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sábado, 10 de agosto de 2019

¿Qué sabemos de la Atlántida?

Cuando hablamos de paraísos o ciudades perdidas, la mitológica Atlántida se lleva el oro en fama y ubicuidad. Hay pocos mitos que hayan capturado tanto la atención del hombre y que hayan permanecido tanto tiempo en el imaginario popular. Millones de personas alrededor del mundo creen a pies juntillas que la Atlántida existió, que fue un hecho histórico, y que se encuentra sumergida en algún lugar del Océano Atlántico, lista para ser redescubierta.
Incontables son los libros, artículos, películas y documentales que intentan explicar el destino de la misteriosa isla. Incluso muchos historiadores y exploradores, que también creen en su existencia, han dedicado vidas enteras y muchos recursos en intentar encontrarla, sin éxito hasta ahora. Dudo mucho que la encuentren, pues si consideramos a la Atlántida como una ciudad mitológica, es precisamente porque lo es, un mito. La Atlántida no existió. Al menos, no existe evidencia de que haya existido.
Atlántida

El origen

Existe sólo un documento antiguo que mencione a la Atlántida, y que sirve de fuente para todo lo que ha venido después. Se trata de un libro, un trabajo de ficción, escrito por el filósofo Platón alrededor del año 360 a. de  C. En Timaeus, una de las muchas parábolas de Plato escritas en forma de diálogo socrático, hay tres  hombres hablando con el sabio, Timaeus,  Critias y Hermócrates. Sócrates les describe lo que él considera el estado ideal, y quiere que el resto le cuenten historias basadas en las relaciones de Atenas con otros estados.
Platón
Platón.
Es Critias quien menciona el nombre de la Atlántida. Su abuelo, según el texto, había conocido a Solón, el gran estadista ateniense y uno de los Siete Sabios. Solón había estado en Egipto, y ahí había escuchado la leyenda de la Atlántida. Un sacerdote egipcio, le contó que 9,000 años antes, una gran civilización que venía de una isla más allá de las Columnas de Hércules (el Estrecho de Gibraltar), había conquistado buena parte de África, hasta Egipto, y de Europa, hasta Tirrenia, en el centro de la  actual Italia.
El sacerdote egipcio añadió que los atenienses presentaron batalla a esta civilización, y que lograron vencerlos. Poco después, terremotos destruyeron la Atlántida, que terminó por hundirse en las profundidades.

El texto

Fue el supuesto sacerdote Sonchis de Sais quien contó a Solón la leyenda de la Atlántida. En este fragmento de Timeus y Critias, leemos las palabras de Sonchis.
(La siguiente es una traducción mía de un libro en inglés del teólogo, profesor de griego y traductor Benjamin Jowett).
“Nuestras historias guardan muchas grandes y maravillosas hazañas de vuestro pueblo. Pero hay una que sobrepasa al resto en en Solóngrandeza y valor. Estas historias cuentan de una gran potencia que, sin ser provocada, organizó una expedición en contra de toda Europa y Asia, a la cual vuestra ciudad (Atenas) puso fin. Esta potencia vino del Océano Atlántico, que en aquellos días era navegable, y había una isla situada frente a los estrechos que vosotros llamáis las Columnas de Hércules.
La isla era más grande que Libia y Asia juntas, y estaba en el camino a otras islas, y desde estas podrías cruzar al resto del continente en el otro lado, el que rodeaba al verdadero océano.
Este mar que está dentro del Estrecho de Hércules (el Mediterráneo), no es más que una bahía con una angosta entrada, pero el otro es un mar verdadero, y la tierra que lo rodea puede bien denominarse un continente sin límites. Ahora bien, en esta isla de la Atlántida había un imperio grande y maravilloso que dominaba toda la isla y varias otras más, y partes del continente, y más allá; además, los hombres de la Atlántida habían conquistado la parte de Libia dentro de las Columnas de Hércules, hasta Egipto, y Europa hasta Tirrenia.
Mapa de la Atlántida del siglo XVII
Mapa de la Atlántida del siglo XVII.
Esta gran potencia, planeaba atacar y subyugar nuestro país y el vuestro y toda la región dentro del estrecho; y entonces, Solón, tu país brilló en la excelencia y la virtud de su fuerza, entre toda la humanidad. Ella (Grecia) fue preeminente en el coraje y talento militar, y fue la líder de los helenos. Y cuando el resto la abandonó, viéndose obligada a resistir en solitario, y después de verse en peligro, venció y triunfó sobre el invasor y libró de la esclavitud a aquellos que aún no habían sido subyugados, y generosamente liberó a aquellos del resto de nosotros que viven de las Columnas hacia dentro.
Pero después ocurrieron terremotos e inundaciones violentas, y en un sólo día con su noche de mala fortuna, todos vuestros soldados se hundieron en la tierra, y la isla de la Atlántida, de la misma manera, desapareció en las profundidades del océano. Por esta razón, esa zona del mar no es navegable, `pues hay bancos de lodo en el camino, que fueron causados por el hundimiento de la isla.”

¿Qué sabemos de la Atlántida?

