lunes, 18 de febrero de 2019

Circulará hoy catálogo «Archivos fotográficos inéditos. 1948-1973 de Belkiss Adrover de Cibrán»

La actividad se llevará a cabo hoy, jueves 31 de enero, en el Museo Bellapart
Servicios de Acento.com.do - 31 de enero de 2019 - 7:00 am -  0
Foto: «Belkiss Adrover de Cibrán. Italia, julio 1957»
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El catálogo «Archivos fotográficos inéditos. 1948-1973 de Belkiss Adrover de Cibrán»  se pondrá en circulación este jueves 31 de enero, a las 6.30 de la tarde, en el Museo Bellapart, en ocasión de la clausura de la muestra fotográfica inédita de esta  versátil artista visual dominicana que ha constituido uno de los más importantes hallazgos iconográficos de las últimas décadas.
Loa  archivos de Belkiss Adrover de Cibrán (1918-1995), hija de un emigrante español que vino en 1887 a la República Dominicana como fotógrafo itinerante, natural del  municipio de Villa Carlos, Menorca, se expusieron, por primera vez, al público en el Museo Bellapart desde el pasado 8 de noviembre del 2018, en ocasión del centenario de nacimiento de esta  polifacética mujer graduada como Profesora de Dibujo en 1946,  en la Escuela Nacional de Bellas Artes, que dirigía el español Manolo Pascual.
 Belkiss Adrover.   Romería Virgen de la Saleta, Carballino, agosto 1961.
Belkiss Adrover. Romería Virgen de la Saleta, Carballino, agosto 1961.
Este proyecto fotográfico fue parte de las  Semanas de España en la República Dominicana y del festival PHOTOIMAGEN 2018 y, tuvo el mecenazgo del Centro de la Imagen, el Archivo General de la Nación (AGN), la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), la Fundación Blandino, el Consejo Nacional de Mujeres, Inc., y en la exitosa culminación del mismo el respaldo solidario de la Constructora RM y la Junta de Vecinos de La Castellana, sector residencial de la ciudad de Santo Domingo donde se encuentra ubicada la calle que fue designada en noviembre de 2017 por el Consejo de Regidores del Distrito Nacional con el nombre de Belkiss Adrover de Cibrán, en reconocimiento a su legado imperecedero en las artes, las humanidades, la filantropía, la gestoría cultural, y como pionera en disciplinas relevantes como la escultura y la fotografía documental en el siglo XX. Induveca y Brugal, además, fueron las empresas que se asociaron  a la muestra en la noche de su apertura.
«Belkiss Adrover de Cibrán y sus sobrinos Ivanhoe, Gonzalo y Neil. New York, 1952»
«Belkiss Adrover de Cibrán y sus sobrinos Ivanhoe, Gonzalo y Neil. New York, 1952»
Belkiss fue una de las primeras dominicanas que, a mediados del siglo pasado, expuso en una colectiva internacional de artistas, en 1948, cuando fue invitada por el Director General de Bellas Artes, Darío Suro, a participar en una «Exposición Femenina  de Bellas Artes a iniciativa del Comité Brasileño de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) en la ciudad de Río de Janeiro»  auspiciada por los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Educación y Salud Pública de los Estados Unidos del Brasil con trabajos originales.
Belkiss  presentó  en Brasil «La Cañada de los Gatos»  (Jarabacoa), «Porvenir» (Composición), «Por el Ozama» (Paisaje) y «Palmas en Jarabacoa»,  en compañía de sus colegas  Noemí Mella, Nidia Serra, Marianela Jiménez, Clara Ledesma, América Valdez de San, Gladys Fiallo de Alburquerque, Alma Delgado Conde, Elsa  Grunnin y Elsa Divanna y Belkiss Adrover.
Belkiss Adrover.   Romería Virgen de la Saleta, Carballino, agosto 1961.
Belkiss Adrover. Romería Virgen de la Saleta, Carballino, agosto 1961.
Cuando participa en agosto de 1952 en la VI Exposición Bienal de Artes Plásticas, Belkiss  mostró las pinturas «El Cementerio de los ingleses» (Camarinas-España) y «El Faro Villano»  (Camarinas-España). Luego, en el mes de octubre, en ocasión de la «III Exposición de Arte Católico», en la Galería Nacional de  Bellas Artes, mostró los óleos «Un alma blanca», «Patio de la Iglesia de Santa Bárbara», «El Cruceiro (Galicia)» y «Capilla del Rosario (Primada de América)»,  y es encargada de su organización por ÁBSIDE.
Ya en 1953, en ocasión del Día de Arte Católico establecido por la Agrupación Cultural y Católica ÁBSIDE, en la Galería Nacional, al celebrarse la «IV Exposición de Arte Católico»  Belkiss muestra su «San Francisco» (terracota) y la «Virgen India» (boceto para talla mayor en madera), y en 1954 en la «V Exposición de Arte Católico»  participa   con la obra «El Divino Pastor» (óleo).
De igual manera en 1955 en la «Primera Exposición Femenina Nacional» organizada por Belkiss,  en la Galería Nacional de Bellas Artes, con la participación de dominicanas y extranjeras residentes, españolas y francesas, procedentes del Cibao, La Vega, San Francisco de Macorís, Puerto Plata y la ciudad capital, Belkiss expone las obras: «Anhelo», talla en madera, escultura; «El Triunfo del Torero» (óleo); «Comienza de Otoño» (Galicia) y  «El Artista ante su modelo» (óleo).
Durante su estancia por tres décadas en España, Belkiss fue socia de la Sociedad Fotográfica de La Coruña,  de la  sociedad Recreativa e Instructiva de Artesanos de La Coruña,  de la Asociación Provincial de Amas de Casa y del Consumo Familiar «Nuestra Señora del Rosario» de La Coruña, del  Ateneo de La Coruña  y  de  la Sociedad Filatélica de La Coruña. 
Belkiss Adrover de Cibrán nos ha dejado como un legado inspirador su texto «Mis pensamientos», escrito en 1983, el cual es su punto de vista sobre las necesidades máximas de la condición humana de dejar sus huellas en el camino, y que consideramos es una manera de definir el más bello valor que puede unirnos cuando pretendemos crear «algo» tangible o intangible que nos pertenezca, pero que nazca espiritualmente puro para hacia los demás, y que en el presente puede ofrecernos las herramientas para ir en búsqueda no sólo de la idealidad absoluta de un «saber», sino también de las virtudes.  Belkiss nos dice: 
«No camines por la vida indiferente. No olvides regalar una sonrisa que será como un dulce beso en la mejilla del atormentado. No sabes que tu amigo es feliz porque ha alcanzado realizar algo que anhelaba; regálale un brazo y un aplauso. Comparte con tu amigo los momentos alegres, pero no olvides compartir también los momentos de angustia y desconsuelo. Si ves que tus compañeros de trabajo y otras actividades triunfan en su empeño en alcanzar sus nobles propósitos, abrázalos, y dile una palabra de aliento mágico que convierta en realidad sus callados sueños. Trata de superarte y ser útil, para que tu amigo se sienta orgulloso de ti, y pueda compartir en armonía contigo tus conocimientos y bondad.  Procura ser portador de ideales hermosos, cada ser humano lleva dentro de sí, su tesoro de amor, de arte, de sapiencia.  Ofrécelo sin envidias a tu amigo. »
https://acento.com.do/2019/cultura/8647078-circulara-hoy-catalogo-archivos-fotograficos-ineditos-1948-1973-belkiss-adrover-cibran/

