El arte y la cultura de los indios taínos
La cultura taína, una mínima introducción
Puede que al lector le parezca que el arte y la cultura de los indios taínos están muy alejados de la cosmovisión contemporánea. Sin embargo, un simple vistazo a los motivos simbólicos que animan este ancestral cultural nos pone en contacto con miles de objetos familiares en los mercados occidentales de hoy en día.
Los indios taínos eran de una riqueza espiritual maravillosa y su arte estaba repleto de iconos que remitían a símbolos universales. Son recurrentes formas geográficas. Los círculos, los tridentes, los triángulos conviven con representaciones estilizadas de la fauna local, dioses propios o cemís. Esto es, espíritus protectores de la vida cotidiana.
Aunque nos parezca que los taínos poco o nada han aportado a la cultura hispánica, anotamos la fuerza de su lengua que ha dejado un sustrato en forma de vocabulario básico que aún perdura. Por ejemplo, en español, y lo anotamos como curiosidad casi, palabras como “maíz”, “barbacoa”, “cacique “o “canoa” son préstamos directos de este pueblo amerindio.
Los indios taínos, una descripción apresurada
Pero, ¿quiénes eran los taínos? ¿Dónde vivían? ¿Cuáles eran sus creencias? El pueblo taíno tiene su origen en la actual Venezuela desde donde se expandió por todas las islas del Caribe, quedando el último reducto en lo que hoy es República Dominicana. Aunque se ha extendido la creencia de que esta etnia fue exterminada por los conquistadores hispánicos, los últimos estudios científicos llevados a cabo demuestran, más bien, que este pueblo centroamericano ha sufrido un importante proceso de mestizaje.
Volvemos a la leyenda negra española que tanta acogida ha tenido entre estudiosos ingleses o alemanes sin cuestionarse sus fundamentos. Sin entrar en este aspecto, la antigua cultura precolombina, emparentada, al parecer, con los mayas, desarrolló una rica expresión artística, sobre todo centrada en la escultura ritual.
La religión de los indios taínos
Los taínos, aún creyendo en un dios único, llamado “Ya-Ya”, creador, a la vez, de todo lo material y, también, de lo intangible, basaban su espiritualidad (en un irónico giro conceptual) en numerosos ritos arraigados en el animismo.
Se rendía tributo a las almas de los difuntos y se pedía, como todos los pueblos antiguos, por la prosperidad de la cosecha, de la caza y la pesca. Ponían tal énfasis en la procreación que las élites caciquiles (palabra taína recordemos) practicaban la poligamia con el fin de asegurarse una próspera descendencia.
Un poco del arte de los taínos
En este sentido, nos han llegado numerosas esculturas en las que se aprecian claramente los genitales masculinos, simbolización del poder de la perpetuación genética. Aunque también utilizaban la madera, la mayoría de las esculturas rituales que se conservan están realizadas en piedras duras o muy duras; en ocasiones, aprovechando los contornos propios del mineral para generar la figura.
Me gusta bastante este tipo de arte porque, en su originalidad, entronca con el arte contemporáneo de hoy en día.
Por Candela Vizcaíno
Por Candela Vizcaíno
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