A tan sólo nueve semanas de que Núñez de Cáceres declarara la independencia, las fuerzas militares de Haití dirigidas por
Jean Pierre Boyer ocuparon la nación. Esto se debió, en gran medida, al escaso apoyo internacional dado al nuevo estado.
Desde que Boyer tomó posesión de la parte Este de la isla, dispuso una serie de medidas con el propósito de asegurar su unificación. Una de ellas fue la abolición de la esclavitud, que benefició alrededor de 8 mil esclavos. No obstante, una vez libertos, fueron obligados a permanecer como trabajadores en las parcelas de tierra de los antiguos esclavistas, como una manera de conciliar intereses con este sector oligárquico. Esta nueva forma de producción agrícola pasó a ser la dominante en toda la isla, constituyendo la principal actividad comercial y económica.
También impulsó la representatividad electoral de las poblaciones a diversos niveles y la puesta en vigencia del código civil francés en toda la isla. Impuso el servicio militar, a la vez que restringió el uso de la lengua española y eliminó algunas costumbres tradicionales, como las
peleas de gallos. En 1827 se dio una situación crítica para el gobierno, debido a que los ciudadanos se opusieron rotundamente a pagar impuestos, que fue una de las medidas decretadas por Boyer. Este apeló entonces al recurso de emitir papel moneda, iniciándose así un proceso de devaluación del
gourde, a la sazón moneda oficial en ambos lados de la isla. Al mismo tiempo, aumentó el descrédito internacional del gobierno de Boyer.
Ante esta situación, muchos sectores empezaron a protestar y a conspirar contra el gobierno dictatorial de Boyer. A nivel contestatario tuvo cierta importancia la creación de nuevos movimientos integrados por los pequeños campesinos carentes de mano de obra y recursos financieros adecuados con los que desarrollar su actividad productiva.
A principios de 1830, el extremo control a que fue sometido el sector de los comerciantes determinó una fuerte caída de sus actividades, reduciéndose considerablemente el comercio de productos nacionales y la importación de artículos manufacturados provenientes del exterior. Esto estuvo vinculado a la implementación de una de las medidas más fuertes del régimen de ocupación que fue la prohibición a todos los dominicanos de dedicarse al intercambio comercial. Esta resolución establecía que solo podían ejercer el comercio las personas de origen extranjero, los ciudadanos de origen haitiano y los representantes de casas comerciales internacionales. Toda persona de la parte oriental que quisiera dedicarse a dicha actividad debía juramentarse primero como ciudadano haitiano. Con esta medida, se provocó un incremento de los movimientos conspiradores contra Boyer.
Otro hecho importante que coadyuvó al afán de independencia, lo fue el enfrentamiento que tuvo la
Iglesia Católica contra el gobierno de Boyer, ya que éste le confiscó sus terrenos y bienes. También el choque directo con el
Arzobispo Pedro Valera repercutió en toda la población, la cual vio en esas y otras medidas la conculcación de sus derechos políticos, económicos y sociales.
En síntesis, la limitación de celebraciones de las fiestas religiosas, la prohibición de los juegos de gallos y de azar, la obligatoriedad de las labores agrícolas, el no uso del español en los actos y documentos oficiales, el cierre de la universidad, el reclutamiento militar de todos los jóvenes y el pago de los impuestos, fueron medidas que contribuyeron al disgusto y a la posterior revuelta contra el gobierno haitiano. Todo esto fue reforzando la percepción que de sí mismos tenían los "dominicanos", quienes se sentían diferentes a los haitianos en idioma, raza, religión y costumbres.
