sábado, 20 de febrero de 2016

Arte y cultura en la República Dominicana Historia. Música el Merengue

Arte y cultura en la República Dominicana
Historia. Música  el  Merengue

Todas las sociedades tienen una cultura propia, que es consecuencia de la capacidad creadora de sus integrantes, las circunstancias, la necesidad y su historia.
La República Dominicana tiene una cultura con una rica diversidad que no nos deja de identificar. Pero todo pueblo está sujeto cambios y nosotros no somos la excepción.
La cultura está en constante cambio, éstos se acumulan para el aprovechamiento de sus pueblos. Estas transformaciones se van transmitiendo de generación en generación, es por esto que la cultura sea original o no, no se pierde.
La globalización ha venido a hacer una integración mundial, esto puede traer distintos efecto, uno de ellos es la transculturación de los pueblos, lo cual desayuda para que estos puedan ser autóctonos.
“La integración en un todo” provoca que queramos ser similares a “los más grandes”, y es ahí cuando las nuevas generaciones empiezan a ver sus raíces como obsoletas, queriendo hacer cambios rápidos y bruscos para satisfacer sus necesidades.
Es prudente mostrar al mundo lo que somos, como vivimos y como queremos vivir mañana.
“La cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden”.
(UNESCO, 1982: Declaración de México)
Justificación
La cultura está, como un mercado, sujeta a las leyes de la oferta y la demanda de la economía capitalista; la industria cultural
Es urgente concretizar a todo un pueblo que no se da cuenta que nuestras raíces puedan cambiar radicalmente. Nuestro objetivo fundamental es recopilar nuestros rasgos más significativos y que nos han identificado por años y poder difundirlos.
El pueblo que conoce su historia no deja que se pierda. Con esto deseamos que muchos puedan tener un acceso directo a nuestras costumbres, tradiciones, gastronomía, saberes populares, en fin a todo lo que somos.
Es innegable que nuestros hijos e hijas vivirán en una sociedad muy distinta a ésta y que lo nuevo tratará de imponerse ante lo viejo; queriendo absolverlo por completo. Es hoy cuando tenemos que prepararnos para las grandes transformaciones que se avecinan
Música
El Merengue
El merengue es un género musical, baile folklórico dominicano que se ha difundido ampliamente y que muchos consideran como el baile nacional dominicano.
Historia del Merengue Dominicano
Los orígenes del Merengue Dominicano están tanto en África como Europa, Lo que hasta para el profano está claro es que el ritmo es de origen africano, Con anterioridad la danza nacional dominicana era la Tumba que influye definitivamente en la línea melódica del Merengue y viajó hasta el oriente cubano. Las primeras composiciones del merengue son atribuidas al coronel Juan Bautista Alfonseca (1810-1875). Él fue quien llevó el Merengue al pentagrama por primera vez.
Entre los temas compuestos por Juan Bautista Alfonseca se destacan:
  "La Juana Aquilina”.
  "Ay Coco".
  "Los pastelitos".
  "El morrocoy".
  "El Carlito cayó en el pozo"
  Entre otros.
El pueblo cantaba ya que este compuso sus temas de acuerdo a la rítmica que el pueblo practicaba al igual que hizo Sebastián de Iradier y Salaverri al componer "La Paloma" y definir la Habanera en el primer pentagrama firmado por un músico de carrera.
Luís Alberti, uno de los músicos considerados como padres del Merengue, no cree en la influencia africana y aboga por raíces netamente españolas al considerar el Merengue como "una mezcla de lo español y nuestras tonadas campesinas de tierra adentro". Tonadas que en definitiva también tienen origen, fundamentalmente canario en su forma y castellano en su fondo.
F. Lizardo, folklorista dominicano, por contra, piensa que el origen está en la tribu Bara de Madagascar, que llegó a la isla en el siglo XVIII y trajo un baile llamado Merengue que se diseminó por todo el Caribe. Un ritmo muy parecido, añade Lizardo, llegó con los Yorubas de actual Dahomey. En la polirritmia africana estaba también el Merengue. Es evidente.
Emilio Rodríguez Demorizi estableció en sus trabajos las conexiones entre la Upa, la Danza puertorriqueña y el Merengue dominicano.
Evidentemente, el Merengue se desarrolla junto a la identidad como nación, cultura y raza de la República Dominicana, con influencias españolas, africanas y autóctonas. Su aparición también se empareja con los años de nacimiento de la República y las primeras manifestaciones culturales propias.
Una de las formas merengueras del final del XIX es el Perico Ripiao, originario de Santiago de los Caballeros. En un local denominado Perico Ripiao, tocaba un grupo que sustituye la guitarra por el acordeón. La formación del Perico Ripiao se fundamentó en tambora, acordeón y güira. El local dio nombre a la nueva forma interpretativa del Merengue.
Rechazo inicial-Aceptación posterior
En Santo Domingo la Tumba fue desplazada de los bailes populares por el `'Merengue,”. A pesar de su auge entre las masas populares, la clase alta no aceptó el merengue por mucho tiempo, por su vinculación con la música africana. Considerada una "sandunga criminal", una "pasión impía", un baile "demoníaco Otra de las causas que pesaron sobre el repudio y ataques contra el merengue fueron los textos literarios que lo acompañan, generalmente subidos de tono.
Lo cierto es que el arte de llevar a una mujer empujándola pecho con pecho en contra de las corrientes morales del momento le costó al Merengue serias críticas y campañas de descrédito que no impactaron en el pueblo dominicano.
Otras danzas dominicanas de origen negro no fueron atacadas por su carácter de danzas rituales. Esto que chocaba con la concepción religiosa de los grupos de la clase elevada. Su mismo carácter ritual hacía que su práctica se restringiera a unos pocos lugares o días al año, con un alcance o difusión entre la población muy limitado. El merengue por el contrario por su carácter de danza de regocijo se introdujo con más facilidad en los lugares de fiestas generales y por esto la reacción en contra si bien fue fuerte, fue vencida por el sabor de su ritmo.

