Mujeres dominicanas atormentadas
Por DIÓGENES CÉSPEDES
dcespedes[@]claro.net.do
21 mayo, 2016http://hoy.com.do/mujeres-dominicanas-atormentadas-3/autor/diogenes-cespedes/
Abigaíl Mejía S olière
Hay cuatro temas importantes en la primera carta de Mercedes Mota (MM) a Pedro Henríquez Ureña (PHU), fechada en Puerto Plata el 3 de febrero de 1898: la familia, el trabajo, la carrera literaria y el tormento.
El primer tema tendrá repercusión en el cambio de vida y carrera literaria truncada de MM: el nacimiento de su sobrino, primogénito de Antera Mota y Rufo Reyes, a quien se llevará en 1919 a Nueva York, junto a las otras dos sobrinas: «El 1 de Enero dio a luz Antera un niño, i este acontecimiento me ha impedido seguir recibiendo algunas clases. Pienso volver a recibirlas lo más pronto posible. » (BVega. “Treinta intelectuales dominicanos escriben a Pedro Henríquez Ureña”, p. 61).
¿Qué estudia MM si ya es profesora? Ella planteó el tema del trabajo, que le resta tiempo para el estudio y la escritura, pues ejerce, además, «dos secretarías del Liceo: Secretaría de Juntas literarias, i Secretaría de Juntas generales.» (Ibíd.).
MM misma le informa a PHU el tercer tema:«Estoi un poco adelantada en Ynglés, en música i pintura también.» (BVega, 62).
El cuarto tema es el sufrimiento y pesimismo vital de aquel fin de siglo XIX, donde es capital el rol de lo político y la guerra en este calvario:«Tengo muchas cosas entre manos, mi buen Pedro; me gusta el trabajo, i sólo por él amo esta vida llena de sufrimientos i miserias.» (Ibíd.).
Un quinto tema que se desgaja de este epistolario es la preocupación por la educación de la mujer dominicana, idéntica a la de Salomé Ureña, pero sin llegar a abrazar la ideología y la política del feminismo decimonónico francés de Olimpia de Gouges y las miembros de la “Sociedad Fraternal de Uno y Otro Sexo”, fundada en 1790. O el feminismo de Flora Tristán y Luisa Michel. O el de las inglesas Mary Wollstonecraft, la Olimpia de Gouges inglesa, y las sufragistas Bárbara Bodichon y Bessie Rayner Parkes, fundadoras del Círculo de Langham Place en 1850.
El feminismo de MM no pasó de una invitación conservadora al mejoramiento de la educación, tal como se desprende de “Vida y pensamiento…” (p. 19) donde cuenta su visita a la Exposición de Búfalo en compañía de PHU y su hermano Fran y lo encantada que estuvo de conocer a las jefes del feminismo paraoficial del momento: la presidenta del Consejo Internacional de Mujeres May Right Sewell, “la aristócrata canadiense Adelaida Hoddles y la célebre orientalista Madame Mountford”. Digo paraoficial porque en nombre del feminismo esa sociedad preconizaba trabajar incluso con los gobiernos dictatoriales como los que hubo antes y después de los años 1930 en Hispanoamérica: González Videla en Chile, Trujillo en la República Dominicana, Machado en Cuba, etc. etc.
Aunque MM menciona en su carta a PHU una Madame [Vio] yer, “pensadora ilustre” haitiana que PHU le diera a conocer, no hay mayores datos ni desarrollo de las ideas de la haitiana, pero el feminismo en Haití no se desarrolló, castrado por la intervención norteamericana de 1915-30, hasta este último año cuando se funda la Liga Feminista para la Acción Social, que retoma luchas anteriores del siglo XIX llevadas a cabo por Catherine Flon, Cécile Fatimany Dédé Bazile.
No obstante, MM le dice a PHU: « Me alegro mucho de conocer la mujer haitiana, pues sabía mui poco de ella… Grande lástima, en verdad, que la mujer dominicana permanezca en la inacción, sin que descubra en ella la ambición de saber, la ambición que dignifica i engrandece… Pero no hablemos de esto, pues es cosa que entristece el ánimo. » (Vida y Pensamiento, p. MM, p. 62).
El que sería grande, ya en 1901 habla como un grande cuando se da cuenta, en carta a MM desde Nueva York, 14 de noviembre de 1901 del pesimismo que abate a su amiga: «Recibí tu carta del 1° de este mes y estoy sorprendido de todo lo que dices. ¿Qué te ocurre? ¿Por qué tan deprimida y queriendo morir?… La vida es digna de vivirse. No desees morir tan joven. Espera hasta que tengas más de cincuenta años. Voy a prescribirte alguna medicina, de modo que te cures de tu escepticismo. Comunícate con personas cuyos ideales no sean los de la bourgeoise común. Visítalas para que visiten y escríbeles si no viven en Puerto Plata. Escríbele al señor Hostos, a Tulio Cestero, a Leonor Feltz, a todos tus amigos inteligentes y a las mujeres, especialmente… Lee, lee mucho, tanto como puedas. Lee a los autores más pesimistas, los más excéntricos, los más rudos, los más atrevidos combatientes… Lee a Leopardi, Schopenhauer, Nietzsche, Zola, Ibsen, Tolstoi, D’Anunzio, Montalvo, Baudelaire, Larra, Heine, Renan, Poe, Espronceda. Su pesimismo te curará.» (BVega, 84).