¡Prohibido olvidar! 53 años de la masacre del 9 de febrero de 1966

La tensión crece y la ira se desborda mientras la bandera yanqui arde y el Policía, cercado de estudiantes enfurecidos se desespera e intenta bajar a la fuerza a LLinás, quien respaldado por decenas de estudiantes se resiste. Fue, aquí, en medio de la confusión reinante que se escucha la voz de un oficial ordenando: ¡Fuego! ¡Fuego!
José Bujosa Mieses/Especial para Acento.com.do - 9 de febrero de 2019 - 2:00 pm -  2
Foto: Archivos del autor/Los estudiantes corren para protegerse de los disparos de los agentes policiales.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Cerca de seis meses habían transcurrido de aquel 31 de agosto de 1965, fecha en la que el presidente Constitucional Francisco Alberto Caamaño Deñó y el doctor Héctor García-Godoy, firmaron el Acta de Conciliación Dominicana, mediante la cual las partes envueltas en la contienda depusieron las armas y aceptaron la instalación de un gobierno provisional.
Tres días después, el 3 de septiembre, se rubrica el Acta Institucional, documento que fungió como Constitución de la República hasta el 28 de noviembre de 1966 en un país intervenido por las tropas de ocupación de los Estados Unidos que, de acuerdo a lo pactado, abandonarían el país luego de la celebración el 1ro. de junio de ese año al instalarse las autoridades electas.
Amín Abel Hasbún
Amín Abel Hasbún
En este ambiente de transición y de resistencia patriótica que se vivía en los primeros meses de la post guerra, la comunidad universitaria, con la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) a la cabeza, y el apoyo de los principales grupos estudiantiles de la educación media y secundaria, liderados por la Unión de Estudiantes Revolucionarios (UER), la Juventud Revolucionaria Cristiana (JRC) y otras asociaciones decidieron realizar una marcha hacia el Palacio Nacional para reclamar con esa acción, al Presidente Provisional de la República, doctor Héctor García Godoy, una respuesta positiva respecto a la solicitud de reconocimiento gubernamental del Movimiento Renovador Universitario (MRU), lo que implicaba  la entrega de los fondos correspondientes a las asignaciones presupuestarias dejadas de entregar en los meses de vigencia del MRU.
A estas demandas se le sumaron las de los estudiantes de las escuelas y liceos públicos, que venían reclamando la salida de los planteles y del país, de las tropas de ocupación de los Estados Unidos que habían convertido en cuarteles las edificaciones destinadas a la educación pública.
La Masacre
Cumpliendo con lo acordado, el 9 de febrero, bajo un sol radiante, desde las 9 de la mañana, cientos de estudiantes y profesores se dirigieron en marcha por diversas calles de la capital en dirección al Palacio Nacional. Y al colocarse frente a la puerta que está en la intersección Moisés García con Doctor Báez se concentraron elevando por los cielos sus voces de protestas.
Frente a ellos, detrás de la verja perimetral del edificio gubernamental, más de 20 policías y militares armados de fusiles y ametralladoras apuntaban desafiantes a la multitud, que ejercía su derecho a la protesta.
Fuera de la verja, otros agentes policiales trataban de calmar a la multitud enardecida que voceaba a todo pulmón ¡Fuera yanquis de Quisqueya!  ¡Presupuesto para la UASD! ¡Fuera los yanquis de las escuelas!
La Comisión
Mientras, esperaban los resultados de la petición de audiencia al Presidente de la República, García Godoy, que le había solicitado una comisión de la FED integrada por Amín Abel Hasbún, Secretario General, Carlos Dore Cabral, Diomedes Mercedes, Romeo Llinás, Luis E. Brea, Jimmy Sierra, Gustavo González, Héctor Florentino, José Sosa, Juan B. Rodríguez (UER), Juan Barón Fajardo, Jacobo Valdez, Pedro Díaz, Miguel Gómez (JRC), el Nuncio Apostólico, Emmanille Clarizio y el sacerdote Sergio Figueredo.
Ante la creciente insistencia de los comisionados de entrevistarse con el Presidente García Godoy, el Secretario de Estado de la Presidencia, doctor Jaime Manuel Fernández, ordenó su entrada al Palacio y tras entrevistarse con ellos, ante su interés de ver al mandatario les informa que no se encontraba en el Palacio y que el encuentro sería en horas de la tarde.  Entonces, Amín le respondió que lo esperarían sentados en la escalinata frontal.
Ante la incertidumbre de los manifestantes que desconocían el resultado de los comisionados, se ordena a Romeo Llinás bajar para explicar a la multitud los resultados de su gestión. Llinás sube, ayudado por otros estudiantes, a la verja de una  vieja residencia que estaba en la intercepción referida y trata dirigirse a los manifestantes que esperaban ansiosos sus orientaciones.
En ese instante un grupo de manifestante quema una bandera norteamericana al son de voces colectivas que gritan: ¡Go Home Yanquis! Una patrulla de la llamada Fuerza Interamericana de Paz se observa cerca del lugar.
La tensión crece y la ira se desborda mientras la bandera yanqui arde y el Policía, cercado de estudiantes enfurecidos se desespera e intenta bajar a la fuerza a LLinás, quien respaldado por decenas de estudiantes se resiste. Fue, aquí, en medio de la confusión reinante que se escucha la voz de un oficial ordenando: ¡Fuego! ¡Fuego!
Los disparos eran interminables
Los disparos de los fusiles y ametralladoras eran interminables. Un oficial que no fue identificado, soltó su arma y abriendo los brazos pidió a los subalternos que dejaran de disparar, mientras otro, tomó el mando y ordenó de nuevo el fuego. Al cesar los disparos solo se escuchaban los     quejidos de los moribundos y los gritos de los heridos, en una atmósfera irrespirable con olor a sangre y pólvora.
Entre los estudiantes asesinados se registraron: Antonio Santos Ramírez, Luis Jiménez Mella, Miguel Tolentino y Amelia Ricart Calventi, fallecida un mes después en un hospital de los EEUU, donde fue trasladada por sus familiares para tratar de salvar su vida. Y los heridos fueron: Josefa de la Rosa, Fortune Modesto Valerio, Adrián de Jesús, Antonio Pérez Méndez, Brunilda Amaral Oviedo, Modesto Guzmán, Patricio Concepción, Juan Castillo, Freddy Cruz.  Marisela Germán Aristy, Bienvenido Rivera. De los heridos, permanecen en silla de ruedas, Brunilda Amaral Oviedo y Tony Pérez, ambos alcanzados por disparos que le hicieron impacto en la columna vertebral.
La reacción no se hizo esperar. Una huelga general fue convocada por las principales organizaciones sindicales, sectores populares, trabajadores, educativo, comerciales e industriales, como también por los principales partidos de oposición y sectores políticos de izquierda del país, lo que generó una serie de protestas en los barrios de la capital y en diversas provincias donde se demandaba la destitución del Jefe de la Policía Nacional y de los policías y militares responsables del ametrallamiento, así como la salida de las tropas de ocupación de los Estados Unidos. La huelga, que duró 7 días, dejó un balance de tres policías muertos y varios civiles, entre los cuales se encontraba Ricardo Caamaño Tejada, primo del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Reacción Popular
La huelga logró la destitución del Jefe de la Policía Nacional, Coronel Hernán Despradel Brache, sustituido por el General Manuel de Jesús Morillo López, y la destitución del Comodoro Javier Caminero, Secretario de las Fuerzas Armadas, sustituido por el General Enríquez Pérez y Pérez.
Amín Abel
Luego de la masacre, el Secretario general de la FED, Amín Abel Hasbun, dijo en una conferencia de prensa que se había comunicado por teléfono desde el Palacio Nacional, con el Presidente Héctor García Godoy, quien permanecía en su hogar manifestándole a él que era imposible fijar responsables para sancionar a los autores de la tragedia: “Te confieso, Amín, que los jefes militares no obedecen mis órdenes”.
Presidente de transition Héctor García Dogoy, 1966
Presidente de transition Héctor García Dogoy, 1966
Por su parte, la Policía Nacional afirmó que el incidente se originó porque algunos de sus miembros fueron atacados a pedradas por los estudiantes y que algunos de estos estaban armados y dispararon. El vocero oficial de esa institución dio a la prensa el nombre del raso policial Ramón Andrés López Ventura, informando que fue baleado en un pie y atendido en el hospital Militar Dr. Lithgow Ceara. Todas estas declaraciones de la uniformada fueron desmentidas por testigos oculares de los hechos y por sobrevivientes.
Lo peor que podemos contar de esta historia es que nadie fue sometido a la justicia, a pesar de la sangre derramada y el sufrimiento de los familiares de los muertos, quienes desde sus tumbas claman justicia.
Por ellos, no nos cansaremos de citar, cada 9 de febrero, el poema de Pablo Neruda:
Pido Castigo
Por estos muertos, nuestros muertos,
pido castigo.
Para los que de sangre salpicaron la patria,
pido castigo.
Para el verdugo que mandó esta muerte,
pido castigo.
Para el traidor que ascendió sobre el crimen,
pido castigo.
Para el que dio la orden de agonía,
pido castigo.
Para los que defendieron este crimen,
pido castigo.
No quiero que me den la mano
empapada con nuestra sangre.
Pido castigo.
No los quiero de embajadores,
tampoco en su casa tranquilos.
Los quiero ver aquí juzgados
en esta plaza, en este sitio.
Quiero castigo.
Fuente;https://acento.com.do/2019/politica/8650055-prohibido-olvidar-53-anos-la-masacre-del-9-febrero-1966/

