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jueves, 5 de julio de 2018

El códice Voynich, el manuscrito más extraño del mundo

Elaborado en el siglo XV, este libro está repleto de imágenes y textos que ningún especialista ha podido descifrar todavía. Aunque parece que cada vez tenemos más pistas sobre su contenido...

José Luis Corral
1 de febrero de 2018
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/codice-voynich-manuscrito-mas-extrano-del-mundo_12344/1


codice-voynich-farmacologico. Páginas de la sección "farmacológica" del manuscrito Voynich

Páginas de la sección "farmacológica" del manuscrito Voynich

La primera noticia de la existencia del Voynich data de 1580, cuando el emperador Rodolfo II de Habsburgo, muy interesado en las ciencias ocultas, la magia y las rarezas de todo tipo, lo adquirió por la elevada suma de 600 ducados a los ingleses John Dee –un mago que decía comunicarse con los ángeles mediante unas piedras– y Edward Kelley, un embaucador.
Foto: Akg / Album
codice-voynich-wilfrid-voynich. Saberes ocultos

Saberes ocultos

Huido de Rusia por motivos políticos, el polaco Wilfrid Voynich (bajo estas líneas) se trasladó a Inglaterra, donde después de muchas penurias se hizo un nombre como tratante de libros raros. Estaba convencido de que el códice Voynich encerraba conocimientos alquímicos que revolucionarían la ciencia moderna cuando pudiera descifrarse.
Foto: Mary Evans / Scala, Firenze
codice-voynich-traduccion. Sopa de letras

Sopa de letras

La transcripción de un pasaje del libro que John Dee y Edward Kelley (arriba) regalaron a Rodolfo II ofrece el siguiente resultado: se osam ceetosas qopercetos detetiosus opercetios cetocperetus conllodam ollcet ollcetcius ollcetcius qoceretosas e ocilletosus e oter sauter olletosus ollos ollecetosus os e oter un conllcetius sais llotes oclletos cetollcetus llos cetotes e cetius olletiollos.
Foto: Granger / Album
codice-voynich-mujeres. Mujeres bañándose

Mujeres bañándose

En el manuscrito Voynich aparecen una serie de diagramas circulares zodiacales o astrológicos, grupos de mujeres desnudas bañándose en piscinas, más imágenes astronómicas, una sección "farmacológica"...
Foto: Akg / Album
codice-voynich-paginas-imaginarias. Plantas imaginarias

Plantas imaginarias

El manuscrito Voynich se divide en varias "secciones" según el tipo de ilustraciones que aparecen en cada página. La más extensa es la primera, un "herbario" en el que se reproducen diversos tipos de plantas. Las plantas dibujadas son tan enigmáticas como el texto que las acompaña, pues no se han podido identificar con ninguna especie real.
Foto: Akg / Album. Alamy / Aci. Akg / Album.
codice-voynich-astronomico. Detalle de un dibujo "astronómico" o "zodiacal" del manuscrito Voynich

Detalle de un dibujo "astronómico" o "zodiacal" del manuscrito Voynich

Ante la aparente incoherencia del Voynich se ha sugerido que se trata de una broma o una estafa. Se ha especulado que fue el propio John Dee, mago, matemático y aficionado al ocultismo, quien hacia 1580 lo creó junto a su socio Edward Kelley, que ya había sido procesado en Inglaterra por falsificar documentos.
Foto: Alamy / Aci

El códice Voynich, el manuscrito más extraño del mundo

Cuando hace más de 4.700 años se inventó el lenguaje escrito, los seres humanos fueron capaces de transmitir mensajes complejos mediante letras y signos. Pero también introdujeron códigos secretos y claves para encriptar textos de contenido religioso, político, diplomático o militar, cuyo desciframiento sólo conocían los iniciados. Todas las civilizaciones han practicado estas técnicas, desde los sumerios a los griegos, los romanos, los mongoles, el Imperio español y, por supuesto, todos los países en el último siglo, especialmente en tiempos de guerra.
Los manuscritos y textos cifrados que se conservan son muchos, y todos han sido descifrados con relativa facilidad analizando sus códigos, en general bastante simples. Con una excepción. Existe un códice cuyo contenido nadie ha sido capaz de desvelar: el Voynich, el manuscrito más extraño del mundo. O al menos no del todo.
Usan la inteligencia artificial para tratar de descifrar el misterioso manuscrito de Voynich
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INTELIGENCIA ARTIFICIAL PARA DESCIFRAR UN MANUSCRITO DEL SIGLO XV

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Fotografías
En la actualidad, el Voynich se guarda en la Biblioteca Beinecke de libros y manuscritos raros de la Universidad de Yale. Escrito sobre vitela (pergamino fino), con un total de 232 páginas (faltan algunas y hay otras desplegables), de 22 por 15 centímetros de formato y 5 de grosor, este códice contiene centenares de dibujos y 37.919 palabras con 25 letras o caracteres distintos, pero carece de autor, título, fecha y capítulos. Los análisis mediante carbono 14 han permitido datar la elaboración del pergamino entre los años 1404 y 1434. La letra es del tipo cursiva humanística en caracteres latinos, usada en Europa occidental entre mediados del siglo XV y comienzos del XVI.

¿De dónde viene el manuscrito Voynich?

