Cuello, Valera Benítez y Cocuyo Báez Pérez resistieron estoicamente las torturas en las prisiones
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Un reducido grupo de los militantes y dirigentes del 14 de Junio resistió las horribles torturas de los esbirros de Trujillo en las cárceles de La 40 y La Victoria y con el valor demostrado aquellos catorcistas abrieron espacios de libertad y esperanza liberadora.
A pesar del miedo por la represión del régimen de Trujillista en 1960, aquellos luchadores no se doblegaron ante esos castigos deleznables.
Son muchos los que hoy con un timbre de orgullo pueden exhibir su valentía frente a la tiranía.
José Israel Cuello, Rafael Báez Pérez (Cocuyo) y Rafael Valera Benítez son tres de ellos, paradigmas de los principios ideológicos y morales por los que debe guiarse una sociedad.
Integraban el grupo de aquellos catorcistas que se opusieron y resistieron a la dictadura y fueron desde los márgenes de la historia, guardianes de unos valores democráticos y de defensa de la libertad que transmitieron a generaciones venideras.
José Israel Cuello fue sobrio en los interrogatorios de que fue objeto por parte de los responsables de investigar las actividades del Movimiento 14 de Junio en 1960. Cuello admitió que perteneció a la organización clandestina 1J4. Que fue invitado a pertenecer a ella por el doctor Rafael Valera Benítez y que los fines de la misma eran colaborar con la frustrada invasión dominicana y la preparación de comestibles y medicinas para el caso de que se presentase una emergencia nacional. Y termina el interrogatorio con “no tengo más que declarar”.
Mientras que Cucuyo Báez Pérez dice: “En relación con lo que acaba de preguntarme, debo declararle, en honor a la verdad, que por medio del ingeniero Rubén Díaz, entré a formar parte en esta ciudad del movimiento revolucionario sobre el cual se me cuestiona.”
“Me dijo -agregaba- que el ingeniero Guzmán era el que le había hablado, entonces me di a la tarea de conseguir alguien y traté de conquistar a Noel Giraldi que por casualidad le estaba dando clase de una materia que el examinaba. Lo conseguí”.
“Pero tuve que partir para Sosúa a trabajar allá, entonces le dije a Rubén Díaz, que podía contar con Noel y partí para Sosúa donde allá me encontré con un compañero de estudio y hablamos sobre el tema y nos pusimos de acuerdo, pues no habríamos de hablar con más nadie, porque no le tenía confianza a nadie, este era César de los Santos”, dijo finalizando su declaración.
Valera Benítez dijo a los interrogadores que “respecto a los cargos que se me imputan y por los cuales estoy respondiendo a este Departamento, puedo informar que es cierto que con mis amigos Rafael Faxas y Manolo Tavárez yo sostuve conversaciones acerca de tópicos políticos en relación con la existencia de una organización de proyecciones encaminadas a favorecer un cambio en la plataforma de acción del Gobierno dominicano”.
Agregó: “más tarde a solas vi a]Faxas nuevamente, quien me presentó a Luis Gómez Pérez significándome que éste me pondría en contacto con dos muchachos que convenía estuviesen en contacto conmigo a fin de recibir consejos, dada su inexperiencia en asuntos de naturaleza política”. “Me refiero -dijo Valera Benínez- a uno que lleva el apodo de Ely y el otro con el de Pique, a quienes dicho sea de paso no conocía antes”.
José Israel Cuello, Rafael Báez Pérez (Cocuyo) y Rafael Valera Benítez son tres de ellos, paradigmas de los principios ideológicos y morales por los que debe guiarse una sociedad.
Integraban el grupo de aquellos catorcistas que se opusieron y resistieron a la dictadura y fueron desde los márgenes de la historia, guardianes de unos valores democráticos y de defensa de la libertad que transmitieron a generaciones venideras.