En 1875 Ulises Francisco Espaillat inició una campaña contra el merengue que fue totalmente inútil pues ya el baile se había adueñado del Cibao donde se hizo fuerte a tal punto que se asocia hoy esta región como cuna del merengue.
A principios del presente siglo músicos cultos hicieron una gran campaña para la introducción de esta danza en los salones. Los músicos populares se unieron a esa campaña, la que encontraba siempre la resistencia que inspiraba el lenguaje vulgar de las letras que acompañaban el ritmo.
Juan F. García, Juan Espínola y Julio Alberto Hernández, fueron pioneros en esa campaña. Su éxito no fue inmediato ya que a pesar de que establecieron la forma musical del merengue, no pudieron conseguir que el merengue penetrara en "la sociedad" y se considerara como una creación del pueblo dominicano aceptándola sin aspavientos.
El panorama cambió a partir de 1930, pues Rafael L. Trujillo en su campaña electoral usó varios conjuntos de "Perico Ripiao" y logro difundir el aire nuevo a zonas donde no se le conocía previamente, ayudándole mucho en esa difusión el uso de la radio recién llegada al país antes del inicio de la dictadura.
A pesar de esta gran difusión y propaganda no se aceptó de pleno el merengue en lo que se llamaba "la buena sociedad dominicana" hasta que en una familia de la "aristocracia" de Santiago, en ocasión de la celebración de una fiesta solicitaron a Luís Alberti, que iba a amenizar con su orquesta, que compusiera un merengue con "letras decentes", y éste accedió. Compuso para tal ocasión el "Compadre Pedro Juan", el cual no solo gustó, sino que causó furor, llegando a convertirse en el himno de los merengues. A partir de ese momento comenzó a diseminarse el merengue. Para esto la radio prestó una ayuda generosa.
Al diseminarse el merengue por todo el ámbito nacional, produjo, como toda manifestación cultural, variantes. Estas reflejan el manejo de los elementos culturales hecho al acomodo y conveniencia de algunos.
Como fueron músicos cultos los que fijaron la forma musical del nuevo merengue, los músicos populares trataron de imitar y seguir este modelo mientras que el hombre de campo continuó tocando el merengue de la misma forma. Esto dio origen a dos formas de merengue bien diferenciadas entre sí.
El merengue folklórico auténtico que aún se encuentra en los campos, y el merengue de salón. Este último es el que más se difunde y el que la gran mayoría de personas creen que es folklórico.
El Merengue Hoy
Para el año 1980, el merengue empieza el periodo llamado la época de oro, caracterizado por la aparición de nuevas agrupaciones, sonidos y carácter.
El merengue actual, aunque en franca pérdida de la anterior vigencia internacional a que nos habíamos acostumbrado, se mantiene estable en su estructura promedio, es decir, aquella cimentada durante las tres décadas finales del siglo anterior. 
Volviendo a la sinuosidad del merengue en su trayectoria, casual, o forjada en las manos de sus distintos líderes de turno, sería interesante echar una vista panorámica aunque sucinta de los más sobresalientes cambios, no en cuanto a su dimensión popular ni mucho menos a la respuesta entusiasta o no de las multitudes, sino, por su consistencia estrictamente musical y de forma.
Merengueros dominicanos: Wilfrido Vargas, Sergio Vargas, Los Hermanos Rosario, Roberto Antonio, Los Melódicos Billo's Caracas Boys, Conjunto Quisqueya. Fernando Villalona. Jochy Hernández. Jossie Esteban. La Patrulla 15. Eddy Herrera, Liz y su Banda Show.  Por supuesto el popularísimo Juan Luís Guerra, entre otros. Estos llamaron la atención gracias a sus melodiosas canciones y ritmos.
Kinito Méndez
Nos comentó que era oriundo de Azua, que desde pequeño, se ponía con latitas a tocar. Siempre recibió el apoyo de su familia,
Su inspiración es Johnny Ventura del cual es un gran admirador.
Fue el pionero en introducir los palos al merengue, con ese tema llega al Grammy y ganó merengue del año en los premios Casandra.
Él junto a la Cocoband inicia en el merengue popular, introduciendo frases y refranes populares en las letras del merengue. Nos explicó que el merengue popular que ellos hacían no era igual al de ahora, pues eran hechos en estudios de grabación, una música preparada para ser exportas a cualquier parte del mundo, critica que los nuevos exponentes de este tipo de merengue utilizan las improvisaciones en vivió y de ahí lo llevan a la radio, pero lo que le gusta es que estos merengueros sintonizan con el publico.
El merengue tradicional, es que el que va a los premio “Lo Nuestro” “El Grammy”, es que se ha internacionalizado mientras que el merengue de calle no es reconocido en el exterior.
Piensa que no solo el merengue, sino en toda la música ha tenido una crisis debido a la piratería.
En cuanto a los cambios producto de la globalización enfatizó que esto no pasa solo en nuestro país y que los artistas deberían seguir haciendo música cultural, orientar a los jóvenes sobre la cultura dominicana. Dijo que le gustaría realizar charlas en los colegio para hablarles del merengue, su importancia y trascendencia.
Bibliografía
Atlas Folklórico de la República Dominicana, editora Santillana.
Enciclopedia del Arte Dominicano
Enciclopedia Dominicana
Enciclopedia Ilustrada de la República Dominicana.
Los cien músicos del siglo, editorial Cañabrava en el año 2000. Redactada por el Lic. Antonio Gómez Sotolongo
www.discuba.com

www.labijirita.com

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