RENACER CULTIRAL

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jueves, 15 de agosto de 2019

Historia, Milagros y Devoción por la Advocación Mariana más Antigua de América 

Septiembre de 2018
Una multitud de feligreses celebra la Virgen de la Merced el 24 de septiembre en el Santo Cerro de La Vega
El 24 de septiembre la República Dominicana celebra la festividad católica de Nuestra Señora de las Mercedes o Virgen de la Merced, declarada desde la Independencianacional, en 1844, como Patrona de la República Dominicana.

Día de las Mercedes: 24 de Septiembre

El 24 de septiembre es una fiesta nacional dominicana y el Día de las Mercedes está incluido en el calendario oficial de los días feriados, aprobado anualmente por el Ministerio de Trabajo.

Virgen de las Mercedes en República Dominicana

El culto de Nuestra Señora de las Mercedes está muy popular también en Santo Domingo, donde se celebra el 24 de septiembre con una procesión por las calles de la Ciudad Colonial
Además de ser la Patrona de la República Dominicana, la Virgen de las Mercedes es Patrona de la provincia de La Vega, del Santo Cerro y del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo.
Es Patrona también  de varias ciudades del país, como son Cabrera, Constanza, Hato Mayor, Imbert (Bajabonico), Pimentel Sabana Grande de Palenque.

Devoción a la Virgen de las Mercedes en el mundo (1218)

La Virgen de la Merced es una advocación mariana que se remonta a la fundación de la orden religiosa de los mercedarios en 1218, en Barcelona (España) por San Pedro Nolasco.
Hoy es la Patrona de la Diócesis de Barcelona y, por extensión popular, de la ciudad de Barcelona. Asimismo se venera en Italia, Francia y en diferentes países sudamericanos como Venezuela y Perú, entre otros.

Iglesia del Santo Cerro (1897 ±)

La iglesia del Santo Cerro en una foto antigua
Un feligrés pide la protección de la Virgen por su hijo, en la iglesia del Santo Cerro
El Santuario Nacional de Nuestra Señora de las Mercedes o iglesia del Santo Cerro, como comúnmente se le conoce, es el principal templo dominicano de esta advocación mariana, la primera a radicarse en el Nuevo Mundo.
El santuario es visitado durante todo el año por miles de feligreses, religiosos, turistas y amantes de la cultura e investigaciones. Los dominicanos devotos acuden en peregrinación. Es tradición entre los lugareños subir a la montaña como penitencia para recibir una gracia por la Virgen.
Sin embargo, las peregrinaciones se multiplican durante la festividad del 24 de septiembre. Hay feligreses que llevan regalos, limosnas y hasta trajes y prendas para vestir a Nuestra Señora de las Mercedes en el altar del Santo Cerro.
Proyecto del Santuario
El Santuario es una hermosa iglesia blanca que fue diseñada por el arquitecto Alarife Onofre de Lora y construida sobre el Santo Cerro (La Vega) bajo la dirección del arzobispo Roque Cochia desde el 1880, tardando unos 17 años en ser erigida.
La edificación tiene muros de ladrillos (que provienen de los restos de La Vega Vieja), ocho ventanales de cristal y una arquitectura que combina diferentes estilos, como el Románico y Neoclásico.
En el interior, destacan detalles en madera tallada y pasillos arqueados. En su cúpula, aparecen pinturas alegóricas a los evangelistas, obra del artista vegano Enrique García Godoy (1920).
Puede llegarse a la iglesia del Santo Cerro recorriendo la carretera Nuestra Señora de las Mercedes desde la Autopista Duarte o la carretera La Vega-Moca. La entrada es gratuita y se permite tomar fotografías.

La Ruta de la Fe

El Santuario del Santo Cerro y el Monumento a La Luz del Mundo, vista aérea
En 2012, el Ministerio de Turismo y la Diócesis de La Vega inauguraron La Ruta de la Fe, un conjunto de obras que incluye, además del Museo Sacro de La Vega, el asfaltado de la carretera que conduce a la Iglesia del Santo Cerro y rampas de acceso a la cima de la montaña.
Por ello, hoy puede recorrerse el Camino de Los Misterios Marianos y subirse al Santo Cerro incluso en coche. Sin embargo, todavía existe el antiguo camino, denominado Carretera Vieja, para quien prefiera subir a pie conforme con la tradición.
La Ruta de la Fe, que busca consolidar y promover la peregrinación turístico-religiosa en esta zona del país, incluyó la realización de la escultura Monumento a La Luz del Mundo, una cruz de unos 13 metros de altura, que se levanta sobre un montículo cercano a la Iglesia del Santo Cerro e ilumina el valle de La Vega.