El 16 de julio de 1838, unos jóvenes dominicanos fundaron una organización política clandestina denominada "La Trinitaria", por estar compuesta por grupos de tres miembros. Los miembros originales fueron Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Félix María Ruiz, Benito González, Juan Nepomuceno Ravelo, José María 13.Serra, Felipe Alfau y Jacinto de la Concha. Luego se integraron Francisco del Rosario Sánchez,
Ramón Matías Mella y otros. La Trinitaria fue la bujía espiritual y material de la Independencia dominicana, ya que de acuerdo con los postulados del creador de la nacionalidad dominicana, Juan Pablo Duarte, la independencia de toda dominación extranjera, más que un reto de carácter emancipador del dominio haitiano, constituía un anhelo de progreso y de libertad, para los nativos de la parte española de la isla, que toda su existencia la habían vivido sometidos a una u otra potencia extranjera. El grupo de patriotas, liderado por Duarte y organizado en la sociedad secreta La Trinitaria, guiado por los más genuinos deseos de independencia, se encontró con otros sectores que luchaban por separar a la nación dominicana del dominio haitiano, y a la misma vez someter a la República al dominio de cualquier potencia extranjera. El sacerdote
Gaspar Hernándezpropugnaba por un gobierno español, Pimentel escribió al cónsul inglés en Puerto Príncipe para que ayudara en la expulsión de los haitianos y, por último, Buenaventura Báez, junto al comerciante
Joaquín Del Monte, favorecía el apoyo francés. Sólo Duarte y su grupo propugnaban por la independencia plena de la nación dominicana. El 2 de agosto de 1843, Duarte fue expulsado del país con destino a Saint Thomas, por el general Charles Herald. El movimiento Trinitario quedó entonces en manos de Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella y Vicente Celestino Duarte.
Los Trinitarios acordaron juntarse el 22 de febrero de 1844 en la Puerta de la Misericordia para desde allí lanzarse a la ocupación de la Puerta del Conde. Los haitianos tenían su cuartel general en la Fortaleza
Ozama, no lejos de allí. A media noche, Ramón Matías Mella hizo tronar su trabuco, y el grupo dirigido por Sánchez tomó el Baluarte del Conde. El 28 de febrero, los haitianos capitularon con los Trinitarios y entregaron pacíficamente el poder de la parte este de la isla, declarándose así la independencia definitiva del yugo haitiano.
Para finales de 1843, se podría decir que existían tres movimientos políticos en la parte Este de la isla:
1.
Los conservadores, miembros del antiguo partido "boyerista", cuyos líderes principales se encontraban en desgracia al perder Jean Pierre Boyer el poder.
Tomás Bobadilla y
José Joaquín Puello eran de los principales líderes.
2.Los anexionistas, que aunque buscaban la separación de la parte oriental, consideraban que no existían las condiciones para una vida independiente por lo que su objetivo era conseguir la separación a través de la anexión a una potencia europea. Este grupo, a su vez, podía dividirse en tres:
a.Los que deseaban a ser parte nuevamente de España; entre sus exponentes estaban los sacerdotes Gaspar Hernández y Pedro Pamiés, en Santo Domingo, y el veterano General Andrés López Villanueva, en Puerto Plata.
b. Otro movimiento anexionista buscaba la protección de Inglaterra y lo encabezaba un propietario de Las Matas de Farfán llamado Pimentel.
c. El tercer grupo, y el más importante de los anexionistas, estaba compuesto por personas que habían ocupado puestos administrativos dentro del gobierno haitiano y que creían poder alcanzar la eliminación del dominio haitiano con ayuda de Francia, por lo cual se les conocía como los "afrancesados". Los cabecillas visibles de este movimiento eran Buenaventura Báez, rico propietario de
Azua, y Manuel Joaquín Belmonte, importante abogado y comerciante.
3. Los "trinitarios", conocidos también como liberales, y que luchaban por conseguir la independencia total de la antigua colonia española. Como su nombre lo indica, sus líderes eran miembros de la Sociedad La Trinitaria y su jefe era Juan Pablo Duarte (por lo que el partido también se le conocía como duartista).
