza la fachada por maestros franceses, con estilo más clásico.
Hospital de Santa Cruz de Toledo
Promovido por el Cardenal Pedro González de Mendoza, la obra es encargada en 1494 pero se comienza más tarde. Su finalidad es dar cobijo a niños expósitos, es decir abandonados. La traza corresponde a Enrique Egas. La estructura es cruciforme, con dos patios y bóveda de crucería en el crucero. Capilla al fondo de una nave. Las naves están cubiertas por armadura de madera, de estilo mudéjar. La nave inferior de tres paños con casetones, la superior, de par y nudillos.
La fachada es de Alonso de Covarrubias construida hacia los años 30 del siglo XVI. El estilo es de claro Renacimiento: balaustres, pilastras, sin elementos góticos. El edificio carece de unidad de estilo.
El patio y la escalera presentan arcos de medio punto con columnas muy estilizadas, escalera de triple arcada muy decorada. Cajón de escaleras con decoración de almohadillado, posee el escudo de Mendoza. Con clara presencia mudéjar en la repetición.
La fachada es de Alonso de Covarrubias construida hacia los años 30 del siglo XVI. El estilo es de claro Renacimiento: balaustres, pilastras, sin elementos góticos. El edificio carece de unidad de estilo.
El patio y la escalera presentan arcos de medio punto con columnas muy estilizadas, escalera de triple arcada muy decorada. Cajón de escaleras con decoración de almohadillado, posee el escudo de Mendoza. Con clara presencia mudéjar en la repetición.
Hospital Real de Granada
Trazado cruciforme con cuatro patios. Fundado por los reyes Católicos por tres motivos: en gratitud por los favores recibidos de Dios, para atender a los pobres y como hospital de los Reyes. Se le atribuye a Enrique Egas, ya que existen documentos con nombres de canteros que casi siempre trabajaban con él. En el proyecto aparece una planta muy regular, con cuatro patios, capilla central y crujía de uso administrativo. Terminado presenta un patio, (el de la capilla) muy sobrio, con proporciones y friso góticos. El patio de los mármoles fue terminado después de la guerra civil. La fachada es manierista muy sobria, con tierra de Afacar, amplio zaguán de acceso con gran arco. Se cree que Diego de Siloé dirigió algunas obras.
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__________________________DATOS DE LA AUTORA:
Remedios García Rodríguez, Profesora de Educación, Licenciada por la Universidad Complutense de Madrid (1968), Licenciada en Psicología por la Universidad Pontificia de Salamanca (1969), Master en Psicología por la UNED de Madrid (2000). Inspectora de Educación en las Autonomías de Euskadi y Andalucía desde 1980. Redactora de Homines.com.
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