Efeméride Literaria Dominicana: El 101 aniversario de la muerte de Juan Antonio Alix

Miguel Collado - 15 de febrero de 2019 - 6:00 am -  0
Perspectiva biográfica
Un día como hoy, 15 de febrero, pero del año 1918, Juan Antonio Alix vio la luz del mundo por última vez en la ciudad de Santiago de los Caballeros, es decir, hace 101 años. Había nacido bajo el cielo mocano el 6 de septiembre 1833.
Alix es el exponente principal de la poesía popular dominicana de todos los tiempos. Fueron sus padres Juan Mateo (Félix) Alix Dupont, oriundo de Cabo Haitiano (Haití) y de descendencia francesa, y María Magdalena Rodríguez Rojas, prima hermana del prócer dominicano Benigno Filomeno Rojas.
Sus padres se unieron en matrimonio en la comunidad de Moca en 1829 y luego, siendo él un adolescente, se trasladaron a la ciudad de Santiago de los Caballeros, donde transcurrió el resto de su pintoresca vida. Viviendo allí es que, a los 16 años de edad,  hace su entrada al mundo de la poesía popular. Los santiagueros le llamaban, como modo de expresar su cariño y respeto hacia él, «Papá Toño». Lo admiraban y lo amaban.
Con Petronila Francisca Liriano Bidó, Alix procreó seis hijas: Petronila Hortensia, Tomasina, Olivia Juana Antonia, Rosalina, Carmen y Agripina Alix Liriano, quien, de su unión con el puertorriqueño Ramón Goico, le dio un nieto poeta y periodista: Juan Goico Alix, autor del poemario Los poemas del insomnio (1937).
No era el Cantor del Yaque un hombre de letras formado, pero poseía cierto grado de educación, además de ser autodidacta y de hacer gala de un sentido pragmático extraordinario y de una singular capacidad intuitiva: supo captar la psicología del campesino de la región cibaeña, identificarse con él y ser el intérprete de su realidad cotidiana a través de sus décimas.
Alix era un filósofo sin academia, un sabio desde la perspectiva del campo cibaeño, y con un sentido patriótico a toda prueba. Formó parte militante del movimiento patrio de la Restauración en febrero de 1863 ―recién cumplidos los 30 años de edad―, teniendo al General Gregorio Luperón como su mentor y guía político. Con rango de cabo del Ejército Restaurador participó en las luchas revolucionarias libradas contra el imperio español, en la línea noroeste, en los poblados de Guayubín y Beler.  Cabe citar aquí al ilustre culturólogo Mariano Lebrón Saviñón: «Nadie le podrá negar, nunca, verdadero valor patriótico». ¡Ya era poeta! Y un poeta de armas a tomar.
Perspectiva literaria
Caso curioso: a pesar de no haber publicado en vida volúmenes con características de libro en cuanto a la extensión o número de páginas, Juan Antonio Alix ha pasado a ser el poeta más popular en toda la historia de la literatura dominicana. Y es que supo colocar la décima en el corazón pueblo; logró que éste la hiciera suya y parte de su cotidianidad pueblerina.
Fue pionero del criollismo en nuestras letras, que es el movimiento literario que a finales del siglo XIX tiene lugar en los países de la América hispánica que logran su independencia frente al imperio español dominante. En su producción poética se dan todos los rasgos característicos de ese movimiento, igual que en las décimas de Eulogio C. Cabral, más literato que Alix, pero menos ingenioso.
Juan Antonio Alix dejó dispersa, impresa en gran parte en volantes y hojas sueltas que él mismo vendía para subsistir, su abundante producción poética, que algunos críticos ―Manuel Rueda y Joaquín Balaguer, por ejemplo― han considerado que excedía las mil décimas. Otros estudiosos de su obra y vida opinan que fueron más de dos mil las piezas poéticas escritas por él. O no se interesó o carecía de los medios para publicarlas en volúmenes, no en folletos de poca extensión como lo hiciera —hasta donde sabemos— en tres  ocasiones: Viaje de Gerardo Etanislao por la mayor parte de los pueblos de la República Dominicana (1885, 26 páginas); El ferrocarril de Samaná a Santiago (1887, 23 páginas); y Apuntes para la historia de San Francisco de Macorís (1894, 15 páginas).
***
La muerte del poeta popular  Juan Antonio Alix en 1918 dejó un profundo vacío en la literatura dominicana, específicamente en la décima, subgénero poético del que fue su mayor exponente. Nadie, ningún otro decimero, ha podido llenar ese vacío dejado por él hace 100 años y unos meses.
Pedro Henríquez Ureña —en su «Reseña de la historia cultural de la República Dominicana» (1945)— sitúa a Juan Antonio Alix en la historia de la literatura dominicana, ubicándolo dentro de la generación esa promoción de brillantes creadores de la segunda mitad del siglo XIX, en la que incluye a Salomé Ureña de Henríquez, José Joaquín Pérez, Francisco Gregorio Billini, Federico Henríquez y Carvajal, Federico García Godoy, César Nicolás Penson, Enrique Henríquez, Emilio Prud’Homme y al reconocido poeta popular Eulogio C. Cabral, entre otros.