La primera noticia de la existencia del Voynich data de 1580, cuando el emperador Rodolfo II de Habsburgo, muy interesado en las ciencias ocultas, la magia y las rarezas de todo tipo, lo adquirió por la elevada suma de 600 ducados a los ingleses John Dee –un mago que decía comunicarse con los ángeles mediante unas piedras– y Edward Kelley, un embaucador.
En el siglo XVII el manuscrito pasó por varias manos hasta quedar depositado en el convento franciscano de Mondragone, en Italia, donde en 1912 lo compró el tratante de antigüedades Wilfrid Voynich, de quien toma el nombre. En 1931, su viuda lo vendió a un anticuario neoyorquino, Hans Peter Kraus, que no consiguió revenderlo y terminó regalándolo a la Universidad de Yale en 1969.

Intentos de descifrarlo

Desde el siglo XVI, muchos investigadores han tratado de descifrar el Voynich. Lo intentaron en el siglo XVII el alquimista Jacobus Horcicky de Tepenecz, el bibliotecario imperial Georg Barsche y el profesor de la Universidad de Praga Johannes Marcus Marci. Se envió al jesuita Athanasius Kircher, famoso por sus intentos de descrifrar los jeroglíficos del antiguo Egipto, pero aquél no respondió al reto.
El profesor Willian R. Newbold, de la Universidad de Pensilvania, intentó descifrarlo en 1921, e incluso llegó a trastornarse por ello
Ya en el siglo XX, el profesor Willian R. Newbold, de la Universidad de Pensilvania, intentó descifrarlo en 1921, e incluso llegó a trastornarse por ello. Lo analizaron expertos estadounidenses en gliptografía (estudio de las inscripciones sobre piedra) aplicando algunas técnicas experimentadas en la segunda guerra mundial, y filólogos profesionales y aficionados. Todos fracasaron.
Para intentar descifrarlo se han aplicado técnicas tradicionales, como sustituir una letra por otra o asignarles un valor numérico, pero sin resultado coherente. Se han usado tarjetas perforadas, ya conocidas en 1500 por Girolamo Cardano, y programas de ordenador, que han dado lugar a cientos de miles de combinaciones posibles, también sin resultado. Si se trata de un libro encriptado, sus claves son tan intrincadas que nadie ha conseguido descifrarlas. Por eso se ha sugerido que está escrito en un lenguaje oculto no conocido, al que se ha dado nombre: el voynichés. Y según se desprende de las ilustraciones, el texto contendría relatos esotéricos sobre ritos ocultos; y los dibujos de plantas, astros y mujeres serían símbolos alquímicos.
Parece escrito por un zurdo –Leonardo da Vinci lo era– y contiene elementos propios del Renacimiento italiano
Algunas propuestas de interpretación del manuscrito han sido realmente estrambóticas. Se atribuyó su autoría al monje inglés Roger Bacon, pero Bacon vivió en el siglo XIII y el Voynich se ha datado en el XV. Se ha especulado que lo escribieron los cátaros; que es una adaptación de un texto ucraniano con letras latinas; que es obra de Leonardo da Vinci, pues parece escrito por un zurdo –Leonardo lo era– y contiene elementos propios del Renacimiento italiano; que lo escribió el arquitecto Filarete a mediados del siglo XV, pues aparece la traza de un edificio similar a la torre del castillo Sforzesco de Milán, que Filarete levantó, y unos dibujos que recuerdan a los tubos de desagüe que este arquitecto diseñó para el Hospital Mayor milanés.

El último de estos intentos parece haber conseguido ciertos adelantos al respecto. Greg Kondrak, un profesor de ciencias de la computación, y Bradley Hauer, un estudiante de postgrado, ambos de la Universidad de Alberta (Canadá), están usando la inteligencia artificial para descifrar el Manuscrito Voynich. Y han descubierto que el hebreo es la lengua de escritura más probable.
El primer paso ha consistido en abordar el lenguaje de origen, aparentemente cifrado en cientos de delicadas páginas de pergamino que, además, incluyen ilustraciones de plantas, objetos celestes e incluso figuras de mujeres desnudas o ninfas. Los investigadores han usado ejemplos de 400 idiomas diferentes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y han descubierto que el hebreo es la lengua de escritura más probable. "Resultó que más del 80% de las palabras estaba en un diccionario hebreo, pero no sabíamos si estas palabras tenían algún sentido juntas", observa Kondrak.
El Traductor de Google obtuvo una frase que es gramatical y que puede ser interpretada
El texto puede que fuera creado mediante alfagramas (cuando las letras originales de una palabra cambian de posición y esta no se puede reconocer), un ejemplo de las ambigüedades del lenguaje humano. "El Traductor de Google obtuvo una frase que es gramatical y que puede ser interpretada: 'Ella hizo recomendaciones al sacerdote, al hombre de la casa, a mí y a la gente'. Es una frase bastante extraña para comenzar un manuscrito pero definitivamente tiene sentido", expresa Kondrak, quien reconoce que, sin la ayuda de historiadores de hebreo antiguo que puedan validar sus hallazgos, el significado completo del Manuscrito Voynichseguirá siendo un misterio. Kondrak pretende aplicar los algoritmos, que ha desarrollado junto con Hauer, a otros manuscritos antiguos.

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