ALFACAR. A punto de cumplirse 80 años del fusilamiento de Federico García Lorca, el 19 de agosto de 1936, un grupo de personas convocadas por distintos colectivos recorrió hoy en Granada (sureste de España) la llamada “carretera de la muerte” para recordar al poeta y al resto de víctimas del franquismo.
A través de un recorrido a pie, que partió del término municipal de Víznar, el colectivo Alfacar y Lorca, Romero y Luna y la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación llevaron a cabo un homenaje “popular y reivindicativo”, como explicó a Efe el portavoz Francisco Vigueras, que hizo de guía del grupo.
La ruta comenzó en La Colonia, un antiguo molino que fue reconvertido en cárcel franquista y donde García Lorca pasó sus últimas horas antes de ser fusilado poco después del inicio de la Guerra Civil española (1936-1939).
“Ochenta años después, queremos rendir homenaje a todas las víctimas que hicieron el mismo paseo desde aquí, por la carretera de la muerte, antes de ser fusiladas”, dijo Vigueras, que puso de manifiesto la violación masiva de derechos y los crímenes contra la humanidad que se produjeron entonces.
Los colectivos convocantes quisieron reivindicar que La Colonia, como se conoce el espacio que servía de centro de concentración antes de los fusilamientos, sea reconocido como lugar de memoria histórica frente a los que consideran “intentos permanentes” de borrar lo que ocurrió en esa zona.
Lo que en su momento fue colonia de verano durante la II República española para los hijos de los obreros acabó convertida en prisión por los franquistas, que aumentaron incluso el tamaño de las instalaciones, señaló el portavoz.
Explicó que en ese molino, transformado en un auténtico “corredor de la muerte” para unas 2.000 personas, no solo estaban los presos que luego serían fusilados, sino que también se encontraban quienes ejercían como enterradores, entre ellos algunos políticos, muchos acusados de masones.
“Para los verdugos matar podía ser fácil, pero luego había que deshacerse de los cuerpos; de ahí que contaran con enterradores encargados de abrir las fosas comunes, en muchos casos con cuerpos todavía moribundos y amontonados”, recordó.
Además de las fosas comunes, continuó Vigueras, para esos enterramientos se usaron distintos pozos e incluso la propia orografía del terreno, dado que los cadáveres se desplomaban al fondo de un barranco tras ser tiroteados.
“Este es un territorio sembrado de fosas; de ahí que sea tan necesario recordar esta geografía del terror”, indicó.
El trayecto -con paradas en La Colonia, el Barranco de Víznar, El Caracolar o Fuente Grande- pasó por el lugar donde se hicieron en su día búsquedas arqueológicas y concluyó en el término municipal de Alfacar, cerca del parque Federico García Lorca, donde un monolito de piedra recuerda al poeta granadino.
En esa zona comenzó la segunda parte del homenaje popular, una velada poético-musical para recordar a García Lorca a través de poemas y música de diferentes autores.
El homenaje supone un acto alternativo al institucional que la Diputación de Granada celebrará el próximo miércoles en el Parque Federico García Lorca de Alfacar, en recuerdo al poeta y al resto de víctimas de la Guerra Civil ochenta años después.
Cerca de ese parque, la Junta de Andalucía (gobierno regional) buscó sin éxito en 2009 los restos del autor de obras poéticas, como “Poeta en Nueva York” o “Romancero gitano”, y teatrales como “Bodas de sangre”, “Yerma” y “La casa de Bernarda Alba”.
Los estudios documentales, geoarqueológicos y paleogeográficos llevados a cabo desde 2013 por un amplio equipo de especialistas en la zona del Caracolar han delimitado una superficie de 10 por 28 metros donde podrían yacer varios cuerpos, entre ellos el de García Lorca
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