lunes, 11 de abril de 2016

LAS REBELIONES CONTRA TRUJILLO DEL GENERAL DESIDERIO ARIAS

LAS REBELIONES CONTRA TRUJILLO DEL GENERAL DESIDERIO ARIAS

http://notihistoriadominicana.blogspot.com/2012/11/las-rebeliones-contra-trujillo-del.html

NOTIHISTORIADOMINICANA
Por Francisco M. Berroa Ubiera
Historiador


Las rebeliones del general Arias 
El general Desiderio Arias era un genuino caudillo "liniero" (del noroeste de la República).  Su "Partido Liberal" fue uno de los soportes para que el general Rafael L. Trujillo Molina ascendiera a la presidencia de la pobre nación dominicana; por ello fue senador de la República por la provincia de Monte Cristi desde 1930, a inicios de la Era de Trujillo.
Este caudillo regional desde 1913 manifestó públicamente su adhesión a los intereses anti-norteamericanos en el país, y decía los enfrentaría si ocupaban el país.  Los Estados Unidos lo acusaron de contrabandear a gran escala toda clase de mercancías por la frontera, especialmente armas y municiones afectando sensiblemente las recaudaciones.
El Ministro de los Estados Unidos James Sullivan envió al Secretario de Estado un telegrama en fecha 12 de febrero de 1914 haciéndole saber que Arias disponía de más de 200 mulos de carga para realizar sus prácticas de contrabando en la frontera y llegó a pedir al presidente general José Bordas Valdez y al Receptor General de Aduanas que fuese declarado forajido y que fuese apresado por sus actividades ilegales.  En ese mismo sentido Mister Heinke de la División para América Latina del Departamento de Estado escribió al Secretario Robert Lansing pidiendo “La eliminación completa del general Desiderio Arias es el principal requisito para una paz permanente en la República Dominicana”.[1]
El general Desiderio Arias fue el Ministro del Cañón que se alzó en armas contra el presidente Juan Isidro Jimenes el 28 de abril de 1916, provocando con su desacertada acción la justificación de la invasión de los Marines norteamericanos sobre nuestro territorio en mayo de 1916, y él, quien había dicho enfrentaría a los norteamericanos en caso de una invasióntras el desembarco de los Marines se auto-encerró en su casa de Santiago sin hacer un solo disparo, según testimonian periodistas e historiadores de la época. .
Luego volvió a operar en política con una actitud conservadora.
Según Richard Cutts, jefe de las tropas de los Estados Unidos en Haití, el general Arias y sus seguidores se hallaban financiados por Trujillo desde 1929 para enfrentar el gobierno de don Horacio Vásquez.
Luego de colaborar con Trujillo e  integrarse al Gobierno del Jefe militar, el caudillo noroestano se sintió aislado y perseguido por el propio Trujillo, y antes de su rebelión contra Trujillo pidió a Mister Cabot la protección de la Legación (la Embajada) de Estados Unidos en razón de que había sido apresado por la banda "La 42" -el informador de la Legación era Galván, Subsecretario de Interior y policía-.
Desde el mes de marzo Trujillo trasladó el gobierno a Santiago -ejecutivo y congreso- hasta el 10 de julio de 1931 cuando volvió a Santo Domingo.
Realmente fue en abril de 1931 cuando comenzaron a circular los rumores sobre la futura "rebelión" de Desiderio Arias; era de dominio general, la comidilla, el chisme cotidiano, la decisión de Arias de oponerse por las armas a Trujillo.  Desiderio Arias se rebeló dos veces contra Trujillo.
La primera rebelión del general Desiderio Arias se produjo en fecha 27 de abril de 1931, lo cual motiva que Trujillo envíe a parlamentar con el General insurrecto una comisión formada por Jacinto B. Peynado, Mario Fermín Cabral, Juan Isidro Rodríguez, Max Henríquez Ureña; estos escuchan las exigencias de Arias y la comunican al dictador en ciernes.  Luego Trujillo envía una nueva Comisión integrada por Rafael Rodríguez y Andrés Medina.
