RENACER CULTIRAL

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lunes, 1 de octubre de 2018

Belkiss Adrover de Cibrán en las Semanas de España

Ylonka Nacidit Perdomo - 24 de septiembre de 2018 - 6:00 am -  0
Foto: Belkiss Adrover junto a José Cibrán © Atilano Sánchez, 1938
«Seguimos admirando el paisaje, a medida que nos acercamos a nuestro destino divisamos aquí y allá unas pequeñas dunas, gris pizarra, como acerinas brillaban al sol, es la arena que el viento marino deposita como beso amoroso sobre las colinas sedientas de amor. Y la mar se regocija en acariciar sus sinuosas costas y las faldas de sus colinas, se adentra, las besa, y retrocede luego como tímido doncel, a semejanza de las rías gallegas o las calas menorquinas de la España de mis amores. Este cielo tropical que extasiado se contempla en el espejo movedizo de las aguas del Mar Caribe, de tanto mirarse en él, en lucha con el astro Rey que bebe en sus aguas para depositar en ellas su beso de sal, que nos regala transformado en las ricas salinas de Puerto Hermoso. » BELKISS ADROVER DE CIBRÁNUn paseo inolvidable (1969). Texto inédito de su autobiografía, mecanografiado en su máquina portátil Olivetti-Underwood Lattera 32.
Belkiss Adrover, ca. 1919. San José de Ocoa © Frank Adrover.

La obra artística de esta mujer ingeniosa, prolífica, de temperamento curioso, conocida como Belkiss Adrover de Cibrán, que ha permanecido en un olvido impropio, se puede ilustrar a sí misma y, se pone de manifiesto, a través del lente de su cámara Agfa o Contaflex Super, de las cuales se hizo inseparable.
Belkiss es una figura intelectual del siglo XX de la cual se ha investigado y escrito muy poco. No obstante, ahora, luego del hallazgo de sus archivos iconográficos, ha resultado reconfortante rescatarla del silencio para que se conozcan su legado y laboriosa vida por un milagro que nos trajo el azar, de esos que nos depara el tiempo como un documento irrecusable: la fotografía.
En ocasión de la celebración de las Semanas de España en la República Dominicana, se presentará la exposición «Archivos fotográficos inéditos,1948-1973» de Belkiss Adrover de Cibrán, en el Museo Bellapart, a partir del próximo 8 de noviembre, paralela al programa oficial de España, y en ocasión del festival Photoimagen.
Las fotografías que se mostrarán al público están datadas de 1948 a 1973, época en que Adrover iba, felizmente como viajera, detrás del registro visual de lugares que le atraían poderosamente en una mezcla de intimismo, de vértigo, de descubrimiento, de evocaciones y de necesidad de colaborar con el autógrafo de la naturaleza o la huella de los acontecimientos dejados por otros, para conocer el significado imperecedero de vestigios de siglos, de voluntades y de imaginarios que se transformaron en gentes, en pueblos y en formas de existencias, admirados por ella, sin fragmentación, solo con la gracia de la mirada de una esteta que germina en lo inexplicable de la luz.
Belkiss Adrover © Rafael C. Coén, 1946
Para hablar de Adrover es necesario –como he escrito anteriormente- recordar la idea expresada por Paul Delaroche de que es preciso «que el artista obligue a la naturaleza a pasar a través de su inteligencia y de su corazón», o como bien expresara ella que: «La historia del arte está llena de nombres incomprendidos, fustigados y rechazados […]. Las obras de arte son el reflejo de la época en que les tocó nacer, ellas representan los valores del espíritu de ese momento histórico, por eso al querer desentrañar la vida y la obra de un artista […], necesariamente tenemos antes que comprender el momento histórico que le tocó vivir […]. El arte sintetiza la hora en el que nació, si los tiempos fueron violentos, luchas fratricidas o de clamores de libertad, el artista se ve arrastrado por la vorágine de su época […].»
Belkiss Adrover de Cibrán (1918-1995) fue fotógrafa, escultora, pintora, investigadora, ensayista, poeta, bibliófila, coleccionista, filántropa y gestora cultural. Nació en San José de Ocoa, Baní, Provincia Peravia, República Dominicana. Hija de la dominicana Edelmira Feliz y Objío y de Frank Adrover Mercadall, pintor, modelador y fotógrafo itinerante natural de Menorca, Isla Balear, llegado al país en 1897.