Los "afrancesados" habían acordado con el Cónsul general de Francia en Puerto Príncipe (Haití), Levasseur, el desarrollo de un plan que permitiera la separación de la parte Este de la isla y su anexión a Francia (Plan Báez - Levasseur). El Prócer Trinitario José María Serra escribió, en 1887: "Los representantes de la parte del Este habían recibido del Cónsul general de Francia en Puerto Príncipe, las seguridades de que su gobierno apoyaría todo movimiento revolucionario que declarara la voluntad del pueblo de unirse a Francia. La época de esa combinación sería para el 25 de abril de 1844".
Continúa Serra: "Esta noticia la transmitió uno de dichos representantes, Manuel María Valencia, a D. José Heredia, en Baní, en los últimos días de noviembre de 1843. Súpela allí en diciembre e inmediatamente vine a la ciudad y comuniqué a Sánchez, Jacinto y Tomás [de la] Concha, en cuya casa estaba aquel ese día, y con ellos reunidos Ramón Mella, Joaquín y Gabino Puello. Convínose allí en la necesidad de anticipar el pronunciamiento y declarar la parte del Este Estado Libre e Independiente". El día fijado fue el 27 de febrero de 1844, esto es, dos meses antes de la fecha acordada por los "afrancesados". Y así, ambos grupos, separadamente, empezaron a moverse en el mayor secreto, especialmente los trinitarios, quienes no querían que los "afrancesados" descubrieran que ellos se les adelantarían.
El día 1 de enero de 1844 los "afrancesados" de Azua lanzaron un manifiesto dando cuenta de las razones que los llevaban a buscar la separación de la República y a ampararse bajo la protección de Francia. Quince días más tarde, el 16 de enero, los trinitarios prepararon su propio Manifiesto, fruto de la unión de liberales y conservadores, en el cual invitaban a la rebelión contra los haitianos.
La Guerra de la Independencia Dominicana fue el proceso histórico que culminó con la proclamación de la República Dominicana y su separación de Haití en febrero de 1844. Durante los 22 años que precedieron a la independencia, toda la isla de La Española estuvo bajo el dominio de Haití, a consecuencia de la ocupación por parte de este país del estado de Haití Español, surgido fugazmente en 1822 en la parte oriental de la isla.
Después de los esfuerzos hechos por patriotas dominicanos para independizar el país del dominio haitiano, varias acciones militares ocurridas entre 1844 y 1856 terminaron por consolidar a la república como un nuevo estado. Los haitianos intentaron varias veces volver a dominar la recién creada república con resultados fallidos hasta que en 1867 Haití reconoció la independencia dominicana.
No obstante, como la situación fronteriza no quedó definida después del conflicto, Haití siguió ocupando el altiplano central, donde están emplazadas las ciudades de Hincha, Las Caobas, San Miguel de la Atalaya y San Rafael de la Angostura). Tras el tratado fronterizo de 1936, la República Dominicana terminó renunciando a esos territorios.
El 13 de enero llegó a
Santo Domingo, el Cónsul francés
Eustache Juchereau de Saint-Denys, quien estaba en Port-au-Prince por haber sido acreditado como Cónsul en Cabo Haitiano, adonde no había podido trasladarse debido al estado de destrucción en que se encontraba esa ciudad desde el terremoto de 1842, lo que le dio ocasión de participar de modo principal en la concertación del plan proteccionista (Plan Báez-Levasseur) que se había propuesto al Gobierno Francés en relación con la antigua colonia española de la isla, y por lo que se consideró preferible que se asentara, aunque informalmente, en Santo Domingo, para que continuara dichas negociaciones. A mediados de febrero de 1844 la población dominicana, en especial la de la ciudad de Santo Domingo, se encontraba suficientemente sensibilizada por la propaganda separatista de ambos grupos y se disponía a dar el golpe. En la noche del 24 de febrero, se reunieron en la residencia de Francisco del Rosario Sánchez, los independentistas
Matías Ramón Mella, Vicente Celestino Duarte, José Joaquín Puello y sus hermanos Gabino y Eusebio, Juan Alejandro Acosta, Ángel Perdomo, Jacinto y Tomás de la Concha, Marcos Rojas, Tomás Sánchez y Manuel Dolores Galván, quienes, luego de escuchar el relato de las impresiones traídas por Gabino Puello, de su viaje para dar a conocer en los pueblos de la región Sur, la Manifestación del 16 de enero, y luego de sopesar los riesgos que podrían tener, para la causa independentista, el conocimiento que demostraban poseer los "afrancesados" sobre los planes y las deliberaciones de los trinitarios (además de mantener una actitud de franca hostilidad, tal como la asumida por Buenaventura Báez en Azua), decidieron por unanimidad de votos fijar la noche del 27 de febrero para dar el grito independentista.
