La ablación de clítoris no es una práctica propia de países subsaharianos. Durante siglos se practicó en Inglaterra, Escocia y países del Imperio Británico. No fue una práctica generalizada, se desconoce cuándo se inició; tampoco sabemos cuando se prohibió, ni en qué momento se dejó de realizar.
Aunque el siglo XIX inglés estuvo marcado por la omnipresencia de una mujer, la reina Victoria, las mujeres estuvieron ligadas a la voluntad de los hombres. Una mujer que quería independizarse lo tenía muy difícil, si además era lesbiana su vida se podía complicar enormemente.
Algunas optaban por escaparse de casa y buscar una vida en libertad llena de incertidumbres. A aquellas que decidían quedarse y no aceptar la voluntad de sus padres y maridos les podía esperar una horrible terapia: la ablación de clítoris.
La excusa acostumbraba ser la prevención de la promiscuidad o la infidelidad femenina: "si la mujer no tiene deseo sexual, se reducen las posibilidades de que busque el sexo fuera del matrimonio, con lo que el honor de la familia está fuera de peligro ". En muchos casos se consideraba que sólo el hombre tenía que sentir el placer sexual; la mujer no tenía derecho al placer, como tampoco tenía derechos políticos o civiles.
En la Inglaterra victoriana el lesbianismo no era considerado delito, pero no para defender la autonomía sexual de las mujeres, más bien todo lo contrario, ya que no se las consideraba aptas para realizar determinadas actividades. El lesbianismo no era aceptado como causa de divorcio, formaba parte de lo que concebían como "trastornos femeninos".
Una de las causas de los llamados trastornos femeninos era una actividad considerada indecente: la masturbación. Esta práctica, decían, producía histeria, epilepsia, catalepsia, ninfomanía y lesbianismo. Por "curarla" se había ideado un remedio: la clitoridectomía (ablación de clítoris). El clítoris era considerado como un órgano masculino, otro motivo para ser eliminado.
La ablación de clítoris salió a la luz pública a 1866 cuando un médico ginecólogo inglés, Isaac Baker Brown, defendió públicamente este tratamiento ante la comunidad médica. Al mostrar abiertamente provocó un duro debate en la comunidad médica, y causó la expulsión de este médico de la Sociedad de Obstetricia de Londres así como la posterior prohibición médica de esta práctica.
Posteriores investigaciones en los registros de la oficina quirúrgica de Cambridge se encontraron con una amplia relación de casos en que un tutor masculino llevaba a una mujer para que le practicaran la clitoridectomía por unas 200 o 300 guineas. Existía una escasa atención científica de los libros de medicina en el clítoris o los órganos sexuales de la mujer.
En apoyo a Browm salieron en el diario Times y el arzobispo de Canterbury. En su defensa alegaron que una treintena de colegas suyos lo habían practicado y ahora eran los mismos que le acusaban.
Aunque la comunidad médica condenó esta práctica en Inglaterra, la ley no lo prohibió hasta 1985, lo que hace sospechar que se siguieron realizando de forma oculta.
Hoy la ablación de clítoris se realiza en 28 países. Sus orígenes pueden ser muy variados y por tanto de los países y sus tradiciones. En algunos casos se defiende como una cuestión de identidad cultural, también como una forma de distinguir a la mujer del hombre.Consideran que el clítoris es similar al pene masculino, y sólo extirpando la mujer alcanza su feminidad y la sumisión al macho.
Nota: Artículo publicado en IDEMTV el 9 de marzo de 2014
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