Santa María de las Cuevas de Sevilla - Monasterio de La Cartuja
Es conocido como Monasterio de la Cartuja, por estar situado en la isla de La Cartuja. Es uno de los cuatro monasterios cartujos que hay en Andalucía. En el siglo XII, los almohades construyeron en la isla unos hornos alfareros, puesto que la situación era idónea por la proximidad del río Guadalquivir, además de la abundante existencia de arcillas.
Cuenta una leyenda que, alrededor de 1248, se halló una imagen de la Virgen María en una de las cuevas, lugar donde se construyó la ermita Santa María de las Cuevas, para situar en ella la imagen de la Virgen. Llegamos a finales del siglo XIV cuando, el arzobispo Gonzalo de Mena y Roelas, entregó la ermita a los franciscanos, los cuales comenzaron las gestiones para fundar un monasterio.
Ruy González de Medina, caballero sevillano y tesorero de la Casa de la Moneda, había conocido, en el Monasterio del Palmar de Burgos, la orden de los Cartujos --que había sido fundada por Bruno de Colonia, en el siglo XI---, cuando estaba en la corte de Juan I de Castilla, aconsejó al mencionado arzobispo de Sevilla, que promoviese la implantación de los cartujos en la ciudad, lo cual fue autorizado por la orden en 1398. En el 1400 vinieron del Paular algunos cartujos, a los cuales les fue entregada la ermita. Benedicto XIII, aprobó en 1404, la fundación. En 1526, con motivo de la boda entre el emperador Carlos I con Isabel de Portugal, estos visitaron el monasterio, donando un altar portátil. Felipe II también lo visitó en 1570, algo que también hizo Felipe IV el 4 de marzo de 1642.
La Cartuja tuvo dos hospederías: una en el exterior del edificio, donde se acogía a los parientes de los frailes, a los que iban de camino y a los peregrinos, y otra, donde los monjes alojaban a personas de calidad, aquí residió Felipe II cuando visitó el monasterio, y es probable que también lo hiciera Colón, durante las largas temporadas que pasaba en Sevilla.
A causa del terremoto de Lisboa de 1755, el edificio sufrió graves desperfectos. El 24 de enero de 1810, se acercaban las tropas francesas a la ciudad, por lo que los frailes enviaron objetos de valor a Cádiz, para evitar que fueran expoliados, pero el barco fue interceptado, requisando los franceses todo lo que transportaba. En 1810 los franceses ocuparon la ciudad y, un año más tarde, el mariscal Soult, destinó el convento a cuartel de artillería. Lo vació de contenido religioso, se creó un doble foso alrededor del edificio, con un puente levadizo, en la puerta que daba al río; en el muro exterior, se pusieron baluartes y torres vigías; la entrada principal fue tabicada y, frente a la misma, se creó una plaza de armas para la tropa y la artillería. Tras la expulsión de los franceses, los cartujos regresaron a Sevilla el 30 de septiembre de 1812, regresando a su convento el 28 de octubre.
En el transcurso del Trienio Liberal, el monasterio fue exclaustrado, dándole uso como casa de vecindad. El edificio les fue devuelto a los cartujos en 1823 y en 1827 su iglesia volvió a abrirse al culto. El 19 de febrero de 1836 el convento fue desamortizado por Mendizabal.
La Cartuja poseía también el señorío de Casaluenga, adquirida una parte el 18 de marzo de 1456 a los hermanos Casas, y la otra unos meses después. Esta posesión constaba de una próspera aldea poblada con señorío y vasallaje, con terrenos para la agricultura y la pesca. En esta Colón pasó largas temporadas antes y después del 1492.
Cristóbal Colón falleció el 20 de mayo de 1506, en Valladolid, camino de la corte itinerante deFernando el Católico. Sus se celebraron en la iglesia de la Antigua de Valladolid, depositándose su cadáver en el convento de San Francisco. Fue su hijo Diego Colón, quién mandó trasladar los restos a la Cartuja. Los restos fueron entregados a la comunidad cartuja de Sevilla el 11 de abril de 1509.Al llegar, solo existían en el monasterio dos bóvedas funerarias: la de los Ribera, en la iglesia grande, y la de los Henríquez, en la capilla de los Duques de Alcalá. Se situaron los restos en la de los Henríquez hasta que, en 1523, se finalizó la capilla de Santa Ana. En 1542 los restos de Colón fueron exhumados para llevarlos rumbo a Santo Domingo, aunque después volvieron a la que sería, su ubicación definitiva, en la catedral de Sevilla.
Tras ser desamortizado en 1836 fue usado como prisión. En 1838, Carlos Pickman, comerciante de Liverpool, solicitó el inmueble a la Junta de Enajenación de Conventos Suprimidos de la Provincia de Sevilla. Pickman adquirió el monasterio en 1838 con excepción de las huertas Grande, Vieja y del Compás, que fueron arrendadas a otros. Estas tres huertas también fueron adquiridas por Pickman en 1879. Pickman convirtió el edificio en su fábrica de loza, que comenzó en 1841. En 1873 Amadeo I otorgó a Carlos el título de marqués de Pickman. En el siglo XIX se colocaron hornos con chimeneas en forma de botella. En la década de 1950 dejaron de emplearse y se construyeron otros con chimeneas de tipo túnel. Fue declarado Monumento Nacional en 1964, y en 1982 fue expropiado por el Ministerio de Obras Públicas.