En Baní pasó sus tres primeros años de infancia. Al trasladarse sus padres a Santo Domingo concluyó sus Estudios Primarios Elementales en 1924 en el Colegio Santa Teresita de Jesús, dirigido por la pedagoga Conchita Blanco Weber, y los Estudios Primarios Superiores en 1930. En el Liceo Musical de 1928 a 1930 cursó estudios de Teoría y Solfeo. Posteriormente, obtuvo diploma de Maestra Normal en la Escuela Normal de Señoritas, especializándose años después con el educador chileno Oscar Bustos en el Método ideo-Visual de la Enseñanza de la Lectura y Escritura (Método Global). A los diez y ocho años fue docente de dibujo en las escuelas República de Chile y República de Argentina
En 1941 Belkiss fue nombrada Maestra auxiliar especial del Cursillo de Capacitación que realizaba la Escuela Graduada «Brasil» de la ciudad capital, siendo su responsabilidad «la explicación práctica de la aplicación progresiva y gradual de todos los pasos del método ideo-visual de lectura-escritura desde el plan décimo hasta el final». [1]
Fue de las alumnas fundadoras de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo, egresando como Profesora de Dibujo el 20 de octubre de 1946. Rafael de Castro Félix en el periódico La Nación, al referirse a las «Seis nuevas artistas» que se graduaron en esa ocasión expresó que: «Belkiss Adrover de Cibrán: Sencilla, amable, espíritu de superación constante en materia de arte, sus colores producen suaves emociones estéticas. Buena escultora, y paisajista que al decir de Valldepares “No sigue por una senda común sino que crea. Gran perseverancia y cumplidora estricta”.» [2]
Belkiss Adrover © Rafael C. Coén, 1946
Posteriormente, la Dirección General de Bellas Artes le otorgó una pensión de RD$75.00, por treinta días –y a los demás graduados en las promociones de 1944-1945, y 1945-1946- para que se trasladaran al interior del país (Jarabacoa, Sánchez, Puerto Plata, Bahía de Samaná, Lago Enriquillo) para pintar por lo menos tres paisajes, los cuales ser quedarían como propiedad de los alumnos, y serían exhibidos en el mes de octubre de 1946 en la Galería de Bellas Artes.
Manuel Valldepares, en el diario La Opinión, expresó de Belkiss en ocasión de la IV Exposición Anual de alumnos de la Escuela Nacional de Bellas Artes: «Belkiss de Cibrán posee un natural instinto decorativo. Tanto sus paisajes como la hermosa colección de acuarelas que expone tienen singular calidad. Coloca brillantes tonos de color y combina con libertad y certeza el dibujo. A través de la obra realizada se adivina en ella a una artista dispuesta a apartarse de los caminos comunes. Es altamente evocativa.»
La exposición de paisajes se inauguró el 22 de marzo de 1947 en la Galería Nacional de Bellas Artes, y Belkiss presentó cuatro paisajes. Participaron, además, Luis José Álvarez del Monte, Ana Francia Bonnet, Alma Delgado Conde, Gladys Fiallo de Alburquerque, Gilberto Fernández Diez, Elsa Grunning, Gilberto Hernández Ortega, Marianela Jiménez Reyes, Luis Martínez Richiez y Aida Roques. Luego, el 11 de octubre, ofrece en el Ateneo Dominicano su conferencia sobre Rembrandt, a solicitud de la Agrupación Católica ÁBSIDE.
En enero de 1948, Belkiss fue invitada por el Director General de Bellas Artes, Darío Suro, a participar en una «Exposición Femenina de Bellas Artes a iniciativa del Comité Brasileño de la Comisión Interamericana de Mujeres en la ciudad de Río de Janeiro» [3] auspiciada por los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Educación y Salud Pública de los Estados Unidos del Brasil con trabajos originales, y tendría un espacio a su disposición para mostrar sus obras de dos (2) metros cuadrados.
Belkiss Adrover © Rafael C. Coén, 1946. IV Exposición Anual de alumnos de la Escuela Nacional de Bellas Artes.