Orígenes de la iglesia del Santo Cerro

Los orígenes de la iglesia se remontan al 1495, cuando Cristóbal de Colón construyó el fuerte de la Concepción de la Vegauna fortaleza cerca de la homónima ciudad actual, con el fin de cuidar la ruta a los depósitos de oro en el interior del valle del Cibao.
En una pequeña ermita elevada en la misma área donde hoy surge la iglesia del Santo Cerro, justo en la cima de una colina que domina La Vega Vieja, fue celebrada la primera eucaristía de América el 6 de noviembre del mismo año 1495, así como los primeros bautizos de los indígenas taínos que marcaron el inicio del catolicismo en el Nuevo Mundo.
En pocos años, alrededor de la fortaleza y su pequeña iglesia surgió un poblado español con el nombre de Concepción de la Vega. Después del 1508, cuando se encontraron grandes cantidades de oro en sus inmediaciones, se convirtió en la primera ciudad de rápida y gran prosperidad de las Américas. La Vega Vieja pero en 1562 fue destruida y sepultada por un terremoto y los sobrevivientes se trasladaron a pocos kilómetros, en el lugar de la actual ciudad de La Vega.
Durante los siglos sucesivos, esta iglesia existió como una pequeña ermita, aún muy popular entre los feligreses. Hasta el 1880, cuando empezó la construcción del hodierno santuario.

Historia del Santo Cerro

Guacanagaríx fue el primer cacique taino a aliarse con los españoles. En este dibujo, Guacanagaríx corona a Cristóbal Colón
En marzo de 1495, durante su segundo viaje a las Américas, el gobernador y virrey Cristóbal Colón arribó al lugar hoy conocido como el Santo Cerro, junto con unos 220 soldados españoles bien equipados y un número indefinido de indios taínos aliados. Se estima más de miles de guerreros del cacique Guacanagaríx (aunque los historiadores de la época los excluyeron casi completamente de las crónicas oficiales).
Esta expedición había salido del pueblo de La Isabela, en la costa norte, marchando a través del Paso de los Hidalgos rumbo el territorio del cacique Guarionex, en el corazón del Cibaomontañoso y rico de oro.
Su objetivo era contrastar el creciente número de ataques de los indios, que se habían rebelado contra un tributo en oro ordenado por Colón. Además, el almirante quería establecer un bastión firme en la región donde se había descubierto el oro, contando hasta entonces solo con una pequeña fortificación, el fuerte Santo Tomás, en el río Jánico.
Para establecer su puesto militar contra los rebeldes tainos encabezados por Guarionex, los españoles escogieron la colina del Santo Cerro por ser alta y escarpada, relativamente fácil de defender y con una vista excelente sobre el Valle de La Vega Real, en el extremo noreste de la Cordillera Central.

Batalla del Santo Cerro (1495)

La batalla del Santo Cerro (o de La Vega Real), en una impresión antigua
La madrugada del 14 de marzo de 1495 un panorama aterrador se presentó frente a los ojos de Colón y sus milicias: alrededor de 30,000 guerreros taínos de los caciques Guarionex y Maniocatex repletaban el valle. Según los testigos, “había indios hasta donde alcanzaba la vista”.
Sin embargo, los españoles descendieron para batirse, contando con sus arcabuces, cañones y tácticas militares. El número de los indios pero les impidió de avanzar y a cada ataque eran repelidos hacia los altos de la colina.  
Tras unos 10 días de batalla, las tropas españolas estaban exiguas y agotadas. Entonces, Colón les ordenó que se refugiaran en un palenque en la cima del cerro que él mismo había ordenado construir a sus aliados indios.
Justo a fuera de la empalizada, el virrey también había hecho realizar una gran cruz de la madera de un árbol de níspero. Allí los españoles, pronosticando una inevitable derrota definitiva el día después, oraron toda la noche por su propia vida. Según los testigos, pidieron e imploraron temiendo la muerte, la cual estaban seguros les aguardaba.

