La curiosa historia del viejo monasterio español de Miami
Llama poderosamente la atención el hecho de encontrarse en un lugar como Miami y a tantos kilómetros de distancia de España un viejo monasterio español del siglo XII. Pero si hay algo aún más curioso, es la historia que el monasterio tiene detrás. Por eso en mi reciente viaje a Miami no podía dejar pasar de largo este lugar. Saqué un hueco, y aunque no fue del todo fácil encontrarlo, me acerqué a conocer el viejo monasterio español.
El monasterio de Sacramenia, uno de los nombres por el que el monasterio es conocido en Miami, debido a su origen, Sacramenia, un pequeño pueblo de Segovia, formaba parte de la abadía cisterciense de Santa María la Real. Y allí, en Sacramenia, y junto a la abadía se mantuvo hasta que en tiempos de la desamortización fue expoliado y cayó en manos de particulares, quienes en los años veinte, vendieron parte de este monasterio (concretamente el claustro, la sala capitular y el refectorio) al empresario y periodista estadounidense William Randolph Hearst, quien mandó desmantelar piedra a piedra el monasterio y empaquetarlo para su posterior envío a los Estados Unidos. En total fueron 11.000 cajas de madera que perfectamente enumeradas llevaron al viejo monasterio español hasta América con la idea de ser montado.
Pero la fiebre aftosa se cruzó en el camino del viejo monasterio español y de las intenciones de Hearst. Y es que un brote de esta fiebre en Segovia justo cuando el monasterio estaba siendo trasladado hizo que el gobierno de los Estados Unidos tomara medidas y decidiera poner en cuarentena todas las cajas que transportaban al monasterio. Por si eso no fuera suficiente, abrieron todas las cajas para quemar la paja que cubría las diferentes piezas y la cual se creía transmisora de la enfermedad, sacando todas las piezas y amontonándolas en un almacén de Nueva York sin clasificar, donde pasarían 26 años olvidadas a su suerte hasta que, un año después de la muerte de Hearts, fueron adquiridas por William Edgemon y Raymond Moss, quienes decidieron volver a montarlo.
Fue entonces cuando se dieron cuenta del error que se había cometido años atrás, cuando las piezas se dejaron sin clasificar. Edgemon y Moss tenían ante si miles de piezas sin encajar, lo que le hizo ganarse a la obra de reconstrucción el sobrenombre de “el rompecabezas más grande del mundo”. Finalmente tras 19 intensos meses y una inversión de más de un millón y medio de dólares, el monasterio fue montado.
Hoy en día, el monasterio tiene distintos usos. Por un lado, y como no podía ser de otra forma, está dedicado a la celebración del culto religioso en la pequeña capilla que se encuentra en una de sus alas. También se utiliza para la celebración de bodas y banquetes nupciales. Pero estando en Miami, no es de extrañar que el monasterio entrara en e mundo del espectáculo. Y así es, pues es usado con cierta frecuencia como telón de fondo en distintas series de televisión, anuncios e incluso videoclips musicales.
Los horarios del monasterio son de lunes a sábado de 10:00 a 16:00, y domingos de 11:00 a 16:00. La visita se hace por libre, y el precio de la entrada es de 10 dólares (Mayo 2015).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario