El ataque de 1655, a Santo Domingo, por la Flota Inglesa Comandaba por el Almirante William Penn y el General Roberto Venables.
En los tiempos de Oliverio Cromwell, el Loor Protector Inglés, sufre la ciudad de Santo Domingo, el segundo ataque naval de la Armada Naval Inglesa, bajo el mando del Almirante William Penn y el General Roberto Venables. El viernes 23 de abril de 1655. La primera en el lo fue el 10 de enero de 1586, bajo el mando del corsario Francis Drake
La repetición de la empresa que llevara a cabo Dreke, en 1586, sobre Santo Domingo, cuya ciudad fue sometida a un despiadado saqueos por las hordas corsarias inglesas, fue sugerida a Loor Protector de los Ingleses, por Thomas Gege, conocedor de las Indias sus anos como frailes en los conventos de España y México. Como consecuencias del fracaso de la negociaciones de 1654, entre Cromwell y España, cuyo objetivo era concertar una alianza contra Francia.
Con la finalidad de apoderarse de Santo Domingo y Puerto Rico, la primera defendida por un militar Gobernador y Capitón de la Isla Don Bernardino Meneses Bracamonte y Zapata, Conde de Peñalba,
La flota invasora zarpó de Spithead, Inglaterra, el 23 de diciembre de 1654, conformada por; 38 barcos, 4,410 marineros, 2,930 soldados, con 1,114 cañones, el Almirante William Penn, navegaba en la Swiftsure, de 64 cañones, 898 toneladas de desplazamiento, de 118 pies de largo por 37 de ancho.
La expedición fondeó en la isla de Barbados, donde obtuvo refuerzos de hombres y naves de ese isla y de la de San Cristóbal, uniéndose holandeses con sus busques, arribando a la Española con 56 navíos, 36 naos de porte y 20 entre fragatas, lanchones y carabelas y una fuerza de 9,000 hombres
Apoderándose de los moradores de Santo Domingo, el pánico y temor, la ciudad en pocas horas quedo prácticamente despoblada, llevándose todas las pertenencias valor, temerosas de que le pasaran los mismo años atrás con la invasión de Dreke.
Fue motivado por esta razón, teniendo temor a profanaciones cono la ocurrida durante el saqueo de Drake, el arzobispo Francisco Pio de Guadalupe y Téllez hace cubrir la tumba de Colón, haciéndola irreconocible, desde entonces como la describe Alcocer, ni siquiera tenía Lápida, una sepultura no suntuosa, humilde, en el suelo, sin loza para señalar donde esta enterrado”
La flota inglesa pasó tres días preparándose para atacar la ciudad de Santo Domingo, dando tiempo a que llegaran fuerzas solicitadas por el Conde de Peñalba, de Santiago llegó acompañado de un batallón el Capitán Luis López Tirado prometido de una dama procedente de una hidalga familia Doña Juana de Sotomayor., quien se convirtió en la primera heroína dominicana, al combatir vestida de hombre al lado del capitán Gutiérrez de Meneses, hijo del Conde de Peñalba
La escuadra inglesa permaneció 22 días en aguas Quisqueyanas, el primer contingentes de la fuerza invasora fue de 6,000 efectivos y unos 120 caballos por Nizao. Produciéndose duros combates entres las fuerzas defensora y la hueste del Almirante William Penn, quienes alcanzaron las cercanías de las murallas del Fuerte de San Jerónimo, construido por el año de 1629. Pero la fuerza invasora era barrida por el fuego de los Quisqueyanos, y abatido por el hambre, la sed y el inicio de la las enfermedades tropicales, como los continuos ataques de los lanceros, mosqueteros y arcabuceros, le causaron unas 3,000 bajas,
De Santo Domingo, la flota inglesa se dirigió a Jamaica, isla que tomaron y quedo como posesión británica en el Caribe. En honor al Don Bernardino Meneses Bracamonte y Zapata, Conde de Peñalba, se bautizó con el nombre de “Puerta del Conde” la que se abrió en el bastión de San Jenaro y que hoy es Altar de la Patria. Una de las calles principales de Santo Domingo, lleva el nombre del Conde, en su honor también.
En honor a hombres que se distinguieron en la defensa de la Isla de Santo Domingo contra la fuerza invasora británica, varias calles de la ciudad de Santo Domingo llevan los nombre de aquellos valientes como son: Álvaro Garabito, Damián del Castillo, Juan de Morfa Geraldino
Fuentes consultadas;
Erwin Water Palm, “Los Monumentos Arquitectónicos de la Española”, Tomo I, Ciudad Trujillo, 1955, Págs. 126 al 128.
J. Marino Inchaudtegui, “Historia Dominicana”, Tomo I, Ciudad Trujillo, 1955. Págs. 199 a 201
Carmen Lara Fernández, “Resplandores de Gloria”, Editora Montalvo, Ciudad Trujillo, 1945, Págs. 37 al 41
Pedro L. Vergés Vidal. “Mujeres Célebres de América, Juana de Sotomayor. Heroína Dominicana. Imprenta Tavera, Santiago, 1935.
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