Leyenda del Santo Cerro

La inminente capitulación fue evitada por una serie de sucesos milagrosos que ocurrieron durante esa noche, según los testigos oculares.
Poco después del anochecer, los indios enemigos trataron de quemar la cruz de los españoles, pero solo consiguieron chamuscarla a pesar de toda la leña que apilaron. Al fracasar en el intento, probaron a derrumbar la cruz halándola con sogas y tampoco lo lograron. Frustrados, trataron de cortarla con sus hachas de piedra, aun fallando de nuevo.

Aparición de la Virgen

El fraile Juan Infante de la Orden de los Mercedarios, confesor personal de Colón, fue (el único) testigo del evento más milagroso. Cerca de las 9 de la noche, afirmó haber visto una luz que descendía y arropaba la cruz, mientras que una dama vestida de blanco con un niño en sus brazos aparecía en la extremidad derecha de la cruz. Él declaró que la Virgen de las Mercedes había venido a salvar a los españoles.
La mañana del día después, a las tropas españolas se les presentó un hecho no menos prodigioso. Los indios enemigos se habían retirado. Entonces, Colón ordenó a sus hombres arrodillarse y orar por agradecer a la Virgen la milagrosa victoria.  
Según la tradición, en su lecho de muerte, Colón pidió a su hijo Diego que construyera en este cerro un santuario en honor a la Virgen de las Mercedes. La petición pero fue desatendida.

Los taínos rebeldes se retiran

Las motivaciones de la improvisa retirada de los taínos no han sido indagadas por los historiadores de la época, complacidos por la milagrosa intervención de la Virgen.
Hoy, puede suponerse que los indígenas simplemente no se retiraron de la batalla pero solo se marcharon como vencedores tras haber repelido varias veces y casi aniquilado a las fuerzas españolas (que –vale recordar– eran los atacantes). Probablemente para los taínos ya podía retenerse aclarado que ellos eran los ganadores y que ningún tributo era debido. Tal vez, el fracaso del intento de destruir la cruz, símbolo de protección sobrenatural, puede haber influido en la decisión de salvar la vida de los españoles que habían sobrevividos a las precedentes batallas.      

Los españoles ganan la guerra: nace La Vega Vieja (1508-1564)

No se encuentran detalles de los días sucesivos, pero debe haber habido más combates. De hecho, los españoles lograron revertir el curso de la guerra, verosímilmente sorprendiendo a los indios adversarios fuera de guardia. Seguramente Colón y sus milicias ocuparon el poblado de Guarionex y construyeron allí el Fuerte de la Concepción de la Vega, que se convirtió rápidamente en el núcleo de La Vega Vieja.
Hacia 1508, año en que la Corona española otorgó su sello real a la ciudad, la Concepción de la Vega Real era más grande y populosa que la ciudad de Santo Domingo. En 1511, fue elevada a obispado. Un terremoto –como ya anotado– la destruyó el 2 de noviembre de 1564 y fue reubicada en el lugar actual.

Nace la devoción mariana en La Hispaniola

Poco después de la batalla del Santo Cerro, empezaron las peregrinaciones de feligreses al lugar de la cruz milagrosa, radicándose esta devoción mariana aún muy viva en nuestros días.
Una pequeña ermita fue construida alrededor del hoyo donde estuvo la cruz. La cavidad aún hoy puede observarse en la actual iglesia del Santo Cerro, así como un alto árbol de níspero que crece al lado del templo.

Parque Nacional Arqueológico e Histórico La Vega Vieja o Pueblo Viejo

Fuerte de la Concepción, ruinas de La Vega Vieja
A poca distancia de la iglesia del Santo Cerro, vale una visita al Parque Nacional Arqueológico e Histórico La Vega Vieja o Pueblo Viejo.
El sitio de la ruinas de la La Vega Vieja fue tierra de cultivo hasta el 1975, cuando el Gobierno Dominicano compró una pequeña porción y, en 1976, la transformó en Parque Nacional Arqueológico e Histórico.
Se realizaron excavaciones en el yacimiento entre 1976 y 1995. Este trabajo desenterró los restos de varios edificios de piedra en el centro del yacimiento, incluyendo el Fuerte de la Concepción que se encuentra excepcionalmente bien conservado con sus seis ventanas en forma de cruz y una torre intacta. También fueron excavadas las ruinas del monasterio de San Francisco, construido en 1502, los cimientos de otros edificios de piedra, un sistema de acueducto y varios pozos de agua. Al lado del monasterio se encuentra un antiguo cementerio taíno.
Museo Lourdes Cáceres Mendoza
En el lugar hay el pequeño museo Lourdes Cáceres Mendozainaugurado en 1988, con una colección de artefactos taínos y españoles que fueron extraídos durante el trabajo, aunque la mayor parte de los hallazgos están ahora en el Museo de las Casas Reales en Santo Domingo. Desde el 2016, está cerrado al público por falta de fundos y por la misma razón también la entera área arqueológica está evidentemente descuidada.
En diciembre 2017, el Comité Dominicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) dio a conocer una lista de 12 monumentos y sitios del patrimonio cultural dominicano que se encuentran en peligro. Entre ellos, están las ruinas de La Concepción de La Vega. Los ministerios de Cultura y Turismo hoy planifican un nuevo proyecto de rescate de este tesoro único, para integrarlo a la Ruta Senderos de La Fe.

