domingo, 28 de julio de 2019

Conferencia de Bashan: la poco conocida historia de cómo célebres economistas occidentales ayudaron a China a idear su "economía socialista de mercado" a bordo de un crucero

  • 28 julio 2019
Foto del grupo de economistas que participó en el cruceroDerechos de autor de la imagenBANCO MUNDIAL
Image captionHasta 60 de los economistas nacionales y extranjeros más brillantes de la época participaron en la conferencia que duró 6 días.
El 2 de septiembre de 1985, hace 34 años, un barco de lujo surcaba las aguas del río Yangtsé, que cruza China de oeste a este.
A bordo viajaban varios de los economistas occidentales más brillantes de la época, incluido un Premio Nobel, y funcionarios del Banco Mundial invitados por las autoridades chinas, promotoras del viaje.
Los encuentros y conferencias en el opulento crucero S.S. Bashan, que duró una semana, cambiaron el rumbo de la historia.
Detrás de aquella reunión internacional al más alto nivel estaban las políticas del líder chino Deng Xiaoping.
Fue él quien encauzó la transformación de la República Popular China que la llevó de ser el país pobre y aislado que era en 1978 a la pujante potencia de 2019 que compite con Estados Unidos por el liderazgo mundial.
Conocido por su pragmatismo, la primera de las medidas que adoptó fue romper "drásticamente" con la ideología maoísta y su variante de socialismo.
Es el modelo que había imperado en China hasta su llegada al poder en 1978, afirma el profesor de la Universidad de California Barry Naughton.
Para Deng lo importante no era si el sistema económico chino era comunista o capitalista, siempre que funcionara.
"No importa si el gato es blanco o negro siempre que cace ratones", dijo en julio de 1962 en un discurso en la conferencia de la Liga de la Juventud Comunista de China.
Mao y Deng Xiaoping.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionDeng (a la derecha) rompió con lo establecido por Mao (a la izquierda).
Auspiciado por Deng, a finales de 1990, China descartó el modelo que los economistas conocen en inglés como "command economy" para moverse de forma inequívoca hacia una economía de mercado.
Bajo el nombre "Reforma y apertura", Deng rompió con lo establecido e impulsó una serie de reformas económicas, centradas en la agricultura, la liberalización del sector privado, la modernización de la industria y la apertura de China al comercio exterior.
Si en el primer modelo, el de economía planificada, es el Estado el que determina qué bienes se producen, en qué cantidad y a qué precio, en el segundo son las fuerzas de la oferta y la demanda quienes establecen lo que se compra y se vende.
Las reformas que Deng propuso las cristalizarían más tarde sus sucesores, pero historiadores y analistas aseguran que él sentó las bases, no sin batalla ideológica dentro Partido Comunista Chino.
En su cruzada por modernizar y hacer crecer la economía, el líder chino instó a su equipo a aprender de las potencias occidentales y en concreto de aquellos países que habían pasado de un modelo comunista a uno socialista.
"Deberíamos estudiar las experiencias exitosas de los países capitalistas y traerlas a China", dijo Deng a su equipo de colaboradores.
Y así fue.

Esfuerzo aperturista

Las autoridades chinas invitaron al país a delegaciones de Hungría, Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Alemania del Este y de Argentina, entre otros países.
Jimmy Carter y Deng XiaopingDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionDos años después de la muerte de Mao Zedong en 1976, Deng Xiaoping (a la izquierda) inicia un proceso de apertura hacia el exterior. Uno de sus viajes fue a Estados Unidos, en 1979, donde se reunió con el entonces presidente Jimmy Carter (a la derecha).
Suponía una apertura al exterior no vista desde antes de Mao Zedong, el líder comunista que gobernó el país de 1949 a 1976.
Deng Xiaoping también viajó al extranjero.
Quería armar un modelo propio que conjugara Estado y mercado, lo público y lo privado, la defensa de lo nacional pero también medidas para atraer inversión extranjera.
Además, como parte del plan, se tradujeron del inglés al chino algunos de los libros sobre economía y finanzas más relevantes de la época.
También se enviaron decenas de miles de estudiantes a las mejores universidades de Occidente.
Según el profesor emérito de la Universidad de Harvard, Janos Kornai, un alto porcentaje de estos graduados volvieron al país al acabar la carrera.
"La enorme cantidad y variedad de economistas chinos que aportaron ideas traídas desde el extranjero es uno de los aspectos más extraordinarios de la transformación económica de China", explica Julian Gewirtz.
Este investigador académico de Harvard es autor del libro publicado en 2017 "Unlikely Partners: Chinese Reformers, Western Economists and the Making of Global China" (Socios improbables: reformistas chinos, economistas occidentales y la creación de la China global).