Belkiss envío a Suro cuatro óleos: «La Cañada de los Gatos» (Jarabacoa), «Porvenir» (Composición), «Por el Ozama» (Paisaje) y «Palmas en Jarabacoa». De esta exposición se hizo eco el diario La Nación [4] con el titular «Obras de arte de mujeres dominicanas van a ser exhibidas en Río de Janeiro», y en la cual participaron Noemí Mella, Nidia Serra, Marianela Jiménez, Clara Ledesma, América Valdez de San, Gladys Fiallo de Alburquerque, Alma Delgado Conde, Elsa Grunnin, Elsa Divanna y Belkiss Adrover, la cual fue inaugurada en Río el 15 de julio.
Fue en julio de 1948 que partió para España [5]. Desde su llegada el periódico El Correo Gallego se hizo eco de que la pintora y escultora dominicana se encontraba en Santiago de Compostela, y que había viajaba a la Madre Patria para hacer estudios con Francisco Asorey [6]. El Ideal Gallego, de La Coruña, también reseñó su estancia [7]. Y, luego, publicaría la siguiente reseña donde la emplazaban con la siguiente pregunta:
-¿Qué juicio tiene usted sobre la influencia de nuestros artistas en su país?«–A pesar de que el arte de mi Patria aún está en un embrión, hay un grupo de jóvenes lanzados a la conquista de inquietudes estéticas que si perseveran en ello podrían alcanzar el triunfo de su ideal, pues para lograrlo plenamente hay que venir a España, a esta tierra hecha arte y belleza.» [8]
El periódico El Progreso, Diario de Lugo, en abril de 1949 [9] trae en portada el titular «De afuera nos llegan…Una artista dominicana que estudiará en Compostela el arte de la talla en madera». El cronista empieza la reseña diciendo: «SANTIAGO DE COMPOSTELA, 26. Belkiss Adrover está casada con un nativo de la Costa de la Muerte, que un día embarcó en un navío en el puerto de Vigo y en Santo Domingo ensayó hacerse rico, huyendo del ambiente pobre de Galicia, que así creía. Tenía ansias de riquezas, y procuró allá su mejor emancipación, a costa naturalmente de vencer la nostalgia.» En este reportaje se relata el encuentro y, conversación de Belkiss con Pavo Asorey, en Santiago de Compostela:
«-Maestro, quisiera ser su alumna.
-Es difícil la práctica.
-Cuanto más, mejor.
-Pues cuando quiera puede empezar.
Asorey, gentileza suma, se prestó a ser maestro de la pintora, que conoció la elogiosa crítica para sus cuadros de los exigentes comentaristas newyorquinos.
-¿Qué práctica desea?
Excursión por Neiba, febrero 1954.
-La talla de madera, porque ella, en mi país, es un arte en embrión, que despierta gran interés.
-Nada más.
-Y también deseo practicar la policromía. Me han dicho que usted es un brujo en esa especialidad.
En ese juicio y deseo, Asorey dejó entrever su sorpresa y temor. El genial artista aun no ha revelado –es su secreto- la técnica de policromar. Lógicamente, cabe suponer que no dirá a la inquieta artista que le solicitó el padrinazgo de aprender el misterio que conoce la nocturnidad de su estudio de Santa Clara. Pero, algo le dirá.»

Jesús Rey Alvite, en una entrevista que le realizó a Adrover para El Correo Gallego[10] que tituló: «Belkiss Adrover, alumna del escultor Asorey», ella declaró:
«-Vale la pena cruzar el charco, pasar si es necesario las privaciones necesarias, para recoger en uno esta vivificante emoción de Galicia y de su arte de siglos, en la incomparable Compostela. […] He venido a España para conocerla y estudiar su potencial artístico. Otra razón influyó en la determinación del viaje: Rendir el obligado tributo a la Patria de mi progenitor. […] Fueron las primera palabras que pronunció en la charla que sostuvimos, la pintora dominicana Belkiss Adrover, a la que encontramos con su marido, natural de la zona de Finisterre, en el estudio de Francisco Asorey.»
En esta estancia Belkiss hizo entrega a la Biblioteca del Instituto Padre Sarmiento de Estudios Gallegos de una colección de libros de literatura e historia de autores dominicanos
El funicular del Tobidabo, 1956 © Belkiss Adrover.
.
Luego de tres años de ausencia, Belkiss regresa a la República Dominicana, el 13 de julio de 1951, en el buque español Marqués de Comillas de la Compañía Trasatlántica Hispana procedente de España, y en ocasión de la «Semana de Colón e Isabel La Católica», en el mes de octubre, se da a conocer su poema «A Isabel Primera» en un acto organizado por Ábside en el Ateneo Dominicano.
