domingo, 21 de julio de 2019

Sue Finley

SUE FINLEY: LA ‘COMPUTADORA HUMANA’ DE LA NASA.

La historia de Sue Finley ilustra la trayectoria de muchas mujeres de su época. Es una destacada matemática y pionera en la liberación de la mujer, ha desempeñó un papel clave en muchas misiones espaciales. 
Su contribución a los principales programas espaciales estadounidenses como «calculadora humana» permaneció en las sombras, aunque era esencial. 

 A lo largo de los años, ha participado en misiones para explorar la Luna, el Sol, todos los planetas y otros objetos del Sistema Solar.

Cuando Sue Finley fue contratada por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) cerca de Los Ángeles en la década de 1950, se encontró en un servicio 100% femenino. 
«La mujer que estaba a cargo … pensaba que los hombres no la obedecerían, así que solo contrató mujeres», comentó en una entrevistas a la AFP.
En 1958, Finley fue contratada por la NASA por sus habilidades matemáticas. (NASA).

EXPERIENCIA Y TRAYECTORIA

Gracias a mujeres como Sue Finley con grandes habilidades matemáticas, los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin pudieron caminar por sobre la Luna hace 50 años.
Sus cálculos matemáticos han permitido construir cohetes, diseñar combustibles y desarrollar antenas que conectan a los astronautas a la Tierra.

La matemática, que ahora tiene 82 años, es considerada la empleada más antigua de la NASA. 

Su pasión por los números ha existido desde la secundaria. Era una estudiante de pura “A”. Finley cuenta que en una ocasión ganó una competencia en la que debías resolver ecuaciones químicas mentalmente. Su primera acercamiento a las matemáticas fue por la vía de la arquitectura, pero fracasó debido ala falta de cualidades artísticas, dice ella. 
Así que solicitó ser secretaria en una compañía aeroespacial. Pero no era buena al escribir a máquina y no pasó la prueba de contratación.
ME PREGUNTARON: ‘¿TE GUSTAN LOS NÚMEROS?’ LE DIJE: ‘OH, PREFIERO POR LEJOS LOS NÚMEROS A LAS LETRAS’ «, EXPRESÓ CON UNA SONRISA.
El trabajo entonces consistía en hacer cálculos a mano y en máquinas electromecánicas llamadas «Fridens».
Pero nada la detuvo, y después de conocer a su esposo,Peter Finley, se le ocurrió la idea de postularse al Jet Propulsion Laboratory, fundado por la Universidad de Caltech y que hoy en día es el principal centro de exploración del sistema solar de la NASA.
En ese lugar se encontró con un departamento lleno de las famosas mujeres conocidas como: human computers. Otra razón de la preferencia por las féminas allí, explica, es que «las mujeres son más baratas. Y siempre ha sido así».
Una «computadora humana» en la NASA rastrea la posición de Mariner 2. NASA / JPL-Caltech)Entre 1963 y 1969 se dedicó a criar a sus dos hijos, pero la vida de ama de casa la estaba conduciendo a una depresión. 
«YO ERA COMPLETAMENTE NULA COMO AMA DE CASA», DICE SUE. «EL PSICÓLOGO ME DIJO QUE REALMENTE TENÍA QUE VOLVER AL TRABAJO», INDICÓ.
Así que tomó la decisión de regresar al trabajo. Al volver a JPL, se percató que todo era diferente: las computadoras habían reemplazado a los humanas.  Así que para seguir siendo competitiva, Sue decidió aprender el lenguaje informático Fortran.

UN TALENTO EXPLOTADO DE LA MEJOR MANERA

Una de sus hazañas más grandes, según cuenta Nathalia Holt en el libro «Rise of the Rocket Girls«, es haber conseguido una solución para recuperar la sonda Galileo, que en octubre de 1989 sufrió una anomalía grave.
Una de las antenas de la sonda no se había abierto al salir de la órbita de la Tierra. Sue Finley escribió un programa para aumentar la capacidad de la red terrestre de antenas de la NASA para que pudieran escuchar las señales débiles enviadas por otras antenas Galileo.
El programa funcionó … permitiendo a Galileo enviar a la Tierra las espectaculares imágenesde un cometa en desintegración y del descubrimiento de una luna orbitando un asteroide.

Las mujeres del Laboratorio de Propulsión a Chorro resolvieron principalmente ecuaciones hechas a mano para los programas espaciales de la NASA.

Finley estuvo involucrada en varias misiones, por mencionar algunas:
  • Su misión favorita, sin embargo, fue el programa de estudio Vega de Venus, una colaboración de 1985 entre la URSS y otros países.
  • Más tarde, al convertirse en especialista en comunicaciones de radio ayudó a aterrizar los rovers Spirit y Opportunity en Marte en 2004.
  • Envió la sonda Juno a Júpiter en 2016. 
En 2019, la ingeniería de 82 años, no piensa en el retiro, no tiene la intención de hacerlo mientras la NASA la necesite.«Siempre estoy aprendiendo algo nuevo», dijo. Pero «tal vez algún día tendré tiempo para aprender el piano».



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