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San Martín de Tours, la joya románica de Frómista
Hay veces que uno se acerca a un lugar con la intención de ver algo en concreto, y tiene la idea de que si no fuera por aquello que ha ido a ver es posible que nunca hubiera pasado por allí. Algo así pasa con la iglesia de San Martín de Tours y Frómista, una pequeña localidad palentina que acoge cada año tanto a miles de peregrinos que recorren el camino de Santiago, como a cientos de curiosos que se acercan hasta aquí para visitar San Martín de Tours, la coqueta iglesia románica que la localidad tiene y que está considerada como uno de los mejores ejemplos del arte románico de toda Europa. Durante nuestra escapada por Palencia, Burgos y Valladolid, no pudimos evitar meter en nuestra ruta esta iglesia como uno e los lugares con más encanto de la provincia de Palencia, y por supuesto, nos pasamos a conocerla.
La iglesia de San Martín de Tours fue mandada construir en el siglo XI por Mayor de Castilla, esposa del rey Sancho Cortés III de Pamplona, aunque posteriormente ha tenido restauraciones, como la que tuvo a finales del siglo XIX . La iglesia formaba parte del conjunto del monasterio de San Martín, del que hoy en día ya no queda nada. Cobran un euro por entrar a verla, que es más simbólico que otra cosa.
La iglesia por dentro es totalmente sobria, sin apenas decoración y con una desnudez en sus muros y paredes casi casi insultante. De planta de tipo basilical, el cuerpo de la iglesia de San Martín de Tours está formado por tres naves y un gran ábside central, que resulta ser el único lugar de la iglesia donde encontramos algo de decoración en forma de escultura, con las figuras de San Martín y Santiago a los lagos y el Cristo crucificado del finales del siglo XIII que hay en su parte central.
Pero lo cierto es que la visita a San Martín de Tours merece la pena. Y es que la parte exterior de la misma es sencillamente impresionante. Su cabecera, las distintas partes de su fachada y sobre todo los elementos decorativos que tiene, la hacen especial. Uno de esos elementos decorativos que poderosamente llaman la atención es su ajedrezado, que recorre toda la superficie de la iglesia a distintas alturas. Tampoco hay que dejar pasar por alto sus capiteles, con decoraciones que van desde lo vegetal hasta lo animal e incluso con representaciones de personajes humanos, y que eran utilizados para transmitir un mensaje relacionado con la doctrina cristiana. Por ello, tienen una importante carga simbólica.
Son dignos de nombrar sus canecillos, que son esas pequeñas esculturas que decoran los aleros de los tejados y que aquí, en San Martín de Tours tienen una gran variedad temática. La famosa iglesia de Frómista cuenta con 309 figuritas en las que vemos representaciones vegetales, geométricas, animales, mostruosas y humanas.
Ya sabes, si estás haciendo el Camino de Santiago o estás recorriendo los encantos de la provincia de Palencia, no dejes de visitar la iglesia San Martín de Tours en Frómista. La iglesia sin duda, es una visita cultural de esas que valen la pena. No en vano ha sido declarada como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
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