José Israel Cuello fue sobrio en los interrogatorios de que fue objeto por parte de los responsables de investigar las actividades del Movimiento 14 de Junio en 1960. Cuello admitió que perteneció a la organización clandestina 1J4. Que fue invitado a pertenecer a ella por el doctor Rafael Valera Benítez y que los fines de la misma eran colaborar con la frustrada invasión dominicana y la preparación de comestibles y medicinas para el caso de que se presentase una emergencia nacional. Y termina el interrogatorio con “no tengo más que declarar”.
Mientras que Cucuyo Báez Pérez dice: “En relación con lo que acaba de preguntarme, debo declararle, en honor a la verdad, que por medio del ingeniero Rubén Díaz, entré a formar parte en esta ciudad del movimiento revolucionario sobre el cual se me cuestiona.”
“Me dijo -agregaba- que el ingeniero Guzmán era el que le había hablado, entonces me di a la tarea de conseguir alguien y traté de conquistar a Noel Giraldi que por casualidad le estaba dando clase de una materia que el examinaba. Lo conseguí”.
“Pero tuve que partir para Sosúa a trabajar allá, entonces le dije a Rubén Díaz, que podía contar con Noel y partí para Sosúa donde allá me encontré con un compañero de estudio y hablamos sobre el tema y nos pusimos de acuerdo, pues no habríamos de hablar con más nadie, porque no le tenía confianza a nadie, este era César de los Santos”, dijo finalizando su declaración.
Valera Benítez dijo a los interrogadores que “respecto a los cargos que se me imputan y por los cuales estoy respondiendo a este Departamento, puedo informar que es cierto que con mis amigos Rafael Faxas y Manolo Tavárez yo sostuve conversaciones acerca de tópicos políticos en relación con la existencia de una organización de proyecciones encaminadas a favorecer un cambio en la plataforma de acción del Gobierno dominicano”.
Agregó: “más tarde a solas vi a]Faxas nuevamente, quien me presentó a Luis Gómez Pérez significándome que éste me pondría en contacto con dos muchachos que convenía estuviesen en contacto conmigo a fin de recibir consejos, dada su inexperiencia en asuntos de naturaleza política”. “Me refiero -dijo Valera Benínez- a uno que lleva el apodo de Ely y el otro con el de Pique, a quienes dicho sea de paso no conocía antes”.
“Este cambio de impresiones fue sostenido en una residencia ubicada en las inmediaciones del hipódromo en el transcurso del mes de diciembre, 1959, encontrándose presente un médico de apellido Tejada, además del licenciado Alburquerque y otras personas cuyos nombre no conozco”, añadió.
“Es esa, pues mi posición en este movimiento de carácter antigubernamental, ya que estábamos todos comprometidos a laborar en beneficio de la causa que sustentamos y que no era otra que lograr el derrocamiento del régimen gubernativo nacional”, terminó Valera Benítez su declaración frente a los verdugos de Trujillo.
Otros catorcistas, hoy olvidados, como Fernando Francisco Fernández Guzmán, Carlos Manuel Lugo Garnes, el ingeniero Félix María Germán Oliver, Francisco Saldaña Medrano y Victor Castro Bisonó también sufrieron el intenso dolor físico y psicológico como castigo por haber complotado contra el régimen de Trujillo.
“Es esa, pues mi posición en este movimiento de carácter antigubernamental, ya que estábamos todos comprometidos a laborar en beneficio de la causa que sustentamos y que no era otra que lograr el derrocamiento del régimen gubernativo nacional”, terminó Valera Benítez su declaración frente a los verdugos de Trujillo.
Otros catorcistas, hoy olvidados, como Fernando Francisco Fernández Guzmán, Carlos Manuel Lugo Garnes, el ingeniero Félix María Germán Oliver, Francisco Saldaña Medrano y Victor Castro Bisonó también sufrieron el intenso dolor físico y psicológico como castigo por haber complotado contra el régimen de Trujillo.
UN APUNTE
Expediente de Manolo
En la entrega del domingo, que será la última de la serie de cinco trabajos sobre el 14 de Junio y el complot desvelado en el 1960, se publicarán los interrogatorios a Manolo Tavárez Justo, quien era el líder del movimiento.
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