En torno a las décimas de Alix se han hecho estudios académicos dentro y fuera de la República Dominicana. Quizá el más reciente sea el de Samuel Guzmán Mercedes en la Universidad de Sevilla, España: Las décimas de Juan Antonio Alix: prácticas de consumo y apropiación en la construcción de la cultura popular dominicana. Es un trabajo final de Maestría en Comunicación y Cultura de la Facultad de Comunicación de esa universidad y el mismo fue editado por ese reconocido centro académico en 2014.
Previamente a la de Guzmán, el escritor dominicano Tomás Modesto Galán había publicado en 1987  ¿Es popular la décima de Juan Antonio Alix?, tesis de grado presentada en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Pero anterior a esos estudios señalados cabe destacar el publicado por el crítico y académico cubano Carlos Fernández Rocha: «Aspectos literarios en as décimas de Juan Antonio Alix», ensayo aparecido en la revista Eme Eme-Estudios Dominicanosde la Universidad Católica Madre y Maestra (Santiago de los Caballeros) en 1974. Es el trabajo crítico más enjundioso realizado de la obra poética de Alix hasta el momento: es informativo y novedoso.
Aunque no necesariamente el que un poeta sea muy antologado es un indicador de la calidad literaria de su obra —sabemos el modo antojadizo con que suelen trabajarse esos productos de la investigación literaria en República Dominicana—, nos pareció un hecho relevante, y destacable en este panel, que un poeta popular, casi callejero,  como Juan Antonio Alix haya sido más antologado que muchos connotados poetas dominicanos. Sí, él es el decimero dominicano con mayor presencia en antologías literarias editadas en República Dominicana desde 1938.
***
Para concluir de manera anecdótica, contaremos el modo peculiar en que hicimos contacto por primera vez con la obra poética de Juan Antonio Alix. Fue en 1976. Recién habíamos dejado atrás la  adolescencia: teníamos 21 años de edad. Ocurrió por un fenómeno serendípico, ya que durante el proceso de la  investigación que realizábamos en torno a las raíces históricas de Jánico, municipio perteneciente a la provincia de Santiago, una de sus décimas folclóricas se cruzó en nuestro sendero: «El 23 del corriente» es el título.
Esa décima ―que aparece en el libro Cancionero de Lilís publicado por Emilio Rodríguez Demorizi en 1962― está  datada en la ciudad de Santiago de los Caballeros el 19 septiembre de 1900 y en ella Alix no tan solo anuncia la celebración de la tradicional festividad que en honor a Nuestra Señora de las Mercedes tiene lugar en dicha comunidad cibaeña entre el 15 y el 24 de septiembre, sino que ofrece detalles intrahistóricos interesantes sobre la vida cotidiana de ese poblado, con nombres y apellidos de munícipes destacados. He aquí algunos fragmentos de la mencionada décima:
«Señores, hago saber,
por medio de estas canciones,
Retrato de Alix realizado por Fernely Lebrón.
las grandes preparaciones
que Jánico suele hacer
para mejor complacer
en esa bendita zona,
a la divina Patrona,
Las Mercedes bendecida.
[…]
El Presbítero Ramón
Antonio Pérez, sabemos,
Que al frente allí lo tenemos
En esta celebración.
Pues con mucha antelación
La Iglesia hizo pintar,
Y todo bien adornar
Para que sea más lucida,
La fiesta a la bendecida
Patrona de aquel lugar.
Décimas inéditas de Alix. Edición de Miguel Collado.
[…]
Daniel Báez, Comandante
O Jefe allí Comunal,
Se empeña lo más formal
En quedar lo más triunfante;
[…]
El Pichardo Danielito,
Como Alcalde del lugar,
Que se afana sin cesar
Por el bien del pueblecito;
Un discurso muy bonito
Tiene ya en preparación».
Y en forma muy simpática el singular poeta popular concluye así: «Y allá nos veremos, les dice también su amigo y servidor Juan A. Alix».
Esos detalles demuestran que el célebre decimero mocano visitaba Jánico y conocía muy bien a su gente, compartía con ella y, con ese don natural de cronista observador y visionario que le caracterizaba,  le había tomado el pulso a la cotidianidad de aquel lugar, tan perdido en la serranía.
Luego, casi 30 años después de nuestro primer contacto con su obra (y ya no tan joven), tuvimos un segundo encuentro, planificado y definitivo, con Juan Antonio Alix. Fue en el 2005, año en que hubimos de contactar a su biznieta Teresa Pereyra Goico de Pierre con el propósito de obtener de ella su autorización para reeditar el volumen de las Décimas inéditas compiladas por ella y al que ya nos hemos referido Aquella agradable señora,  octogenaria y lúcida (ya fallecida), nos ofreció datos reveladores sobre las circunstancias en que tuvo lugar la edición príncipe de esa colección de las décimas inéditas del más auténtico poeta popular dominicano de todos los tiempos.