Como consecuencia de esa decisión, se hicieron las designaciones siguientes: el Coronel Francisco del Rosario Sánchez fue nombrado Comandante de Armas; el Coronel José Joaquín Puello, ayudante de Plaza; el Coronel Gabino Puello fue también designado Ayudante de Plaza; el Teniente Coronel Ángel Perdomo fue electo Jefe del Batallón de Artillería; Eusebio Puello, Capitán Ayudante de Plaza; Marcos Rojas, Capitán encargado del Arsenal; y Juan Alejandro Acosta, Comandante del Puerto. También se dispuso que Félix Mercenario, Manuel María Valverde, Manuel Jiménez y Mariano Echevarria figuraran entre los integrantes de la Junta de gobierno que se creara de acuerdo con lo establecido en la Manifestación del 16 de enero.
Al día siguiente, 25 de febrero, fueron despachados los correspondientes emisarios hacia las diversas regiones del país, a fin de dar a conocer estas decisiones, para que quedaran completados los últimos preparativos para la acción; entre estos se encontraba Victoriano Díaz con mensajes dirigidos a los hermanos Pedro y Ramón Santana, en El Prado (El Seibo) y para Juan Rodríguez, en Los Llanos (a fin de que ambos enviaran refuerzos humanos para apoyar la acción que se produciría en Santo Domingo como consecuencia del pronunciamiento de la separación).
Otros intentos de ocupación (1844-1856)
En los días que siguieron a la proclamación de independencia, todos los funcionarios haitianos salieron de Santo Domingo.
Tomás Bobadilla y Briones, un jurista
conservador que había participado en la anterior insurrección, encabezó la
junta provisional de gobierno de la nueva república. El 14 de marzo, después de recuperarse de su enfermedad Duarte regresó y fue recibido con celebraciones.
Durante los siguientes años, las fuerzas militares de Santana continuaron defendiendo la república contra los ataques haitianos, derrotándolos en las batallas
19 de marzo,
30 de marzo,
El Memiso y en
Puerto Tortuguero. A principios de julio de 1844, Duarte fue instado por sus seguidores a convertirse en presidente de la República. Duarte estuvo de acuerdo, pero sólo si se hacía por medio de elecciones libres. Esta circunstancia fue aprovechada por Pedro Santana quien asumió el gobierno cuando fuerzas militares leales a el tomaron Santo Domingo el 12 de julio de 1844 y procedió a encarcelar a Duarte, Sánchez y Mella.
El 6 de noviembre de 1844, una
Asamblea Constituyente redactó una
constitución, basada en los modelos de Francia que establecía la separación de poderes y los controles legislativos sobre el ejecutivo. Sin embargo, Santana incluyó el artículo 210, el cual le concedió un poder ilimitado durante la guerra contra Haití. Esta guerra continuó durante todo septiembre y noviembre de 1845 donde los haitianos fueron derrotados en las batallas
La Estrelleta y
Beller. Santana se mantuvo como presidente hasta 1848, cuando perdió las elecciones. En 1849, el Presidente haitiano
Faustin Soulouque atacó la nueva república, pero fue derrotado en las batallas de
El Número y
Las Carreras.
Batallas
Batallas que eventualmente enfrentaron los dominicanos para mantener su independencia.
