LIBRE ALBEDRIO.
La expresión ‘’Libre
Albedrio, muy usada por teólogos y filósofos
cristianos, tiene a veces el mismo significado que la expresión LIBERTAD. Sin embargo
San Agustín estableció una distinción clara
entre ambas nociones. El libre albedrio designa la posibilidad de elegir
el bien y el mal; La Libertad es el buen uso
del libre albedrio. El hombre pues,
no es siempre LIBRE, en el
sentido de libertad, cuando goza del libre albedrio; depende del uso que haga de él.
En este sentido se ha
equiparado a veces el libre albedrio con la voluntad que es un acto o acción y
el libre albedrio que es más bien una facultad. A veces se ha fundado la
mencionada distinción entre el Libre Albedrio y la Libertad, sosteniendo
que mientras el primero requiere ausencia de acción externa,
la segunda amplia también ausencia de coacción interna.
En este último sentido se
habla de libre albedrio de indiferencia y también de Libertad de equilibrio.
Significa entonces la pura y simple posibilidad de obrar o de no obrar en un sentido más bien que otro.
Contra esta idea se ha declarado que no puede haber entonces ninguna decisión, de tal modo que el libre albedrio de
indiferencia designa la pura suspensión de toda acción y de toda decisión.
La noción de libre
albedrio fue objeto de apasionados debates durante los siglos XVI y XVII, especialmente por
cuanto implica el famoso problema de la compatibilidad entre la omnipotencia
divina y la libertad humana. Ya San Agustín había subrayado que la dependencia en que se hallan
el ser y la obra humana respecto a Dios no significa que el pecado sea obra de
Dios, ahora bien, si consideramos el mal como algo ontológicamente negativo,
resultara que el ser y la acción que se refiere
a él carecen de existencia.
Y si lo consideramos como
algo ontológicamente positivo existe la posibilidad de postular un maniqueísmo.
Las soluciones ofrecidas para
resolver la cuestión eludían la supresión de uno
de los dos términos. Talvez solo
en dos posiciones extremas se
postulaba esta supresión; la del libre
albedrio en ls concepción luterana y la
de la omnipotencia divina en la idea de la autonomía radical y absoluta del
hombre
.
Fuente; José Ferrater
Mora. Diccionario de Filosofía Abreviado. Editorial Sudamericana. Bueno Aires. 1980. Pág. 23-24.
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