En 1986 fue restaurado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Albergando en 1992, el pabellón Real en la Exposición Universal, celebrada en Sevilla, con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América. Entre 1988 y 1995 el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, reformó la antigua fábrica de cerámica para ser la sede del Instituto Andaluz de Patrimonio Artístico. A partir de 1997 se convierte en sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, también alberga el rectorado de la Universidad Internacional de Andalucía.
La portada principal del monasterio, fue realizada por Ambrosio de Figueroa en 1766. Una vez pasada la portada, hay un terreno, que una vez pasado, está la portada del Ave María o de las Cadenas, construida a principios del siglo XV, con dos escudos heráldicos, a ambos lados, del arzobispo Gonzalo de Mena. Este fue usado siempre por los cartujos como escudo oficial del monasterio. El monasterio cuenta con otra portada en su tapia exterior, que da hacia el Guadalquivir y es conocida como puerta del Río, atribuida a Diego Antonio Díaz, de entre finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, decorada con azulejos de este periodo.
La iglesia del monasterio fue realizada entre 1410 y 1419, y ampliada en 1526. Tiene fachada de esquema abocinado gótico con decoración mudéjar y plateresca. Su interior consta de una sola nave cubierta con bóveda de crucería, en la que destaca la zona del presbiterio, donde la bóveda es de tipo abanico. Entre 1613 y 1614 se le añadió decoración con yeserías, los muros contaban con un zócalo de azulejos del siglo XVI atribuido a Alonso García que, a finales del siglo XX, fue desmontado y guardado en el almacén.
Desde la nave de la epístola se puede acceder al claustrillo, que permite el acceso al refectorio. En el refectorio destaca el artesonado de pino de Flandes, realizado en 1587 por los carpinteros Diego Cerezo y Lucas de Cárdenas. El refectorio fue ampliado en 1588 y, en esta ampliación, se pusieron paneles cerámicos en sus muros.
La capilla de la Magdalena fue donde estuvo la primera iglesia del monasterio, en la capilla hubo un retablo mayor que tenía una estatua de Santa María Magdalena. Esta figura fue sustituida por otra de la misma santa, realizada por Pedro Duque Cornejo en 1751. La capilla también albergaba un retablo donado a la Cartuja en 1467 por el rey Alfonso V de Portugal, que tenía en el centro a un Cristo Crucificado. Este retablo fue restaurado entre 1709 y 1710. Al fallecer el arzobispo Gonzalo de Mena en 1401, fue enterrado en la capilla de Santiago de la catedral, siendo trasladado en 1594 a la capilla de la Magdalena. En 1837 fue colocado de nuevo en la capilla de Santiago de la catedral.
En la sala capitular, construida en el siglo XV, destaca su bóveda y las numerosas esculturas decorativas de carácter gótico. Las paredes cuentan con zócalos cerámicos de 1607. En la iglesia estuvieron los sepulcros de la familia Ribera, realizados en el siglo XVI, aunque los sepulcros de Pedro Enríquez y Catalina de Ribera, también del siglo XVI, se encontraban en la sala capitular. En 1838 todos los sepulcros fueron trasladados a la iglesia de la Anunciación, y posteriormente, en 1970, al Panteón de Sevillanos Ilustres, que se encuentra en la cripta de esa iglesia. Antes de la Expo de 1992 se colocaron en la sala capitular de la Cartuja, donde permanecen, con excepción de la lauda sepulcral de bronce de Per Afán de Ribera y Portocarrero, primer duque de Alcalá y virrey de Nápoles.
La capilla de Afuera, o capilla Pública, fue dañada por el terremoto de 1755, por la riada de 1757 y por un fuerte temporal en febrero de 1759, por lo que los frailes decidieron su derribo. Ambrosio de Figueroa realizó una nueva, que fue terminada en 1766.
El monasterio tenía cuatro claustros. El Claustrillo es un pequeño claustro mudéjar del siglo XV. El claustro de los Monjes, o Gran Claustro fue comenzado a construir en el siglo XV y reformado en los siglos XVII y XVIII. El claustro de Legos fue construido en el siglo XV. Muchas zonas del mismo se derribaron para la construcción de la fábrica. El claustro de San Miguel no existe actualmente. Debe su nombre por albergar un lienzo de San Miguel Arcángel. A través del claustro de San Miguel se accedía a la capilla de San Bruno, construida en 1441.
En 1419 el adelantado de Andalucía, Per Afán de Rivera el Viejo, construyó una iglesia para los cartujos en su monasterio. En 1523 se finalizó la capilla de Santa Ana, como una ampliación de dicha iglesia. Sus yeserías fueron colocadas en 1604. Mide 13,80 metros de largo por 4,84 metros de ancho. El retablo del altar primitivo contenía un antiguo cuadro de Santa Ana, que se conservó allí hasta que fue trasladado por decisión de Santa Teresa de Jesús. El lugar que dejó vacío se llenó con el Cristo de la Clemencia, de Juan Martínez Montañés, que donó al convento el capitular Mateo Vázquez de Leca. Esta imagen se encuentra en la catedral. La bóveda funeraria de Colón se encuentra enterrada en el centro de la capilla.
Fuente: sevillapedia.wikanda.es
Imágenes: sevillapedia.wikanda.es
No hay comentarios.:
Publicar un comentario