Básicamente, esta es la única evidencia, si se le puede llamar así, de la existencia de la misteriosa Atlántida. Un trabajo de ficción que, es verdad, entremezcla algunos hechos conocidos, como que existieron Sócrates y Solón. Pero no hay evidencia de que Sonchis de Sais fuese un personaje real, y mucho menos de la existencia de la Atlántida. Todas las referencias posteriores al mito de la Atlántida, están basadas en el libro de Platón.
Las teorías conspiratorias no tardaron en llegar. Medio siglo después de la publicación del Timeus, el filósofo Crantor supuestamente viajó a Egipto para confirmar la leyenda de la Atlántida era real, como él creía. Supuestamente también, escribió un trabajo en el que dice que habló con sacerdotes egipcios y que vio jeroglíficos contando la historia de la Atlántida. El problema es que no existe ninguna copia de ese libro, y sólo se conocen menciones a dicho documento, hechas ocho siglos después.
Varias historias similares aparecen en otras culturas de la antigüedad, sí. No obstante, estas no concuerdan ni en el tiempo ni en el espacio con la leyenda de la Atlántida. Platón sitúa a la mitológica isla cercana al Estrecho de Gibraltar, lo que no ha impedido que sus defensores la sitúen en diversos puntos del Mediterráneo, el Atlántico y hasta el Pacífico.

El auge del mito de la Atlántida

Durante el Renacimiento, investigadores europeos retomaron el estudio de los clásicos. Por supuesto, la leyenda de la Atlántida entró en el paquete. A partir de ahí, diversos autores retomaron la idea de un paraíso perdido, que fue impulsada por las corrientes visiones utópicas de la modernidad.
Utopía
Utopía.
El mismo origen de Utopía, de Thomas More, bebe de la idea de una isla en el Atlántico, habitada por una civilización ordenada, igualitaria y liberal. Pero Utopía es un lugar imaginario, no real. Lo mismo sucede con La Nueva Atlántida, de Sir Francis Bacon, que describe la tierra mítica de Bensalem, en algún lugar del Pacífico Sur cercano a Sudamérica.
Estos y otros trabajos posteriores, han mantenido vivo el mito de la isla perdida. El problema es que muchos creen que se refieren a hechos reales, cuando no son más que relatos de ficción. El mismo trabajo de Platón no es más que una parábola en la que incluye la leyenda de la Atlántida sólo para incidir en un punto. De hecho, la Atlántida apenas y es mencionada en el párrafo traducido arriba.
Recreaciión moderna de la Atlántida
Recreación moderna de la Atlántida.

El auge de las teorías de la conspiración en el siglo XX, bien aliñado de platos voladores,  los Illuminati y el Triángulo de las Bermudas, hizo resurgir el mito de la Atlántida. Mezclando bien todos estos ingredientes, la Atlántida es para muchos un lugar secreto en el que los promotores del Nuevo Orden Mundial esconden armas alienígenas con las que piensan destruir el mundo.

¿Puede estar basada en la realidad?

Puede, sí, por supuesto. Hay muchos ejemplos de islas que han desaparecido súbitamente. Un buen ejemplo, el de Thera, pudo haber servido de inspiración a Platón.
Thera es un volcán situado en medio de las Islas griegas. Hace aproximadamente 3,500 años, Thera formaba una isla volcánica. Una violenta erupción destruyó la isla, y muchas de las poblaciones minoicas en regiones cercanas. Fue tan poderosa, que hasta Egipto llegaron sus consecuencias. Los restos de Thera son ahora la isla de Santorini. Y seguro hay muchos ejemplos más.
El cráter de Thera desde Santorini.
El cráter de Thera desde Santorini..
Ahora bien, Platón bien pudo haberse basado en esta y otras historias de islas que desaparecieron.  Ejemplos, como digo, le sobraban, pero eso no quiere decir que la leyenda de la Atlántida fuese un hecho real. Es como si yo escribo una historia sobre una erupción volcánica en Madrid hace 10,000 años que destruyó una antigua civilización, usando como modelo a Pompeya, y algunos se creen que mi historia es realidad porque Pompeya fue realidad. No cuela.

Algunos apuntes

Platón, en la voz de Sonchis de Sais, sitúa los eventos de la Atlántida hace más de 12,000 años. Complicado, pues en aquel entonces no existían ni Atenas, ni los griegos, y ni siquiera Egipto. Por haber no había ni civilización. Difícilmente los atenienses podían haber luchado contra los ejércitos de la Atlántida. Aún faltaban 8,500 años para la fundación de Atenas.
Pero dijéramos que Sonchis se equivocó en el tiempo y todo sucedió en una época más cercana. Si los griegos participaron en esa guerra, ¿por qué no hay una sola mención de ella? (excepto en la novela de Platón, claro está). Ningún otro pueblo de la antigüedad hace referencia a esa misma leyenda. Algo extraño  cuando se supone que la Atlántida invadió medio África y media Europa.
Más extraño aún es que no se ha encontrado ninguna evidencia de que tal lugar existiese. Puede ser comprensible que hasta hace un siglo la gente creyera en una isla desaparecida en medio del Atlántico. En la actualidad, sin embargo, con la tecnología a nuestra disposición, ya deberíamos haberla encontrado.

Conclusión

Muchos alegan que el hecho de que no se haya encontrado evidencia de la Atlántida no es prueba de que no haya existido. Ya, es verdad, pero con menor razón pueden ellos asegurar que sí existió. No hay evidencia, y el único origen de la leyenda es un trabajo de ficción.
Si a esas nos vamos, no me extrañaría, que los adeptos a las conspiraciones del futuro, insistan en que hace muchos años, en una galaxia muy, muy lejana, existió un malvado imperio comandado por un hombre vestido de negro. ¡Ah! Y seguro dirán que era una civilización alienígena.

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