Al año siguiente, de nuevo de vuelta, de vacaciones, diserta por la radio, al través de las ondas de HIZ con el tema «Recordando a Rembrandt a las puertas de su 346 años», y sobre la Catedral de Santiago de Compostela y el famoso «Pórtico de la Gloria» con un marco musical de fondo de Palestrina y Vitoria. Asimismo participa en la III Exposición de Arte Católico en Bellas Artes, y es encargada de su organización por ÁBSIDE, donde expuso los óleos: «Un alma blanca”, «Patio de la Iglesia de Santa Bárbara», «El Cruceiro (Galicia)» y «Capilla del Rosario (Primada de América)». Además, en la VI Exposición Bienal de Artes Plásticas, mostró la pintura «El Cementerio de los ingleses» (Camarinas-España), concurriendo, también, a la VII Exposición Bienal, en la sección de escultura con su obra «Tesoro» (talla de caoba).
Durante su estancia en Vimianzo-Javiña, La Coruña, por espacio de más de dos décadas, donde fue a vivir con su marido José, Belkiss tuvo domicilio en la calle Ángel del Castillo 26-6º Izda., y en Plaza del Maestro Mateo, 7-1ª.-dcha. Allí se desarrolló por completo su afición al arte fotográfico, luego de leer el manual de W. D. Emmanuel sobre fotografía, y escribió dos ensayos monográficos sobre Rosalía de Castro y Concepción Arenal (inéditos), ambas escritoras de mediados del siglo XIX.
Tuvo, además, una estrecha amistad con los escultores Manuel Malingre Lamas (Manolo) que era tundidor de bronce, y José María Acuña López. Fue también miembro de la Sociedad Fotográfica de La Coruña.
Sus registros sobre la vida y costumbres de pueblos y, ciudades de España, abarca –para esta muestra-: Javiña, Carballino, Alicante, Mahón (Isla Menorca), Orense, Lugo, Segovia, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia, Madrid, Murcia, Granada, Córdoba, Jerez de la Frontera, Badajoz, Mérida, Málaga, Ávila, Santander, Asturias, Salamanca. Estos archivos fotográficos (en negativos y positivos) se conservaron en álbumes y, ordenados en sobres de los estudios fotográficos en los cuales Belkiss acostumbraba a llevar sus trabajos para ser revelados tanto en España como en Santo Domingo. Estaban contenidos en un baúl centenario de madera, conservados por la Sra. Amarilys Santos Espinal, que la acompañó en los últimos años de su vida, de quien Belkiss era su tutora, y la consideraba «la hija que no tuve», y a quien donó el fondo documental, hemerográfico e iconográfico concerniente a sus «actividades artísticas y culturales y de fotos familiares».
Semana Santa. La Verónica. La Coruña, 1957 © Belkiss Adrover.
A fin de tener una idea sobre la labor de Belkiss como gestora cultural, y una opinión autorizada sobre su obra como escultora, reproducimos esta reseña publicada en el diario El Caribe con el título «Una exposición pictórica femenina» [11] bajo la firma del profesor de nacionalidad rumana Horia Tanasescu (1920-1967) que destaca que: «Para celebrar el decimoquinto aniversario de su fundación y ofrecer su contribución a los actos culturales especiales en este año conmemorativo, la Agrupación Católica ÁBSIDE acaba de inaugurar en la Galería de Bellas Artes una exposición pictórica femenina […]. Organizada por la señora Belkiss Adrover de Cibrán –quien ha asumido también la no fácil tarea de reunir más de 55 obras firmadas por 21 pintoras, desde las alumnas de distintas academias y aficionadas autodidactas, hasta las profesionales del pincel- esta exposición da una idea bastante clara del eco que despierta el arte en el mundo femenino dominicano, aún cuando es evidente que no todas las expositoras han enviado lo más representativo de su producción y que en muchos casos se ha tenido en cuenta más bien el entusiasmo creador de la mujer que la autenticidad de la artista. […]. Entre las novedades más dignas de subrayar se debe contar una escultura de Belkiss Adrover intitulada Anhelo y que representa probablemente la primera talla directa en madera ejecutada por una artista dominicana.»
Dando continuidad a sus aportes en este ramo de las «bellas artes», Belkiss fue Presidenta de la Sección de Artes Plásticas de la agrupación ÁBSIDE, y organizó entonces las exposiciones de Arte Católico (1950-1955), en la Galería Nacional de Bellas Artes.