Fuente;https://acento.com.do/2019/cultura/8650723-efemeride-literaria-dominicana-101-aniversario-la-muerte-juan-antonio-alix/

sábado, 16 de febrero de 2019

Gamundi se involucró en movimiento armado que invadiría el país para derrocar al dictador Trujillo

16_02_2019 Areíto 16-02-2019 Areíto2
(2/10)
Desde la Sierra Perijá, sección Machique, de Venezuela, vendría una expedición contra Trujillo de la que pocos están enterados. Pablo Silva era el jefe y Rafael Gamundi Cordero tenía a su cargo la parte militar. Se entrenaron en las selvas durante meses, con ejercicios y prácticas de alto riesgo.
Los revolucionarios fueron visitados por Juan Bosch y Ángel Miolán luego de que el profesor decidiera que el PRD se desvincularía de la incursión de 1959 tras disgustarse con Enrique Jimenes Moya, lo que fue duramente criticado por los líderes del exilio.
“Nosotros seguimos con nuestro plan de venir”, cuenta Rafa Gamundi Cordero, quien se incorporó a este proyecto tras lograr salir del país gracias a gestiones de Telésforo Calderón Gil, colaborador del trujillato, que consiguió sacarlo de La Vega donde era perseguido y amenazado por calieses trujillistas.
Rafa estudiaba en la escuela de Artes Manuales de su pueblo y fue severamente castigado por burlarse de una escultura de Trujillo, obra de Joaquín Priego.
Estando en cuarto teórico, la profesora Petra Durán organizó un acto en homenaje al “Benefactor”, al que asistieron comisiones especiales locales y de Moca y Gamundi Cordero, al hacer uso de la palabra, expresó: “¡Señoras y señores, el doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina es el dictador más feroz de América Latina!”.
“Doña Petra se desmayó”, cuenta alarmado, con voz impetuosa el infatigable luchador cuya familia era antitrujilista, aunque su padre simpatizaba con el generalísimo Franco. Lo llevaron al local del Partido Dominicano donde ya estaba fichado por pertenecer a una célula de Máximo Reynoso Solís, quien junto a su hermano Miguel Ángel hacía oposición clandestina al régimen.
Por otro lado, Rafa era el autor de una sección en el periódico local “La Palabra” en el que con el seudónimo de “Ragaco” escribía opiniones “indirectas” contra el Gobierno.
Era sumamente inquieto y tenía entre sus amigos a Manfredo Moore, miembro de una connotada parentela antigobiernista.
En Caracas. Aunque Rafa no fue nunca un bailador, asistía en Venezuela a las fiestas que tocaba Billo Frómeta, otro antitrujillista del exilio que convocaba a sus bailes a los opositores dominicanos residentes en Venezuela.
Para principios de los años 50, cuando se vio forzado a marcharse, se formaba en el solidario país el Ejército de Liberación Dominicano y así conoció a Pablo Silva y a Virgilio Gell, dos de sus fundadores.
Llevaba un año en Caracas cuando fue a buscarlo su tío Armando Cordero. “Vine, pero desde que llegué me involucré con la familia de Juancito Rodríguez, que era de Bacuí, principalmente con los López Rodríguez. Me juntaba de noche con Perfecto López para ir a escuchar emisoras de fuera que atacaban la dictadura. Perfecto y sus hermanos, entre ellos Juan, y doña Delia, sobrina de Juancito, se identificaban con Rodríguez. Todos eran enemigos del Jefe”, cuenta.
Descubierto en estos pasos y por estar relacionado con los familiares del intransigente enemigo de Trujillo, Rafa fue perseguido nuevamente y sus padres avisados de que fusilarían al muchacho. Los “carritos cepillos” del Servicio de Inteligencia Militar no cesaban de pasar por su casa. Volvió al exilio.
Silva y Gell lo designaron la cabeza de una columna del movimiento que se entrenaba. “Nos preparaban unos marinos de Wolfgang Larrazábal”, relata. La instrucción consistía en armar y desarmar ametralladoras M-1, Thompson y Fal, aparte de las rudas maniobras físicas.
“Yo mandé cartas con un amigo de Puerto Plata a Carlos Finke, nativo de ese pueblo, y a Luis Ángel Carretero, de La Vega, para que me apartaran un grupo de hombres y que me esperaran. Esos hombres estaban atentos para la expedición de 1959” y ahora Gamundi los requería para el proyecto sustituto.
Contaba, además, con unos 200 participantes que “se encontraban en Centroamérica y el Caribe”.
Los revolucionarios llegarían a las costas dominicanas en horas tempranas de la tarde “por la parte de atrás de la fortaleza Ozama” y “al estilo comando urbano”, irrumpirían “directamente” en el Palacio Nacional.
Rafa Gamundi detalla el destino de los tres frentes que se formaron en las espesuras caraqueñas: El primero, dirigido por él, “avanzaría por la calle El Conde, pasaría por el parque Independencia y enfilaría por la calle Uruguay, atacando de frente”.
El segundo, bajo el mando de Jorge de La Hoz, “se desplegaría por la calle Mercedes hasta la 30 de Marzo, embistiendo por ese lado, y Pablo Silva comandaba el tercero, que respaldaría a De La Hoz”.
Simultáneamente serían tomadas La Voz Dominicana, Radio Caribe y HIZ “para exhortar al pueblo a levantarse contra la tiranía”.
También ocuparían el periódico El Caribe y las compañías Dominicana de Teléfonos y de Electricidad. Tenían visto el barco que asaltarían y contaban con que el pueblo, el 14 de Junio “o simplemente, antitrujillistas”, se movilizarían en su apoyo “apresando a gobernadores y otros funcionarios”.
Pero estas acciones no se produjeron porque próximo a la fecha programada para salir ajusticiaron a Trujillo.
“Se cambiaron los planes”. La decisión entonces fue “enviar una comisión a la República Dominicana para explorar la posibilidad, no de venir a pelear, sino de tomar el poder políticamente”, explica Gamundi Cordero, quien regresó al país en septiembre de 1961 junto a Silva y De La Hoz. Además de una comisión del PRD que encabezaba Nuna Weber, los recibieron palos y pedradas de trujillistas que se enteraron de su arribo.
“Ramfis no debía irse”. Rafa, que junto al entrenamiento con las armas había ejercitado su mente con lecturas como “La nueva democracia”, de Mao Tse Tung, y “La historia me absolverá”, por Fidel Castro, ya que sentía inclinación por la izquierda, vino decidido “a matar el miedo y democratizar el país con los Trujillo dentro”, considerando “que Ramfis no debía irse en ese momento”.
“Ahí hubo un acuerdo entre Balaguer y Bosch. Balaguer quiso salvar a su gente, descomponer al Partido Dominicano para que sus miembros se sintieran seguros en el PRD, y entonces se formaron comisiones para atraer trujillistas no ligados a hechos de sangre. El acuerdo se hizo a través de Sacha Volman”, relata.
Afirma que “por eso ganó el PRD”. Para ese triunfo, Rafael Gamundi debió librar batallas y enfrentar situaciones para las que no se había entrenado y prepararse para el asombro después de la sorpresa que le produjeron los rompimientos con el PRD de dos de sus miembros más emblemáticos: Nicolás Silfa y Ramón Castillo.
Las pequeñas diferencias y conductas negativas del exilio perredeísta empezaban a aflorar con intensidad, ahora al regresar a la Patria.

