RENACER CULTIRAL

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viernes, 20 de noviembre de 2015

COLEGIO DE SAN SEBASTIAN.

COLEGIO DE SAN  SEBASTIAN.
La Vega. Fundado por el ilustre sacerdote  Francisco Fantino, el 1 de  septiembre de 1903. Al llegar a La Vega el P. Fantino en una casa esquina Padre Billini y Libertad, hoy Antonio Guzmán con García Godoy, donde  dio algunas  clases mientras preparaba la apertura de su colegio, que funcionó por primera vez en la calle el Comercio, hoy Juan Rodríguez esquina Aurora, hoy  Juana Saltitopa, local propiedad de don Zoilo García. Finalmente  el Colegio quedó establecido en la calle San Marcos, junto la iglesia de San Antonio a esa calle también se le daba el nombre de calle del Colegio y calle San Antonio, no lejos del Río Camú, placer de los  estudiantes, y más aún la vía del  Ferrocarril.
Al antiguo maestro del Colegio, don Teléforo R. Calderón se le debe la siguientes referencias, * el colegio fue  abierto para externos, semi internos e  internos para cursar la enseñanza primaria y la  secundaria. La inscripción de alumnos externos fue  nutrida desde el primer momento.
La inscripción para el  internado creció rápidamente con alumnos procedentes de Santiago ( Pou, Benedicto,  Moreta, Díaz, Bermúdez  Dumit,  León,  Vega,  Hernández), de  San Pedro de Macorís ( Benzo, Nesanovich, Correa, Rosales, Fortun,), de Puerto Plata ( Imbert, Folch, Lample,  Viloria, Sernelli), de Monte Cristi (Belliard, Monción,  Roca,  Bruzzo),  de Samana y Sánchez, Rodríguez Demorisi, Grullón,  Sosa, Shephard), Salcedo (Camilo, Pantaleón, González, Cabral), de San Francisco de Macorís ( Grullón, Martínez, Macarrulla,  Álvarez, Foundeur, Monges, Rosa,  Muchos hacendados de La Vega ( Gil, Cáceres,  Guzmán,  González,  Salcedo,  Rodríguez,  también  enviaron  sus hijos como internos.
El Colegio Funcionó bajo la dirección del Padre Fantino hasta 1924, y sin un orden rigurosamente cronológico puede hacerse la siguiente lista, seguramente incompleta de los  profesores que actuaron  en el Colegio. En primer término el propio padre Fantino que siempre tuvo a su cargo estas asignaturas, Gramática Castellana, Lógica, Derecho Natural, que figuraba en el Cuarto curso del Bachillerato, Francés, Historia Sagrada. Luego Monseñor Nouel, Federico García Godoy, Manuel Ubaldo Gómez, Orestes Minicucci, Arístides García Mella,  Arcadio Pereyra, Diego de Peña,  Alfredo Scaroina, Zoilo Hermogenes García, J.M. Moya, Napoleón Despradel, Pbro. Manuel R. Rodríguez, Bienvenido S. Nouel,  Rafael Espaillat de la Mota, Juan Emilio García Godoy, Luis Sánchez Reyes,
Además, José Granado Alonzo, José  Israel Santos, Eduardo Petit, Bruno Figluizzi, Carlos María y Rafael Sánchez G., Alfredo Colomba, Juan Fuentes Domenech, J. Arismendi de la Rosa, Francisco y Manuel Ubaldo Gómez, hijo, J. Gasso Gasso, Juan F. Despradel, Emilia Pineda viuda Fernández, Dolores  Morilla, León J. Castaño, Ramón S. Cosme,  Amable Sánchez, Darío Concepción, Julián Suardi,   Diógenes del Orbe, María Guzmán, y Telesforo R. Calderón, quien  por  encargo del Padre Fantino actuó como director en 1925,  hasta el 1926, el Padre Fantino se retiró definitivamente al Santo Cerro, donde fundó el Seminario Menor (Padre Las Casas), cedió los edificios y muebles del Colegio a las  Hermanas Terciaria Franciscanas, quienes  fundaron el Colegio Inmaculada Concepción para niñas institución que ha tenido un espléndido desarrollo hasta el día de hoy.
Bien pronto resulto  estrecho el local en que empezó a funcionar el Colegio, en 1903. Y en el 1904, el padre Fantino, que no recogió contribuciones pero que encontró amplias facilidades de créditos para el objeto, emprendió la construcción de edificios aledaños. Las nuevas construcciones fueron ampliándose para responder al creciente aumento de la población. Se asignó vasta extensión de terreno para gimnasio, áreas de recreo, cocinas, baños, laboratorio de química, gabinete física. Funcionó sin  interrupción hasta  1926, año en que el Padre Fantino lo cedió a las Hermanas  Terciarias.
Hacia  el1905 el Padre Fantino habilito para iglesia, dedicada a San Antonio, una casa. En 1910 construyo, al lado del Colegio, un edificio para una iglesia con la ayuda de familias pudientes  y de la inmensa  cantidad de feligreses que acudían a oír la prédica.
Aunque  dedicó una iglesia a San Antonio, el Padre Fantino era  devoto tal vez con mayor grado, de San Francisco de Asís. En el colegio usaba la Florecillas, en excelente traducción, para una que otra clase  de lectura y escritura. Se hizo franciscano en los últimos días  de su vida.
Cuando el padre Fantino  decía sus sermones, en la iglesia de San Antonio, cerraba sus ojos y hablaba como en un vértigo. Cuando bautizaba a alguna criatura en la zona rural y le decían algunos de esos nombres estrafalarios  que suelen inventar nuestros hombres y mujeres de nuestras campiñas le decía ese nombre no, pónganle Francisco.
El Padre Fantino, encarnación de la piedad cristiana, hablaba en grado excelso la pasión de Dios, de la enseñanza y del  bien. En la vida logro lo  que  pocos  logran. LA VENERACION-

Fuente. Emilio Rodríguez Demorizi,  obra Sociedades, Cofradías, Escuelas, Gremios y otras Corporaciones Dominicanas. Academia Dominicana de la Historia. Vol. XXXV. Editora Educativa Dominicana,  Sto, Dgo, 1975, p- 162-164.

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