GRATITUD DE BELKISS A SU MAESTRO. Al conocer el fallecimiento de su Maestro Francisco Asorey, en el periódico La Noche de Galicia, el 3 de octubre de 1961, Belkiss escribió sobre él, en ocasión del homenaje póstumo que le estaban realizando como recuerdo a su memoria en la Villa de Cambados, al autor de la obra «O Tesouro»:
     Tu mensaje está ahí hecho piedra, es eterno.
   Como eterno es la belleza, la armonía, ritmo de líneas, luz y color que ennoblecieron tus obras. El espíritu de tu raza celta vive latente en cada momento que labraste. Allí está Galicia presente en cada nota de nostalgia, de atávico amor a la tierra perezosa de dar fruto mejor, porque se le abandona. ¡Pero tú no la abandonaste, la glorificaste, la elevaste a un pedestal que es la gloria que irradia tu obra toda, escultor excelso!
     La piedra y la madera al contacto de tus cinceles y tus gubias crearon rumores de plegarias, ecos de gloria, tañir de campanas, sollozos de madres y cantares de liras. Tu personalidad, tu arte abarca toda una época precursora de bellos ideales.
   Tu obra está ahí, hecha en granito, mármol, bronce y madera, bajo los cielos radiantes y sobre los altares de América. En la verde Galicia acariciada por un cielo de grises azulados y de amorosa lluvia que llora hoy tu partida sin retorno.
   Fui tu alumna, hace ya muchos años, compartí en parte vuestras inquietudes y proyectos, y aunque eras sobrio de palabras, conmigo fuiste siempre locuaz y amable a mis preguntas. ¡Siempre que paso por Compostela, visitaba el estudio de Asorey. Como hablaba entusiasmado de esa su casa-museo, que construía! Los años parecían detenerse ante su espíritu siempre joven, dinámico, ágil, todo nervio. ¡Sinceramente, he sentido mucho tu partida! ¡Adiós viejo Maestro! ¡Que tus hermanos de raza no te olviden y levanten a tu memoria un monumento digno de ti! ¡Pero que sea de piedra, como tu obra, eterna!
Belkiss Adrover de Cibrán. Málaga, 1957

Belkiss Adrover nos dice, en unas notas autobiográficas, que: «Después de un tiempo abandoné los pinceles y las gubias y las troqué por la pluma. Di varias conferencias. […] Ya no pintaba pero concurría a todas las exposiciones importantes de Madrid y de Barcelona, no me alejé del medio artístico. Escribí mi libro, editado en La Coruña, Abelardo Rodríguez Urdaneta: su vida, su obra y sus maestros, y lo traje a presentarlo en mi patria». Siendo ella la autora y, por lo tanto la pionera, de la primera monografía escrita en la República Dominicana en torno a la vida y obra de un artista visual.
De este ardua labor de investigación, realizada por ella, ha quedado como registro: recortes de prensa (que la autora tuvo como fuente primaria), notas mecanografiadas, los negativos de las fotografías que Belkiss tomó de trabajos escultóricos, pinturas y fotografías de Abelardo con su última cámara fotográfica una Contaflex Super -que legara a su sobrino Ivanhoe Adrover Carrasco-, así como placas de metal realizadas en Madrid, empleadas para su reproducción en este libro.
Como Vicepresidenta de Pro-Cultura y Presidenta de la Sección de Artes Visuales del Ateneo Dominicano, organizó «El Rincón de Invierno» inaugurando, posteriormente, el «Salón Abelardo Rodríguez Urdaneta» en 1969 con una exposición de obras del artista. En 1970 en la Galería Nacional de Bellas Artes, en el «Salón de los Precursores», llevó a cabo una gran exposición de las obras de Abelardo prestadas por instituciones privadas, universitarias, la Catedral, museos y provenientes de coleccionistas, con el auspicio de la Secretaría de Estado de Educación, Bellas, Artes y Cultos, y de su titular la Dra. Altagracia Bautista de Suárez.