LAS GUERRILLAS DEL MPD Veintiséis días después del golpe de Estado que derrocó al profesor Juan Bosch en septiembre de 1963, el Movimiento Popular Dominicano (MPD), encabezado por Máximo Antonio López Molina, decidió instalar un frente guerrillero en la loma de Cevicos, para iniciar allí la lucha militar de rechazo al Triunvirato.

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Desde ese lugar enclavado en las estribaciones orientales de la Cordillera Central, considerado como el corazón geográfico de la República y un espacio excelente para la actividad guerrillera, el MPD se proponía rechazar con firmeza el régimen cívico-militar que había ilegalizado a los partidos de izquierda y perseguía con brío implacable a sus dirigentes.
La primera estancia de sus combatientes fue “La Ceibita”, en Fantino, un área también montañosa dentro de la provincia Sánchez Ramírez, seleccionada -luego de la asonada militar septembrina- como el sitio ideal para establecer el centro de operaciones de sus combatientes y para iniciar la resistencia armada desde la noche del lunes 21 de octubre de 1963.
Este grupo guerrillero era el primero en levantarse en armas después de la muerte de Trujillo y estaba formado por militantes del MPD que portaban fusiles automáticos y calzaban botas militares confeccionadas por uno de ellos.
El fabricante de las botas era Jorge Puello Soriano, secretario general del Sindicato de Zapateros de Santo Domingo, quien realizaba este antiquísimo oficio de remiendo de calzados en los barrios de San Carlos y Villa Francisca, ya que su hogar estaba situado en la casa No. 163 de la calle Barahona, en la capital.
Este obrero de la zapatería se distinguiría en este episodio insurreccional como un simple soldado de la causa democrática, aunque años más tarde, con el sobrenombre de “El Men”, su figura sería conocida y admirada en la vida política nacional por su postura antiimperialista y su firmeza en el respaldo a las ideas de izquierda y al socialismo.
Allí estaban también, Ramón Agustín Pinedo Mejía (Monchín), Francisco Eleuterio Ramos Peguero (Chichí), Frediberto Bravo Santana (Picho), Salvador Augusto Florentino (Payiyo), Enemencio Morales Pascual, Otilio García de León, Germán Alcalá, Cristóbal César Tejeda Vargas, Elpidio Bonilla y Manuel de Jesús Santiago Brito.
Este último no era militante del MPD y estaba allí sin que aspirara a ser guerrillero; pues sólo era un campesino contratado como guía, porque conocía muy bien las montañas del Cibao y sus escondites.
Santiago Brito debía orientar al grupo y llevarlo hasta un sitio seguro, alejado de estaciones militares y destacamentos policiales, por la dificultad en movilizarse llevando consigo los alimentos, las municiones y el paquete con armas.
Pero este guía estaba al servicio del gobierno y en vez de ofrecer al grupo una correcta orientación, hizo todo lo contrario durante su repliegue hacia la parte alta de la Cueva de Cevicos, ya que lo llevó hasta un lugar cercano a un cuartel policial en las inmediaciones de Hoyo Frío, muy lejos del sitio previamente escogido para establecer el foco de guerrilla, donde podían ser fácilmente detectados.
Debido al gran movimiento de militares y policías en esta área, López Molina presintió que su grupo había sido descubierto, cuando aún no estaba preparado para combatir; pues ni siquiera habían probado las armas que transportaban empaquetadas.
Estas eran, a saber, varios fusiles de fabricación inglesa, cuatro carabinas Cristóbal calibre 30, fabricadas en la armería de San Cristóbal; una ametralladora Thompson, 968 cápsulas para fusiles, 67 abrazaderas y otros accesorios.
En esa circunstancia, lo lógico era rehuir un combate en desventaja y extemporáneo, y fue eso lo que dispuso el líder izquierdista cuando ordenó a sus hombres alejarse del área antes de que el ejército los localizara y persiguiera.
Durante dos días irían de un lado a otro por la loma de Cevicos, pero la marcha sería sumamente lenta en las horas de sol, porque tenían que evadir los lugares poblados para no ser vistos, aunque en la noche apuraban el paso.
Llegó un momento en que decidieron rendirse, convencidos de que resultaba imposible escapar al acoso del ejército; pero lo hicieron poco después de abandonar la pesada carga de las armas, las cuales intentaron ocultar en un sitio semidescubierto e inseguro.
Los rebeldes inmovilizados y totalmente desarmados, fueron rodeados por una patrulla militar en el área de la “Cueva de la 24″, cerca de la loma Abadesa, donde existía un caserío a unos once kilómetros del paraje Los Peralejos, en Villa Riva.
Estos insurgentes del MPD, con López Molina a la cabeza, fueron atrapados al caer la tarde del miércoles 23 de octubre de 1963, luego de que el comandante de la referida patrulla ordenara el alto mediante una corta ráfaga de ametralladora.
De esta emboscada sólo pudieron momentáneamente escapar dos de los insurrectos: Francisco Eleuterio Ramos Peguero (Chichí), de 28 años y Jorge Puello Soriano (El Men), quien nació el 10 de julio de 1926 y contaba con 37 entonces. Pero, poco más tarde, ambos fueron apresados totalmente desarmados, aunque ya habían ocultado en el paraje “La Selva de los Pájaros”, en un monte de Villa Riva, una ametralladora Thompson, una carabina Cristóbal y una pistola que no utilizaron durante la frustrada insurrección izquierdista.
El joven a quien su familia y sus amigos llamaban “Chichi”, era hermano de Andrés Marcelino Ramos Peguero, uno de los fundadores del MPD que adquirió experiencia militar durante su destacada actuación como miembro del ejército revolucionario cubano que entre 1956 y 1959 peleó en la Sierra Maestra y en la zona montañosa de Santiago de Cuba, contra el régimen dictatorial de Fulgencio Batista.
Andrés Marcelino Ramos Peguero fue el primer dirigente de izquierda en la República Dominicana en planear y ejecutar una acción militar para liquidar a los remanentes del trujillismo, según su visión revolucionaria. Eso se produjo la noche del 31 de marzo de 1962 en el sector de Villa Consuelo del Distrito Nacional, cuando con la asistencia del joven emepedeísta César Rojas, atacó a balazos a una patrulla policial en la intersección de las calles Seibo y Marcos Ruiz, muriendo en el acto el raso Ramón Antonio Castillo Henríquez, quien recibió dos impactos de bala en las piernas y otro mortal a nivel del corazón. En el tiroteo resultaron heridos los rasos de la Policía José Francisco Santiago y Norberto Rodríguez Gavin.
La alta dirigencia del MPD se desligó de esta acción armada condenada por los sectores democráticos, quienes la calificaron de “terrorismo individual” por procurar alterar la precaria estabilidad política generada por el gobierno provisional del Consejo de Estado, presidido por el licenciado Rafael Filiberto Bonnelly, que había prometido hacer las primeras elecciones libres y llevar al país por la senda de la democracia representativa.