Tras enterarse sobre las demandas de Arias Trujillo viaja a Mao y accede entrevistarse con el General alzado en el sitio denominado Gurabo, de Mao, en 3 de mayo de 1931.  Trujillo deja sus tropas acantonadas en Guayacanes, unos 132 hombres fuertemente armados, e ingresa solo al territorio controlado por Arias entrevistándose con él; fruto de esta reunión el general Desiderio Arias recibe armas, municiones, ofertas de empleos para sus seguidores, y otras promesas y favores diversos, incluso Trujillo le ofrece construirle una casa para su esposa, en ese momento doña Pomona Navarro de Arias -hermana del famoso guerrillero Andrés Navarro-, lo cual motiva su decisión de dejar las armas y regresa a Santiago en compañía de Trujillo en fecha 4 de mayo de 1931.  Concluye la primera batida.
Desde 1931 se incrementa el apoyo de los Estados Unidos a Trujillo quien recibe varias visitas de importantes figuras de la política de ese país.  Trujillo recibe la visita del general Rufus Lane; inclusive, el 11 de mayo de 1931 se produce la visita de Charles A. Thompson, opuesto a la presencia de Watson, y, quien se sorprendió porque no entendía como un país sin marina tenía un "agregado naval".  Temiendo ser alejado de Trujillo Watson visita a Teodoro Roosevelt hijo, gobernador de Puerto Rico, quien era el encargado de trazar la política de los Estados Unidos en la región caribeña.
Thomas Watson era visto por la inteligencia de Estados Unidos como un asesor de Trujillo, un asociado de la dictadura, y un empleado asalariado del gobierno.  El 22 de mayo de 1931 Trujillo se entrevista con el gobernador de Puerto Rico T. Roosevelt hijo en la margen oriental del río Ozama donde funcionaba el aeropuerto.
Se sabe que el 22 de mayo de 1931 mataron un teniente en Santiago; esto coincide con el hecho de que Arias dejó de visitar el Congreso en su condición de Senador por Monte Cristi.  Según un informe de inteligencia de Watson,[2] Arias temía ser asesinado en Santiago, en donde se produjo un levantamiento: el de Francisco Kundhartt, ex-jefe de la policía local.  Posteriormente, el 2 de junio el ejército mató dos personas entre Azua y Barahona, ambos partidarios de Arias.
La segunda rebelión de Arias estuvo antecedida de la publicación de un manifiesto en 10 de junio de 1931, en donde el general noroestano denunciaba varios asesinatos y fusilamientos cometidos por el dictador en las poblaciones de San Francisco de Macorís (18 muertos), Puerto Plata (116 muertos), y Moca (132 muertos), vinculados a la rebelión de Bencosme.  Se sabe que el día anterior había sido apresado en Santiago uno de sus seguidores.
De hecho la nueva rebelión del general Arias se produjo en 13 de junio de 1931 enviando el general Trujillo sus tropas en su contra bajo el mando de los generales José Estrella y Antonio Jorge quienes fueron encargados de su persecución, captura y ejecución; ese mismo día cayeron dos de los más cercanos guerrilleros de Arias.
El mismo Trujillo dirigió un operativo militar contra Arias en 15 de junio de 1931.  En Mao, las tropas del ejército, unos 220 soldados, leales a Trujillo, dispersaron unos 100 hombres de Arias cerca del pueblo; de los rebeldes, la mitad de ellos estaban armados.  Como en Mao sólo había 200 soldados, fueron enviados a esa plaza, para reforzarla, 250 soldados más, de los cuales sólo llegaron 50.
Arias fue perseguido, incluso por el propio Trujillo, por Monte Cristi, Dajabón, Guayubín, y Sabaneta.  Su centro de acción fueron los cerros de Gurabo Adentro de Mao o Gurabo Francés.  Finalmente la captura de Desiderio Arias se produjo en 20 de junio de 1931, siendo ejecutado al día siguiente, el 21 de junio.  El cadáver fue mutilado horriblemente, incluso desprendiéndole la cabeza.
