El nacimiento de Hungría

Geza, permitió entrar y establecerse a los cristianos en la llanura de Panonia para poder predicar su fe. El Gran Príncipe era un primus inter pares, mantuvo unidas las siete tribus magiares e intentó occidentalizar Hungría y, sobre todo sentar las bases para la creación de un futuro reino húngaro más estable y acorde con los tiempos que vivía Europa occidental. Los veinticinco años de gobierno de Geza se caracterizaron por un pequeño auge económico y del sistema productivo, el cese de las incursiones y la paz con el Sacro Imperio Romano tras la firma del Tratado de Quedlinburg en 973.

El nacimiento de Hungría

A su muerte Geza pretendió que su hijo, Vajk, le sucediese. No obstante, y pese los esfuerzos de Geza, Vajk tuvo que compartir el poder con familiares. Al proceso de cristianización y centralización del poder real y sobre todo a la heredad de Vajk se opuso Cupan, descendiente de la dinastía de Árpád. Para hacerse con el título de Gran Príncipe. Cupan como el mayor de los Árpád se acogió al derecho de levirato, por el cual pretendía contraer matrimonio con la viuda de Geza y así ser nombrado, Gran Príncipe de los húngaros. Cupan se convirtió en égida del paganismo, en contraposición de Vajk, defendía el cristianismo latino, por ello este contaba con el apoyo alemanes como Vecelin de Wasserburgo o de Hont y Pázmány.
La guerra entre ambos era inevitable. Por ello, Vajk se puso en marcha desde la ciudad de Esztergom, Cupan hizo lo propio rodeando el lago Balatón para darle el encuentro. A diferencia del ejército de Vajk, el de Cupan estaba formado en su totalidad por magiares, muchos de ellos, temerosos de que Vajk y el cristianismo latino recortaran sus derechos y privilegios. Vajk, no gozó desde un principio de una buena popularidad al verse rodeado e influenciado por germanos. Así como podemos comprobar, esta guerra por el poder no solo tuvo carácter familiar, sino que también fue condimentada por motivos políticos, económicos y religiosos, en definitiva, suponía una lucha entre la secularización del pueblo húngaro y la supervivencia de los viejos modos de vida y las antiguas costumbres paganas.
La batalla decisiva tuvo lugar en Veszprém con la victoria de Vajk. Cupan fue capturado y descuartizado, sus partes fueron colgadas en las entradas de las cuatro ciudades más importantes de Hungría, con esto enviaba un mensaje al paganismo, solo cabían dos opciones, conversión o muerte.
Esteban I tuvo la presteza suficiente para cumplir el sueño de su padre de crear un reino cristiano bajo el mando de la dinastía de Árpád a la vez que pudo asegurar su independencia del Sacro Imperio.Su reinado estuvo marcado por la reanudación de los conflictos externos, durante sus primeros años centró sus esfuerzos políticos en la consolidación del Estado húngaro y mantener las buenas relaciones con el Sacro Imperio y el Imperio Bizantino, sin embargo, Polonia entró en conflicto con el Sacro Imperio y Esteban mostró su apoyo a su cuñado, ahora Emperador, bajo el nombre de Enrique II, esta guerra perduró durante cuatro años, 1014-1018. Finalizó con la firma del Tratado de Bautzen, en la que Hungría también fue incluida en las negociaciones. Por su parte, apoyó al Imperio Bizantino a luchar contra el paganismo asentado en los Balcanes.
Con la llegada al trono imperial de Conrado II en 1024, los conflictos entre el Imperio y Hungría iban a comenzar, expulsó a su cuñado Otón Orseolo y convence a la aristocracia bávara de proclamar duque a su hijo, pasando por alto los derechos del hijo de Esteban que en virtud de su matrimonio con la hermana de Enrique II. El Imperio iniciaría con Conrado II una política expansionista que intentaría la conquista de Hungría. Finalmente, gracias a la táctica de tierra quemada, el hambre y el cansancio hizo que Conrado II tomase el camino de la paz al ser rodeado por el ejército húngaro en Viena.
Los últimos años de la vida de Esteban I, están marcados por la muerte de sus hijos, Emerico, el único que había sobrevivido hasta edad adulta, murió a causa de un accidente de caza. Este suceso ponía en riesgo los avances conseguidos por Geza y Esteban, entre su primo y su sobrino como posibles candidatos, Basilio con inclinaciones paganas y Pedro Orseolo, Esteban optó por el segundo. A la muerte de Esteban en 1038, lo sucedería Pedro I, pero, tras la muerte de Esteban el reino de Hungría estaría marcado por un largo período de conflictos civiles por la lucha del poder hasta que, en 1077, un nieto de Basilio, Ladislao obtuviese la corona que un día perteneció a Esteban.
Autor: Fernando Torres Lara para revistadehistoria.es.
Bibliografía
Salcedo Mendoza, J.E. – Historia y Arte en la Hungría Medieval, 2014, Port Royal, Granada.
Romsics, I. –  A short History of Hungary, 2016, Osiris, Budapest.