Y remata en jovencito que ya parece un adulto sapiencial y experimentado: «Y no dejes de leer también a los grandes, humanos, serenos escritores que, como el Próspero de Shakespeare, han alcanzado ‘la suprema paz del alma’.» (Ibíd.)
De igual modo, nació en 1932 la Acción Feminista Dominicana fundada por Abigaíl Mejía y un grupo considerable de mujeres, inspirada en las ideas del Consejo Internacional de Mujeres y en el feminismo español de tradición católica con pioneras (Concepción Arenal, la condesa Emilia Pardo Bazán y Concha Espina, 1877-1955).
Ni siquiera Acción Feminista Dominicana llega a las ideas de Abigaíl Adams, quien le recomendó lo siguiente a su esposo John Adams, futuro presidente norteamericano, cuando se dirigía el 31 de marzo de 1776 al Congreso Continental: «… recuérdate de las mujeres y sé más generoso y favorable a ellas que tus ancestros. No pongas poderes tan ilimitados en las manos de los maridos. Recuerda que todos los hombres serían dictadores si pudieran. Si no pones cuidado y atención particular a las mujeres, estamos determinadas a fomentar una rebelión, y no nos sentiremos ligadas a ninguna ley donde no tengamos voz ni representación.». (Wikipedia. Cronología del feminismo en los Estados Unidos. Visita 6-V-2016). A lo que se añade la cohorte de sufragistas norteamericanas desde Elizabeth Cady Stanton (1848) hasta Emma Goldman, la anarco-comunista (1869-1940).
De igual modo, nació en 1932 la Acción Feminista Dominicana fundada por Abigaíl Mejía y un grupo considerable de mujeres, inspirada en las ideas del Consejo Internacional de Mujeres y en el feminismo español de tradición católica con pioneras (Concepción Arenal, la condesa Emilia Pardo Bazán y Concha Espina, 1877-1955).
Ni siquiera Acción Feminista Dominicana llega a las ideas de Abigaíl Adams, quien le recomendó lo siguiente a su esposo John Adams, futuro presidente norteamericano, cuando se dirigía el 31 de marzo de 1776 al Congreso Continental: «… recuérdate de las mujeres y sé más generoso y favorable a ellas que tus ancestros. No pongas poderes tan ilimitados en las manos de los maridos. Recuerda que todos los hombres serían dictadores si pudieran. Si no pones cuidado y atención particular a las mujeres, estamos determinadas a fomentar una rebelión, y no nos sentiremos ligadas a ninguna ley donde no tengamos voz ni representación.». (Wikipedia. Cronología del feminismo en los Estados Unidos. Visita 6-V-2016). A lo que se añade la cohorte de sufragistas norteamericanas desde Elizabeth Cady Stanton (1848) hasta Emma Goldman, la anarco-comunista (1869-1940).
Ecléctico y de clase media y media alta, Acción Feminista Dominicana estaba ideológicamente más cerca del feminismo de Salomé Ureña y Hostos, inspirado en el positivismo armónico de Carlos Krause, compatible con el teísmo y la enseñanza laica.
Esto fue lo que conoció Abigaíl en Barcelona cuando vivió varios años en la ciudad condal, pero derivó en un feminismo conservador porque en una dictadura como la de Trujillo era imposible pensar en la ideología del Grupo Feminista Socialista surgido en 1912 con Margarita Nelken o la Unión de Mujeres de España en 1918, de un carácter más izquierdista, cuya líder fue María Lajárraga. No hay que decir que esos dos últimos tipos de feminismo quedaban excluidos de la perspectiva de Abigaíl Mejía y su grupo.
Esto fue lo que conoció Abigaíl en Barcelona cuando vivió varios años en la ciudad condal, pero derivó en un feminismo conservador porque en una dictadura como la de Trujillo era imposible pensar en la ideología del Grupo Feminista Socialista surgido en 1912 con Margarita Nelken o la Unión de Mujeres de España en 1918, de un carácter más izquierdista, cuya líder fue María Lajárraga. No hay que decir que esos dos últimos tipos de feminismo quedaban excluidos de la perspectiva de Abigaíl Mejía y su grupo.
También se surgió en 1918 el feminismo de clase media (Asociación Nacional de Mujeres Españolas) con María Espinosa, Benita Asas Manterola y Clara Campoammor. Margarita Nelken y Victoria Kent, parlamentarias electas en 1931, se opusieron al voto de la mujer porque este solo iría en beneficio de las clases conservadoras, lo que ocurrió en nuestro país en 1942 con el voto femenino. Clara Campoamor, también parlamentaria en 1931, sí abogó por el voto femenino.
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