El convulsionado noviembre de 1961
El pasado lunes 30 se conmemoró el 55 aniversario del ajusticiamiento del dictador Rafael L. Trujillo. Este acontecimiento fue la génesis de lo que ocurriría en noviembre siguiente con la salida de Ramfis Trujillo y otros miembros de esa familia. Además en ese mes, el día 18, fueron asesinados en la playa de la Hacienda María seis participantes del magnicidio que estaban encarcelados.
Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño, Tunti Cáceres, Modesto Díaz, Roberto Pastoriza y César Estrella fueron sacados de La Victoria el día 18 en la mañana y conducidos al Palacio de Justicia. Pero no regresaron a la cárcel sino fueron conducidos a la Hacienda María en Nigua. Allí lo esperaban Ramfis y sus amigos bebiendo compulsivamente y nerviosos por lo que iban a hacer. Al caer la tarde se inició la matanza de los héroes del 30 de mayo. Luego de ejecutados y los cadáveres hechos desaparecer, Ramfis partió hacia la isla Martinica en la fragata Mella, que lo esperaba en el muelle de Haina, previo despacho del cadáver de su padre en el Yate Angelita.
Noviembre del 1961 es histórico por otros hechos más trascendentes como fue la salida de los hermanos de Trujillo, Petán y Negro. Estos habían salido del país en octubre pero regresaron por pedido de Ramfis días previos a su salida. Ellos dos retornaron con intenciones de organizar un golpe de Estado respaldados por los militares trujillistas. Vinieron con unas listas confeccionadas con los opositores a ser eliminados tan pronto Ramfis saliera del país. Núcleos de militares de la fuerza aérea eran los responsables de llevar a cabo esa tarea de eliminación de reconocidos antitrujillistas, muchos de ellos expresos políticos.
Pero el gobierno norteamericano de Kennedy tenía otros planes para evitar una desestabilización por el peligro del poderoso castrismo que en Cuba se afianzaba. Este había patrocinado en junio de 1959 una invasión al país que fracasó, pero sembró las semillas del patriotismo dominicano para su renacimiento.
Con la pírrica amenaza de los hermanos Trujillo, el día 19 de noviembre, el general Rodríguez Echavarría organizaba en Santiago su sublevación antitrujillista y bombardeaba la base aérea de San Isidro. La flota norteamericana desde por la mañana hizo su aparición frente al Placer de los Estudios. Sus poderosos aviones de combate realizaron vuelos rasantes frente a la costa capitaleña o tronando con sus motores a reacción sobre las casas capitaleñas.
La demostración de fuerza yanqui aceleró la partida de los hermanos de Trujillo, que antes de su salida en la noche de ese día, fueron debidamente compensados. Una ola de justicia antitrujillista arropó a todo el país y las turbas arrasaron con las propiedades de los Trujillo.
Por todo el país la furia justiciera se llevó de paro todas las estatuas y bustos de Trujillo y sus familiares. Los ayuntamientos, en rápidas sesiones, cambiaron los nombres de las plazas, calles y avenidas que reconocían a los Trujillo y se le restauraron sus nombres originales y dieron cabida para los nuevos héroes que habían dado su sangre por la libertad o eran destacados intelectuales postergados por su antitrujillismo.
La capital, el 21 de noviembre de 1961, recuperó su nombre ancestral de Santo Domingo, haciendo desaparecer el de Ciudad Trujillo que por 24 años se conocía a la ciudad cabecera del país. Propiedades valiosas, al calor de las turbas eufóricas de libertad, fueron saqueadas y destruidas como fue el caso de la Hacienda Fundación. El ganado fue masacrado y sin ninguna utilidad posterior, repitiéndose casos similares por todo el país.
Afortunadamente el monumento a la Paz de Trujillo no pudo demolerse y se convirtió para honra de los munícipes de Santiago en el Monumento a los Héroes de la Restauración. Es un hito histórico y turístico de la Ciudad Corazón. Igual ocurrió con el obelisco y el monumento al tratado de Trujillo-Hull, el macho y el hembra, ubicados en el malecón capitaleño que no pudieron ser demolidos y hoy tienen apreciables atractivos por las pinturas con la cual han decorado al obelisco..
Noviembre de 1961 concluyó con la huelga general que por varios días afectó al país y fue patrocinada por la Unión Cívica Nacional para exigir la renuncia del presidente Balaguer. Éste, en una hábil maniobra, anunció la formación del Consejo de Estado de siete miembros que tomaría posesión el primero de enero de 1962 para llevar a cabo elecciones generales en diciembre de ese año para elegir el primer gobierno constitucional post Trujillo.
Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño, Tunti Cáceres, Modesto Díaz, Roberto Pastoriza y César Estrella fueron sacados de La Victoria el día 18 en la mañana y conducidos al Palacio de Justicia. Pero no regresaron a la cárcel sino fueron conducidos a la Hacienda María en Nigua. Allí lo esperaban Ramfis y sus amigos bebiendo compulsivamente y nerviosos por lo que iban a hacer. Al caer la tarde se inició la matanza de los héroes del 30 de mayo. Luego de ejecutados y los cadáveres hechos desaparecer, Ramfis partió hacia la isla Martinica en la fragata Mella, que lo esperaba en el muelle de Haina, previo despacho del cadáver de su padre en el Yate Angelita.
Noviembre del 1961 es histórico por otros hechos más trascendentes como fue la salida de los hermanos de Trujillo, Petán y Negro. Estos habían salido del país en octubre pero regresaron por pedido de Ramfis días previos a su salida. Ellos dos retornaron con intenciones de organizar un golpe de Estado respaldados por los militares trujillistas. Vinieron con unas listas confeccionadas con los opositores a ser eliminados tan pronto Ramfis saliera del país. Núcleos de militares de la fuerza aérea eran los responsables de llevar a cabo esa tarea de eliminación de reconocidos antitrujillistas, muchos de ellos expresos políticos.
Pero el gobierno norteamericano de Kennedy tenía otros planes para evitar una desestabilización por el peligro del poderoso castrismo que en Cuba se afianzaba. Este había patrocinado en junio de 1959 una invasión al país que fracasó, pero sembró las semillas del patriotismo dominicano para su renacimiento.
Con la pírrica amenaza de los hermanos Trujillo, el día 19 de noviembre, el general Rodríguez Echavarría organizaba en Santiago su sublevación antitrujillista y bombardeaba la base aérea de San Isidro. La flota norteamericana desde por la mañana hizo su aparición frente al Placer de los Estudios. Sus poderosos aviones de combate realizaron vuelos rasantes frente a la costa capitaleña o tronando con sus motores a reacción sobre las casas capitaleñas.
La demostración de fuerza yanqui aceleró la partida de los hermanos de Trujillo, que antes de su salida en la noche de ese día, fueron debidamente compensados. Una ola de justicia antitrujillista arropó a todo el país y las turbas arrasaron con las propiedades de los Trujillo.
Por todo el país la furia justiciera se llevó de paro todas las estatuas y bustos de Trujillo y sus familiares. Los ayuntamientos, en rápidas sesiones, cambiaron los nombres de las plazas, calles y avenidas que reconocían a los Trujillo y se le restauraron sus nombres originales y dieron cabida para los nuevos héroes que habían dado su sangre por la libertad o eran destacados intelectuales postergados por su antitrujillismo.
La capital, el 21 de noviembre de 1961, recuperó su nombre ancestral de Santo Domingo, haciendo desaparecer el de Ciudad Trujillo que por 24 años se conocía a la ciudad cabecera del país. Propiedades valiosas, al calor de las turbas eufóricas de libertad, fueron saqueadas y destruidas como fue el caso de la Hacienda Fundación. El ganado fue masacrado y sin ninguna utilidad posterior, repitiéndose casos similares por todo el país.
Afortunadamente el monumento a la Paz de Trujillo no pudo demolerse y se convirtió para honra de los munícipes de Santiago en el Monumento a los Héroes de la Restauración. Es un hito histórico y turístico de la Ciudad Corazón. Igual ocurrió con el obelisco y el monumento al tratado de Trujillo-Hull, el macho y el hembra, ubicados en el malecón capitaleño que no pudieron ser demolidos y hoy tienen apreciables atractivos por las pinturas con la cual han decorado al obelisco..
Noviembre de 1961 concluyó con la huelga general que por varios días afectó al país y fue patrocinada por la Unión Cívica Nacional para exigir la renuncia del presidente Balaguer. Éste, en una hábil maniobra, anunció la formación del Consejo de Estado de siete miembros que tomaría posesión el primero de enero de 1962 para llevar a cabo elecciones generales en diciembre de ese año para elegir el primer gobierno constitucional post Trujillo.
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