Las Tribus Floridanas como las que primeros poblaron Haití.
Fuente: Gustavo Adolfo Mejía Ricart, obra Historia de Santo Domingo (una
interpretación objetiva), Instituto de investigaciones históricas. Ciudad
Trujillo, año 1948. Pág. 73-77
Es lógico presumir que no fueron las tribus de La Florida las que
primitivamente poblaron a Haití, como
pretenden algunos escritores,
(Guridi-Stahl.) ya que no dejaron testimonio de su entrada en esta isla,
tal cual hacen siempre, al través de la
Historia, los pueblos vencedores al pasar sobre los pueblos conquistados, en alguna forma dejando
vestigios, es indicios de su civilización por rudimentaria que ella fuese. Se
dice por García y otros, que dichas
tribus ayudadas por las de los comanches, apalaquines, túcalos y seminolas, se
fijaron en nuestro suelo por invasiones sucesivas, multiplicándose y dando
origen a la raza taina. (El origen de
estos habitantes, escribe José Gabriel García, la hace derivar la tradición del multiplicamiento de un gran
número de familias que en remoto tiempos hubieron de emigrar por las costas de La Florida,
ahuyentadas por los invasores de los
apalaquinos, túcalos, y demás tribus
guerreras y turbulentas en que abundaba
el continente del norte. ‘ El origen de los primitivos pobladores de esta isla,
agrega Logroño, se pierde en la nebulosa noche prehistórica de América siendo muchas las
variaciones de fuentes autorizadas que se disputan la certeza del
asunto, pareciéndonos lo más ajustado a la estricta verdad histórica que aquellas
familias americanas del continente,
ahuyentadas por las frecuentes invasiones de los apalaquines, túcalos y otras
tribus guerreras del norte, hubieron de
emigrar por las costas de la Florida y la variante del Atlántico,
repartiéndose y multiplicándose luego,
innúmeramente en el semillero de
islas que forma el archipiélago antillano.)
Pero para esto había que aceptar la leyenda infundada del
Votán cubano que se hizo escoltar por los caribes para invadir a Yucatán,
fundándose, así el pueblo protomaya de los itzaes, los cual no está
tomado de ninguna clara fuente histórica. Humbold imagina que
el Votán fue uno de los apóstoles budistas que se diseminaron por la tierra
para propagar sus doctrinas, aunque
para otros es un caudillo cubano.( El Dr. Narciso Alberti y Bosch en su “ Preshistoria de
Quisqueya”, refiere que el Votán y Zamná
eran fenicios que arribaron a Haití,
procedente de Tiro y Sidón, y hasta
llegó a afirmar que “ ellos amarraron sus naves conquistadoras en las Guácaras
del Comedero en tiempo tan remoto que el Gran Valle de La Vega Real formaba un
mar interior. Pero este es un anacronismo, pues Alberti hace coexistir el momento prehistórico en el Valle de La
Vega Real era un mar interior y las civilizaciones de Tiro y Sidón que están a distancia de
siglos y hasta de milenios del periodo mioceno e pleistoceno de los mares
interiores de la isla. Chavero
opina que el Votán quichesa México y las grandes
Antillas.)
Javier Angulo Guridi cree “que los haitianos predecían
del tronco Waicure de la costa occidental de la América del Norte”, Stahl hace
derivar a los indios borinqueños del
continente septentrional, bien que de
orden azteca o descendiente de los seminolas. Pero la toponimia y la filosofía que nos
conciernen, demuestran que las
migraciones a las isla del
archipiélago del Mar Caribe
partieron probablemente de la América meridional ( ” el pueblo, que podemos llamar por ahora “autóctono”, dice Stahl,
vivía tranquilo, adueñado de la mayor parte del Archipiélago, perdida la
memoria de su origen, conservando en sus nebulosas tradicionales que sus
antepasados hacían nacido en una cueva,
como marca la leyenda referida a Fray
Ramón Pane por
los indios del cacicazgo de Guarionex,
en Haití. Para la época del Descubrimiento ya tribus muy guerreras se habían
apoderado de la península de La Florida. Estos eran los valientes Seminoles,
etc.”. Cayetano Cell y Toste añade: “Si los seminolas hubieran lanzado de la
Florida a los antepasados los indo-antillanos,
rostros positivos de éstos hubieran quedado en la toponimia de aquel país,
huellas de sus costumbres al apropiarse de las mujeres de los conquistadores,
y algunas palabras filtradas en el
idioma del triunfador, procedentes de la lengua dominada. Es ley de la historia que el
vencedor no hace desaparecer por
completo, en un país, las huellas
del pueblo vencidos”). Y entonces, ¿cómo explicar la
retrogradación de esta raza aborigen al grado de salvajez en que la encontró
Colón en la isla de Guadalupe, ya
que unos y otros empujaron a los
caribes?
Los historiadores nacionales han acogido sin mayores
averiguaciones, la genealogía floridana de nuestros indígenas, como una especie
de tradición inconmovible. Pero bastará
seguir la trayectoria de tales razas continentales e invasoras, para notar su
craso error.
Dichos protonáhoas o waccuris,
autóctonos de California, se desparramaron en tres ramales al separarse en
Arizona, procedentes todos de su centro de dispersión en el Yuma. Uno de ellos,
el de los yaquinahuatl, descendió por
Sonora, Simales, Tequila, Jalisco,
Oaxaca, Chiapa, y de ahí se fusiono con
el de los mixtecas, chapotecas y otros hasta que compuso el
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