Al momento de su fallecimiento, Belkiss dejó una amplia bibliografía sin publicar, así como un vasto archivo fotográfico-documental inédito registro de la vida, costumbres y cotidianidad de pueblos de España, que se mostrarán al público, por primera vez, en una exposición homenaje en ocasión del centenario de su nacimiento en las Semanas de España en la República Dominicana, por las gestiones y aval de S. E. Don Alejandro Abellán García de Diego, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario del Reino de España; el patrocinio de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) a través del Sr. Rubén Jiménez Bichara, Vicepresidente Ejecutivo; la Fundación Blandino, gracias a la generosidad de las Sras. Virginia Arredondo, VIP del Grupo Blandino y María Fernanda Arredondo, Vicepresidenta Ejecutiva, y la colaboración de Mariel Pérez Capellán, Coordinadora de Mercadeo.
La muestra «Archivos fotográficos inéditos, 1948-1973» de Belkiss Adrover de Cibrán es posible, además, al respaldo institucional del Centro Cultural de España en Santo Domingo (CCE), y su Director Juan Sánchez; el Archivo General de la Nación (AGN) y su Director Roberto Cassá; el Museo Bellapart a través de su Directora Myrna Guerrero Villalona; el Centro de la Imagen a través de Mayra Johnson, Directora de la Fundación Imagen 83 y, Directora y Coordinadora de Photoimagen, así como del crítico de arte y curador Carlos Acero Ruiz, Director del Centro de la Imagen.

NOTAS
[1] Comunicación ST-P. No. 244 d/f 13 de mayo de 141, Archivo -32-, firmada por Luis E. Tirado, Inspector de Instrucción Pública del Distrito Escolar No. 1.
[2] Rafael de Castro Félix, «Seis nuevas artistas» en La Nación (28- X-1946).
[3] DBA No. 127, d/f 29 de enero de 1948.
[4] La Nación (14-V-1948): 3
[5] La Nación (1-VII-1948).
[6] El Correo Gallego (16-IV-1949).
[7] El Ideal Gallego (19-IV-1949).
[8] «EL ARTE ESPAÑOL EN SANTO DOMINGO». Entrevista realiza por Jesús Rey Alvite. El Ideal Gallego (Año XXXIII.- Núm. 9.803. La Coruña (21-IV-1949), la cual fue reproducida completa en el diario La Nación de Santo Domingo el 15 de junio de 1949.
[9] El Progreso (21-IV-1949).
[10] El Correo Gallego (22-V-1949).
[11] El Caribe (20-III-1955):11.

FOTOGRAFÍAS
  1. Belkiss en su niñez, San José de Ocoa, ca. 1919 © Frank Adrover. «Belkiss Adrover de Cibrán. Único retrato que conservo mi hiciera [mi padre, Frank Adrover Mercadal], fui la más pequeña. Nací en Baní cuando no me esperaban, y mi padre viajando. Por eso no me retrataba.» Nota mecanografiada en un pequeño pedazo de papel por Belkiss para identificar esta imagen. 120 x 70 mm.
  2. Belkiss Adrover al lado de una de sus esculturas vaciada en yeso en la Exposición Anual de alumnos de la Escuela Nacional de Bellas Artes. © Rafael C. Coén, 1946. 140 x 100 mm.
  3. Belkiss Adrover al lado de una de sus esculturas vaciada en yeso en la Exposición Anual de alumnos de la Escuela Nacional de Bellas Artes © Rafael C. Coén, 1946. 150 x 100 mm.
  4. Belkiss Adrover al lado de uno de sus paisajes presentado en la IV Exposición Anual de alumnos de la Escuela Nacional de Bellas Artes © Rafael C. Coén, 1946. 200 x 140 mm.
  5. Belkiss Adrover, tercera de derecha a izquierda (de pie) con boina negra. Excursión-safari por Neiba, Santo Domingo, República Dominicana. 27 de Febrero de 1954. 90 x 140 mm. La cámara que se utilizó para tomar esta fotografía fue la de Belkiss, una Zeiss Ikon.
  6. Belkiss Adrover junto a su prometido José Cibrán. Ciudad Trujillo. Parque Ramfis. © Atilano Sánchez, 1938. 135 x 120 mm.
  7. El funicular del Tobidabo, 1956 © Belkiss Adrover. 80 x 70 mm.
  8. Semana Santa. La Verónica. La Coruña, 1957 © Belkiss Adrover. 80 x 70 mm.
  9. Belkiss Adrover de Cibrán. Málaga, 1957. 80 x 70 mm.


https://acento.com.do/2018/cultura/8608229-belkiss-adrover-cibran-las-semanas-espana/

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