Virgen de las Mercedes, Patrona de La Española (1615-1844)

La advocación de Nuestra Señora de las Mercedes se convirtió en culto nacional 120 años después de su primer milagro en el Santo Cerro y por otra gracia concedida al pueblo dominicano.
El 8 de septiembre de 1615, un fuerte terremoto con numerosas réplicas durante al menos 40 días parecía destruir la ciudad de Santo Domingo, así como había pasado unos 50 años antes con La Vega Vieja.
Durante estos años, en Santo Domingo el culto de la Virgen de las Mercedes se había radicado fuertemente, empezándose la construcción de una basílica en su honor ya en el año 1527. Así, fue natural que la población aterrizada empezara a implorar a su protectora pidiendo su socorro milagroso.   
Aunque las estructuras urbanas y la misma iglesia de la Virgen fueron severamente afectadas, muriendo alrededor de 24 personas, la capital fue salva. Entonces, el gobernador de la isla, Don Diego Gómez de Sandoval, declaró a la Virgen de las Mercedes como Patrona de La Española.
Cambio de fecha de la fiesta
Por ello, su culto se celebró por más de un siglo en el aniversario del mencionado terremoto, el 8 de septiembre. Hasta el 1740, cuando la festividad fue cambiada, por Real Cédula, para el 24 de septiembre, la fecha oficial de la conmemoración religiosa.
En 1844, con la Independencia nacional, el título de la Virgen fue transformado en Patrona de la República Dominicana.
Su culto en Santo Domingo es todavía muy vivo hoy en día, especialmente en la Zona Colonial, donde se yergue su iglesia y se celebra su fiesta cada 24 de septiembre con una concurrida procesión.

Iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes en Santo Domingo

Iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes, en Santo Domingo
Función religiosa en la Iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes en Santo Domingo
Es el segundo templo del país dedicado a la Virgen por importancia religiosa, pero sobresale por su antigua y bella arquitectura.
Ubicada en la esquina de las calles Las Mercedes y José Reyes de la Zona Colonial de Santo Domingo, la iglesia Nuestra Señora de Las Mercedes, se terminó de construir alrededor del año 1555. Poco después, fue seriamente dañada durante la invasión del corsario inglés Sir Francis Drake en el año 1586.
Tras el sismo de 1615 y durante los siglos sucesivos sufrió otros daños por terremotos, huracanes y batallas, pero siempre fue reparada y restaurada, hasta hoy figurar entre los templos más atractivos de la Ciudad Colonial por amplitud y elegancia.
El retablo de la Virgen
En la pala de su altar mayor, se expone la imagen de la Virgen, un retablo articulado para vestir. La pieza se remonta al siglo XVIII, proveniente de la región de Andalucía(España), y probablemente fue realizada en México con destino a ese templo. El retablo está profusamente decorado con láminas de plata, formando ornamentación vegetal. La imagen se lleva por la calles de la Ciudad Colonial con la tradicional procesión del 24 de septiembre.
Es notable la composición arquitectónica del templo y la torre campanario, todo realizado con bloques de piedra que contrastan con la cúpula de ladrillos del presbiterio.
En el interior, la iglesia Nuestra Señora de Las Mercedes presenta una amplia nave abovedada con capillas laterales ubicadas entre sus contrafuertes. Tiene un coro alto, el ábside octagonal y el altar mayor de estilo barroco. Destaca su púlpito de madera que está sostenido por un soporte en forma de un demonio-serpiente.

tTomado de la Fuente; https://www.laromanabayahibenews.com/virgen-de-las-mercedes-patrona-de-la-republica-dominicana-historia/

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