Según la versión de la Policía, los disparos fueron realizados desde un carro en marcha amparado en la placa número 15108 del año 1962, en el que viajaba Ramos Peguero, quien fue arrestado el 2 de abril de 1963, siendo jefe de la Policía el general Belisario Peguero Guerrero y presidente constitucional de la República el profesor Juan Bosch.
El autor de este hecho sangriento afirmó que representaba al Movimiento Revolucionario 20 de Octubre, ignorando extrañamente la existencia de la agrupación patriótica de ese mismo nombre que había sido fundada por los jóvenes Ercilio Veloz Burgos, Papito Johnson y Rafaelito Bueno.
Estos muchachos habían sido los héroes de la jornada patriótica de la calle Espaillat, en la capital, escenificada el 20 de octubre de 1961 por un grupo de jóvenes que durante una prolongada y violenta protesta declararon como territorio libre a una importante área de la ciudad intramuros en Santo Domingo, a la que pertenecía la citada vía, exigiendo con vehemencia el fin de la dictadura y la expulsión del país de la familia Trujillo.
Se debe decir que tanto Ramos Peguero como César Rojas fueron condenados el 9 de marzo de 1963 a 20 años de trabajos públicos por los sucesos de Villa Consuelo, pero dicha condena fue posteriormente reducida a diez.
Ramos Peguero estuvo durante un breve tiempo recluido en la Penitenciaría Nacional de La Victoria, pero el día 3 de noviembre de 1964 se fugó del hospital Padre Billini, donde era atendido por dolencias estomacales. Unos días más tarde fue reapresado y llevado a la cárcel de Barahona y luego trasladado a El Seibo, donde fue puesto en libertad condicional el 18 de marzo de 1966, tras el pago de una fianza de 20 mil pesos.
En relación a Chichí y El Men, es importante hacer notar que estos dos dirigentes emepedeístas habían estado en países socialistas en un tiempo en que la juventud latinoamericana estaba muy influenciada por el éxito guerrillero cubano y la llamada Revolución Democrática tipo maoísta.
El joven Chichí Ramos Peguero participó en actividades educativas en Checoslovaquia, mientras Jorge Puello Soriano estuvo en Jamaica y luego en Cuba, donde asistió a un cursillo sobre sindicalismo en septiembre de 1962, que habría sido muy beneficioso para su formación doctrinal marxista; además de que viajó a París y Praga correspondiendo a una invitación cursada por la Confederación de Trabajadores de Cuba, quien costeó sus gastos en esos viajes.
López Molina defiende gobierno de Bosch
En una entrevista con los reporteros que cubrían la fuente de la Policía Nacional, celebrada en la sede central de esa institución, donde se encontraba detenido junto a otros insurgentes, Máximo Antonio López Molina defendió vehemente el carácter democrático y liberal del gobierno del derrocado presidente Juan Bosch.
El líder del MPD aseguró que las fuerzas sociales negativas, entre las que situó a los latifundistas y al imperialismo norteamericano tenían en sus manos el poder político y habían impedido la revolución social, como resultado del golpe militar contra Bosch el 25 de septiembre de 1963.
Según su criterio, “el gobierno de Bosch era liberal y no comunista”, y estaba tratando de resolver los problemas del pueblo, aunque despacio. Resaltó que “mantenía las libertades públicas bajo las cuales, incluyéndonos nosotros los comunistas, podíamos hablar de nuestras concepciones de la vida, qué es el marxismo-leninismo y poder defender a la clase obrera que es nuestro objetivo y al que se debe nuestro partido”.
A su juicio, “Bajo ese sistema democrático representativo de Bosch los intereses oligárquicos no resistían nuestra verdad y contraviniendo la ley universal histórica del progreso ininterrumpido de los pueblos, se lanzan a la aventura del golpe militar y policial con el único propósito de mantener los privilegios de las clases poseedoras, entre las cuales figuran comerciantes, latifundistas, etc.”.
Dijo que “en este país ni el Triunvirato ni ningún gobierno de derecha puede gobernar sin contar con la fuerza del pueblo”, y manifestó que “queremos el regreso de la constitucionalidad. Si las fuerzas negativas se empecinan en mantener el orden existente en el país, la guerra civil será inevitable, aunque se me encarcele o se mande de nuevo a Francia”.
Por esta acción guerrillera, el día 27 de octubre de1963 la Policía envió a López Molina y sus compañeros ante el fiscal del Distrito Nacional, doctor José María Acosta Torres, para fines de encarcelación y procesamientos legales, y después de estudiar el expediente puesto a su cargo, dicho magistrado expidió orden de arresto, por lo cual los insurrectos fueron llevados a la Penitenciaria Nacional de la Victoria con el aval del juez de instrucción de la Primera Circunscripción del Distrito de Santo Domingo, doctor Ricardo Gaspar Francisco Thevenin.
Estos jóvenes fueron acusados de violar el artículo 222 del Código Penal y para ellos se pidió condena de 20 años de trabajos públicos, aunque poco más tarde algunos consiguieron salir del penal, amparados en órdenes de libertad bajo fianza y otros, como López Molina, fueron deportados con destino a Francia el 30 de noviembre de 1963.
Se debe saber, por último, que desde antes de este frustrado intento de guerrilla, el MPD había estado imbuido en la estrategia exclusivamente ´foquista´, ya que según cuenta el ingeniero Cayetano Rodríguez del Prado, exsecretario general del MPD, en su libro de memorias, desde principios de agosto de 1963, un mes antes del derrocamiento del gobierno del profesor Bosch, previendo que era inevitable el golpe de Estado, un grupo de jóvenes de su partido y del Movimiento Revolucionario 14 de Junio se estuvo entrenando en un campamento militar de Cuba, situado dentro de una granja sembrada de toronjas, llamada “Tabaré”, que quedaba a unos cuantos kilómetros de La Habana.
El entrenamiento incluía táctica y estrategia guerrillera, uso de las armas de fabricación occidental más comunes en aquella época, sanidad militar y comunicaciones por radio. Además de aprender allí a vivir en comunidad y en un ambiente de camaradería.
Relata Rodríguez del Prado que entre los jóvenes que pasaron por allí -además de él- estaban Baldemiro Castro, Leopoldo Grullón, René Sánchez Córdova, Héctor Báez Tisol, Julio César Defillé, Leonte Brea González, Frank Lendor, Maximiliano Gómez (Moreno), Pepito Guerra, Braulio Torres, Valentín Giró, “el Tigre de la Cañita” y otro hermano de Andrés Marcelino Ramos Peguero, a quien apodaban El Chino, cuyo nombre era Francisco Elizardo.
Este último era el único que realmente tenía experiencia militar, porque había acompañado a su hermano en muchas de las actividades guerrilleras contra el régimen de Batista en Cuba, “participando en forma destacada en las acciones militares que se produjeron en Santiago de Cuba y que incluyeron la destrucción y captura del cuartel general de la Policía Marítima”.


