miércoles, 11 de octubre de 2017

Sofonisba Anguissola - “Las hermanas de la artista jugando al ajedrez”
Sofonisba Anguissola - “Las hermanas de la artista jugando al ajedrez” (1555, óleo sobre lienzo, 72 x 97 cm, Muzeum Narodowe, Poznan)
El padre de Sofonisba Anguissola, un noble de Cremona, se preocupó mucho porque sus seis hijas tuvieran una...
Sofonisba Anguissola - “Las hermanas de la artista jugando al ajedrez”(1555, óleo sobre lienzo, 72 x 97 cm, Muzeum Narodowe, Poznan)

El padre de Sofonisba Anguissola, un noble de Cremona, se preocupó mucho porque sus seis hijas tuvieran una educación elevada, inculcando en ellas el amor por el arte y la literatura. Y lo hizo tan bien, que cinco de ellas se hicieron pintoras y la sexta escritora. La que llegó más lejos fue la mayor, Sofonisba, que se especializó en el arte del retrato, más por necesidad que por gusto. En esa época, las mujeres tenían prohibidísimo estudiar anatomía y pintar desnudos (más aún si pertenecían a una familia noble, como es el caso), por lo que les resultaba imposible pintar muchas de las obras de temática mitológica o religiosa. El retrato era la salida más digna.
A los veinticuatro años, recomendada por el duque de Alba, al que había retratado en Milán, Sofonisba Anguissola se traslada a la corte de Felipe II, donde se convertirá en dama de compañía de la reina Isabel de Valois y también en pintora de cámara, trabajando codo con codo con Alonso Sánchez Coello. Estuvo casada dos veces, primero con el hermano del virrey de Nápoles y luego con un noble genovés, capitán de barco, del que se enamoró locamente en una travesía. No tuvo hijos y falleció a los noventa y tres años en Palermo, con la vista deteriorada, pero con la mente muy lúcida.
En este cuadro, obra de juventud, Sofonisba retrata a sus hermanas jugando una partida de ajedrez, dejando claro que a las mujeres también les divertían los retos intelectuales. Es el turno de Lucía, la mayor, que mira hacia nosotros reprimiendo una sonrisa, para hacernos cómplices de la paliza que le va a pegar a su hermana (junto a su mano izquierda están las tres piezas que ya le ha comido). Minerva, su contrincante, la observa con la boca abierta y levanta la mano como para protestar. Mientras tanto, la pequeña Europa se ríe abiertamente y se arrima, como hacen todos los niños, a la vencedora. Las tres hermanas van vestidas lujosamente, tienen un aya que vela por ellas y usan como tapete de juegos una carísima alfombra. Poderío económico, pero también intelecto.

http://www.elcuadrodeldia.com/post/109961577763/sofonisba-anguissola-las-hermanas-de-la-artista


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