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domingo, 4 de junio de 2017

Causas de la caída del Imperio Romano

Causas de la caída del Imperio Romano

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Caida del Imperio Romano - Rafael
El declive del Imperio Romano toma varias causas, pero aquellas fundamentales se detallan a continuación. No existe sin embargo un orden definido para las causas de la caída del Imperio Romano, ocurriendo muchas de ellas durante el último período del Imperio, mientras que otras se encontraban presentes a lo largo de sus 500 años de existencia. En este artículo puedes encontrar los hechos históricos que llevaron a la caída del Imperio Romano de Occidente.

Causas de la caída del Imperio Romano

Las causas de la caída del Imperio Romano se detallan a continuación en la siguiente lista:

Antagonismo entre el Senado y el Emperador

Una de las principales causas que explican la caída del Imperio Romano, consistió en el antagonismo sostenido entre el Senado y los Emperadores. El Emperador romano poseía el poder legal para gobernar sobre los asuntos religiosos, civiles y militares del estado, con el Senado actuando como cuerpo consejero. El Emperador tenía el poder sobre la vida y la muerte, eran poderosos, caprichosos y acaudalados, lo que trajo como consecuencia que se volvieran corruptos, y muchos de ellos se abandonaran a un estilo de vida perverso, inmoral y engañoso. En no pocas ocasiones, los Emperadores sufrieron el antagonismo del Senado, pues ocurría que los senadores no simpatizaban con el Emperador, o este se oponía a los criterios del Senado.

Pérdida de la moral

Otra de las causas fundamentales que dieron al traste con el Imperio Romano, residía en la pérdida de la moral. Este deterioro, especialmente en la clase alta, la nobleza y los Emperadores, trajo un impacto devastador en el pueblo romano. Ejemplo de ello, encontramos en la inmoralidad y la promiscuidad de los actos sexuales, incluyendo el adulterio y las orgías. Algunos Emperadores como Tiberio, mantenían grupos de jóvenes muchachos para sus placeres, Nerón disfrutaba del incesto, e incluso poseía un esclavo castrado para tomarlo como esposa, Heliogábalo forzó a una virgen vestal para contraer matrimonio y Cómodo, famoso por su harén de concubinas, enfurecía a la multitud romana sentándose en el teatro o en los juegos, vestido con prendas de mujer.
Decadencia de Roma
Esta pérdida de la moral, también afectó a la clase baja y los esclavos. Las fiestas religiosas, conocidas como Saturnalia o los Bacanales, consistían en la realización de sacrificios, canciones obscenas, actos lascivos y un derroche de promiscuidad sexual donde muchas veces, estos actos bestiales y otros sucesos obscenos tomaban también lugar en la arena del Coliseo como mera forma de entretenimiento. Los burdeles y la prostitución forzada florecieron, al igual que el consumo masivo de alcohol, y los juegos de azar en los combates de gladiadores, donde no faltaba la crueldad sádica hacia el hombre y las bestias de la arena.

Corrupción política y de la Guardia Pretoriana

El poder de la Guardia Pretoriana, la élite de soldados que componían la escolta personal del Emperador, también cayó en un abismo de corrupción política, a tal punto, que su potestad les permitía a este grupo masivo de soldados, decidir cuándo un Emperador debía ser depuesto y cuándo debían nombrar uno nuevo. La historia de Sejano, comandante de la Guardia Pretoriana durante el reinado de Tiberio, ilustra el poderío de los pretorianos. En cierto punto, la Guardia Pretoriana llegó a subastar el trono del Imperio al mejor postor.

Rápida expansión del Imperio

El rápido crecimiento de las tierras conquistadas por el Imperio condujo a una necesidad de defender las fronteras y los nuevos territorios de Roma. Los pueblos conquistados, al que muchos romanos se referían como los bárbaros, mostraban un marcado odio hacia sus conquistadores. Los impuestos establecidos a estos pueblos eran tan altos y abusivos, que las rebeliones se volvieron un suceso frecuente.

Guerras constantes y alto gasto militar

Las frecuentes sagas bélicas llevadas a cabo por el Imperio, requerían de un presupuesto militar excesivamente grande. El ejército romano se volvió cada vez más numeroso, y la demanda de soldados era imparable. Los bárbaros, una vez conquistados, eran autorizados a unirse al Imperio Romano en calidad de mercenarios extranjeros.

