Qué ver y qué hacer en el Vaticano
La Ciudad del Vaticano, el Estado soberano más pequeño del mundo, es una de las visitas obligadas en Roma ya que alberga algunas de las obras de arte más célebres de la historia, además de la, ya de por sí impresionante, Basílica De San Pedro.
A orillas del río Tíber y sobre la colina homónima, la Ciudad del Vaticano es fácilmente accesible a través de transporte público, en autobús con en metro hasta la parada Ottaviano.
En esta entrada os contamos cómo fue nuestra visita al Vaticano, así como todo lo que ver y que hacer en el Vaticano y qué monumentos no te puedes perder por nada del mundo.
Para visitar el Vaticano tendrás que reservar al menos una mañana de tu estancia en Roma y es recomendable madrugar para evitar las colas de turistas que se van formando a lo largo del día. Además es importante cuidar la vestimenta, nada de enseñar las rodillas ni los hombros. Si no llevas la ropa adecuada, los voluntarios te dejan unos pañuelos desechables para poder acceder a la basílica.
Nuestra recomendación es comenzar la visita por la plaza de San Pedro y la basílica.
-Plaza de San Pedro
La hoy majestuosa plaza de San Pedro no siempre ha sido así. En sus inicios era rectangular y tenía un gran desnivel. Sin embargo, fue la concepción urbanística de Bernini y la posterior remodelación de la Via della Conciliazione las que nos han regalado el aspecto actual. Además su simbología está más que medida y es que la forma oval con sus dos pórticos a los lados y sobre los que se levantan las estatuas de 140 santos simboliza la acogida a lo fieles por parte de la Iglesia.
Además, en el centro de la plaza se erige un gran obelisco egipcio que estaba situado en un circo romano y que viene a simbolizar el martirio de San Pedro, que tuvo lugar en el Ciro de Nerón.
Simbolismo a parte, la plaza de San Pedro, es un lugar que no pasa desapercibido a los turistas y desde ella se obtiene una de las imágenes más reconocidas de la basílica.
-Basílica de San Pedro
En el interior de la Basílica de San Pedro del Vaticano no hay que perderse la Piedad de Miguel Ángel, una de las obras maestras del artista y que se expone en una de las primeras capillas laterales de la derecha. También en la entrada, está la losa de mármol rojo sobre la que fue coronado Carlomagno el día de Navidad del año 800 y bajo la cúpula se encuentra el baldaquino, obra del artista Bernini del cuyos trabajos hay evidencias por toda la ciudad de Roma.
Otra de las cosas más interesantes que se puede hacer es subir a la cúpula, desde donde se obtienen las mejores vistas de la plaza.
También es posible visitar las tumbas de los Papas, aunque para ello hay que reservar con mucha antelación ya que la entrada está muy limitada, enviando un correo a scavi@fsp.va o, presencialmente, en la Oficina de Excavaciones de la entrada sur.
-La Guardia Suiza
La Guardia Suiza es el ejercito encargado de la seguridad del Papa, y su historia es realmente curiosa. Además de su llamativo uniforme, la Guardia Suiza se caracteriza por estar formada por hombres, entre 19 y 30 años, con más de 1,74 de altura, con nacionalidad suiza, forjados en la fe católica y poseedores al menos de un título de educación secundaria.
-Visitar los Museos Vaticanos
Creemos que esta es una de las visitas imprescindibles de Roma, aunque hay que ir prevenidos, suele haber fila, y mucha. Y es que los Museos Vaticanos, además de recoger entre sus muros algunas de las obras de arte más famosas de la historia, son la única vía de acceso a la Capilla Sixtina.
Para ahorrarte las colas puedes comprar la entrada por internet o contratar una visita guiada. Bien a los Museos y la Basílica o bien la entrada a los museos y la audiencia papal.
La visita a los museos te llevará al menos dos horas. El resto del día lo puedes dedicar a visitar monumentos cercanos como Castel Sant’Angelo, que a pesar de no pertenecer a territorio del Vaticono, se encuentra a tan solo unos pocos metros o a dar un paseo por el Barrio del Trastevere, una de las zonas más bohemias de Roma.
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