Personajes involucrados
- Liberales
- Juan Pablo Duarte, creador del movimiento clandestino La Trinitaria. Ideólogo y propulsor de la guerra de independencia dominicana.
- Francisco del Rosario Sánchez, líder político que tras la ausencia de Duarte proclamó la independencia del país.
- Matías Ramón Mella, militar estratega que ayudó a la causa de Duarte.
- Juan Isidro Pérez, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Pedro Alejandro Pina, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Jacinto de la Concha, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Félix María Ruiz, fundador y miembro de La Trinitaria.
- José María Serra de Castro, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Benito González, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Felipe Alfau, fundador y miembro de La Trinitaria. Luego de la independencia, se inclinó por el bando conservador-anexionista.
- Juan Nepomuceno Ravelo, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Juan Alejandro Acosta, militar que comulgaba con los trinitarios.
- Antonio Duvergé, militar y estratega republicano.
- Eduardo Abreu
- Remigio del Castillo, un militar alistado en Neyba.
- Tomás de la Concha
- Cayetano Rodríguez
- Ángel Perdomo
- Marcos Rojas
- Tomás Sánchez
- Manuel Dolores Galván
- Félix Mercenario
- Manuel María Valverde, médico y profesor dominicano.
- Manuel Jimenes, político dominico-cubano. 2.º presidente del país.
- Mariano Echavarría
- Victoriano Díaz, emisario.
- Juan Rodríguez
- Martín Girón, centinela del Baluarte del Conde que permitió el cañonazo y la izada de la bandera dominicana.
- Wenceslao de la Concha
- Pedro de Castro y Castro
- José Llaverías
- María Trinidad Sánchez
- Concepción Bona
- Nicolás de Bari
- Félix María del Monte
- Juan Bautista Cambiaso
- Juan Bautista Maggiolo
- José María Cabral
- José María Imbert
- Pedro Eugenio Pelletier
- Francisco Saviñón y Piñeyro
- Ignacio Bona Pérez
- Juan Pina
- Josefa Pérez de Perdomo
- Rosa Duarte, hermana de Juan Pablo.
- Manuela Diez, madre de Juan Pablo.
- Juana Saltitopa
- Filomena Gómez de Cova
- Baltasara de los Reyes
- Petronila Abreu y Delgado
- María Rosa Montas, esposa de Antonio Duvergé.
- Josefa Antonia Pérez de la Paz (conocida por su apodo "Chepita").
- Ana Valverde
- María de Jesús Pina y Benítez
- Conservadores
- Tomás Bobadilla y Briones, jurista y líder del conservadurismo. Después de la independencia fue nombrado primer gobernador de la nueva Junta.
- Pedro Santana, rico terrateniente de la parte este del país, partidario del anexionismo. Se impuso como primer presidente constitucional del país.
- José Joaquín Puello, líder de la facción junto a Bobadilla.
- Gaspar Hernández, clérigo dominico-peruano y partidario a que la nueva nación se anexionara a España.
- Pedro Pamiés, clérigo que como Hernández era partidario de la anexión.
- Andrés López Villanueva, militar que estaba alistado en Puerto Plata.
- Buenaventura Báez, futuro caudillo de la República y partidario del anexionismo.
- Manuel Joaquín Delmonte, político y diplomático con tendencias anexionistas.
- Gabino Puello, músico dominicano.
- Eusebio Puello, militar anexionista.
- Ramón Santana
- Manuel de Regla Mota
- Micaela Antonia Rivera, esposa de Pedro Santana.
- Froilana Febles Rivera, esposa de Ramón Santana, hermano de Pedro.
A pesar de sus diferencias ideológicas, estos hombres se unieron por una causa, la independencia de la parte este de
La Española. Su unión fue por medio de un
manifiesto donde indicaban el porqué de su separación de
Haití. A este nuevo periodo de libertad se le llamó
Primera República (1844-1861).
http://enciclopediadominicana.org/Antecedentes_de_la_Independencia_Nacional
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