El verdadero captor del general Desiderio Arias fue el mayor Mélido Marte quien comandaba la compañía que lo perseguía, y de manera directa fue el sargento Ismael Reyes Ortiz quien disparó su ametralladora de mano  hiriendo gravemente al caudillo liniero, llamado popularmente El Héroe de Cañongo. Luego de su captura, el entonces teniente Ludovino Fernández  lo haya herido, revolcándose en el suelo del dolor, con un balazo que lo había dañado la columna vertebral y lo había paralizado.  Fue enviado un cable a Trujillo sobre el estado de Arias al momento de ser capturado, y Trujillo ordenó que lo ametrallaran y que le llevaran su cabeza en una bandeja.
El teniente Fernández cumplió la orden con extremo salvajismo. Tomó un filoso machete y de un tajo descabezó al general Arias, el resto del cuerpo fue ametrallado quedando con más agujeros que un guayo.  Ni Los Carpinteros del célebre Cirilo de los Santos (a) Guayubín hubiesen hecho tal prodigio.
A seguidas el teniente Ludovino Fernández ordenó a sus guardias que introdujesen la cabeza del muerto en un macuto, gurdándosela a Trujillo en la gaveta de un escritorio, y entregándosela  personalmente al Presidente cuando llego a Mao desde Santiago acompañado de un amplio séquito de sicarios, lambones, adulones, limpiasacos y cagatintas, y casi de inmediato el sanguinario Dictador ordenó el inmediato ascenso a Capitán del Teniente machetero. 
Luego, el general Trujillo, con su acostumbrada pose teatral y simulando que lamentaba la muerte de Arias, dio la orden, visiblemente nervioso, al doctor Ángel Delgado Brea para que este restableciera la cabeza al cadáver mediante sutura.
Sin embargo, cuando regresaron los militares al sitio donde abandonaron el cuerpo de Arias no lo pudieron encontrar –posiblemente los perros de la zona lo habían devorado o los campesinos lo habían enterrado- por lo cual, según dicen Ángel Miolán y Burke, el teniente Ludovino Fernández descabezó un cuerpo de otro guerrillero muerto para que le cosieran la cabeza del general Arias.  Entonces, siguiendo una práctica de los colonialistas españoles y angloamericanos su cuerpo fue paseado por los pueblos del norte, y luego se le entregó, en la ciudad de Santiago, donde residía Arias, a la señora doña Pomona Navarro viuda Arias para que lo inhumara.  Trujillo fue al velatorio a darle su más sentido pésame, y los obsequios ofrecidos a la viuda fueron rechazados con fina cortesía y con la dignidad propia de la mujer dominicana genuina.
Al caer el caudillo liniero contaba con 100 hombres (50 con armas); tenían 14 rifles y dos ametralladoras regaladas por Trujillo para su defensa personal.  Algunos de sus seguidores escaparon hacia Haití, entre ellos los guerrilleros Pablo Terrero, Bruno de La Cruz y José Diego Grullón.  El Norte quedó tranquilo.
Watson sostiene que Arias fue traicionado por un puertoplateño. Coinciden Watson y José Almoina porque este último considera que fue traicionado por Mario Fermín Cabral (nativo de Puerto Plata), y opina que "El movimiento de Desiderio Arias no tenía ni simpatía ni objetivo noble de ningún género.  Era un brote del sistema cantonal y del individualismo partidarista de los días de Ulises Heureaux".[3]
El 10 de julio de 1931 Rafael Trujillo regresa a Santo Domingo tras haber dejado pacificado el norte tras la caída de Arias.  Y el 23 de julio de 1931 decide crear la Academia de la Historia como una de sus “herramientas” institucionales para el dominio ideológico del pueblo dominicano, teniendo posiblemente como premisa que quien maneja el pasado controla el futuro.
Referencias:

[1] Domínguez, Jaime De Jesús, P. 19
[2] ANEU-DE. Reporte de inteligencia Núm. 4 del 8 de junio de 1931.
[3] Almoina, José: Una satrapía en el Caribe, P. 108.

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