Fuente;http://hoy.com.do/las-guerrillas-del-mpd-veintiseis-dias-despues-del-golpe-de-estado-que-derroco-al-profesor-juan-bosch-en-septiembre-de-1963-el-movimiento-popular-dominicano-mpd-encabezado-por-maximo-antonio-lope/

viernes, 15 de febrero de 2019

El fenómeno llamado Rudolph "Blaze" Ingram, el niño de 7 años que corre los 100 metros planos en menos de 14 segundos y ya comparan con Usain Bolt

Rudolph "Blaze" IngramDerechos de autor de la imagenRUDOLPH INGRAM SENIOR (FTF_KOOL)
Image captionEl niño habría batido el récord nacional de Estados Unidos al correr los 100 metros planos en 13,48 segundos.
Cuenta con cerca de 400.000 seguidores en Instagram y los videos de sus carreras han invadido internet: Rudolph "Blaze" Ingram tiene 7 años y es capaz de correr los 100 metros planos en menos de 14 segundos.
Su sueño es romper un día el récord mundial de 9,58 segundos del jamaiquino Usain Bolt, con quien ya lo comparan.
"Tenía como tres años y estuvimos viendo las Olimpiadas. A la mañana siguientese levantó diciendo, 'en sus marcas, listos, ya', y salía corriendo del cuarto", le dijo a la BBC su padre, Rudolph Ingram.
"Desde ese día se interesó en el atletismo y desde ese día ha sido uno de los niños más rápidos", agregó.
"Blaze", como se apoda, se convirtió en una sensación en las redes hace unos meses cuando LeBron James comentó en uno de sus videos corriendo entre defensas en un partido de fútbol americano.
Rudolph "Blaze" IngramDerechos de autor de la imagenRUDOLPH INGRAM SENIOR (FTF_KOOL)
Image captionAdemás de ser una sensación corriendo, "Blaze" también se destaca en fútbol americano.
Pero ahora su participación el fin de semana pasado en los pruebas de 60 y 100 metros de la Unión de Atletismo de Estados Unidos en Florida tuvo aún más repercusión.
"El año pasado corrió en un tiempo de 14,59 y en su primera competencia de regreso en 2019 corrió en 13,48 segundos", comentó su padre.
"Se está dando cuenta que él mismo es su único rival por lo que está compitiendo contra sí mismo en este momento", agregó.
"Es muy veloz. Tiene una frecuencia de zancada muy rápida. Sus pies suben y bajan tan rápido...".
Si se valida su tiempo, "Blaze" superará el récord oficial de la federación estadounidense de atletismo para niños de 7 años que actualmente se encuentra en 13,67 segundos.
Es tan llamativo el talento que tiene tanto para el atletismo como para el fútbol americano que las principales franquicias de la NFL ya están siguiendo su evolución.
"Yo le pregunto todo el tiempo '¿qué te gustaría hacer: atletismo o fútbol?', y el dice siempre que ambos, 'quiero hacer los dos, papi'", afirmó su padre.
"Hizo un poco de investigación y encontró que hay unos 40 jugadores que fueron a las Olimpiadas y estuvieron en la NFL".
"Imagino que ese es el objetivo que queremos alcanzar", dijo sobre el futuro del pequeño Rudolph.
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