viernes, 4 de agosto de 2017

Explicando a Soulouque

Explicando a Soulouque


Faustin Soulouque

La mayoría de los libros que tratan acerca de la historia haitiana en los años posteriores a la caída de Boyer, cuentan que a la muerte del Presidente Jean Baptiste Riché, el 27 de febrero de 1847, los políticos mulatos que controlaban el Estado haitiano buscaron un general negro que sirviera de apaciguador de las masas negras campesinas que demandaban mayor participación en el gobierno de su país.

Durante más de cuatro años Haití había estado viviendo en permanente inestabilidad debido a los frecuentes cambios de gobierno (Hérard, Guerrier, Pierrot, Riché) y al estado de guerra con la República Dominicana que obligaba a reclutar y desplazar grandes contingentes de soldados hacia la zona fronteriza, arrancándolos por la fuerza de sus comunidades.

Los sucesivos levantamientos de los "piquets", en el sur de Haití, y de los generales negros en el Norte llevaron a los líderes políticos mulatos que dominaban el Senado haitiano y el gabinete de Riché a la conclusión de que la Presidencia debía ser ejercida por otro general negro, como lo habían sido los tres últimos gobernantes.

El consenso entre ellos fue elegir al Jefe de la Guardia, Faustin Soulouque, de avanzada edad, analfabeto, poco conversador, quien tenía fama de poseer una escasa inteligencia y de haber hecho una ascendente carrera militar como oficial obediente.

Cuentan algunos historiadores haitianos que cuando la comisión senatorial y ministerial visitó a Soulouque para avisarle que había sido escogido para sustituir a Riché, a finales de febrero de 1847, su reacción fue violenta, pensando que estaba siendo objeto de burla, pues él estaba enterado de que otros dos generales, Jean Paul y A. Souffrant, habían estado disputándose la candidatura a ese cargo, y que ya en el Senado habían tenido lugar varias rondas de votaciones en las cuales ninguno de esos dos candidatos había obtenido la mayoría necesaria.

La idea de romper el impasse se le ocurrió a una de las figuras dominantes de la política haitiana en aquellos momentos, el senador Beaubrun Ardouin, autor luego de los famosos "Etudes sur l'Histoire d'Haiti", y hermano del Ministro de Celigny Ardouin, el más influyente de todos los miembros del gobierno de Riche, "quien se jactó en Palacio de poner y quitar Jefes de Estado: impertinencia que Soulouque jamás olvidó, y repetía a sus amigos que él no era una camisa que se cambia por capricho", según narra Jean Chrisostome Dorsainvil en su "Manuel d'Histoire d'Haiti".

En los primeros meses de su gobierno, Soulouque mantuvo en sus cargos a los ministros de Riché, pero desconfiando de ellos, los obligó a dimitir cuatro meses después, ante las informaciones de que algunos de ellos, particularmente Celigny Ardouin, querían mantener el control del gobierno mientras el Presidente realizaba una gira por el norte de Haití para poner fin a un nuevo movimiento separatista en aquella región.

Soulouque dio un gran cambio de conducta y de política pues decidió emanciparse del tutelaje de los políticos mulatos, particularmente de los hermanos Ardouin, a quienes el Presidente acusó personalmente de estar dirigiendo una conspiración de mulatos sureños para derrocarle antes de cumplirse el primer año de su mandato

A partir de esos momentos, julio-septiembre de 1847, lo que parecía una continuación del gobierno de Riché se convirtió en una abierta dictadura militar sostenida por un aparato de terror y espionaje, encabezado por el jefe de la guardia presidencial Maximilien Agustin y por un grupo paramilitar llamado los "Zinglings", que reencarnaría luego en los famosos "Ton ton macoutes" de Francois Duvalier.

La élite mulata reaccionó inmediatamente con murmuraciones, rumores y, finalmente, una conspiración y un motín en Puerto Príncipe. Soulouque reprimió brutalmente este movimiento, destituyendo otros ministros y, finalmente, en abril de 1848, ordenando a sus generales Souffrant, Bellegarde y Maximilien la masacre de sus principales enemigos en la capital de la República y en varios pueblos del sur de Haití.

Las preocupaciones de Soulouque durante los primeros dos años de su régimen estuvieron centradas en destruir todo signo de oposición mulata y de consolidar el poder militar de lo que fue constituyéndose como un "partido negrista" sustentado en el terror impuesto por el elemento militar. A partir de entonces, la participación de los mulatos en el gobierno quedó subordinada al mandato unipersonal y supremo de Soulouque, con lo cual quedó desmentida la supuesta falta de inteligencia de este general escogido inicialmente como un episodio de la llamada "política del suplente" de los hermanos Ardouin.

Estudiar a Soulouque es importante para comprender mucho de lo que ocurrió en la República Dominicana durante dos tercios de la llamada Primera República, pues Soulouque gobernó Haití durante trece años (1847-1859), y este gobernante haitiano fue responsable de dos invasiones militares y de los preparativos frustrados de una tercera, que sirvieron para consolidar aún más la identidad nacional dominicana en oposición a la nación haitiana.

La primera de estas invasiones, como se sabe, tuvo lugar en marzo de 1849 y culminó, el 19 de abril, con la derrota de Soulouque y sus tropas en un punto del cauce del río Ocoa, conocido como Las Carreras. Esta batalla ha sido muy estudiada por los historiadores dominicanos por lo que no mencionaremos sus detalles en esta ocasión, pero sí recordaremos que existen por lo menos tres versiones de las causas del fracaso de esta invasión haitiana.

Una, las más antigua, es la versión heroica del triunfo frontal de las tropas dominicanas encabezadas por el General Pedro Santana, en unos momentos en que los dominicanos residentes en la ciudad de Santo Domingo estaban convencidos de que nadie podía detener el ejército haitiano que había venido derrotando, uno tras otra, las guarniciones nacionales de Comendador, Las Matas de Farfán, San Juan de la Maguana y Azua. Esta es la que se lee en las obras de José Gabriel García, "Compendio de la Historia de Santo Domingo", y de César Herrera, "La batalla de Las Carreras".

Otra versión, haitiana, sostiene que Soulouque hizo tocar a sus cornetas la retirada, cuando todavía tenía su ejército intacto y que esa retirada era inexplicable e innecesaria. Dorsainvil atribuyó la retirada de Soulouque a que "Maxime Raybaud, cónsul General de Francia en Puerto Príncipe, había mandado una corbeta francesa de Jacmel a Azua para anunciar al Presidente la inminencia de una toma de armas en Puerto Príncipe; Soulouque había actuado sin examinar el valor de la información".

Una versión moderna que nos contaba Don Vetilio Alfáu Durán sostiene que el toque de retirada fue una estratagema ejecutada por Pedro Santana y Matías Ramón Mella, quienes colaron cornetas en la retaguardia de las tropas haitianas encargadas de tocar la retirada, creando una gran confusión entre los soldados de Soulouque, quien regresó a Puerto Príncipe con su vencido ejército, proclamando que había vencido a los dominicanos, y sus partidarios encabezaron un movimiento para proclamarlo inmediatamente Emperador de Haití, cosa que efectivamente ocurrió cuatro meses después, el 26 de agosto de 1849.

Por qué se empeñaba Soulouque en reincorporar la parte oriental de la isla a Haití, haciendo de este propósito un elemento permanente de su política exterior, es algo que veremos en los próximos artículos.

https://www.diariolibre.com/opinion/lecturas/explicando-a-soulouque-NADL194768

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