Momento clave en la apertura

En el marco de esta apertura, Zhao Ziyang, primer ministro de la República y brazo ejecutor de las reformas económicas de Deng, organizó junto con el Banco Mundial, la Comisión Estatal para la Reconstrucción del Sistema Económico y la Academia China de Ciencias Sociales la reunión cumbre de todo este plan.
Deng Xioping y Zhao ZiyangDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionZhao Ziyang (a la derecha) fue primer ministro de la República Popular China y brazo ejecutor de las reformas económicas de Deng.
Fue a bordo del crucero S.S. Bashan.
El barco zarpó el 2 de septiembre de 1980 del embarcadero de Chaotianmen, de la ciudad de Chongqing, en el oeste de China.
Con 90 metros de eslora, renovado y decorado con exquisitos detalles, el barco avanzaba entre los desfiladeros que enmarcan el paso del río en esa parte de China.
Pero su espaciosa cubierta estaba extrañamente vacía.
Juntos en el Bashan había una docena de mentes brillantes, nacionales y extranjeras.
Participaron más de 60 destacados economistas y funcionarios gubernamentales en el país y en el extranjero.
Entre estas últimas estaba la del reputado economista británico Alexander Cairncross, y el estadounidense James TobinPremio Nobel de Economía en 1981.
Pero, según Gewirtz, las aportaciones que más huella dejaron en las autoridades chinas fueron las del profesor húngaro Janos Kornai, que entonces daba clases en Harvard.
Crucero por el rioDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionPor la mañana alguno de los invitados daba una charla a los asistentes a las que seguía un tiempo para debatir entre todos los presentes.
Su libro sobre la escasez en las economías socialistas vendió más de 100.000 copias entonces.
Sus ideas se repitieron en trabajos académicos, artículos periodísticos y discursos oficiales.
También calaron las aportaciones del economista checo Ota Sik y del economista polaco Wlodzimierz Brus.
Los tres habían nacido en sistemas socialistas y conocían de primera mano el proceso institucional, social y económico que conlleva dejar atrás una economía planificada.

¿Que aprendieron las autoridades chinas?

Los asistentes se apiñaban cada mañana en el salón principal para oír las ponencias.
Cada día, dos economistas de renombre exponían un tema en torno a la mejor manera de transformar el sistema económico del país.
Según Gewirtz, a la charla le sucedían horas de debate y preguntas de los asistentes.
James Tobin habló sobre qué medidas macroeconómicas utilizan los países desarrollados para gestionar la demanda agregada.
Janos Kornai explicó los puntos más difíciles de una transición desde el socialismo al capitalismo, y especialmente sobre la importancia de coordinar con los mercados mediante la macroeconomía.
Pasaron los días en diversas charlas discutiendo la estrategia y las reformas que China necesitaba adoptar.
James TobinDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionJames Tobin recibió el Premio Nobel de Economía en 1981 por su "creativo y extenso trabajo en el análisis de los mercados financieros y sus relaciones con las decisiones de gastos, empleo, producción y precios.
Se habló de política monetaria, de inflación y del papel de los bancos centrales.
Y también de los problemas a los que se enfrentaban las autoridades al pasar del sistema comunista a una economía orientada al mercado.
"Los expertos occidentales ofrecieron ideas sobre cómo introducir más elementos de mercado en el sistema chino y modernizar el papel del gobierno en la economía. La reunión de Bashan fue el escenario del más importante de todos los intercambios llevados a cabo en este periodo", explica en su libro.
Las ideas discutidas allí propiciarían un cambio en China hacia la "economía de mercado socialista" mixta que existe hoy y que ha impulsado el auge económico de China".

Selección de conceptos

"Esta no es la historia de misioneros que fueron a China para cambiarla. Fueron los chinos los que estuvieron a cargo de este proceso de transformación del sistema económico del país", dice Gewirtz.
"La transformación económica de China se produjo en sus propios términos".
Tanto es así que Cairncross, a bordo del crucero también, escribe en su diario que las autoridades chinas se mostraban muy curiosas sobre la economía de otros países.
Sin embargo, anotó: "no tengo ninguna duda de que estudian qué hacer cuidadosamente y no necesariamente aceptan consejos".
Una cosa es que estuvieran dispuestos a escuchar y otra que aceptaran todo al pie de la letra.
Pero lo cierto es que después de poner en marcha las reformas económicas del líder chino Deng Xiaoping, el PIB de China empezó a remontar hasta llegar a cifras de dos dígitos.
Gráfico de la evolución del PIB de China
"En esta conferencia se alcanzó un consenso sobre muchos aspectos de la transición y la reforma macroeconómica de China, dando impulso a la reforma del sistema", explican desde el Centro Internacional de Cooperación, una institución pública china que depende de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas.
Proporcionó fundamentos teóricos esenciales para el modelo de "mercado regulado por el Estado, empresas guiadas por el mercado" introducido en 1987 y el concepto de "economía de mercado socialista" introducido en 1992, afirman.
"Esta reunión marcó la globalización de la macroeconomía de China".
En su libro, Gewirtz coincide con la idea de que las aportaciones de los economistas occidentales fueron clave.
"Las ideas se filtraron en la ideología y las políticas del Partido Comunista. Y cuando analizamos las ideas de los legisladores chinos y los economistas que guiaron la transformación, descubrimos que el papel de los economistas occidentales fue crucial", afirma Gewirtz.
Y por eso, aquella conferencia en un crucero en 1985 tiene un gran impacto en el mundo actual.
Bandera de ChinaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa transformación económica de China en los últimos 40 años no tiene precedentes. Y para 2030 debería convertirse en la economía más grande del mundo.
Cuatro décadas después de todo aquel proceso aperturista, la transformación económica de China no tiene comparación en el mundo.
A medida que el gigante asiático ha madurado, el crecimiento de su PIB se ha desacelerado significativamente.
Si en 2007 era del 14,2%, en 2018 esa cifra se redujo a 6,6%.
Pero si miramos más atrás, desde 1980, el tamaño de la economía se ha multiplicado por 42.
Para 2030, los economistas creen que su crecimiento se habrá reducido a aproximadamente un tercio de su cifra actual.
Pero incluso eso sería suficiente para superar a Estados Unidos como la economía más grande del mundo.
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