Economía decadente y alta inflación

El Gobierno Romano se encontraba constantemente amenazado por la bancarrota, en parte debido al alto costo que demandaba el Imperio, y en parte también a su economía estancada, los elevados impuestos y una inflación que condujo al final inevitable del Imperio Romano. La mayoría de los habitantes de Roma apenas pudieron disfrutar de la increíble prosperidad de esta nación. Por ejemplo, la cantidad de oro enviada al oriente en pago por bienes de lujo, llevó a una escasez de este mineral para producir las monedas romanas. Como resultado, la moneda romana se devaluó tanto, que el sistema de trueque hubo de ser implantado en una de las mayores civilizaciones conocidas por el mundo.

Desempleo de la clase trabajadora

La mano de obra esclava y barata fue otra de las grandes causas que provocaron la caída del Imperio Romano. Los plebeyos de Roma, al no poder competir contra los esclavos, quedaron desempleados y pasaron a depender de las dádivas del Estado. Además de lo anterior, los romanos pusieron en práctica una política de comercio sin restricciones que empeoró aún más la situación de los plebeyos, pues se vieron imposibilitados de competir con el comercio extranjero.
Caida del Imperio Romano de Occidente
Ante ello, el Gobierno se vio obligado a subsidiar la clase trabajadora de Roma para equilibrar las diferencias de los precios. El resultado final, fue que muchos de los plebeyos decidieron vivir de los subsidios del estado, sacrificando su nivel de vida por la facilidad de una vida ociosa. La evidente diferencia entre los romanos ricos y pobres aumentó aún más.

La chusma y el costo de los juegos de gladiadores

Si los miles de ciudadanos romanos desempleados se hartaron de sus vidas, esto llevó a numerosos disturbios civiles y motines callejeros. El populacho necesitaba encontrar un modo de entretenerse, y los espectaculares juegos de gladiadores comenzaron a llenar el vacío de sus vidas. El costo de estos juegos corría a cargo de los Emperadores, y por ende del Estado, por lo que muchos corruptos políticos patrocinaron los juegos para ganarse el favor y el apoyo del pueblo. El costo de los juegos de gladiadores, eventualmente llegó a representar un tercio de los ingresos totales del Imperio Romano.

La esclavitud

El número de esclavos se incrementó dramáticamente durante las dos primeras centurias del Imperio Romano. La dependencia del pueblo romano a los esclavos fue tal, que no solo disminuyó la moral, los valores y la ética, sino que propició el estancamiento de cualquier nueva tecnología que pudiera producir bienes de manera más eficiente. Los romanos dependían de la mano de obra esclava para casi todas sus necesidades, y esta dependencia inhibió cualquier cambio o crecimiento tecnológico.
Por otra parte, el trato despiadado a los esclavos condujo a numerosas rebeliones y Guerras Serviles, siendo la más reconocida de ellas, la encabezada por el famoso gladiador Espartaco. En los últimos siglos del Imperio, y con el advenimiento del cristianismo, la actitud hacia el esclavo cambió. Con la manumisión (acto de liberar a los esclavos), el número de la servidumbre disminuyó considerablemente, junto a la dependencia de Roma por esta fuerza de trabajo.

Desastres naturales

Durante el período del Imperio Romano, no solo existieron guerras externas, enfrentamientos civiles, peleas callejeras, incendios y rebeliones, sino también desastres naturales como las plagas, la hambruna y los terremotos. Como en todos los períodos y sociedades, las personas buscaban a quien culpar, incluyendo algunas religiones.

Cristianismo

La vida parecía desesperanzadora para los millones de personas regidas bajo Roma, y la idea de una muerte temprana era algo inevitable. El cristianismo en cambio, promovía la creencia de la vida después de la muerte, lo que dio un nuevo aliento de esperanza y coraje al desesperado pueblo romano. Con el paso del tiempo, el Emperador Romano Constantino el Grande, se proclamó devoto de la fe cristiana y emitió un edicto en favor de los cristianos otorgándole su protección. Poco a poco, el Imperio Romano pasaría de una actitud antagonista a un estilo de vida pacífico.
Caida del Imperio Romano

Invasión bárbara

Durante su reinado, Roma acumuló el odio de sus enemigos más cercanos. Dentro de ese rango, los ejércitos bárbaros se encontraban compuestos por tribus como los visigodos, los hunos y los vándalos. El golpe final que llevó a la caída del Imperio Romano, fue infligido por estas tribus bárbaras. La ciudad de Roma fue saqueada por los visigodos en el 410 d. C., y por los vándalos en el 455 d. C., evidenciando la desintegración de la autoridad romana y su inevitable declive

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